En el inmenso mundo de la música popular argentina, el piano ha sido muchas veces protagonista de innumerables diálogos entre músicos, pero sin duda uno de los más históricos fue el que establecieron Lito Vitale y Manolo Juárez en A Dos Pianos. Este disco, publicado en 1983, es el resultado de una conversación entre dos generaciones, dos estilos y dos formas de entender la música.
La música argentina en transformación
El lanzamiento de A Dos Pianos se enmarca en un momento clave para la música argentina. Tras la restauración democrática en 1983, el país vivía un renacimiento cultural en el que muchos artistas comenzaron a rescatar elementos de la identidad musical argentina desde una perspectiva renovada, integrando géneros como el jazz, pero sin perder la esencia del folclore.
Para el momento de la salida del disco, Manolo Juárez ya era considerado por muchos como un maestro del piano y uno de los compositores más prestigiosos de Argentina. Mientras tanto, Lito Vitale venía de uno de los grupos creativos más innovadores de esos años: el grupo MIA, donde convivían el rock progresivo y el folclore.
En este contexto, A Dos Pianos no es solo un disco: representa la transmisión de conocimiento entre estos dos grandes pianistas y la evolución de la música argentina. Juárez, por su lado, aporta su profundidad melódica y su sensibilidad, mientras que Vitale imprime frescura, energía y esa necesidad de explorar más allá del folclore.

El repertorio: explorando los matices del piano
Desde los primeros acordes, el álbum despliega un abanico de sonoridades que viajan entre la tradición del folclore y la sofisticación del jazz y la música académica. Entre las piezas incluidas, destacan Manuelita, Chacarera sin segunda y Criollita santiagueña cada una reflejando la capacidad de los intérpretes para construir atmósferas profundas e íntimas.
El legado de A Dos Pianos
Podríamos resumir A Dos Pianos como una conversación que se extiende más allá de las teclas, proponiendo una reflexión sobre la tradición y la innovación, el legado y la vanguardia. Este álbum nos recuerda el valor de la escucha atenta y la construcción colectiva del arte.
Con el paso de los años, A Dos Pianos se ha mantenido como una referencia dentro de la música instrumental argentina. Inspiró a nuevas generaciones de pianistas y abrió camino para que otros artistas exploraran el formato del dúo pianístico en distintos géneros. Además, consolidó a Juárez como una figura imprescindible en la enseñanza y a Vitale como un músico que siempre buscó tender puentes entre estilos y épocas.
En definitiva, este trabajo es más que un álbum: es un testimonio de la riqueza expresiva del piano y un símbolo de la continuidad del arte en diálogo.