Kumbia Queers: Fiesta, Protesta y la Revolución de la Cumbia punk

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Este sábado 22 de marzo, Kumbia Queers se presentará en Sala Formosa a las 24:00 horas. Desde sus inicios hace 18 años, la banda ha desafiado las convenciones musicales al fusionar la energía del punk y el rock con ritmos cumbieros, creando lo que ellas mismas llaman «tropipunk». No solo han sido un referente en la música, sino que también se han convertido en un símbolo de resistencia y lucha en las calles, acompañando marchas del orgullo LGBTIQ+, Encuentros Plurinacionales Transfeministas y diversas causas sociales.

La premisa de Kumbia Queers es clara: vivir la música como un acto colectivo, donde cada viaje y cada show son parte de un nuevo mundo que construyen juntas.

En conversación con Pat Pietrafesa, nos cuenta cómo la banda ha logrado mantenerse unida durante 18 años, sosteniendo la energía punk y apoyando las luchas en un mundo que parece retroceder en los derechos ganados. Tal vez eso se deba a que Kumbia Queers no es simplemente una banda; es una forma de vida que mantiene la filosofía punk, basada en desafiar las normas establecidas y buscar crear un nuevo espacio. Ellas lo hacen a través de la fiesta. Además, Pat comparte su experiencia en el mundo editorial de fanzines y sus proyectos actuales.

O.c: En pocos días llegan van a tocar en Córdoba. ¿Cómo vienen preparando el show?

Pat: Estamos muy contentas de volver a Córdoba capital. Desde que comenzamos a tocar, siempre hemos ido a Córdoba con el mismo equipo. Nuestro show incluye una selección de nuestros hits y temas nuevos, que son las canciones que la gente quiere escuchar y cantar con nosotras.

O.c:  Con 18 años de trayectoria, Kumbia Queers es una banda difícil de etiquetar. Hacen cumbia, pero no encajan del todo en la cumbia tradicional ni en el punk. Son una rareza en la escena, especialmente porque muchos de sus miembros provienen del punk.

Pat:
Sí, totalmente, es una rareza. Cuando salimos, la gente no sabía si gustarle u odiarnos. Nosotras empezamos haciendo una mezcla que ni siquiera era cumbia, porque no llegábamos a tocarla bien. Al principio, intentábamos tocar cumbia, pero inevitablemente le quedaba ese acento punk y rockero, porque era de donde veníamos. Con el tiempo, fuimos aprendiendo, tocando, escuchando y absorbiendo más.

Pablo Lescano nos ayudó muchísimo; estuvimos con él en 2010 y 2011, cuando recién comenzamos. Grabamos con él y pasamos muchos meses aprendiendo un montón. Luego, empezamos a mezclar otras cosas. A lo largo de estos años, la base se ha convertido en una cumbia con toques rockeros y punk, a lo que nosotras llamábamos tropipunk, además de otras influencias que vamos incorporando. El tiempo pasa, y una tiene muchas influencias; la banda también es un campo de experimentos, donde podés jugar con las ideas que se te ocurren.

O.c: Recuerdo una entrevista a Los Violadores, por ejemplo, donde muchos decían que habían llegado para arruinar la música y destruir el rock. Pensando en que ustedes venían del punk y se pasaron a la cumbia, ¿les sucedió algo similar? Si lo analizamos detenidamente, no hay nada más punk que desafiar el mainstream y cuestionar lo que está establecido en una escena.

Pat:
Totalmente. En realidad, todas veníamos de cosas diferentes: la de México, más rockera; tres de Argentina tocábamos en She Devils. Yo vengo tocando desde mediados de los ochenta, siempre dentro del punk y moviéndome en la parte contracultural de Buenos Aires. Otras venían de bandas más acústicas, folk, diferentes estilos.

Cuando empezamos, recuerdo que una de nosotras dijo que no había nada más punk que intentar este proyecto. Y la verdad es que sí, al principio no queríamos destruir nada de la cumbia, porque no conocíamos mucho, pero sí queríamos dar unas pataditas a la escena rockera. Nosotras no tocábamos tanto en la escena punk de Buenos Aires, sino en una escena más rockera underground, no solo punk. Creo que sí, produjimos un pequeño escándalo, pero no fue algo planeado; simplemente salió espontáneamente al intentar mezclar y hacer algo diferente.

También aprendimos rápidamente que la cumbia tenía un montón de cosas que no nos gustaban, juicios y prejuicios sobre ciertas temáticas, pero a la vez era muy parecida al punk, especialmente la cumbia villera. A mí personalmente me gusta estar en un lugar que parece molesto. A todas nos gustó tener la oportunidad de incomodar y, por fin, ser todas mujeres, que siempre había sido mi sueño, pero nunca había podido lograrlo, solo en la última etapa de She Devils. Tener una banda grande, con todas chicas, formar una cooperativa y grabar nuestros propios discos fue algo increíble.»

O.c: Un sueño que parece haber crecido a raíz de las luchas y momentos en los que ustedes han estado presentes, como el feminismo, el movimiento LGTB, los derechos humanos y muchas otras causas. Esto las ha convertido en una de las bandas que más ha tocado en marchas, encuentros y movimientos culturales y político.

Pat: Siempre fuimos así, nos encanta estar involucradas. Yo empecé en la música a mediados de los 80, Pilar un poco después, y las otras, que son mucho más jóvenes, también vienen de ese tipo de movidas. Estamos en la música no solo por la música en sí, sino también por ideología, por politización, por querer un cambio y que todo sea más justo para todos. Somos parte de lo más grande que puede ser la lucha por los derechos humanos. Eso le da sentido a lo que hacemos; no nos interesa solo la música, es una parte de nosotras. Diseñamos y hacemos nuestras remeras, nuestros flyers, y no tenemos mánager.

Nos gusta involucrarnos en muchas cosas y apoyamos un montón de causas; quisiéramos apoyar muchas más, pero con el contexto y la situación actual, se nos hace difícil trasladarnos por los costos, entre otras cosas. A medida que pasaron los años, yo me mudé, lo que también complica un poco las cosas, pero nos movilizamos y vamos a todos los lugares donde podemos apoyar causas con las que nos sentimos identificadas. Todas las que mencionaste son las que más apoyamos.

También nos dimos cuenta de que lo que hacemos es generar un espacio de diversión, de liberación y baile. La gente sabe que estamos preocupadas y ocupadas en todas esas cuestiones que nos afectan a todos, que queremos ir a marchas y apoyar todo. Creamos lugares y momentos donde, por un instante, intentamos generar un espacio de desahogo y felicidad, que también es necesario y no hay que dejar de lado. Nosotras decimos que hacemos fiesta y protesta.

O.c: Recién hablabas de fiesta y protesta, y me vino a la mente Virus, que en su momento fue criticado por un sector por hacer una música más bailable, más cercana al pop. Sin embargo, es una banda cuyas letras te invitan a bailar y al mismo tiempo a reflexionar. ¿Qué tan importante es esto de bailar, de hacer divertir a la gente, pero siempre manteniendo la frente en alto y recordando que no debemos perder de vista la realidad?

Pat: Nuestra música refleja nuestras vidas y actitudes, y quienes nos ven pueden notar nuestra línea, más allá de lo que dicen las letras. Las letras explícitas no son mi fuerte; Juana Chang, la compositora principal de Kumbia Queers, logra una crítica social profunda con humor. A través de sus letras, abordamos desde temas banales, como la vagancia, hasta críticas al trabajo, al poder y a la opresión, siempre con sutileza y un toque de humor.

O.c: ¿Cómo ven la actualidad hoy como banda? Por lo que entiendo les cuesta un poco la actualidad desde lo político, lo militante…

Pat: Nosotras no nos consideramos activistas, como banda, porque creo que la labor de los activistas es muy zarpada y comprometida, y nosotras no estamos ni ahí en ese nivel. Tratamos de hacer todo lo que podemos desde nuestro lugar, que es la música y la forma en que lo hacemos. Por supuesto que nos cuesta un montón en este momento, como a todos, económicamente, socialmente, con todas las injusticias y toda la maldad que vemos de parte del poder.

También enfrentamos todos los problemas que hay entre nosotras mismas, los lazos que tenemos y las personas que a veces nos bajonean. En cuanto a cómo estamos emocionalmente, entre todo eso que nos está pasando a todos, queremos que las cosas sean un poco más repartidas, más justas y mejores para todo el mundo. Creo que estamos atravesando momentos difíciles, y nosotras como banda no estamos ajenas, pero seguimos tocando. Por suerte, hay personas que nos ayudan a seguir adelante, y eso me parece muy valioso.

Como dijiste antes, estamos atravesando 18 años juntas, y sostener un proyecto colectivo, donde nos la pasamos viajando, y vamos a otras partes del mundo una vez al año, es todo un proyecto cooperativo y colectivo que hace redes con gente de La Matanza, de Ituzaingó, de Zona Sur, de Alemania y de México. Nosotras vamos generando una red que se va fortaleciendo desde hace muchos años. Creo que fortalecer esa red es permanecer en ella y funcionar. Elegir los lugares donde vamos a tocar, con quiénes y cómo están hechas las cosas, todo eso hace que siga existiendo esta red artística que hay en todas las otras ramas. Yo creo que eso es súper importante, y en momentos difíciles es lo que nos ayuda a todos. Ver a alguien sonreír cuando estás tocando en un momento complicado es lo máximo.

Hace poco tocamos en Córdoba, en Traslasierra y cerca de Río Cuarto, pero también hace semanas tocamos en Buenos Aires, y fue algo increíble. Dentro del contexto, ver a tanta gente feliz y bailando, para nosotras eso es como un subidón increíble.

O.c: Recién me hablabas de los lugares que ustedes eligen. Cumbia queers hoy tiene un renombre dentro de una comunidad, pero siguen perteneciendo a la escena undergound, fuera de lo mainstream. Uno podría imaginar que a esta altura podrían elegir otro camino, con más viajes por ejemplo….

Pat:  Creo que en parte no estamos en el mainstream porque nuestra forma de actuar y nuestras decisiones a cada paso nos guían hacia otro lado. No es que en un momento dijimos no queremos ser mainstream, las cosas se van dando por cómo van sucediendo.

O.c: ¿Cómo ven la actualidad como banda? Desde tu experiencia desde los 80, ¿se puede combatir lo que sucede desde el arte? Más cuando hay gente que sostiene que el músico o el artista debe entretener, no meterse en política. Pero al fin al cabo somos seres políticos…

Pat: muy difícil manejarse en el mundo y creo que hay veces que uno tiene ganas de explicitar sus pensamientos. Me parece que ahora es todo demasiado juzgable, porque hay demasiada gente opinando, sobre todo. Sin embargo, creo que no es ni una forma ni otra; es como se pueda, como cada uno elige en cada momento. Como te dije antes, para mí, más allá de todo, es un camino y son actitudes y decisiones que una va tomando, las que te van marcando. Entonces, hay algo que se explicita a veces.

Yo también tengo una editorial pequeña, y voy a llevar cosas de la editorial para la fecha. Va a haber un mini puesto de fanzines, de algunos libros y nuestro merch. A ese proyecto me dedico de la misma manera que me dedico a Kumbia Queers. Viajo a distintas ferias y abro espacios para que haya charlas, debates y presentaciones sobre libros. Esta semana estuve en Buenos Aires, en la primera feria del libro de Derechos Humanos, en ESMA, ayudando ahí un poco en la parte de fanzines.

Yo creo que la mejor forma que tenemos, o al menos que yo conozco o que practico, es seguir haciendo lo que hacemos conscientemente, con respeto, con solidaridad y con apoyo mutuo. Son los valores que nos vienen sosteniendo a nuestra banda y a mí en las otras actividades que hago. Además, ponerlo en práctica y hacerlo funcionar significa que hay otras posibilidades y las estamos viviendo. Sé que es una situación muy complicada en la que se quiere destruir todo eso.

Fanzines y Activismo: Un Legado Cultural

O.c: Hablando de proyectos, fuiste creadora del fanzine Resistencia en los ochenta. ¿qué importancia tuvieron los fanzines en ese momento y hasta el día de hoy como acto de resistencia?

Pat: Muchísimo. Hace tantísimos años, de hecho, cuarenta y un años, saqué mi primer fanzine, Resistencia. Salió cuando era una palabra no tan usada; ya estaban las marchas de las Madres de la Resistencia, y a mí me parecía que era la palabra que mejor identificaba qué actitud tener. Sigo pensando lo mismo, porque es tan loco vivir en Argentina de los 80, no sé, en la escuela de la dictadura, la postdictadura… ahora volvemos de nuevo a otro ciclo. Hoy sigo teniendo prácticamente la misma actitud, porque es algo que nunca abandoné, aunque con tiempos mejores, más distraída, a veces un poco más relajada, siempre en lo mismo.

Aunque parezca increíble, el fanzine está muy en auge; hay muchísima gente que sigue generando cosas físicas, y también lo que se ha ido perfilando muy fuertemente en Argentina. En Córdoba hay un montón. Yo he ido a muchas ferias en Córdoba y en otras partes de Argentina; son lugares de sociabilización que genera el fanzine. Haces un fanzine, te juntas con otras personas que hacen otra cosa impresa o sus propias producciones, pones una feria, alguien toca, y decís: «bueno, podemos hablar de la autogestión», se arma una mesa. Es decir, es algo muy maravilloso lo que genera hacer una feria, que es el primer espacio de sociabilización del fanzine. Es uno también de esos espacios donde poner en práctica los principios de los que hablaba antes.

Creo firmemente que podés transmitir, por medio de una hojita donde escribas tus sentimientos y lo que pensás, un mundo de ahí. Y es increíble cómo, al hablar, intercambiar o cruzarte con otra persona, se generan muchos mundos.

O.c: ¿Puede ser que estés trabajando en un libro sobre los fanzines de Vaselina?

Pat: Estoy en eso ahora; ahora estoy escribiendo justamente la introducción. Tengo todos los materiales, que me costó mucho conseguir, porque son cosas que no tenía, ya que no había llegado a ver. Vaselina es un fanzine que salió de 1980 a 1984, y justamente hablo de todas las potencias que significó hacer eso por primera vez en Argentina en el año 1980, y un poco de perspectiva, de cómo se ve de acá hacia atrás. Seguramente las personas que hacen fanzines ahora no tienen ni idea de que existió Vaselina, pero si no hubieraexistido Vaselina, era muy difícil que hubiera existido esto.

Es lo que pasa con los pequeños hechos históricos, o contra históricos, o sub-históricos, que marcan mucho la historia alternativa. No sabes que existió antes, y si no existió, vos tampoco ibas a existir ahora. A mí me gusta mucho esa revalorización de las cosas que son fundacionales para nosotras: saber que tenemos raíces, que en Argentina había fanzines durante la dictadura y que se hacían de esta forma.

O.c: Tengo entendido que tenés fanzinoteca bastante grande. Según los entendidos en el tema, uno de las más grande de Latinoamérica en un momento donde para un sector la memoria parece borrarse. Donde un chico de doce años capas no sabe lo que es un fanzine. ¿Qué tan importante son los fanzines para mantener la memoria viva?

Pat:  Mira, pasan varias cosas. Primero, muy ligado a lo que te contesté antes, me parece que es muy importante saber nuestro pasado, porque te genera una potencia en el presente increíble. Te sentís más poderoso; es muy inspirador saber lo que pasó antes, saber que tenés raíces, que hubo otras cosas antes, que hay un camino cimentado para que todo suceda, y que vos también estás siendo parte de ese camino. Es como una pequeña esperanza: eso no se va a romper, y está ligado a lo que dije antes, a las redes, que no vamos a dejar que se rompan porque vamos a seguir haciendo cosas.

Por otro lado, yo tengo un archivo bastante grande, pero estoy preocupada por el lugar físico donde están. Por eso estoy haciendo este trabajo de compilar en libros, que es un buen método de conservación, porque tengo cosas en fotocopias baratas de 1990 que se están deteriorando mucho. Hay muchos de los fanzines que ya no se leen, no se entiende lo que dicen. Entonces creo que una buena forma de conservar es digitalizar, obviamente, y tener físico también.

Es muy loco lo que sucede porque personas que tal vez en su vida vieron un fanzine, ahora lo usan mucho como herramienta de educación. Está lleno de lugares donde utilizan el concepto fanzine en entornos educativos, y me parece que también es una herramienta muy incentivadora. Hace poco estuve en un taller en una zona con muy pocos recursos en Moreno, a fin del año pasado, donde yo pensaba: «no tenemos revistas de donde cortar letras para hacer un collage». Pero hicimos un fanzine igual; empezamos a imprimir algunas cosas, y lo fascinante es que, al explicarlo, alguien que jamás vio uno en su vida se entusiasma y te pide hacer uno. Unos chicos hicieron uno con letras de Trueno; estaba buenísimo porque incentivas a alguien que no tenía la menor idea de lo que era, y en una hora le gustó y fabricó uno

O.c: Se dice que antes de morir hay que sacar un libro, pero hacerlo puede ser caro. En cambio, un fanzine es más accesible; podes imprimir una hoja y abrocharla, lo que lo convierte en un arte simple que se puede hacer en casa.

Pat:  Totalmente, para mí la potencia que tiene el fanzine es que, cuando lo ves, te das cuenta de que vos lo podés hacer, y eso es inspirador. Yo tengo 40 años en ferias; estuve en la primera feria de fanzines que hice dentro del Paracultural en 1986, fue la primera feria que organicé. Pienso que lo que fascina a tanta gente es que, cuando ves uno, inmediatamente pensás: «esto yo lo podría hacer». Además, un fanzine es como un mensaje tirado a alguien. Lo veo en las ferias: alguien te dice: «no, mira, este es mi fanzine, esto es lo que hago yo, soy de Mendoza, soy de tal lado». Esa conexión personal y la posibilidad de expresión que ofrece el fanzine son realmente poderosas.

O.c: también tenes más libertad de escribir lo que queres, podes decir cualquier cosa…

Pat: y de juego también, lo diseñas como queres, y estás ahí enganchada. Lo mismo con los que son digitales, pero para quienes les gusta lo manual, es muy potente.

Yo organizo en Buenos Aires una feria del libro Punki Derivades, con otros compañeros, un día es de fanzines y otro día de libros, viene gente de todo el país, y sigue siendo un espacio muy interesante donde generar charlas, presentaciones, es un mundo que me sigue fascinando.

O.c: Volviendo a Kumbia Queers, el año pasado sacaron el single Toco Madera.  ¿qué sigue este año más allá de los shows? ¿Tienen pensado sacar disco nuevo?

Pat: Sí, nosotros hace como dos años que sacamos temas sueltos, y ahora justamente lo que queremos hacer es sacar varios juntos, que tengan como un sentido, alguna pequeña historia que junte a las canciones. Este es el plan que tenemos para este año, que, en vez de ir largándolas por separado, juntarlas con el sentido que sabemos que tienen, y tal vez en formato de EP

O.c: ¿Van a tener las canciones que ya sacaron, o van a ser todas canciones nuevas?

Pat: No lo sé, puede que sí, por lo que estuvimos hablando, por lo que estamos haciendo, puede que sea todo nuevo, porque le queremos dar ahí un sentido en el que estamos tratando de transmitir cosas que sentimos en este momento, así que es muy posible que sea todo nuevo.