Colo Vasconcellos: La música es un arte que nos conecta y nos incomoda

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El grupo salteño Ahyre, conformado por Juan José Vasconcellos, Hernando Mónico, Federico Maldonado y Sebastián Giménez, continúa su recorrido por los diferentes festivales del país. Uno de los eventos más destacados será su participación en la 64° edición del Festival Nacional de Folklore de Cosquín, que se llevará a cabo el martes 23.

La participación en estos festivales llega después de un año movido para el grupo, marcado por el lanzamiento de su segundo álbum de estudio, «Eco». El proceso de grabación de este disco comenzó en marzo de 2021 y fue lanzado en plataformas digitales el 21 de septiembre de 2023. La producción estuvo a cargo de Sebastián Choque y Juan José «Colo» Vasconcellos.

El álbum cuenta con diez canciones, en su mayoría compuestas por José «Colo» Vasconcellos. Sin embargo, en tres de ellas, comparte la autoría con Emiliano Livelli, Ana Carbajal y su padre José Adolfo «El Puma» Vasconcellos. Cabe destacar que la única canción que no lleva su firma es «S@y@», escrita por Mónico y Giménez.

La temática de «Eco» surge a partir de un viaje que realizó Colo Vasconcellos a Perú junto a su compañera, donde se impregnó de la cosmovisión andina que luego se reflejó en el disco. A través de la música, Ahyre busca transmitir la importancia de la naturaleza y la necesidad de reflexionar sobre el momento que vivimos, desde esa perspectiva andina.

A pocos días de presentarse en Cosquín Colo Vasoncello nos cuenta sobre la gestación de Eco y la presentación en Cosquín

Otra Canción:Me interesa saber cómo están armando el show de Cosquín, teniendo en cuenta que en los festivales el tiempo es limitado y es necesario tocar tanto los clásicos como las canciones de Eco, su nuevo disco.

Colo Vasconcello: Sí, todo eso converge en 40 minutos, a veces una hora, una hora y media, e incluso menos, en un tiempo en el que intentamos ser lo más precisos posible. Creo que en ese aspecto tenemos algunas prioridades, y a la hora de elegir el repertorio, nuestras canciones son la prioridad. Son ese lugar imaginario, ese lugar artístico en el que nos sentimos más cómodos. Son las canciones que hemos estado escribiendo durante mucho tiempo y, por lo tanto, son las que más nos identifican. Aunque también nos identifica la música de nuestros referentes. Siempre cito una frase del maestro Ernesto Sábato, él decía: «No soy lo que escribo, soy lo que leo». Y creo que en cierto sentido, nos pasa algo similar con la música.
Sin embargo, creemos que hoy en día es el momento adecuado para alimentar una corriente compositiva dentro del folclore que parece estar un poco dormida, como mencionas. La gente pide clásicos o los artistas proponen clásicos directamente sin que la gente los pida. Y eso es todo un desafío. Entendemos el riesgo que conlleva abordar un repertorio en el que, al menos en nuestro caso, el 90% de las canciones son nuevas. Aun así, incluimos algún que otro clásico porque obviamente nos identifica mucho y también nos encanta hacerlo.

O.C: Aclaro por las dudas que cuando me refería a clásicos, me refiero siempre a clásicos de ustedes, tanto de los primeros discos como Ahyre como de los Huayra.

C.V: Es bueno aclararlo. Por un lado, creo que a nosotros nos cuesta pensar en nuestro repertorio, por más antiguo que sea, como algo que se convierte en clásico. De alguna manera, sentimos que estamos en un constante punto de partida, desde los Huayra, desde Ahyre y desde antes incluso.
Es como si el camino, hasta ahora, lo sintiéramos como un viaje de ida. Y en cuanto al repertorio que viene cronológicamente desde antes, desde la etapa anterior, como «La Noche Sin Ti», «Si Se Va», «Adiós Que Te Vaya Bien», son canciones que responden y son muy orgánicas a la mirada artística que tenemos hoy en día también. De repente, si pones «La Noche Sin Ti» al lado de «La Luna» o al lado de «Tan Lejos», que son canciones nuevas de Eco, la percepción, al menos para nosotros, es que todas vienen del mismo lugar. En ese sentido, tenemos esa tranquilidad.

Cantamos canciones que, aunque ya tengan un tiempo de rodaje, siguen siendo canciones en las que nos encontramos. «Si Te Vas» es una canción que escribí con mi padre hace casi 20 años, «La Noche Sin Ti» la escribimos con El Poni en 2007, y son canciones que, desde nuestra perspectiva musical, todavía tienen mucho por decir y siguen siendo relevantes en nuestras percepciones.

O.C: De todos modos han vuelto a traer en algunos clásicos de otros. Han homenajeado a la música argentina. Traer de alguna forma viejos compositores, intérpretes es mantener viva un poco la llama…

C.V: Sin lugar a dudas, y no tengo la menor duda de que lo seguiremos haciendo hasta el final de nuestros días. Nosotros, que venimos de Salta, tenemos muchas referencias y estamos orgullosos de ello.

O.C: Recién hablabas de un volver a empezar, y encuentro en Eco que la novedad está más en la parte instrumental y no tanto en el juego de voces que ya lo tienen aceitado. Para decirlo de alguna manera, pareciera que buscaron más la novedad en lo sonoro y no tanto en las voces.

C.V: Exactamente, Eco es un disco que también pertenece a esta etapa que estamos atravesando. Una etapa en la que el primer disco tenía mucho que ver con una transición de la etapa anterior a esta. De hecho, en el primer disco volvimos a grabar «La Noche Sin Ti» y «Si Te Vas», porque entendíamos que era un disco de transición en el que podíamos comenzar a diseñar este nuevo sonido que hoy se llama Ahyre. Y en el segundo disco nos dimos la oportunidad de liberar todas nuestras inquietudes artísticas sin ningún tipo de restricción o condicionamiento.

Eco consiste en muchos viajes internos de cada uno de los miembros de la banda, y tiene mucho que ver con la cultura de Latinoamérica. Y cuando comienzas a explorar el mapa de los sonidos, te das cuenta de lo importante que es la parte instrumental para poder acompañar la parte vocal, que como mencionaste, nosotros hemos priorizado en los últimos tiempos. Pero también entendemos que funcionamos como una banda en la que la percusión de Guido Bertini es muy importante, la forma en que tocamos nuestros instrumentos, El Pony en el bajo, la guitarra, los teclados. Tenemos una impronta que también revela nuestras otras influencias a lo largo de los años

O.C: ¿Cómo te llevas con las críticas buenas y, sobre todo, las malas? Pensando que, por ejemplo, «Ladran Sancho» es un tema donde juegan mucho con la electrónica y puede no ser bien recibido por seguidores del folclore más tradicional. Puede haber comentarios en redes sociales diciendo que esto no es folclore. Aunque, como decía Carnota, el folclore es todo lo que surge de la tierra y las costumbres…

C.V: Estoy de acuerdo con Carnota. Nosotros, de hecho, vamos más allá. Lo que hace Ahyre es música que se desprende de la fibra compositiva, de las letras, de los ritmos e incluso de los instrumentos, y deja en claro que proviene del folclore. Sin embargo, sentimos la necesidad imperiosa de desarrollar nuestras inquietudes musicales a través de otros sonidos e instrumentos. Y en particular, en este disco, «Eco», nos hemos propuesto demostrarnos a nosotros mismos lo similares que son todos los folclores del mundo. La música del mundo tiene muchas similitudes entre sí.

Tenemos una Chacarera que hemos grabado con Sole, llamada «Árbol», cuya introducción está grabada con un violín ejecutado por Adrián Rengifo, un violinista que tiene un gran conocimiento del sonido chaqueño, ya que es de esa región, y con una flauta celta tocada por Franco Abán, donde podemos encontrar una unión que nos lleva a la música celta. Lo mismo ocurre en la canción «Eco», que tiene ciertos coqueteos con lo árabe, y así vamos desentrañando un mapa musical que tiene que ver con lo andino, no solo en su sonido, sino también en su filosofía.

Hablando más específicamente sobre tu pregunta, cada persona tiene el derecho de elegir su tipo de folclore. Nos encanta escuchar las grabaciones de Eduardo Falú, donde él solo con su guitarra hacía maravillas. Hay muchos músicos que han sido muy importantes para nosotros en términos de influencia, pero también hay quienes tienen la inquietud de explorar un poco más la música, y creemos que todas las propuestas son válidas y nos enriquecen. Afortunadamente, hace tiempo dejamos de preocuparnos por el qué dirán. Es muy importante para nosotros poder ser honestos con nosotros mismos.

O.C: Son cuna del folclore junto con Santiago…

C.V: Efectivamente, Salta y Santiago del Estero son cunas del folclore argentino. Creo que esa influencia siempre estará presente en la mirada musical de Ahyre. Sin embargo, también sentimos la necesidad de decir cosas, componer canciones y hacer un aporte. Si no lo hacemos, todos terminamos tocando las mismas diez canciones que se repiten una y otra vez en una noche. Es importante proteger las raíces del folclore y alimentarlo con nuevas canciones y nuevos referentes.

Es genial ver cómo están surgiendo nuevos referentes en la música folclórica, como Maggie Cullen, Nahuel Pennisi, Efraín Colombo y muchos otros. Ellos continúan esta causa y aportan nuevas propuestas. Por supuesto, esto es subjetivo y respetamos a quienes no lo ven de la misma manera. Es importante ser honestos con uno mismo y elegir lo que realmente queremos.

Cuando éramos jóvenes, salimos a la ruta y al escenario sin siquiera preguntarnos qué queríamos o qué esperábamos. Creo que para que el género del folclore siga siendo relevante y fuerte, debemos dar espacio a las nuevas propuestas, a las nuevas corrientes compositivas y a los nuevos referentes. Hay un proceso de madurez que lleva décadas, y es importante caminar y comprender esto poco a poco.

El folclore, al igual que el tango, son géneros que te esperan y te encuentran en el camino, cuando ya tienes cierta madurez y puedes encontrar en una canción los recuerdos de tus padres, de tu pueblo natal, de tu infancia. Hoy en día, todo eso ha cambiado, los niños ya no juegan con bolitas en el patio de tierra, ahora tienen un celular en la mano. Pero creo que es importante no dejar de ver esa veta artística y compositiva que puede renovar estos géneros.

En los años 80, el folclore no tenía la fuerza emergente que tuvo en los años 90, cuando surgieron artistas como la familia Carabajal, Los Nocheros y Soledad. El folclore tomó un impulso que no había tenido antes, ya que solía ser considerado algo de los mayores. Sería genial que si aparece un artista que le dé un giro a esto, todos podamos celebrarlo, porque eso significa que el folclore sigue existiendo.

En Estados Unidos, el género del country también ha experimentado cambios. Cuando Shania Twain apareció en los años 90 con un enfoque más moderno, el country se vio afectado. Hoy en día, hay artistas como Lil Nas, que llevan el country a extremos más urbanos. Aunque en el folclore argentino no hemos llegado a esos extremos, somos mucho más artesanales en nuestra música, lo cual encuentro hermoso.

O.C: Es una generó al que de alguna forma uno intenta ponerla su impronta desde lo pop, el romanticismo…

C.V: Creo que hay artistas que buscan poner su impronta en el folclore desde diferentes géneros y estilos, ya sea desde el pop, el romanticismo, el rock o lo electrónico. A lo largo de los años, ha habido propuestas que han explorado la fusión del folclore con lo nuevo, como Nación Ekeko y Tonolec, por ejemplo. Cada artista tiene su propia mirada y enfoque.

En estas nuevas generaciones también han surgido referentes como Lázaro Caballero, quienes están más familiarizados con la tradición y buscan mantenerla viva. Creo que tenemos un poco de todo, una mezcla de diferentes enfoques y visiones en el folclore actual.

O.C: Recién nombrabas a la Sole que está en la canción Árbol. Una canción que dice “Sembrar semillas del árbol de la conciencia”. En los tiempos que vivimos que tan importante es la crear conciencia desde la labor del músico y compositor.

C.V: En estos tiempos, es crucial que los músicos y compositores se dediquen a crear conciencia a través de su labor. La conciencia debería ser el eje central en el que nos enfoquemos. Actualmente, hay muchos factores que atraen a la sociedad, como el poder económico, político y mediático. Parece que todos vamos como ovejas hacia un corral, con nuestro criterio limitado. Por eso, la conciencia es algo tremendamente necesario en todos los ámbitos.

A nivel personal, es importante poder mirar hacia adentro en lugar de buscar soluciones fuera de nosotros mismos. Muchas veces, depositamos nuestra fe en instituciones externas y buscamos la solución a nuestros problemas en los demás. Creo que es fundamental acercarnos a diferentes niveles de conciencia.

Desde el ámbito de la música, las canciones son una fuente para abrir esa conciencia. «Árbol» tiene un estribillo que invita a comprender que hay algo más allá de los medios y los celulares. Es muy importante poder mirar hacia adentro. El disco «Eco» tiene como intención principal despertar esa conciencia y ayudarnos a conectarnos mejor como seres humanos. Canciones como «Las Ideas» también abordan este tema, instando a mover nuestras ideas y pensamientos para lograr cercanía y romper la polarización que se vive en la sociedad, no solo en nuestro país, sino a nivel mundial.

El poder de la música: reflexiones que se desatan mientras bailamos

O.C: Después de lo sucedido en Jesús María con Peteco, muchos dicen que los músicos solo deberían dedicarse a cantar y no hacer política. Sin embargo, al momento de hablar sobre un tema o no hablar sobre él, al momento de cantar cualquier cosa, el músico está haciendo política, aunque sea de manera no partidaria. La música no es solo un pasatiempo para quienes la escuchan, y el músico, a través de sus canciones, de alguna manera está transmitiendo un mensaje, ya sea sobre el amor, el pueblo o temas sociales.

C.V: Yo creo que hay personas que ven la música como un objeto de entretenimiento, pero para nosotros, la música es tratada como una deidad. Cuando hablamos de conciencia, de encuentro, hablamos de la cultura en general, del teatro, el cine, el libro, la pintura y la música. El arte está ahí para acompañarnos, pero también para incomodarnos a través de frases y melodías, y para mostrarnos las realidades que muchas veces no queremos ver en nuestra sociedad.

Vivimos en un tiempo en el que, a pesar de tener más comunicación, estamos menos conectados entre nosotros. Por eso, la música viene a tender puentes. Para nosotros, la música es más que solo entretenimiento. Por supuesto, es hermoso bailar una chacarera y disfrutar de la música de esa manera, y no creo que nadie esté en desacuerdo con eso, especialmente aquellos que transitamos el universo del folclore. Pero también creo que es muy importante que la música sea un elemento de conexión y no solo de entretenimiento.

La música y la cultura que tenemos en nuestro país son un patrimonio enorme que no debe ser descuidado. Y en ese sentido, vivimos la música de esa manera.

O.C: Recién me hablabas de que a todos les dan ganas de bailar una chacarera. Una canción te puede invitar a bailar y reflexionar mientras bailas. Se me vienen a la cabeza las canciones de virus que son re bailables y sin embargo las letras son profundas. Lo mismo con algunas de la Mona en el cuarteto. Es medio arcaico pensar que solamente sirve para bailar

C.V: Estoy totalmente de acuerdo. La alegría que transmite una canción no se limita a su superficie. Hay canciones que, a través de su ritmo, transmiten una realidad profunda y auténtica. Un ejemplo de esto son las canciones de Pablo Lescano, que considero muy artísticas. Él, hablando del género de la cumbia, es un verdadero pintor, un artista. A través de sus canciones, puede describir la vida en el barrio y transmitir esa experiencia. El folclore también tiene esa capacidad. No olvidemos que décadas atrás, los referentes del folclore escribían canciones que hablaban del vino, como las de Horacio Guaraní, pero también abordaban temas como la injusticia y la opresión en canciones como «Si se calla el cantor», «Estamos prisioneros» o «El caballo que no galopa».

Nadie está diciendo que la música deba ser algo pomposo en donde nadie pueda divertirse. Todo lo contrario. La música nos brinda todas las emociones posibles: alegría, tristeza, llanto y risa. Creo que así es como se debe vivir la música, abrazando todas estas emociones.

O.C: Otra canción que me llamó la atención es Cusco. Tiene una introducción de voces ancestrales y si no me equivoco nació en tu viaje a Perú

C.V: Así es, Cusco fue realmente el punto de partida de todo el proceso de Eco. La melodía de Cusco nació durante mi primer viaje a Perú y regresé con esa melodía en mi cabeza. Durante mucho tiempo no pude encontrarle una letra hasta mi segundo viaje a Perú. Fue durante ese viaje que conocí a personas maravillosas en las montañas del Valle Sagrado, quienes nos guiaron en caminatas y excursiones. Tuve la oportunidad de pedirles algunas palabras en quechua y ellos accedieron encantados.

A partir de ahí, comenzó un viaje que se relaciona con la cosmovisión andina. Cusco fue la canción que nos llevó a componer otras canciones como «Tan Lejos», «Eco» y muchas más. No es casualidad que cuando hablamos de conciencia, la cosmovisión andina esté presente. Los ancestros que poblaron estas tierras tenían un contacto estrecho con la naturaleza, lo que les brindaba una conciencia clara

O.C: Recién me hablabas de la cosmovisión andina y la naturaleza que es algo que está presente en todo el disco. De algún modo invita crear conciencia sobre la tierra.

C.V: Si, queremos utilizar este disco para crear conciencia sobre la importancia de cuidar la tierra. Estas canciones surgieron de manera espontánea y reflejan lo que la gente piensa en cierta medida. Es como una bola de nieve, donde la primera canción despertó ciertas miradas y nos hizo tomar conciencia de que esta canción vino a mostrarnos algo como banda. A partir de ahí, comenzamos a comprender la importancia del papel de la naturaleza. Creo que no solo el disco «Eco», sino también nuestra propuesta musical en general, tiene como objetivo colaborar desde la música para hacer del mundo un lugar mejor para vivir. Queremos transmitir ese mensaje de cuidado y respeto por la tierra a través de nuestra música

O.C: En Rio también participan los Tekis, pero también participa Pitín Salazar miembro de las voces de Orán.

C.V: Exactamente, uno de los fundadores de las voces de Orán.

O.C: ¿qué tan importante es traer estos artistas de nuevo a que por ahí gracias a esta canción lo conozca un público joven?

C.V: Traer a estos artistas de nuevo y darlos a conocer a un público joven es de suma importancia para nosotros. Les debemos todo el aprendizaje que hemos adquirido a lo largo de nuestro camino, a nuestros valores, a los discos que grabaron y a las poesías que escribieron. Si bien buscamos nuevos sonidos, todo eso se basa en la información que hemos heredado de nuestros mayores, nuestros padres y abuelos.

En el caso de Pitín, en Salta, ha habido muchos grupos y sus integrantes, aunque muchos de ellos ya no estén activos, siguen siendo parte de la comunidad musical. Es una alegría encontrarnos con músicos como Tono Vaca de Los de Salta. Durante mucho tiempo nos hemos encontrado con Polo, con Juan Carlos, y es hermoso poder rendirles homenaje y hacerles saber que su obra ha llegado hasta nosotros en Ahyre. Compartir con ellos como muestra de agradecimiento y admiración es algo que nos supera.

Ahora, en cuanto a «Silencio», es cierto que la escribí junto a mi padre. Es una zamba que considero una de las más hermosas del disco. Fue un proceso muy especial y emotivo poder crear esa canción junto a él.

O.C: También está la zamba Silencio, escrita junto a tu papá…

C.V: Silencio es una zamba que también busca rendir homenaje a las antiguas zambas. Siempre hemos tenido interés en la armonía musical, en la armonía instrumental, pero en esta canción nos propusimos, especialmente en la melodía, encontrar algo que jugara como lo hubiera hecho Atahualpa. Tomamos como referencia muchas zambas y, a la hora de abordar la letra, también nos inspiramos en esa nostalgia de las zambas que nos han provocado y nos han acompañado hasta el día de hoy. Creo que esta canción ha tenido un tratamiento único desde el principio en cuanto a la grabación de las guitarras, las voces y el criterio de mezcla, para lograr que las voces suenen vintage de alguna manera.
A partir de ahí, buscamos todas las vestiduras adecuadas para que coexistan los dos universos: el clásico y antiguo que buscamos en las viejas zambas, y también lo actualizado con los elementos de hoy en día. Hay muchas otras cosas en la canción que rompen la estructura tradicional, pero siempre manteniendo un sonido telúrico buscado

O.C: Con cierto respeto al sonido original, de alguna manera.

C.V: Sí, hemos buscado respetar la esencia original de la zamba. Ha habido canciones que han sido muy importantes para inspirarnos en la composición de «Silencio». Siempre hay canciones que, a través de sus sonidos, te transportan a algo relacionado con la tierra, los caminos de tierra y los cerros. Todas esas variables han sido la fuente de inspiración para llegar a «Silencio».

O.C: Van a estar representando a la Argentina en el festival de Viñas del Mar con la canción Luna. Me imagino que debe tener un gran significado esa canción y ese escenario

C.V: Sin duda representa mucho para nosotros. En primer lugar, el hecho de representar a nuestro país en el festival de Viña del Mar es un gran honor. Y además, lo haremos con una canción que hemos compuesto nosotros, lo cual es un orgullo aún mayor. Como mencionamos en algunas de nuestras conversaciones, sentimos que estamos en un camino de aprendizaje constante. Cada situación y cada escenario que se nos presenta en el camino nos brindan una oportunidad de aprendizaje y nos muestran algo nuevo. Estamos emocionados y con muchas ganas de aprovechar esta experiencia al máximo.

O.C: Para terminar… ¿Qué nos puede adelantar el show de Cosquín y como viene el año?

C.V: Para festivales como Cosquín y Jesús María, siempre preparamos presentaciones especiales. Estos festivales tienen una historia y una energía única en cada uno de sus escenarios, al igual que la Serenata. Son lugares especiales para nosotros, por lo que tratamos de ser lo más precisos posible en cuanto al repertorio. Hoy en día, tenemos nuestro último disco, «Eco», para presentar, así como otras canciones que hemos estado interpretando durante mucho tiempo. La idea es que todo este repertorio converja durante el tiempo que dura el show.