Ferni Gyldenfeldt, una de las artistes más destacada de la música popular regresa a Córdoba este viernes 7 de Marzo, lo hará en Puerta 276 a las 21:oohs. A pocos días de su llegad a al ciduad, hablamos con ella:
La artista Ferni de Gyldenfeldt, a través de su música, redefine clásicos folclóricos al cambiarles el género y abordar composiciones actuales desde la perspectiva de las disidencias. Para ella, esta transformación es una forma de afirmar su identidad y de desafiar las normas establecidas en la sociedad. En una presentación memorable en el Pre-Cosquín, Ferni interpreta «Como de Zamba» con una voz profunda y emotiva, transmitiendo tanto dulzura como fuerza en su actuación. Este momento marcó un hito en la historia del festival al visibilizar la identidad no binaria en un escenario tradicionalmente conservador.
El camino de Ferni en la música comenzó desde temprana edad, influenciada por la ópera y el arte que rodeaba su hogar. Su formación musical la llevó a descubrir la identidad de su voz como una feminidad trans no binaria con registro de barítono, explorando y abrazando todos los matices femeninos en su interpretación. Su participación en el Festival de Cosquín fue un punto de inflexión al impulsar un cambio inclusivo al reemplazar las categorías de voz por «Solista Vocal», en reconocimiento a la diversidad de expresiones artísticas.
Además de su carrera musical, Ferni es cocreadora del espectáculo Opera Queer, que fusiona el género lírico con las experiencias de las disidencias sexuales. También forma parte de la agrupación Allpa Munay, que rescata y reinterpreta la obra de Atahualpa Yupanqui desde una perspectiva contemporánea. Como docente de música en una escuela media, Ferni busca ser el modelo de profesora trans que nunca tuvo, desafiando estereotipos y promoviendo la inclusión en el ámbito educativo. Su compromiso con la música y la diversidad la convierten en una voz destacada en la lucha por la igualdad y la autenticidad artística.
¿Cómo andas, Ferni? Me imagino que estás planeando un poco el show en puerta 276
La Ferni: Todo bien, por suerte en casa. Día de clases, día de pensar cosas, de armar la gira, repertorio. Año atareado, pensando en Córdoba-Rosario. A la vuelta el 16 tenemos show en Vicente López, luego tengo en Munro. Por suerte, mucha intensidad, conectándome con este espacio hermoso que tengo, esta casita a la que nos mudamos hace unos meses con mi compañero. Intentando que sea un búnker también, una trinchera de las cosas que nos hacen bien en este contexto tan difícil.»
O.C: Sí, sabes, justo ayer hablaba con un amigo sobre la importancia de juntarnos con la gente con la que nos sentimos acompañados en este momento. Es complicado enfrentarte a personas que quizás no piensan igual que uno…
La Ferni: Muy complicado, sobre todo cuando lo que está en juego, o lo que genera un disenso lamentablemente fuerte, son cuestiones humanas tan básicas y fundamentales. Pareciera que estaban tan consolidadas, con tratos sociales tan esenciales. Qué sé yo, no sé si puedes entablar una conversación con una persona que te dice que odia, que quiere matar, que insulta usando la palabra ‘mogólico’. Es un contexto que, en mi opinión, nos invita firmemente a decir no, no, liberfacho.
O.C: El otro día fui a ver a Manu Chao y vi gente que votó a Milei. Es como si hubieran ido a ver a un cantante que les gusta, pero con el cual no comparten su mensaje. Las letras de Manu Chao claramente van en contra de las políticas que tiene Milei. Debe ser algo similar a lo que te sucede a ti, como le habrá pasado a Mercedes Sosa… ¿Cómo podemos escuchar algo y pensar de manera diferente?
La Ferni: Yo creo que es posible. En última instancia, ese interrogante y esa contradicción que se plantea, prefiero dejarlo en manos del oyente, que también es un sujeto activo, una sujeta, un sujete activo, activa, active, ¿no? Me parece que como artistas está buenísimo que podamos cantar, que la gente pueda pagar una entrada, que podamos vivir de lo que hacemos, y que pueda acercarse gente incluso que no piensa como nosotros.
Ahora, si desde nuestro mensaje, desde nuestra forma de pensar, desde nuestra manera de comunicar, en algún momento, como siempre digo, la fuerza de lo que hacemos tiene el poder de ampliar un entendimiento, de derribar alguna barrera o velo de prejuicio, bienvenido sea. Si simplemente te gusta Ferni por cómo canta, también yo te recibiré y te abrazaré, porque entiendo que también desde esta cercanía, desde este canal conector que puede ser el arte profundo, tan metafórico, tan bello, tan potente, tan contundente, también podemos empezar a vincularnos y a pensar. Quizás descubramos, como me está sucediendo a mí, que en este tiempo, con personas que no comparten una idea política o social similar a la mía, después de un espectáculo nos sentimos más cercanos, charlamos en la mesa, y al conversar, lo que parecía estar fracturado, lo que estaba dañado, esos pilares de nuestra democracia, de nuestra sociedad, en términos de valores como el respeto, la empatía, pareciera que ahí no nos separa el disenso, sino que nos une, nos congrega. Por lo tanto, quiero invitar, porque creo que es importante, a tener con el arte esa posibilidad de acercar y de sembrar en la persona que nos escucha alguna semilla de algo que quién sabe cuánto tiempo tardará en germinar.»
O.C: Me gustaría, y creo que al fin y al cabo, todos queremos que nos vaya bien y que el país mejore. El tema está en el cómo y a qué costo. Me cuesta entender que Milei quiera destruir el país. El asunto es cómo pretende sacarlo adelante y quién va a pagar las consecuencias..
La Ferni: «Yo no aseguraría tanto que Milei no quiera destruir el país. En este momento, estoy totalmente descreída de la política partidaria y de la ausencia de liderazgo y de personas comprometidas capaces de encarar una presidencia o un ejecutivo nacional en un cambio rotundo y contundente hacia un sentido de justicia social abarcativa para todos, todas y todes.
Lo que sí sé es que nuestros compañeros, nuestras compañeras, nuestros compañeres, los conciudadanos, conciudadanas, conciudadanes, la gente que camina con uno, que toma el colectivo y demás, esas personas importantes, más allá de esta otra figura de un presidente electo, siento que ahí estoy segura de que mucha gente, como tú decías, queremos lo mismo. Yo quiero entender y elijo creer, y desde aquí también elijo cantar y posicionarme, elijo creer que todavía hay una empatía con la cual puedo dialogar y a la cual me puedo referir cuando alguien me viene a ver, incluso siendo una persona que votó a Milei y demás. No me importa, no es eso, esa persona se confundió, creyó, la engañaron, la manipularon, le hicieron una lobotomía en el cerebro, todo lo terrible que sabemos que pasó. Ahora, con esa persona, si viene a verme, decido charlar, quiero conversar y la entiendo incluso. Vuelvo a decirte que, en algún punto, quizás no estemos de acuerdo en las formas, pero queremos vivir en una sociedad humana, en una sociedad empática, queremos que los niños, las niñas, no estén en la calle, estén en el colegio y tengan un plato de comida.
Ahora, toda la otra complejidad de esta grieta que ha ido creciendo y que los medios de comunicación han ensalzado cada vez más, me parece interesante que también podamos detectarla como una trampa, como una gran engañifa que nos han hecho caer. Por eso, más que nunca, en esta época, al encuentro, al encuentro presencial, a la asamblea, a la trinchera, a escuchar música en vivo, música que nos haga pensar, un Manu Chao que nos pueda transmitir con su letra un mensaje, incluso a esa persona que solamente le gusta porque le gusta el tipo de música. Yo elijo ver que esas semillas que se comunican, esas ideas que se disparan desde la poesía, desde la música, en algún momento van a germinar y vamos a volver a ser la sociedad que nos merecemos.
o.C: ¿Cómo te ves en este momento? Digo, pensando en la cantora que eres, en las canciones que interpretas. En un momento, mucha gente salió a decir que los cantores tienen que cantar, que los festivales son para entretener, no para hacer política. Y en algún punto, digo, cuando hablas del amor estás haciendo política. Siempre se hace política tanto cuando decides hablar de algo como cuando decides no hablar.»
La ferni: Absolutamente
La lucha por la diversidad y la inclusión en la música folclórica: un camino de autenticidad y compromiso
O.C: Pensando en tu participación en Coquín, y cómo tu presencia, aunque no sé si la palabra es polémica, marcó un hito. Tu condición sexual hizo que muchos reflexionaran sobre los rubros, los estatutos y demás. Creo que eso ayudó al festival a abrir un poco más el juego y replantear lo que llamamos tradición también.
La Ferni: Muy interesante todo lo que tienes para decir. Hace un rato citabas a esa gran maestra y mentora, para mí siempre conductora, guía, que va a ser, fue, y es por siempre, Mercedes Sosa. Ese mismo canto confundamente, como decía la negra, es este mismo sentido el que yo busco también al cantar el repertorio que elijo, a la interpretación, al poder desconstruir o cambiar una letra, o mostrar distintas formas o distintas versiones posibles que tienen los clásicos de todos los tiempos. A la vez que lo fusionamos con obras del colectivo travesti trans y no binarie. Entonces, este canto con fundamento tiene un sentido político profundo, es cultural y político. Por eso digo que muchos de nosotros somos artivistas, porque desde el arte proponemos una mirada social, política y crítica. No nos quedamos pasivamente viendo lo que pasa, sino que comentamos sobre lo que vemos, e incluso te digo, abonamos a ideas posibles. Como decías recién, intentar en nuestras letras hablar, por ejemplo, de vínculos diversos, particularmente en esto que refiere a mi colectivo, el colectivo de disidentes sexuales y de género del que formo parte, vínculos no heterosexuales, no posesivos, no monogámicos, no violentos, que abonen a otra idea de amarte, a otra idea de quererte, a otra idea de cuidar nuestro medio ambiente, a otra idea de cuidar los vínculos incluso sociales, otra manera de pensarnos, de pensar qué comemos, qué consumimos, cómo cuidar a las infancias. Fíjate todos los temas que cantan o que intento nombrar en el repertorio. Entonces, como dices tú, no es solamente divertimento, esta posibilidad que fue hace unos años, pararme en el Festival de Cosquín, claramente fue una visagra.
En lo personal fue una ventana, un cambio en lo personal increíble. Empecé a trabajar nada más y nada menos con Jorge Nasser, quien también fue manager de Peteco Carabajal, de Jorge Fandermole, de Raúl Carnota, hasta que falleciera. Con el turco Nasser, hace dos años que estamos construyendo este camino de un folclore arcoíris y recibiendo hermosamente la intención de tantos puntos del país para que esta propuesta llegue. También nos sorprendió que no solamente se visibilizó una propuesta como nunca en un festival tan importante, sino que también empezó a aparecer fuertemente un público ávido, como existe y viene existiendo hace tiempo, porque yo no puedo negar que hace tiempo existe una Susy Shock, una Lorena Carpanchay, artistas del colectivo que también abonaban un folclore arcoíris, un folclore distinto, y hay público para nuestras propuestas. Hay mucho público para un folclore distinto, algo que se salga del mainstream, algo nuevo, que hable de otra cosa.»
O.C: Es cierto que la visibilidad y la inclusión de la diversidad de género y la disidencia sexual en festivales y en la cultura en general ha ganado más evisibilidad. Sin embargo, esta lucha se viene dando por muchas personas desde hace años en la música y el arte. Figuras como Susy Shock, Sandra Mianovich y Celeste Carballo han sido pioneras en este sentido, abriendo camino y desafiando las normas establecidas en la industria. Es importante reconocer y valorar la labor de quienes han estado luchando por la diversidad y la inclusión mucho antes de que se convirtiera en un tema de “moda”. La lucha por la igualdad de género y la visibilidad de las identidades diversas es un proceso continuo que requiere el esfuerzo y la dedicación de muchas personas a lo largo del tiempo.
La Ferni: Mucho, mucho y gracias también por notar eso y por decirlo, porque primero, vuelvo a decirte, también desde lo personal, mucha gente cree que nací en Cosquín, que soy una persona de 32 años que nunca había cantado, ignoran que soy licenciada en artes musicales de la Universidad Nacional de las Artes con orientación en canto lírico, he estudiado 15 años técnica del canto italiano, me he formado en guitarra clásica del conservatorio de la ciudad de Buenos Aires, he estudiado el profesorado, he realizado alguna pequeña carrera en el mundo de la lírica con compañías emergentes, luego en la comedia musical, que luego a los 24 o 25 años abordo con la cercanía del hijo de Atahualpa Yupanqui, el Colla Chavero, la interpretación de obra poco difundida de Atahualpa con un conjunto integrado por compañeros del conservatorio llamado Alpamunay. Grabamos el disco Yupanqui inédito, fue un proceso largo, interno, personal, ya era la Ferni docente, ya era la Ferni en ópera queer, el espectáculo que tengo con mi hermana, me faltaba el abordarme y el animarme a ser yo como yo me sentía en el folclore, fue lo último en lo cual me animé, porque sentía todo ese halo del machismo, el halo patriarcal, que dirán, finalmente fui y pude presentarme incluso en teatro, el 25 de mayo, hermoso teatro acá en el barrio Villa Urquiza, capital federal, en la terraza del mismo, en centros culturales, ya con Nahuel Piquildor , presentando una propuesta, no solamente de Atahualpa, sino de Teresa Parodí y cantando cosas de Susi Shock, fue en ese momento que pasó lo de Cosquín, en un momento donde era totalmente cierta y verdadera para mí esta elección, ya venía tejiéndose un camino.
Existimos desde siempre, esto que decís vos, o sea, entiendo que se vea mucho, que mucha gente ahora piensa que lo hacemos para provocar, lo hacemos para una moda, yo mira Mau, no quiero pararme para que la gente vea y piense si tengo las uñas pintadas de rojo o de celeste, ni estoy poniendo en evaluación eso, si les gusta o no les gusta mi barba, esta idea de que lo atractivo sea únicamente por ser una disidencia sexual y de género, creo que ya es muy de los noventa, muy del diario revista, muy de la época de un transformismo donde solamente se apreciaba y se quería ver este rol en las disidencias. yo soy cantora, soy cantora y estoy pensando una propuesta, estoy pensando como dice Teresa y Liliana, en mi repertorio un país, estoy pensando una sociedad, estoy pensando opciones distintas, estoy pensando salirnos del binarismo, estoy pensando un repertorio, estoy eligiendo fusionar el repertorio folclórico con el rock, con lo latinoamericano y así de serio y de comprometido es mi trabajo. Igual que y que el de tantes otres compañeres que, como decís vos, hace años lo vienen haciendo.
O.C: Tu repertorio de alguna manera resignifica gran parte del cancionero popular de los años 60 y 70, así como del movimiento del nuevo cancionero. ¿Qué importancia tiene resignificar ese cancionero? Más aún cuando algunos piensan que no es necesario resignificarlo, que hay que interpretarlo tal como se creó. Es importante aclarar que si bien en cierto modo se cambia la letra para incluir lenguaje inclusivo, el mensaje principal de las canciones sigue siendo el mismo.
La ferni: En el contexto actual, donde de repente se prohíbe el uso del lenguaje inclusivo, del X, del arroba, resulta interesante cómo lo prohibido se vuelve doblemente atractivo, ¿no es así? Lo que se prohíbe adquiere un carácter clandestino y revolucionario, y creo que es un poco el lugar que nos corresponde en este siglo, y más precisamente, en este momento presente, para mujeres y diversidades. Es crucial comprender con fuerza el carácter revolucionario de lo que hacemos y asumir esa responsabilidad. Entiendo lo que dices, porque lo vivo, lo conozco y lo experimento a diario, cuando aparece un comentario aleatorio, un troll de Instagram, y de repente comenta en la versión súper escuchada y viralizada de ‘El Arriero’ de Atahualpa Yupanqui. Algunos llegan a decir que si Atahualpa viviera de nuevo, se volvería a morir. A veces me río un poco, y a veces decido no contestar, porque entiendo que hay una idea arraigada de que el pasado siempre fue mejor, una idea fosilizada de cómo representar y reproducir nuestra música, cuando lo que realmente me afecta, me interpela de ese mensaje es totalmente contemporáneo. Por eso he decidido traerlo, porque las penas no son solo nuestras, al menos permitan decir, son de nosotras y también son de todes. Lamentablemente, estas personas se refieren a la primera parte de la estrofa, pero no comprenden ni comentan el remate que trae Atahualpa, que es que, lamentablemente, las vaquitas siguen siendo ajenas. Mi intención está ahí, es totalmente política, es decir, las penas son nuestras, porque son de nosotras, son de todes, son de todas las personas, las vaquitas siguen siendo ajenas.
Creo que en su momento este mensaje con fundamento fue vapuleado, fue menospreciado. Mercedes decía que cuando nos dicen que es un folclore de protesta, creen que somos niños que estamos protestando. Pero no estamos protestando, estamos cantando una verdad, y queremos modificar esa verdad. Me interesa rescatar ese mensaje, no perder la importancia que ha tenido nuestra música popular, no perder ese corazón a corazón directo que puede conectar las letras de nuestros folclores, cuando Atahualpa, Buenaventura Luna, todo el nuevo movimiento, el nuevo cancionero, quieren alejarse de lo paisajístico y poner al hombre en la escena, y decir también el hombre explotado por el hombre, el hombre viviendo en la miseria de este mundo. Yo también, y muchos de nosotros decimos, el hombre y las mujeres, el hombre, las mujeres y las disidencias, pero también en gran parte el río que conduce a este mensaje. Lo siento fuertemente relacionado y ligado con aquellos que traían esos mensajes hace 60 años, por eso digo, canta conmigo, canta, hermanes americanos, es canción con todos, con todas y con todes. Mi mensaje no es solo abordar el repertorio transfeminista de Susy Shock, María Laura Alemán, Ayelen Becker, Valen Bonetto, Lorena Carpanchay, Leo Azul, Michelle Lacroix, artistas del colectivo. Lo que me interesa, y entiendo que a veces puede resultar polémico, es meterme con el folclore que he ido heredando, que hemos heredado todos, todas y todes, porque para cantarlo, necesito leerlo con los anteojos que me brinda el transfeminismo, que para mí es la fuerza política revolucionaria y social más importante de este siglo.
O.c: Recíen nombrabas un montón de músicas no binarias. ¿Crees que se puede dar una revolución dentro del folclore como pasó con el nuevo cancionero? Me parece que todavía estamos lejos, pero está surgiendo algo que va lento porque no es masivo todavía. Pero son peleas que de a poco se van a ir ganando.
La Ferni: Totalmente, este nuevo cancionero será posible, sobre todo, con la presencia de nuestras compañeras mujeres y disidencias. Es importante poder encontrarnos a lo largo de este tiempo, reflexionar juntas y avanzar hacia la idea de una humanidad más justa, que reconozca las desigualdades estructurales que la componen. El transfeminismo propone una lectura radical al hablar de cuestiones como las horas de cuidado en el hogar, las disparidades salariales y otras inequidades basadas únicamente en el género.
Creo que algo se está gestando en este sentido, y quizás en algunos años nos encontremos y recordemos este momento, Mau. Podríamos decir: «¿Recuerdas cuando hablamos de tu visita a Córdoba hace años? Mira ahora, observa este movimiento». Parece que está surgiendo un marco empírico y concreto que me hace pensar que algo tan significativo como el manifiesto del nuevo cancionero de la década del sesenta podría ocurrir de nuevo. Sin embargo, aún queda mucho por hacer. No solo faltan figuras representativas legítimas del colectivo de mujeres y diversidades, sino que como sociedad aún enfrentamos batallas culturales que parecían resueltas y que, meses después de lo sucedido en Cosquín, nos damos cuenta de que no lo estaban.
Se ha modificado el estatuto, se ha abolido la categoría de género binario y se ha permitido un rubro único que incluya la presencia de identidades no binarias. Sin embargo, meses después, Javier Miley resulta ganador.
O.C: Este año, en el pre-Cosquín, volvió a surgir el debate en uno de los rubros sobre si la pareja debía ser heterosexual o no. Algunos sostienen que la tradición dicta que la pareja sea heterosexual. Esto me lleva a reflexionar sobre la necesidad de redefinir qué es la tradición dentro del folclore y el festival. Personalmente, considero que la tradición no está ligada a la orientación sexual, sino a la forma en que se baila. Mientras se respeten los pasos tradicionales y no se realicen trucos, se está ejecutando un baile tradicional.
La Ferni: Ese fue triunfo que mucha gente no entendió, incluso muchas mujeres no entendieron, el triunfo de abolir la categoría juvenil masculino. No te tiene que importar si tengo pene, si tengo vulva o si soy una persona intersexual. Es un concurso para ver nuevos valores, particularmente en el rubro que yo me había postulado de voces humanas, lo importante es cantar, si te transmite un mensaje, Mónica Abraham, Marian Farías Gómez, Franco Luciani, las dos canciones que presenté en esa semifinal en Capital federal tenían la planilla llena. Una fue Grito Santiagueño de Raúl Carnota y Celedonia Batista de Teres Parodí. Tenía tenían 10 absoluto las dos canciones. Me dijeron que había sido la artista que más les gustó, pero me hicieron esperar una hora y no sabía por qué, había ocurrido que el festival había dicho que me tenía que pasar a categoría de varón, yo le dije que, de ninguna manera, y nunca me voy a olvidar, Marian Farías Gómez, emocionadísima, me tiende la mano y me dice te felicito Ferni. yo me fui de ahí con esa negativa, luego vino las ganas de pensar que había pasado y la intención de acercarme a INADI para hacer la denuncia al festival por discriminación. La hice porque entendía que soy una persona adulta formada, como una persona que está formando parte de un colectivo rodeada de muchas personas que siempre están en nuestra tribu, para abrazarnos, para acompañarnos para a pensar y decir que esto va en contra de leyes nacionales de vanguardia de nuestro país.
Volviendo a esto que vos traías, hay que revisar el concepto de tradición, porque finalmente lo que estaba pasando en el certamen en ese momento, es que le molestaba es que se puedan visibilizar las identidades disidentes que hay. Como decís lo que importa es que no metan firuletes, que no jueguen con la mano, no quién es la persona, ¿por qué van a impedir a esa persona, si se siente de tal manera a obtener tal lugar en la danza, si lo que está haciendo al fin y al cabo es bailar? Entonces, ese concepto de tradición está profundamente teñido de cuestiones patriarcales y machistas.
Me pueden decir que estoy en contra del folclore, pero, al contrario, amo el folclore, amamos la tradición. ¿Sino por qué hace siete años que voy a Cosquín? Porque amo cagarme de frío, desde antes de poder subirme al escenario, y ahora sigo yendo, aunque no me inviten porque no ocurre ese cambio cultural. Sigo yendo porque amo ir a la plaza, cagarme de frío, tomar un vinito, comer una empanada y la paso bien, como muchísima gente, porque es hermosa nuestra música y nuestra cultura.
Si entendiesen que a nosotres, no nos conduce el odio, ni la violencia, ni las ganas de joderle la vida a nadie, por ser quienes somos, querer hacer también música popular, es el amor, el deseo de poder ser quienes somos, en lo que amamos hacer, eso es lo que nos mueve a intervenir el folclore, a deconstruirlo, para deconstruirnos nosotres, y para poder hacer algo distinto, entonces, estos conceptos, me parece que son los interesantes para seguir pensando.
O.C: Recién me hablabas de Cosquín y me dijiste que no me volvieron a llamar. ¿Crees que hubo un cambio o el cambio fue ese año en el que estuviste tú solamente? Pensando que uno podría decir que le abriste la puerta a la disidencia, pero después de vos no hubo otre. Pongamos que me digan que La Ferni no estuvo porque no tenía una propuesta nueva, eso lo podemos debatir. Pero entonces, ¿por qué no invitaste a otros artistas como Juan Iñaki, por ejemplo, que venía preparando un disco nuevo y hace años que no está, o a Susy Shock
La Ferni: Yo creo que hubo un cambio que puede quedar para la historia, que puede significar un antecedente en lo social a largo plazo.
No nos olvidemos que esto es autogestión pura, aquí no hay ninguna empresa, ningún sello discográfico que esté poniendo plata para nada. Todo esto sale de nuestros bolsillos, todo esto tiene que ver con la autogestión, con las ganas de cantar y mostrar un nuevo cancionero. Entonces no nos corre a nosotros la lógica de un mercado. A mí no me molesta ni me corre la lógica de ningún empresario que me dice que cada seis meses presente un material. Lo interesante en esta propuesta, según mi interés, es armar el repertorio y sobre todo viajar, empezar a recorrer otros lugares como me está pasando.
Ahora, respondiendo a tu pregunta, yo creo que sí observo un cambio. Este año observé un cambio. Fue el cambio de gestión. En la anterior gestión pensé que era mucho más complicado todavía, ahora se logró ese cambio del estatuto pero fue como también hecho muy tirado de los pelos, fue una cosa verdaderamente particular. Compañeros, compañeras, compañeres que hacen folclore existen, pero quizás no haya tantos que se quieran presentar en el festival y está buenísimo. Ser una minoría o ser disidencia significa que no somos justamente la mayoría. Debes entender que puede pasar un tiempo para que aparezca otra persona que verbalice directamente con todas las palabras una disidencia sexual y de género.
Ahora, sí veo felizmente este año, cuando me acerqué, que todas las noches presentaron un homenaje a los cuarenta años de democracia. Quiero felicitar a la programación, al muchacho nuevo, al curador de lo artístico y al nuevo intendente, por tener este tipo de mensaje y creo que eso se acerca mucho más a que sea todo puro divertimento. Volver a tener en el escenario a Suna Rocha y tantos referentes de nuestra música, que la de Delio Valdés cerrando una noche hermosa es un cambio. Pasaron después de mucho tiempo gestos y guiños lindos a un festival que vuelve a tener calidad. También está la cuestión, muchas veces, los compañeros no tienen posibilidad de actuar, de mostrarse, y piensan que los artistas disidentes no tenemos calidad.
Muchas veces es difícil poder hacerse un camino si no te invitan, si no tienes la posibilidad de tocar. ¿Dónde vas a cantar si no te invitan, si te discriminan? También entiendo que fue importante y significativo lo que pasó hace dos años. Que la persona, en este caso yo, que me estaba presentando en Cosquín, más allá de tener pollera, tener barba y estar maquillada, era una persona que ha estudiado 14 años de técnica lírica. O sea, soy una persona totalmente formada, que ha cantado en tantos teatros de ópera, que se ha formado con excelentes maestros de trayectoria nacional e internacional, no fui cualquier persona. Fíjate también, que muchas veces se nos exige a nosotras y nosotres un nivel de perfección que después no se le exige a ningún macho. Sigues escuchando en las finales de Cosquín a otras personas que tienen una propuesta que, sin ser disidentes, tienen voces disidentes, por así decir, y tampoco están en el festival porque el binarismo no es solamente genital, sexual y de género, existe un binarismo sonoro. Hay tanto para pensar, cómo se tiene que cantar el folclore, cuál debe ser la voz del hombre y de la mujer, qué se espera escuchar de esa voz. Me parece interesante y verdaderamente profundo pensar en estas microestructuras, estos micromachismos que vamos viviendo y que también forman parte de nuestro camino. Entonces, esto que traes de Juan, como de tantos otros cantores, tantos compañeros, fíjate tú con la calidad de trabajo, con la calidad que tienen tantas personas, se les sigue sin dar un lugar.
Entonces pensemos si solamente tiene que ver con el repertorio, con cuán menos novedosa es la propuesta, porque después seguimos escuchando a los Manseros santiagueños, con las mismas canciones de hace 40 años. Me parece que hay algo más y eso algo más es lo que les molesta, es algo estructural, es algo muy político, muy profundo, muy potente, que es que por ejemplo una travesti se pare en el festival de Cosquín y en el horario prime time, que aparezca en la TV pública, en los canales de YouTube, en todos los diarios, que llegue a los hogares de la familia.
Creo que hay algo que es social, es más profundo, un no dar lugar a que estas expresiones puedan existir y puedan ser.
O.C: Pienso en los lugares que han sido históricamente reconocidos como revolucionarios donde se planteaban ciertos cambios culturales y estéticos. Uno de ellos fue sin duda Cosquín con Mercedes o Cafrune. ¿Crees que Cosquín puede ser ese lugar para que la disidencia inicie una nueva revolución?
La Ferni: Yo creo profundamente en ese Cosquín que me apasionó de chica, y que entiendo a mucha gente, incluso le pintó un paisaje de un mundo más digno, como dice la canción, nos mostró también la posibilidad de un país hermoso, libre, empoderado, con un cancionero que pudiese atentar contra las injusticias. Yo no me considero revolucionarie, ni siento que haya hecho tanta proeza. Lo que sí sé es que me paré y elegí cantar en la final una zamba de Susi Shock. Cuando estaba en Cosquín, un periodista de Radio Nacional me encaró y me dijo: «¿Por qué no cantaste otra zamba, Ferni? ¿Por qué tuviste que cantar esa zamba que no la conocía nadie?» Y yo respondí: «Porque mi interés era presentar eso.» Muchas veces sigue pasando que faltan propuestas artísticas.
Yo quería, y estaba fuertemente convencida, que en la selección de temas que canté en la semifinal, «Celedonia Batista» de Teresa Parodi, la copla de Lorena Carpanchay, «Coplera, Travesti de los Valles Calchaquíes», merecían en ese sentido ser la obra elegida por mí para cantar en la final. Y me paré en la final y canté la zamba que termina diciendo: «la patria es una niña pobre que a veces también reclama.» Lo que puedo decir hermosamente es la cantidad de gente que se acerca a esta propuesta. Estoy muy feliz de poder decir que se están llenando los lugares. En algunos lugares me dijeron: «te estábamos esperando, Ferni.» Una vez un señor me paró en la calle y me dijo: «sos la persona que nunca me animé a ser.» Entonces, es profundo, es potente esto que está pasando.
O.c: Recién me contabas lo que te dijo el periodista de Radio Nacional y pienso, más allá de que hayas cantado una canción de Susy que es disidente, también podrías haber elegido otra canción de alguien no disidente y hubiera estado buenísimo también. Porque lo importante es traer algo nuevo, más allá de donde venga.
La Ferni: Totalmente, por eso yo me siento cantora. Como ocurrió también en mi vida, era el 2020, nos convocan para formar parte de esta propuesta del primer cancionero travesti trans no binarie editado de Argentina, justo cuando yo me junto con Nahuel Quipildor, sale Brotecitos. Ahí tenés también capaz un cancionero o un semillero. Yo me siento cantora de este cancionero que le quiere cantar a las infancias, que quiere abrazar o pedirles perdón, contarles que el mundo puede ser como nos merecemos. Fíjate todo lo que está ocurriendo desde, como decimos siempre, desde los bordes. Yo quiero mostrar algo de todo eso en otros lugares.
Mi idea no es que solamente quede ahí, ojalá podamos, como siento que va ocurriendo cada vez más, y por qué no presentarlo en Cosquín, por qué no hacer una disidencia y estar en el programa de Mex, en el FA. El año pasado otro de los gestos hermosos que me pasaron fue estar invitada por el CCK junto a Juli Lazo, Ana Prada, Maggie Cullien, Zoema Montenegro, Mel Muñíz, y de repente también La Ferni, no solamente porque era una propuesta disidente, era un concierto homenaje a Chavela Varga. Es necesario corrernos de esto de, solamente para la Semana de la Diversidad llamamos a La Ferni. Tengo que estar programada en cualquier otro evento del año, como tanta otra gente, como tantos otros espectáculos, ojalá por así decirlo en algún momento se naturalice para no darle siempre ese carácter de, ah, lo distinto. Sino que sea vista como una propuesta más, como tantas de las otras propuestas que existen, y también han sido, y son disruptivas, siendo no necesariamente de género o sexuales.
O.C: Pienso en la idea de que invitan a muchos artistas por ser disidentes. ¿No es necesario en algún momento romper esa lógica, y que no te inviten por ser disidente, sino por la propuesta artística?
La Ferni: Hay tres cosas, creo que es cierto que la posibilidad que tiene nuestro colectivo, muchas veces son necesarias políticas de inclusión, para mostrar, para permitir esa posibilidad de que esa persona también se puede ir fogoneando y pueda ir creciendo. Ahora, no siento que necesariamente ese nivel de inclusión tenga que ser en cualquier lugar, en el cual esa persona no está preparada o posibilitada para asumir el compromiso que significa tocar en cual o tal festival, en tanto le pueda quedar grande por cuestiones que tienen que ver con su educación, con su estudio, incluso con lo que trae en su vida de estar afuera de tanto tiempo, de lugares por discriminación, se nos discrimina nuestra familia, se nos saca de nuestra familia, se nos expulsa de nuestros hogares, de la escuela, entonces pretender que de repente seas una perfección absoluta es complejo, son necesarias políticas de inclusión.
Particularmente hablo por mí, yo nunca quiero que me inviten a La Ferni por ser una disidencia, yo quiero que me inviten por mi calidad interpretativa, mi calidad musical y por mi formación. Todo esto significó mucha penumbra, mucho dolor, mucha penuria, fue muy difícil asumir siempre de forma represiva, reprimida internamente quien yo era. Ahora bien, finalmente mi familia me abrazó siempre, tuve la posibilidad de estudiar en la escuela pública, en la universidad pública, venir de una familia clase media, clase media baja, según como es el país, clase media un poquito mejor, haber podido estudiar, haber podido dedicar a esto y le pongo las horas felizmente de mi día, pensando, estudiando acá con el piano, trabajando, pensando en un nuevo repertorio, ahora quiero ir a Rosario, quiero cantar canciones de Fito Páez, estoy ensayando, probando la tonalidad, tengo las herramientas, sé leer música, estudié muchísimos años teatro, Clown. Me siento perfectamente preparada para estar en cualquier escenario que está cualquiera de los colegas que hacen carrerones, o que están en el mainstream.
En este momento de mi vida me siento totalmente preparada, y creo que lo demostré en su momento en Cosquín, cuando me paré y pude dar una versión medianamente buena de una zamba que venía cantando de Susy Shock y frente a un gran nivel de exposición con todo lo que venía pasando, la nota en la voz del interior, la nota en todos los medios. El silencio que se generó en la plaza Próspero Molina repleta de gente, cuando se me anunció y se dio vuelta el plato. Yo no sabía si me iban a tirar algo, la cantidad de comentarios de odio que había recibido en las redes, y sin embargo me paré y pude cantar, en ese nivel de presión, o sea, imagínate, a mí particularmente, y ojalá esto fuese, también en sentido a lo que preguntas tú, una respuesta posible, me interesaría que nos terminen llamando por el mensaje que tenemos, por la calidad de lo que hacemos, por lo preparadas que estamos, y no solamente por ser disidentes.
La Ferni: Un Viaje de la Ópera al Folclore y la autogestión
O.C: Yendo un poco más a lo artístico. Lo que a mí más me llamó la atención cuando te escuché fue la mezcla de lo lírico con el folclore. ¿Cómo llegaste al folclore porque venías de la ópera queer, la zarzuela?
La Ferni: Tengo una formación y durante muchos años me dediqué también específicamente a trabajar esa técnica, a cantar en compañías, a llegar a cantar en el Teatro Luz y Fuerza de San Telmo, en el Teatro Roma de Avellaneda, también en Capital y alrededores. En ese momento fue la técnica que a mí me apasionó, luego tuve un cambio en el registro vocal, empecé a trabajar en el registro de barítono, oficialmente hablando, barítona. Me formé con Luis Gaeta en el Teatro Colón, y fue un género musical que me apasionó muchísimo. Sin embargo, desde los 20 años, empecé a estudiar los arreglos del Cuchi y Leguizamón en mi casa, con Luchi hacíamos un homenaje al dúo salteño, me interesaba muchísimo abordar el repertorio del Cuchi Leguizamón. Luego formé un trío vocal con compañeros del Conservatorio, luego a mis 22, 23 años me empecé a juntar con Pablo en el piano, Nico en la guitarra, y luego a Nahuel en la percusión para abordar el repertorio de Atahualpa Yupanqui.
La música que a mí me impactó fuertemente a los 15 años fue el folclore, fue entender que existía y también empecé a viajar con el colegio, y veía que las canciones hablaban de cómo vivían las personas, de esos paisajes que quizás en la capital yo no podía ver, que era sin eufemismo pero sí con mucha metáfora, una música que le hablaba a nuestro país, le hablaba a nuestra sociedad, hablaba de lo que vivía la gente, entonces empecé a estudiar de forma autogestiva e independiente, a armar grupos, empezar a cantar y a meterme más en la interpretación de obras folclóricas, de música popular. Vino todo ese trabajo con Yupanqui y luego retomé contacto con Nahuel Quipildor, con el cual empezamos a tejer este proyecto, hoy en día, a mis 34 años, sigo presentando, que se llama «Folclore en Transición», que ahora es La Ferni, pero en realidad es un folclore arcoíris, es un folclore inclusivo.
Esa forma también de cantar disidente tiene otro elemento que es el que traes tú y que es interesante también porque desde lo musical aparece un elemento disidente, que es que con Nahuel Amhed nos hemos formado en el Conservatorio de Música Clásica y también lo notaste Nahuel, como toca la guitarra, la cantidad de arreglos que hace y un montón de cuestiones, cuando compartimos con Marcel Vicente en el violonchelo, traemos siempre sonidos también que están relacionados o vinculados a otro tipo de música, a la vez que claro también la técnica que yo tengo, en muchas oportunidades me permite un matiz y una paleta de colores, de los cuales estoy totalmente agradecida.
O.c: El año pasado sacaste un ep con Nahuel. ¿La idea es seguir sacando cosas juntos?
La Ferni: Sí, la idea es este año poder sacar el primer EP de estudio o disco de estudio haciendo un guiño a este aniversario del cancionero de la década del 60, y la deconstrucción o, mejor dicho, la reinterpretación de obras de Hamlet Lima Quintana y Armando Tejada Gómez, con la fusión de canciones propias y del colectivo Travesti Trans.
Entonces, hay algo de ese canto con fundamento que me interesa homenajear, nos interesa homenajear, y es el momento también para sacar ese material de estudio, incluso con nuevas canciones que estamos empezando a cantar. Hay una canción muy hermosa de Hamlet Lima Quintana, que se llama «Hermano», muy conocida con una versión nada menos que de Carlos Guastavino. Fíjate vos la fusión anterior que existía incluso entre los géneros, popular, de música de cámara, que hoy también se disipó, pero qué cantidad de canciones bellas populares nos dejó Carlos Guastavino, insigne pianista, compositor, director de coro, o Ginastera.
Hay algo de recuperar ese repertorio y jugar con las fusiones, que seguramente va a estar también incluido en ese material. Ojalá que lo tengamos para este año, para poder disfrutar, y que sea también otra fotografía de este presente y que pueda seguir abonando, que pueda seguir significando con el paso del tiempo que seguimos buscando en nuestra música esa gran incógnita y certeza del país que nos merecemos, la sociedad que nos merecemos, inclusiva, justa, humana, empática.
O.c: ¿Puede ser que también estés pensando en un disco más con banda, con más instrumentos como batería?
La Ferni: Es que la mitad de ese disco va a ser con cuarteto de cuerdas, va a ser con percusión, va a ser con batería va a ser con viento. Sí, algo de todo eso va a ocurrir.
O.C: Para terminar… ¿Pensando en el momento difícil que vivimos estás pensando presentarlo en Buenos Aires o en el interior?
La Ferni: Son momentos de autogestión, de repensar y ver de qué manera y cuándo lo podemos presentar, que sea de una manera grande. Mientras tanto, también humildemente voy yo con mi guitarra y con mi caja. Ahora el viernes 8 de marzo me acompaña Pampi Torres en la guitarra, hermosa y eximia pianista, va a estar Maxi Ibañez leyendo poesía, la Legüera del Río haciendo percusión y danza. La fiesta nunca no está asegurada, con La Ferni en estos conciertos particulares siempre la idea es encontrarnos, estar en tribu y en comunidad. Ahora verdaderamente el tema de girar, o muchas veces me significa en este sentido autogestivo, estar yo sola, con alguna y otro músico, cuando podemos también con Nahuel Quipildor.
Ojalá y pronto encontremos los recursos y podamos cerrar cositas, como estamos cerrando aquí en Capital, este año haremos el ciclo de tres fechas en el CAF, en el Fernández y la Fernández Fierro. La primera es el 13 de abril, con full banda, full invitados, entonces nos permite, nos posibilita, sabiendo que el riesgo de pérdida es nulo sabiendo que vivimos aquí y un montón de cuestiones. Lo otro es apostar un poco más grande, yo creo que todo se va dando naturalmente, o todo se va dando o decantando. Yo nunca me iba a imaginar que iba a trabajar, o tener un equipo de trabajo cuando era lo de Cosquín, como pasó ahora dos años después, con un productor mánager hermoso como es el turco Naser, con un equipo de vestuario, un equipo de maquillaje, con una bailarina que como estamos aquí viene casi siempre, con Nahuel Quipildor, con Marce Vicente en el violonchelo, con Diego Brillo en fotografía y en video. Se va armando de a poco en los tiempos hermosos, que son el de la cooperativa, el de la autogestión.