Pablo Dacal: Reflexiones sobre el cantor popular y la música

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El músico nacido en Buenos Aires está culminando las últimas presentaciones de su gira por la provincia. A pocos días de finalizarla, se presentará en Puerta 276 en Córdoba este domingo 3 de marzo a las 20:00 horas. En una conversación con él, Pablo Dacal comparte su profunda conexión con Córdoba. Además, explora su identidad como cantor popular y la literatura como una búsqueda constante de expresión. Además le preguntamos su visión sobre la ocupación de  espacios públicos con arte. Dacal nos habre la puerta de su mundo artístico.

Otra canción: Ya hace varios días que andas dando vueltas por Córdoba. Creo que no me equivoco al decir que últimamente pasas mucho tiempo en la provincia, sobre todo en el interior… ¿Cómo es tu relación con Córdoba?»

Pablo Dacal: Mi relación con Córdoba es de larga data. He pasado muchos veranos aquí durante mi infancia y adolescencia con mis abuelos, mis padres, amigos y amigas. Tengo muchos amigos y amigas de aquí que también viven en otras provincias o en Buenos Aires. Desde hace unos diez años, tengo una casa en Capilla del Monte. Durante varios años de giras por todas las regiones del país, me di cuenta de que establecerme en Córdoba era mucho más provechoso al estar en el centro. Realmente adoro estas tierras y paso al menos dos largas temporadas al año en Córdoba. Disfruto perdiéndome en los cielos, las montañas y escuchando el silencio de los cerros. Este lugar es muy importante y beneficioso para mí. Es probable que me establezca aquí cuando sea mayor

O.C: Esto me lleva a pensar si te consideras un cantor popular y cuál es el rol del cantor, de esos que quedan pocos, de los que recorren todo lo que pueden con guitarra en mano, incluso en lugares donde tal vez nadie te conozca. Creo que un ejemplo del cantor popular que llega a la plaza para compartir con otros es lo que has estado haciendo con el ciclo ‘Por necesidad y urgencia’…

P.D: Como mencioné anteriormente, he recorrido una buena parte del país cantando. Desde que tenía 20 años, no recuerdo haber salido a las rutas sin una guitarra en la mano. He visitado muchos países y ciudades en América y algunas en Europa, siempre llevando mis canciones conmigo. Para mí, estas canciones en la boca me permiten relacionarme con pueblos y ciudades de una manera distinta, sin ambiciones turísticas, sino con un conocimiento más profundo de la actividad y la sociología de los lugares que visito.

Creo que esa es quizás la labor del cantor popular, como estamos tratando de definir. Es importante estar atento y ser consciente, siempre listo para decir la palabra justa, sin excederse ni dejarse engañar. Me considero un cantor popular, como tantos que ha habido y habrá, y es interesante diferenciar entre el arte masivo y el arte popular. El arte popular puede ser masivo, pero no necesariamente lo es. Mi relación con los medios de comunicación es un tanto errante, a veces esquiva, pero he logrado trazar un camino sin competir y que me permite moverme por el mundo con libertad, intentando descifrar el significado de la palabra libertad.

Anteriormente mencionaste la música por necesidad y urgencia. Sí, de alguna manera siento que esta actividad está relacionada con las manifestaciones que hemos estado llevando a cabo desde diciembre. Música por necesidad y urgencia es una agrupación que se está formando para una acción concreta y directa relacionada con la ocupación del espacio público y la reivindicación del pensamiento y la creatividad colectiva frente a un gobierno que nos preocupa. Esta organización, que estamos impulsando con un espíritu enfocado y extendido a lo largo del país, seguramente se nutre de estas ideas y, a su vez, las enriquece.

O.C: Desde hace un tiempo a esta parte también estás muy activo con la literatura, qué lugar ocupa la escritura y la literatura en tu vida diaria y en tu vocación de cantor?.

P.D: La literatura, al igual que la música, el arte visual o el cine, ha ocupado un lugar muy importante en mi vida desde la adolescencia. Soy un espectador y lector voraz de todo lo que encuentro, de las cosas que marcan un camino. No soy voraz de todo, no soy bueno para seguir recomendaciones; sigo un trayecto que me llevará a algún lugar.

En ese camino, la escritura ha ido ocupando un lugar central en los últimos años. Por momentos, diría que más central que la música, aunque en realidad no compiten, sino que se retroalimentan. Trabajo con músicas que no son necesariamente canciones, y eventualmente también dibujo, moviéndome entre las posibilidades expresivas. Todas me interesan, todas me gustan, pero la música es mi aliada. Ha sido la que me ha llevado a moverme por el mundo y la que me ayuda a trabajar y a poner la comida sobre la mesa.

Las canciones, como bien sabemos, no son solo música; son más y menos que eso. La palabra cantada tiene elementos musicales y literarios. Al dejar de salir tanto a la ruta como hice durante toda la década pasada, descubrí la posibilidad de viajar dentro de la imaginación de la psiquis. La escritura se ha convertido, desde hace unos dos o tres años, en mi labor central.

O.c: Leí una entrevista tuya en la que mencionabas que tu rol como compositor había llegado a su fin, argumentando que con tantas canciones en el mundo… ¿Sigues manteniendo esa idea?

P.D: Podría decirte que, en algún punto, sí, sin ser mezquino y sin tratar de controlar todo con la mente, el deseo también juega un papel importante. Las canciones tienen algo misterioso y muy disfrutable, y quienes las tocamos y cantamos conocemos este aspecto asombroso también. Así que, cuando una canción se presenta, puedo darle curso, al igual que puedo quedarme trabajando en una idea hasta reconocer sus posibilidades. Sin embargo, no siento la misma pulsión compositiva que tenía años atrás.

No tengo el deseo de lanzar un nuevo disco en este momento. Más bien, diría que estoy caminando junto a las canciones y quizás, en algún momento, se presenten y en ese momento me rendiré a sus pies. Mientras tanto, hay tantas cosas por hacer, tanto por mirar, por leer, por escuchar, por escribir, por descubrir en el camino, que quizás mi exploración de la palabra cantada haya encontrado un límite. Enhorabuena, ya veremos qué depara el futuro.

O.C: Corsini parece haberse mantenido fuera del foco de los grandes, pensando en otras formas de abordar la música, alejado de lo que hoy llamaríamos mainstream y grandes luces… ¿Te sientes identificado con esto o con la necesidad de reivindicar su imagen?»

P.D: Sí, Corsini no se ha ubicado en el centro, no porque se haya negado a ello, creo yo, sino porque la vida se le presentó de esa manera y él no estuvo dispuesto a forzar algo que la Tierra misma le proponía. No se dejó guiar solo por el deseo y la ambición, sino que otros fueron sus motores. Eso me parece interesante, claro.

Por otro lado, disfruto mucho, al igual que todo el mundo, de muchas obras centrales, esas voces que tienen mucho que decir a su época y región, pero creo que el fresco de una época se completa con muchas voces, no solo con una voz central. Seguramente me siento identificado en cierto sentido, ya que no ocupo una posición central, sino que suelo ofrecer comentarios más periféricos sobre lo que está sucediendo, como si estuviera mirando un poco más allá, aunque quizás con una precisión más difusa, no lo sé. Pero sí, es probable que encuentre en Corsini un precursor de ciertas ideas, con todo el respeto que la obra de Corsini me merece, debo decir esto.

No sé si es importante o no reivindicar la obra de Corsini. Personalmente, encontré relevancia en ella y me di cuenta de que tenía amigos para quienes Corsini era tan significativo como lo era para mí. Por lo tanto, decidimos seguir adelante con el plan. Me emocionan los proyectos, las aventuras, la posibilidad de profundizar en algo desde múltiples perspectivas y aspectos. Encontrar una obra tan vasta como la de Corsini y poder abordarla con diferentes lenguajes y con mucha inventiva en esos lenguajes, junto a amigos muy talentosos, era algo de lo que no podía apartarme. Corsini nos fue guiando, nos fue convocando, y nos dejamos llevar por ese camino.

Me gustaría agregar que creo que sí, hay un gran equívoco con Corsini. No es que yo quiera reivindicar que él era más que tango, sino que esencialmente él no era el tango. A pesar de que adoro el tango, siendo de Almagro y Villa Crespo, y es un lenguaje que disfruto desde siempre, también disfruto de otros. Me pareció que en ese equívoco también estaba cifrada una cierta patranía de la industria cultural, la cual intento desarmar con muchos de los trabajos que he venido realizando.

O.c: Vivimos momentos políticos fuertes, y el cancionero de Corsini era político, de hecho parte de sus canciones criollas se centran en la época de Rosas, donde estaban presente los enfrentamiento entre unitarios y federales, aun cuando hablen de amor que también es un acto político… ¿Crees que la canción sigue siendo política y que hoy más que nunca lo debe ser?

P.D: El repertorio de Corsini rozaba el pensamiento político, pero con una imaginería que trascendía ese ámbito, y creo que ahí radicaba su fortaleza. Considero que establecía un comentario de corte político, así como una cinematografía posible, una forma de sentir, un recuerdo vívido de un terreno totalmente imaginario y misterioso, como La Pampa.

Todo esto lo menciono para expresar que, sí, el pensamiento político parece avivar una cierta llama en la canción, pero al mismo tiempo el arte y la política son hermanos que suelen estar en conflicto y que, en general, no logran obras con la contundencia que sus autores desearían. Creo que cuando el arte se vuelve didáctico o adopta una especie de gracia medio sardónica, ironista sobre lo que está sucediendo para burlarse en su propia capilla sobre ciertas cuestiones, en realidad pierde fuerza. Puede que sea una voz central en cierto momento, pero no percibo una profundidad en la obra.

El arte y la política entran en conflicto cuando se unen. Esa es la fascinación que despiertan, y por eso la presencia de la política en el arte puede generar ciertos movimientos creativos y estéticos en algunos autores que encuentran allí una joya importante, como en el caso de «No Bombardeen en Buenos Aires». Personalmente, me interesa mucho la canción protesta, aunque en general no es de mi agrado. Me sucede algo similar.

Considero que es más interesante cuando el arte se involucra en la política, una posibilidad que la política no permite con frecuencia, pero que podemos observar en la guerra civil española, con algunas canciones o en determinadas estrategias de manifestación. En general, la política tiende a ser muy conservadora mientras que el arte es vanguardista, por lo que en esa lucha a veces se gana y a veces se pierde. Creo que siempre vale la pena estar atento a estas dinámicas.

OC: En una era en la que muchos conocen primero al cantante a través de Spotify y luego asisten a sus conciertos en vivo, parece que de Spotify saltan directamente a un escenario grande o mediano con una entrada paga. Donde casi parece que ya no se da la oportunidad de descubrir a un cantante en la plaza, en el bar de la esquina… ¿Por qué es necesario seguir ocupando los espacios públicos como las plazas con música?. A lo que agrego que parece irse perdiendo la idea de cantor popular como corsini, como la que tenía Palo Pandolfo o Gabo Ferro. Aunque quedan algunos como Birabent, o Lucio Mantel. Cantores donde lo bello radica en la simpleza o simplemente en la poética ¿Por qué crees que se da eso, si es que crees que se da?.


P.D: Creo que sigue siendo importante ocupar los espacios públicos, como las plazas, las calles, las ventanas, los balcones, porque allí se experimenta una parte de la realidad de la vida que tiene que ver con lo material, con los objetos. Aunque estamos constantemente interactuando en un terreno virtual y simbólico, que es parte de los tiempos actuales y debemos adaptarnos a ellos, no podemos descartar todas las formas de expresión que involucran la interacción humana directa, con sus sensaciones táctiles, olfativas, sonoras, que generan una conmoción diferente.

En cuanto a la idea del cantor popular creo que ese espíritu no se está perdiendo en absoluto. El cantor popular encarna la palabra cantada, la lleva consigo, y su belleza radica muchas veces en la simpleza o en la poética. No se centra solo en la letra, sino en la relación entre la letra y la melodía, en la amplificación hacia armonías y tímbricas inauditas que la melodía y las palabras pueden ofrecer. Los grandes artesanos de esta labor seguirán vivos por siempre, ya que es algo arraigado en la humanidad desde tiempos inmemoriales.

Es posible que en ciertos momentos, como a finales de los noventa y principios de los dos mil, la canción cruda y sin tanto maquillaje estuviera en el centro de la escena. Y ahí salimos muchos de nosotros, Palo de alguna manera marcó el camino junto con muchos otros, quizás él fue un puente entre los que venían laburando la canción más en los ochenta y los noventa, con más tecnología eléctrica, y los que nos dedicamos a la búsqueda de la fuerza de lo acústico. Pero en realidad, claro, ahora lo que quizás está en el centro es otra cosa, y está bien, y probablemente haya otra cosa después, no lo sabemos, no podemos conocer el desarrollo de la historia. 

La búsqueda de una melodía para la palabra y la exploración de nuevos territorios musicales es una práctica ancestral que perdurará mientras exista la humanidad.

O.c: Leí por ahí que andas con otros proyectos literarios y no sé si musicales… ¿en que andan esos proyectos?

P.D:  La verdad es que tengo varios proyectos en marcha y a veces me resulta complicado explicarlos sin confundir a la gente, aunque al final todo cobra sentido. Te cuento que estoy trabajando en la edición de un libro de poemas y dibujos en verso llamado ‘Una Gira Mundial’, el cual saldrá en los próximos meses. Este libro recopila crónicas y estampas de mis viajes por diferentes regiones. Además, estamos en proceso de producción de una nueva película sobre Corsini con Mariano Llinás, la cual probablemente se estrene este año. También estoy escribiendo y grabando sobre diversos temas, pero eso se irá revelando con el tiempo. ¡Mantente atento a las novedades!

O.c: Para terminar que nos podés adelantar de lo que veremos en Puerta 276 y en los demás conciertos que te quedan en la provincia.

P.D: Tengo cuatro conciertos seguidos esta semana. El jueves estaré en Villa María, el viernes en Villa General Belgrano, el sábado en Los Aromos y el domingo, como bien dices, en la Docta. Aunque puede resultar un tanto exigente organizarlos de esta manera, para mí es muy divertido, ya que los conciertos son como hermanos que salen a jugar juntos. A veces uno tiene que correr de un lado a otro, ya que manejo una lista de canciones bastante amplia que va cambiando de año en año. Sin embargo, al cantar varios días seguidos, no repito la misma lista en cada concierto; más bien, los conciertos se complementan entre sí, de modo que lo que sucede en uno puede no ocurrir en otro, creando así sorpresas para aquellos que puedan asistir a todos.

En cuanto al repertorio, he comenzado a incluir varias traducciones que realicé junto a poetas y escritores a mediados de la primera década del siglo. También he retomado algunas canciones que tenía olvidadas, además de interpretar las canciones que he lanzado en los últimos años y las de mis discos anteriores.

En el concierto de Puerta, la noche será abierta por Fada Falú, junto con Cruz Zorrilla. Fada es una talentosa cantante y compositora en ciernes, y me alegra mucho compartir la noche con ella. Hemos compuesto algunas canciones juntos en los últimos años, así que seguramente interpretaremos algo en conjunto. Después, será un momento de reencuentro. Siempre somos diferentes, y eso es lo que hace que todo sea especia