La compositora, cantante y flautista cubana radicada en París llega por primera vez a Córdoba, más precisamente a Pez Volcán el Sábado 16 de septiembre a las 21:00hs.
Yaite Ramón, más conocida como La Dame Blanche, es una de las figuras del hiphop feminista y de habla hispana. En su música están presente también la cumbia, el dancehall, el reggae y el R&B. Su nombre artístico proviene de la dama de blanco muchas veces vinculada con la tragedia, pero que Yaite Ramón buscó darle un mensaje positivo con su música. Para ella la música no es simplemente sonido, es algo espiritual capaz de crear milagros como por el propio hecho de ser músico.
Se podría definir su música como un encuentro de culturas musicales, todas ellas provenientes principalmente de África pasando por lo afrocubano y todos los géneros anteriormente nombrados.
La Dame Blanche editó su último disco en el 2020 llamado Ella, un álbum que podríamos sintetizar como una invocación al espíritu de todas las mujeres que pelearon por sus derechos y construyeron lo que hoy entendemos como feminismo. El disco está compuesto por 10 canciones que recorren diferentes temas como el amor, la esperanza junto con el racismo, la desigualdad y el abuso contra las mujeres.
A pocos días de su presentación en Córdoba, La Dame Blanche accedió a una charla con nosotros desde su hogar en Francia donde prepara su gira que la traerá por Argentina:
O.C: Me imagino que ya estarás ultimando detalles para tu visita a nuestro país. Recordemos que sos cubana pero estás radicada en Francia…
L.D.B: Sí, Estoy en Francia con mi abanico y todo. Es la primera vez que voy a estar en Córdoba y mis maletas están listas, solo me faltan mis tabacos porque tengo algunas fechas en Argentina. Tengo muchos deseos de tocar, tengo deseos de dar en vivo ese disco ella que Argentina no ha tenido la posibilidad de escuchar en vivo. Le llevo un poquitico de todo. Las flautas están preparadas, ya las reparé, están lindas y limpias.
O.C: Has hecho un vinculo con algunas músicas argentina como Julieta Laso y Sol Pereira…
L.D.B: Estas colaboraciones han sido para mí muy muy importantes, sobre todo porque me crucé con mujeres espectaculares, y las encontré en un momento de mi vida delicada, donde hacer músicas con ellas me ha hecho mucho bien. Poder defender estas canciones y defenderlas a ellas como músicos y que ellas me defiendan a mí también como tal, es un compartir muy original, muy fluido, muy natural, como si nos conociéramos de toda la vida, nos amamos.
O.C: Sabemos que tu estilo es el Hip-hop y la música urbana. Pero también tocas la flauta y empezaste y tenes un pasado por otros géneros… ¿Cuáles fueron tus comienzos? Tu padre fue director de Buenas Vista Social Club, para muchos la orquesta más importante de música tradicional cubana. Es un legado importante…
L.D.B: Es Muy fuerte, y ser un legado con esta familia enorme de músicos, ha sido una prueba a superar, hay que imponerse y todo ha salido bien. De todos modos, uno lo lleva en la sangre, empecé como flautista clásica, cantante de boleros, cabaret, nunca me imaginé que en un momento de mi vida estuviera aquí defendiendo este hip hop extrañísimo que hago, que me encanta, me encantan esas escrituras largas, ese mensaje directo que me da alas para volar como un pájaro.
O.C: venís de La familia de Buenavista Social Club, de la música tradicional cubana. ¿cómo fue despegarte de eso, decirle a tu padre voy a hacer hip-hop?
L.D.B: Era muy raro, realmente, sobre todo al venir de mí, que soy una cantante de música tradicional cubana, una flautista clásica, de verdad que los músicos que hay en mi familia, no se lo esperaban, pero fue una necesidad de decir, yo estoy de aquí y voy deshacer esos lazos a mi manera. Hubiese sido muy fácil seguir las riendas de esta familia de tanta cubanía. Yo tenía hacer la diferencia, y la hice sin abandonar mi flauta clásica, bien sabrosa, me liberé a mí manera como dice la canción.
O.C. Estuviste un tiempo tocando con Alfredo Rodríguez, un exponente de la salsa cubana en Francia…
L.D.B: Con Alfredo Rodríguez tengo un recuerdo tan lindo. No lo olvidaré nunca Alfredo Rodríguez un gran amigo.
O.C: ¿Cómo llegó el momento cómo llegaste al hip hop? ¿Fue en Cuba o en el 98 cuando te fuiste a vivir a Francia?
L.D.B: Empezó aquí en Francia en un momento muy determinado donde tenía la necesidad de levantarme porque te caes Y por supuesto tenía que levantarme. Nadie iba a llamarme para que yo me levantara, era una guerra personal, una revancha personal después de haber estudiado música toda la vida. Más aún después de haber dado todo como amiga, hermana, madre e hija. Yo me debía seguir esta rienda y decir yo estoy aquí La Dame Blanche. Por supuesto hubo muchos conflictos familiares con este cambio de estilo, pero yo estaba segura de mí, y hoy en día bueno estamos orgullosos de lo que estoy haciendo.
O.C: Tus discos tienen algo muy persona y a la vez social. ¿Qué es lo que te lleva a escribir y sobre en ritmo de hip hop?
L.D.B: Me gusta porque tengo esa posibilidad de describir textos largos y decir todo lo que siento. Tengo la oportunidad de buscar ese Flow que me encanta, la revancha de un beat y eso me gusta mucho. Es un ritmo que tuve que estudiarlo muchísimo porque era un terreno desconocido, pero que sentía que me iba como un guante y tuve mucha razón porque hoy un día creo que encontrar el hip hop ha sido lo mejor que me ha pasado. En su momento estudié muchas raperas en el mundo Mel y mel, La mala rodríguez, me las comí a todas. Las estudié mucho.
O.C Elegiste por nombre la dama de blanco. ¿tiene que ver con el movimiento social surgido en Cuba? También tiene sentido si pensamos que sos Afro…
L.D.B: Eres muy bueno porque nadie asocia estas dos cosas. Pero no, tengo una tía que se llama Milagro que cuando le dije que me iba a llamar La Dame Blanche y que iba a ser hip hop me dijo tú escogiste ese buen nombre para nunca venir a cuba.
Esas mujeres cubanas que se llaman las damas de blanco las admiro y son realmente unas guerreras, porque cuba es un pueblo que hemos aprendido a vivir callado, a no dar su opinión política. Estas mujeres si lo hicieron, pero La Dame Blanche no viene con esa temática. El nombre viene de ese espíritu conocido mundialmente, en cualquier pueblo del mundo hay esa leyenda. La que dice que hay una dama de blanco que es un espíritu que anda en las carreteras y que no trae un mensaje muy positivo, pero lo quise traducir a mi manera, trayendo un mensaje súper positivo, que es que todas las guerras se pueden ganar con música y trayendo otra energía. Es un homenaje a mis espíritus, a mi santería y a mi ser.
O.C: De todos modos, elegiste el hip hop un género que está muy atravesado por lo social…
L.D.B: Eso se nota en todas en casi todas mis canciones yo soy una escritora que le encanta contar esas historias que no se cuentan y que se guardan en lo más profundo del alma. Esas historias de personas humildes, donde siempre hay una enseñanza. Eso forma parte de la vida social y es lo más fuerte que tiene mi música. Me gusta hablar de ese cotidiano y hacer música para enriquecer tu cotidiano, para que tu cotidiano cambie. La música es también una manera de llevar este combate social.
O.C: Hace un tiempo sacaste la Maltratada un tema que habla del machismo a eso le agrego que llegaste a Europa donde muchas veces nos catalogan de sudaca. ¿Te tocó vivir apenas llegas o ahora algún tipo de discriminación?
L.B: Cuando apenas llegué era una cuestión de no de negros o blancos porque la persona mala puede ser negra, puede ser blanca o amarilla. Cuando llegué aquí fue el objetivo de integrarme porque aquí hay de todo, hay negros, hay blancos, hay árabes aquí, hay asiático, hay un poquito de todo. Uno se termina mezclando con todas esas culturas y de una música muy enriquecedora. Uno a esos aspectos raciales no los vive de la misma manera, yo soy músico y compartí escenarios con todo tipo de nacionalidades, con todo tipo de piel, no he tenido ese problema racial. Creo que no lo he tenido porque la música hace milagro. Yo no sabía el valor que tenía la música cubana y mi diploma de flautista hasta que llegué a Francia. Vine a compartir mi saber y no una piel por eso no hay esa distinción racial. Eso es algo que a veces depende de tu autoestima.
O.C: Tú último disco es muy feminista y tiene una mirada de ese movimiento que a veces es compartido por muchas escritoras.
L.B: Si se parece a otras escritoras es porque tenemos razón, este disco es completamente feminista porque me hacía falta escribir. Pero en realidad no lo escribo con esa diciplina, cuando revisé mis libretas dije, yo tengo una manera de defenderme en en momentos especificos donde sentía a la mujer maltratada, prisionera en casa, donde me hacía falta dar un ese grito de auxilio y de expresar mi feminismo. Necesitaba decirte que estoy contigo de esta manera.
O.C: También tu música trae mucho de baile y de alegría. Es una muestra que bailando también se puede pensar…
L.B: La realidad es que nosotros los cubanos somos bailadores. Creo que a los latinos nos gusta bailar. Esta manera irónica de dar mensajes bailando como en la maltratada que se goza en vivo a mí me fascina. En cuba tenemos ese doble sentido a la hora de escribir que me fascina escribir, de poder bailar y en el escenario es el lugar donde una logra enviar el mensaje con todas las de la ley. El escenario es un lugar que respeto mucho y debo defender mis canciones no solamente con la voz, también con mi cuerpo a través de mi vestuario, maquillaje y peinado. Soy incapaz de subir al escenario, así como estoy ahora…
O.C: Grabaste una canción con Baja Frecuencia ¿Cómo surgió la colaboración?
L.B: So dos temas con baja frecuencia. A estos muchachos los conocí un día cuando terminó un show en Marsella. Ellos empezaron a tocar después de mí y yo tenía que irme porque al otro día cogíamos un avión, pero me di vuelta atrás y dije quiero colaborar con esos chamacos porque son excelentes. Ellos están cada vez que los necesito y cada vez que ellos me necesitan yo estoy.
O.C: ¿Hace cuánto que no vas a cuba? Me imagino que a veces por las fechas se debe complicar…
L.B: Fui al año, intento ir lo más que pueda porque tengo trabajo. Yo me ocupo de mi gente diariamente. Me falta ir este año, no puedo vivir sin Cuba. No puedo ver a mi gente muchas veces porque vivo en Francia y no en Cuba.
O.C ¿Volverías a Cuba?
L.B: Yo quiero regresar a Cuba, no quiero envejecer, ni morir aquí. Pero tengo un problema y es que mis hijas están aquí. Yo si mis hijas no soy nadie, yo soy músico, poeta rimero soy mamá.
O.C: Para terminar ¿cómo sigue el año? ¿hay disco nuevo en puerta?
L.B: Algo de eso estoy haciendo, se viene un disco muy lindo, tiene mucha melodía, hay mucho featuring. Ya van a llegar las canciones nuevas, estoy sacando single a cada rato, haciendo videoclips y dando información. En Argentina voy a hacer videoclips y fotos para actualizar las redes. Voy a aprovechar ese paisaje que adoro. Siempre tengo algo que decir.
O.C: ¿Cómo será ese disco?
L.B: Hay mucha melodía y un poquito de todo. Voy a hablar de muchos temas que hacen falta, de muchos combates que todavía hay que defender.
O.C ¿Cuál es el combate principal que debemos pelear como humanidad?
L.B: hay muchísimas cosas, pero yo te diría que hay que alejarse de todas estas cosas y saber vivir lo mejor posible.
O.C ¿La música puede ser un arma?
L.B: yo creo que la música es un arma poderosa, de mucha conciencia pasiva. Cuidado con la música porque puede hacer milagro en todos los sentidos del universo.
O.C: para cerrar ¿Algún milagro que haya hecho?
L.B: El haber nacido músico eso es un milagro.