Las Diferencias llegan a Córdoba para repasar las canciones de «Al borde del filo», repasar su repertorio de discos anteriores y conmemorar algunas de las piezas fundacionales del Rock Argentino.
A través de canciones que cruzan el sonido más puro del hard rock clásico con guiños al desarrollo musical de mediados del siglo pasado y con la originalidad expresiva, Las Diferencias aparecen como una de las últimas grandes novedades musicales de la Argentina que celebran críticos y escuchas atentos. A meses de haber lanzado su último disco, «Al borde del filo», el trío nacido en el oeste bonaerense llegará a Córdoba el próximo sábado 22 de Abril para presentarse en Refugio Guernica como uno de los invitados de lujo de los Pieles que presentarán oficialmente «Última Ciudad De Tierra». Antes de la llegada a nuestra ciudad, Otra Canción tuvo un mano a mano con Andrés Robledo, a cargo de la voz, las guitarras y los teclados de Las Diferencias.
Otra Canción: Llegan a Córdoba a meses de haber lanzado su último disco, ¿Con qué nos vamos a encontrar los cordobeses? ¿Cómo vienen siendo sus conciertos?
Andres Robledo: «Al borde del filo» salió en octubre del 2016. En ese momento estábamos con todo el entusiasmo por salir a presentar las canciones nuevas. Hoy, esas canciones están más asentadas y ya tenemos mas libertad para tocarlas. El 22 de abril en Refugio Guernica vamos a seguir presentando las canciones del nuevo disco y habrá algunas sorpresas relacionadas con los tiempos del primer Rock Argentino. Nuestras fechas vienen siendo variadas, estamos tocando en escenarios mas reconocidos y también estamos organizando en Buenos Aires nuestro propio ciclo que llamamos «Que suerte ser diferente» titulado como un giño a Carca (N.R: «Qué suerte ser diferente es un tema que Carca grabó en su disco del 2003, «Divino»). Las ultimas fechas propias, más la presentación de «Al borde del filo» hicieron que estemos más conectados, cara a cara, con aquellos pibes y aquellas pibas que escuchan y vienen a ver Las Diferencias.
O.C: “Morder el polvo” el tema que da comienzo al disco parece una foto apocalíptica del presente argentino de los últimos tres o cuatro años. O al menos una foto interior de lo que parece un sentimiento generalizado de que, de una forma u otra, todo se va al carajo. Por ese lado también van otras canciones. ¿Qué tan oscuras ven las cosas?
A.R: Hoy en día la vemos oscurísima, en varios sentidos. En cuanto a como esta nuestro país por un lado, y por otro, como se mueve la música en Argentina. Vos hacés una interpretación de la canción. Te puedo decir que habla, mas que nada, de la muerte que es un tema que se toca a lo largo de varias canciones del disco. El mensaje de la canción es que si todo se va al carajo hay que ponerle el pecho y enfrentarlo.
O.C: Con respecto a la música argentina…¿En qué aspectos del presente ven esa oscuridad?
A.R: En este momento sentimos que tiene que haber un recambio generacional en el Rock Argentino. Hay que saber interpretar y valorar el pasado pero mirando adelante. Siento que hay un montón de bandas y propuestas musicales que necesitan ser valoradas y quizás no están viendo la luz como deberían, también tienen que ver con quienes tienen la función de divulgar y promocionar la música, es importante que los sonidos que hoy en día están vigentes sean mas escuchados.
O.C: ¿Hay alternativa a eso? En algún momento se pensó que la quietud, la repetición y el apego a las formulas del mercado se solucionaban con la independencia. Con el desarrollo de los últimos años ¿Eso ya pasó o todavía hay expectativas en torno a lo mismo?
A.R: Tiene que ver con lo que mencionaba antes. Hoy la música no funciona como antaño, son completamente diferentes las formas de promocionar. Creo que la música que tiene un fin artístico se esta haciendo escuchar de forna independiente. Lo que nos importa es hacernos escuchar y tener un mensaje claro y contundente. La música nos lleva a donde nos tenga que llevar.
O.C: En un disco que a grandes rasgos parece un trabajo rabioso hay un lugar para temas como “Imaginación”, “El futuro”, “La llama” o “Misterio” en donde hay una vuelta que, en algún punto roza al pop fogonero. ¿Cómo fue laburar sobre esos climas y la decisión de exponer esos matices? Antes «lo rabioso» parecía más abarcativo, por decirlo de algún modo.
A.R: Siempre nos gustaron las baladas y las canciones lentas. Siempre fue parte de los que somos y lo que nos interesa en la música. En nuestro primer disco estaban pero encaradas desde otro lugar. En «Al borde del filo» las baladas tienen otra intención, sentimos que están logradísimas. Hay historias que no las podes cantar desde un lado agresivo musicalmente. Nos encanta tocar fuerte pero por igual tocar lento y despacio. En las baladas del disco pudimos lograr una musicalidad que no teníamos. Se trata de expresar mejor las ideas que tenemos de la musica.
O.C: ¿Quién es Nathalia Cabrera? La voz femenina de “La llama”, no la conocía.
A.R: Nathalia es la voz femenina en «La Llama», siempre tuvo la mejor predisposición cuando le propusimos hacer un dueto. Estábamos calientes con esa idea de dueto como los de los 50´s. Nos gusta el contraste de las voces de hombre y mujer, creo que hizo una buena interpretación en el disco y dejamos en una grabación una canción como nunca antes grabamos ni grabaremos con Las Diferencias. Nathalia toca el bajo con Francisca y Los Exploradores y con Aleli Cheval.
O.C: Me quedo en ese tema y en el inmediatamente posterior “Sólo nos queda el azar” ¿Cuánto hay de esa seducción lúdica en la vida de la banda? Ustedes mismos han dicho que gran parte de su trabajo surge de las improvisaciones y de esa forma libre de dar rienda suelta a la creatividad conjunta.
A.R: Hay que dejarse llevar por todo y tratar de ser equilibrado. No podemos dejar librado al azar cada composición de la banda, llega un momento donde hay que poner un sentido. Los primeras chispas las dejamos libradas a la improvisación y otras veces tenemos muy en claro como afrontar una canción.
Nos interesa mucho dejar la improvisación cuando tocamos en vivo. Es nuestra forma de hacer que ese momento sea único, de no tocar los mismo cada fin de semana y tratar de que en base a la espontaneidad salga algo que nos sorprenda, a veces se da y otra no.
O.C: Hay una presencia más marcada de los teclados en este disco. Una presencia atmosférica diría que juega aún más con esa comparación retrospectiva que todos les señalan como rasgo distintivo. ¿Les jode eso o portan con orgullo esa exposición de sus influencias?
A.R: Nosotros hacemos lo que sabemos. Estamos haciendo música con herramientas con las que generaciones anteriores de roqueros han usado y gastado. Nuestro objetivo es tratar, en lo posible, de hacer algo nuevo y fresco. Es como en el folclore, contar la misma historia una y otra vez pero dando la vuelta de tuerca.
O.C: Ustedes mismos han definido a este último disco como “el más fiel” al sonido de la banda. Uno entiende que un disco es una foto, un momento, que uno entiende de esa manera bien atada a la realidad. Un tiempo después…¿Todavía lo creen?
A.R: Si, por lo menos hasta ahora. Cada vez que escuchamos el disco nos hace sentir orgullosos. Es tal cual una foto. Hay que salir lo mejor posible en ese momento, esta lleno de imperfecciones pero eso es un poco la magia.