Segunda Luna: Entre el entrenimiento y el legado

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En la segunda luna de Cosquín, se hizo presente con una menor cantidad de público en comparación al primer día, pero con una convocatoria interesante que se acercó a ver al Indio Lucio Rojas, Nahuel Penissi, Destino San Javier y Dúo Coplanacu como figuras principales.

EL Dúo Coplanacu, siempre necesario

Después de la tradicional arenga de Claudio Juárez diciendo «Aquí Cosquín», se presentó el ballet oficial. Los encargados de abrir la grilla propiamente dicha fueron El Dúo Coplanacu, conformado por Roberto Cantos Julio Paz. Ellos dieron inicio a una noche que prometía estar llena de zambas, chacareras y música cuyana. Si había un grupo que merecía abrir la noche en este día, sin duda eran ellos, subiendo al escenario para entonar clásicos como La Añoradora, Agitando Pañuelos, Corazón Santigueño, Las dos lunas, entre otros. Roberto y Julio volvieron a demostrar por qué son referentes de la música folclórica, dejando en claro la necesidad del encuentro entre el músico y su público. Ese encuentro que durante mucho tiempo supieron cultivar a través de las peñas en Cosquín y el comedor universitario en Córdoba capital. Pero sobre todo, destacaron la importancia del encuentro coscoíno, donde el festival es solo una parte, ya que Cosquín también está conformado por las muestras culturales, los poetas y las distintas actividades que rodean al festival.Celebramos que Dúo Coplanacu haya demostrado una vez más que no solo están comprometidos en llevar chacareras y zambas, sino también en realzar el calor de la cultura, tal como lo expresó Roberto Cantos: «Hace 39 años que venimos cantando nuestras cosas y tratamos de pensar profundamente nuestras cosas. Nuestra cultura, que tiene más de 200 años, es muy rica y diversa. No es una rama de la economía. La cultura no es una rama, es un árbol tremendo, generoso, que se nutre de nuestras vivencias y nos regala día a día esta forma de sentir, esta forma de identidad. Si se menosprecia la cultura, si se la desperdicia, vamos a andar como dice la canción de Peteco: ‘Sin rumbo y sin camino’». Terminaron su repertorio con «De la banda a Santiago».

Suna Rocha, la cantante que nunca debió haberse ido

La cantante Suna Rocha regresó a Cosquín después de varios años de ausencia, esta vez para celebrar sus 40 años de carrera. Su repertorio comenzó con la misma canción que hace cuarenta años, Grito santiagueño, seguido por el huayno «Solo luz» y ambas del siempre necesario Raúl Carnota. Continuó con «Coplas de chacareras». Tal vez la sorpresa del repertorio fue Himno del inmigrante» y Aleluya de Leonard Cohen (en una versión en español), saliendo de los estilos tradicionales del folclore. Celebramos la propuesta presentada por Suna Rocha, aunque solo unos pocos se animaron a aplaudir, mientras otros miraban indiferentes, comían o charlaban.

Dúo Ñapinda revalorizando el folclore vocal

Los ganadores del Pre Cosquín en la categoría dúo vocal, Dúo Ñapinda, estuvieron presentes demostrando que es necesario mantener ciertos formatos como los grupos vocales, que alguna vez formaron parte de las grillas centrales de los festivales. La lista de canciones fue un recorrido por diferentes compositores de nuestra música popular, como «Sencillo y de alpargatas» de Omar Palacios, despidiéndose con «La tristesita» al estilo Ñapinda. Aunque pocas veces sucede con los grupos vocales, el público se puso de pie y pidió otra canción, aunque tal vez por cuestiones de tiempo la organización no se la concedió

La Poesía Nuevamente Presente

Como en la primera noche y en cada una de las que vendrán, un poeta se subirá al escenario para recitar algunos de sus poemas. En la segunda luna, fue León Vargas quien lo hizo con una poesía dedicada a la madera, aquella con la que se hacen el leño, el plato, el techo y tal vez el instrumento más amado por un folclorista junto al bombo, la guitarra, entre otras cosas.

Yamila Cafrune siempre manteniendo el legado

A las 23:30, Yamila Cafrune pisó el escenario con tres guitarristas, un bombo y un bandoneón. La hija de Cafrune interpretó algunas de las canciones clásicas que despertaron, en momentos, las
palmas del público. Yamila es sin duda una de las cantoras que mantiene constantemente el legado de Cafrune, Atahualpa y tantos otros compositores.
Pero también se encarga de que ese legado siga coexistiendo en sus familias, por eso invitó a Malena, hija de Tamara Castro, a interpretar una zamba inédita escrita por Hugo Casas llamada Zamba para Tamara, para luego cerrar su participación con una chamarrita entonada por ambas llamada Guitarra de Patria Grande.

Algarroba.com y Marina Cornejo hicieron lo suyo

Algarroba.com y Mariana Cornejo estuvieron presentes para que, en el caso de los primeros, pongan cuecas, tonadas y gatos cuyanos en la segunda noche coscoína. Mientras que Mariana Cornejo llegó con un puñado de canciones bien salteñas y con un repertorio que podría haber estado más acorde a la noche del Chaqueño que a la que se vivió en la segunda luna coscoína.

Los principales Nahuel Pennisi, Destino San Javier y Indio Lucio Rojas

Pasada la medianoche, Nahuel Pennisi, uno de los músicos más elogiados de los últimos tiempos, llegó al escenario al ritmo de tinku para comenzar su repertorio con Mundo y La Apuesta, para luego dar paso a la chacarera La olvidada, entre otras. Nahuel es una muestra del potencial que tiene nuestro cancionero popular, aunque hay que aceptar que su propuesta actual poco se asemeja a aquella en la que subió por primera vez con su guitarra para interpretar canciones más trovadoras como Ojalá o Oración de Remanso, dos clásicos que Nahuel supo hacer con gran calidad.

Por su lado, Destino San Javier volvió a la plaza para entretener al público, sin ninguna novedad. Los hijos de los históricos Trío San Javier trajeron una propuesta que parece tener como única
intención entretener con una fórmula preestablecida y que se sabe que la gente va a bailar.

La gran figura de la noche fue Indio Lucio Rojas, quien trajo un puñado de chacareras «de campo adentro», como le gusta decir a él. Pero tampoco faltaron tinkus, zambas y algunas canciones
más cercanas a lo latino que al folclore nacional. Rojas demostró una vez más de dónde viene y que tiene barro en los pies. Por eso, sus canciones entretienen pero también tienen un contenido donde muchas veces se ve reflejado su amor por Salta y el Chaco salteño. Promediando la mitad del show, invitó a Erick Claros, cantor del Chaco boliviano, y a Efraín Colombo.