Séptima Luna: Diego Torres y Los nocheros dueños de la noche

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La séptima Luna cocoína fue el encuentro de hacedores de canciones, donde los nocheros mostraron su cuota más cercana al pop que al folclore tradicional, mientras Diego Torres le puso la cuota folklorica a su repertorio.

Paz martinez  el hacedor de canciones

Después de las 22:30, tras la tradicional arenga y el himno a Cosquín, el músico oriundo de Tucumán  hizo su primera aparición en Cosquín para ofrecer un recorrido por sus grandes clásicos, entre los que se encontraban «Amor Pirata». Es irónico recordar a Rodrigo y que el folklore cordobés sea considerado por muchos como cuarteto. Paz Martínez cumplió al hacerse presente en el festival, aunque en algunos momentos se notó la falta de ensayo y estuvo más cerca de formar parte de algo bizarro que de un festival como Cosquín.

Raúl  Barboza , la excelencia de la noche.

El músico oriundo de Buenos Aires aportó la dosis de excelencia de la noche, la misma que lo llevó a recorrer el mundo y llevar el chamamé a Europa. A sus 85 años, demostró que aún tiene mucho para ofrecer frente a una plaza que lo escuchó en momentos atentos pero también tímidos ante la propuesta de Raúl. Esta vez, subió al escenario Atahualpa Yupanqui acompañado de un guitarrista y un percusionista, demostrando que no se necesita un gran despliegue para hacer música conmovedora y llegar al público. Algunas de las canciones que sonaron fueron «Kilómetro 11″, «Que nadie sepa mi sufrir» y «Al trotecito«, entre otras.

Diego Torres y los nocheros dueños de la séptima luna

El hijo de Lolita Torres, Diego Torres, hizo su primera aparición en el Festival de Cosquín con un repertorio que incluyó clásicos de su carrera y algunas joyas del folclore. En una de las canciones, «Zamba para olvidarte«, invitó a cantar a Facundo Toro y a su hermano. Además, interpretó éxitos propios como «Penélope«, «Color esperanza» y «Leyes de la vida» junto a su sobrino. El público, al igual que en días anteriores, mostró interés y disposición para disfrutar de diferentes estilos musicales. Diego Torres se mostró agradecido por la invitación a Cosquín y saludó a cada persona que se acercó al escenario.

 

Por otro lado, Los Nocheros, otro grupo reconocido por sus clásicos, ofrecieron un espectáculo que no se diferenció mucho de presentaciones anteriores, a pesar de celebrar 30 años desde su consagración en Cosquín. Rubén Ehizaguirre, Mario y Álvaro Teruel subieron al escenario Atahualpa Yupanqui cerca de las dos de la mañana y presentaron un repertorio lleno de clásicos como «Roja boca«, «Señal de amor» y «Entre el cielo y la tierra«, entre otros. Cerraron con «El Humahuaqueño«, en una versión más cercana al rock que al carnavalito. Como era de esperar, hubo bises con «Tómame» y «Chacarera del Rancho«. A pesar de la ausencia de Kike Teruel, la banda se mantuvo sólida y la falta de una voz no se notó tanto gracias a la potencia de la banda. Sería interesante ver cómo se desenvuelven en un formato más tradicional.