El 2022 desandará sus primeros pasos con un nuevo disco de Sig Ragga. Así lo confirmó a Otra Canción Ricardo “Pepo” Cortes en la previa a la visita de la banda que romperá un parate obligado en su relación con Córdoba, producto de la pandemia. Como casi todo en este mundo.
El próximo trabajo, que ya tiene nombre pero aún no se lo dice, aparecerá en el primer trimestre del próximo año y contará con unas nueve canciones de las que ya conocemos Presencias, publicada como adelanto en febrero de este 2021, Palos y balas y Desfile de Carrozas, los dos primeros temas que aparecieron en la segunda parte del 2020. Además, antes de fin de año, habrá otro adelanto con fecha a confirmar.
“El disco se fue construyendo muy de manera virtual, buscándole la vuelta como casi todo el mundo. Yo tengo un estudio en Santa Fe, mi hermano (Gustavo “Tavo” Cortes) tiene otro en Buenos Aires, en donde también vive Nicolás (González), el guitarrista. Entre los tres componemos las canciones y estábamos muy acostumbrados a juntarnos en el estudio, pero eso ya no se pudo hacer entonces empezaron a aparecer las llamadas, los archivos que se intercambian y una forma totalmente novedosa de trabajar”, describe el hombre que en los conciertos se hace cargo de la batería del cuarteto nacido hace más de dos décadas en la capital santafesina.
“Hubo momentos en los que yo pude viajar y grabar algunas baterías y después nos volvían a encerrar y retomábamos el camino de la virtualidad. Pero lo bueno es que no paramos nunca y eso nos permitió llegar a este momento con un disco casi terminado del que sólo falta ajustar algunos detalles para ya dejarlo listo”, señala a Otra Canción.
-¿Y por dónde va el disco? Si bien Sig Ragga nos tiene acostumbrados a un estilo que va por distintos lados, los tres adelantos que conocemos nos son muy diferentes entre sí.
-Es cierto, no tienen nada que ver una con la otra. Hay algunas que vienen más del palo del reggae fusionado con el funk, pero este disco guarda una conexión más cercana con los primeros trabajos de la banda en cuanto a la presencia de ritmos caribeños, y se completa con un estilo más cancionero. Como siempre, estamos haciendo lo que sentimos.
-Me surge la necesidad de preguntarte por tu rol en esa etapa creativa. Vos tocás la batería en vivo y, en el proceso en que los temas nacen…¿cuál es tu participación?
-Yo arranqué tocando teclados y siempre compuse. En vivo está el aporte más anclado en lo rítmico pero siempre participo en la definición del sonido y el trabajo sobre las. Eso me da una perspectiva diferente, yo sigo estudiando mucho y pongo mucha atención en lo rítmico y en la teoría musical. Creo que todo se va nutriendo, por ahí dicen que el baterista es el que más tiene que saber de ritmo en un grupo, pero yo disiento un poco con eso. Para mí, todos los músicos son percusionistas y tienen que saber de ritmo. Yo no te sabría definir mi participación, pero siempre aporto desde lo armónico y lo compositivo a la par de Tavo y Nico.
-Como todos los músicos, ustedes pudieron salir a tocar hace apenas unos meses. ¿Con qué se encontraron?
-Fue muy raro, como creo que fue para cualquier persona que retomó una actividad fuera del ámbito laboral. Salir de lo que vivimos fue muy fuerte, recién ahora empezamos a “volver” a la vida que teníamos antes y a sentirnos de un modo distinto. Es una situación excepcional en donde cada uno se va adaptando como puede. Nosotros tuvimos que reinventarnos totalmente durante la pandemia, hicimos cosas grabando como nunca lo habíamos hecho. Yo visto a la distancia, creo que nuestro refugio fue componer. Como no podíamos actuar, esa fue la manera que encontramos para mantenernos con vida y seguir trabajando. Por suerte, parece que eso está cambiando.
Sig Ragga se presenta el viernes 4 de noviembre a las 19.30 en Club Paraguay (Marcelo T de Alvear 651, 5000 Ciudad de Córdoba) Entradas aquí.