Mono Izarrualde: «La música criolla, me ganó el corazón»

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La Jam de folclore presenta su segunda fecha del 2017 junto al Mono Izarrualde. 

La tradicional banda de Jam de Folclore integrada por Diego Bravo, Julián Beaulieu, José Gómez y Chelko Pajón presenta la segunda fecha del año  en la que tendrá como invitado al instrumentista Rúben «Mono» Izarrualde, ex integrante de MPA, La Manija, Anacrusa y actualmente uno de los pilares de la Orquesta Popular del Chango. Además también compartió escenario y trabajos con referentes del rock nacional como Miguel Abuelo o Miguel Cantilo. En el marco de su presentación en la Jam, aprovechamos y charlamos con el Mono Izarrualde sobre música, cultura y algunas otras cosas..

O.C: El ciclo de Jam empezó a invitar muchos músicos de otras provincias, creo que podemos compartir la idea de que por general uno invita a quien admira, es un referente. ¿Te crees un referente?
M.I.: Sí, pero eso es porque lo dictan los pibes. Eso no se me ocurre, yo me hago cargo porque me lo dicen honestamente. Es un gustaso enorme, pero tampoco hay que treparse a un andamio, está dentro de lo normal. Me gusta que nos juntemos, que hagamos está juntada así con diferentes músicos. No solamente con músicos de Buenos Aires, tiene que ser con músicos de todos lados. Hay muy buenos músicos en este país.

O.C: Habiendo recorrido un largo camino en la música folclórica con MPA, MIA, Anacruza, MonoAsociados, La Manija, Los Amigos del Chango entre otros… ¿Cómo ves la música actualmente, teniendo en cuenta que algunos sostienen que hay una generación que no reconoce a Atahualpa, Cafrune o al propio Chango Farías Gómez?
M.I.: Yo creo que hay mucha juventud que sabe quiénes son los autores, que saben de nuestros referentes. También hay muchos que no. Un pibe que escucha Abel  Pintos no tiene porque saber, no le interesa, no le gusta, no fueron  educados en ese lugar. Sí tendría que suceder que Abel Pintos cante algunas de las cosas que cantaban esos referentes y explique quienes son. Eso sería bueno porque lo sigue mucha gente. Tanto él como otros popes de la música. El famoso se tiene que ocupar de hacer un bien a la sociedad y cantar canciones de Cafrune y tantos otros cantores, y decir quiénes son. Nuestra música no es esto que se hace ahora, viene de años. Me parece muy bien que los pibes tomen de referentes y vayan hacía otras búsquedas, aunque hagan reggae, pero con alguna raíz de acá.

O.C: Hablando de autores, creo que falta poner en los zócalos de las transmisiones televisivas los nombres de los autores de las canciones….
M.I.: También el propio intérprete se tiene que ocupar un poco de eso. A veces ocurre en los festivales que es tan corto el tiempo que te dan, salvo a los popes que tienen más tiempo. Pasa que uno quiere mostrar lo que hace y habla poco. Nosotros con la orquesta decidimos no hablar en Cosquín porque teníamos 20 minutos.

O.C: Ya que nombraste la Orquesta…siento que el primer disco tiene un raíz bien folclórica, donde se nota la mano del Chango. En el  segundo abren más el abanico,  tienen un reggae y una canción del Flaco. ¿En el segundo disco donde encontramos el espíritu del chango?
M.I.: Yo creo que en melodía arrabal el está presente, pero además te digo que la mayoría de los arreglos pensamos mucho en él. Hay cierres, sonidos que decimos el Chango lo haría así. Él ya no está pero quedó como un referente para nosotros. Uno no está adentro del chango, pero si tengo una idea de lo que le gustaría hacer.

O.C: Y para vos, para el Mono, ¿quién es el Chango Faría Gómez?
M.I
.: Lo definiría como uno de los mejores arregladores vocales instrumentales que hay en Argentina. Es uno de los referentes que los pibes tienen que escuchar, también lo definiría como un bombisto excelente. Ha sido un tipo que podía tocar desde Bossa Nova hasta cualquier o otra música en el bombo legüero. Hay tantos referentes en el folclore y el Chango es uno de ellos.

O.C: Te llevo para otro lado. Fuiste parte de la cofradía, aquella comunidad donde surgió parte del rock argentino, los redondos por ejemplo. ¿Cómo llegaste ahí?
M.I.  Tenía 13 años la primera vez que fui a la de los cofrades. Me llevó un amigo, jorge Pinchevsky, un violinista muy reconocido. Un tipo que venía de la música clásica, se puso hacer rock y tocaba muy bien el tango. Jorge me llevo y quede estampado contra la pared. Era la primera vez en mi vida que escuchaba equipos de audio de aquella época. Tenía una potencia enorme para los pibes en ese momento, empecé a ir asiduamente. Soy muy amigo de Kubero Díaz, Alejandro Medina, Miguel Cantilo. Un hermano era Miguel Abuelo, estuve muy cerca de mucha gente como el Flaco Spinetta, Charly. Gente que iban a la cofradía y yo siendo muy purrete los conocía.

O.C: También tocaste con Miguel Cantilo en España
M.I.: Acá también,  teníamos un trío, también tocaba  Kubero. En principio lo tenían con Miguel Abuelo, después de muchos años me llamaron. El blues  es una de las músicas que me atrae profundamente, me gusta toda la música, el rock pesado me parece fenomenal y el reggae más contemporáneo también me gusta. Uno tiene que estar muy abierto, también me gusta el tango. Pero el rock me gusta porque yo tengo 63 años, nací en la época del rock. Tuve un grupo imagínate lo que era eso, una época de descubrimiento y de investigación.

O.C: Se me viene a la cabeza grabaciones inéditas de Miguel Abuelo haciendo folclore….
M.I.: Miguel hacía folclore y Kubero también. En el último disco  de Miguel Abuelo estoy con él,  está Kubero también. Miguel era como un hermano, estuve a punto de participar de los Abuelos de la Nada. No se dio por diferentes circunstancias. A Miguel lo voy a extrañar siempre, viví muchas cosas con el.

 

O.C : Estuviste en el circulo que creó el rock Argentino, pero decidiste volcarte en el folclore…
M.I.: Lo primero que hice fue hacer folclore latinoamericano con Anacrusa. Yo estaba en el conservatorio y me llaman para formar parte del grupo. Yo al folclore latinoamericano lo tome como parte de un aprendizaje, nunca había hecho folclore, no conocía mucho. Además era mi trabajo, nos iba muy bien y me venía bien insertarme en Buenos Aires. A partir de ese momento empecé a relacionarme con la música de otra manera. Conocí a Oscar Cardozo Ocampo, el arreglo la canción de Manuelita. Empecé a trabajar con él y empezaron a llamarme artistas como Los Trovadores o Teresa Parodí. Desde ese momento empecé a internalizar esa música y me di cuenta que estaba bien dentro mío. Me gustaba más eso que el rock.  Ojo me tocan un blues y me muero, lo llevo adentro, pero la música criolla, me gano el corazón. La pluma de la música criolla, esa profundidad que tiene, me ganó. Me encanta la lectura, Hamlet Lima Quintana, Castilla y tantos otros que me enamoran.

O.C: Todavía escucho gente decir que el rock es más capitalino mientras que el folclore es del interior, del gaucho, algo que me suena a viejo…
M.I.: Eso ya pasó hace mucho tiempo, ya no se puede tomar como discusión. La diferencia entre el folclore y el rock es que se vende de manera diferente. Hay mucha amistad entre músicos de rock y folclore. Yo salgo muchos con rockeros, y no me siento folclorista, no ando de bombacha de gaucho. Vi  a Atahualpa subir de traje a los escenarios, hay letras que son mucho más universales. Mira si saliéramos con la Orquesta vestidos de gauchos sería hasta una estupidez de nuestra parte, porque ninguno de nosotros lo es realmente. Sin embargo hacemos la música de acá, desde el mejor de los lugares, con mucho respeto. Yo escucho Aca Seca y no me los imagino vestidos de gauchos. En Córdoba hay una cantidad de artistas espectaculares, que no tienen porque disfrazarse. Lo pueden hacer si quieren, como un gusto personal, pero salir de bombacha y sombrero. A mí lo del Chaqueño ni me va, ni me viene, pero no sé si el tipo vive así. Siempre que lo veo está vestido así. Hay de todo. Es una cuestión de gusto. Yo escucho rock, pero me gusta subirme al escenario y hacer zambas y chacareras. Después me junto con Jaime Torres y hago música del altiplano, y no me pongo el poncho.

O.C: Jaime Torres uno de los que transgredió la música del altiplano haciendo un disco electrónico.
M.I: Exactamente. La gente tiene derecho a opinar y me parece bien. Si todos lo hiciésemos desde el lugar que estamos hablando, si los políticos pensasen como nosotros y discernieran las cosas de esta manera tan linda, seguro estaríamos mucho mejor, el país crecería de otra manera. Habría muchas voces, eso es como la música, es lindo tocar toda la música. Después hay que ver, a mí me gusta la cumbia, pero por existen ciertas letras que me parecen chabacanas porque tengo 63 pirulos y fui criado de otra manera. A otra gente le encanta. Que le voy a decir al flaco…

O.C: Hay gente que sostiene que las letras de antes son mejores, yo diría que vivimos otro momento y hay músicas que está hecha para un sector, para otra gente que no es la misma que la del rock o folclore. Utilizan la poesía que utiliza el sector al que le cantan…
M.I.: Yo pienso igual, me parece que es de ese modo. Algunas cosas te pueden gustar más que otras y no pasa nada. A mí me encanta la Mona Jimenez, y está bárbaro. Pero en otro momento me gusta escuchar otra cosa.

O.C: Hay una cuestión de entender a quien le canta, si bien es universal, creo siempre se dirige el discurso a un sector en especial, su público…
M.I: Te digo que muy abarcativa, porque tengo amigos que no tienen nada que ver y escuchan la Mona Jiménez, la cumbia y son de otra parte de la sociedad. Insisto creo que hay letras que se pasan un poco de rosca, pero es por mi educación.

O.C: Volviendo un poco a Los Amigos del Chango, no conozco muchas orquestas así…
M.I:
Hay varias orquestas diseminadas por ahí, la nuestra tiene la particularidad que tiene mucho hueso del folclore nuestro, como puede ser la vidala, la chacarera, la zamba, la cueca. Insisto hay mucho buen músico en esta parte del continente. El argentino tiene esa ductilidad de hacer música brasilera, centroamericana y por ahí al brasilero se le hace un poco más difícil hacer una chacarera argentina.  Lo que tiene la Orquesta es mucho hueso, por ahí otras orquestas son más flaquitas en eso. La cuestión rítmica  no la tienen tan amarrada. Nora Sarmoria tiene una orquesta que suena muy bien, en Córdoba hay una orquesta con vibráfono, trombón que suena fenómeno.
Uno tiene que mirar para delante, tener la mirada larga, de ahí a uno le empieza a gustar otras cosas, absorber otras cosas. Yo soy feliz cuando escucho algo nuevo, que estamos vivos… ¿Vos no lo sentís así?

O.C: Si, también más de una vez me preguntaron porque no escucho mucha música en ingles. Personalmente creo que hay tanta música en nuestro continente que prefiero bucear por la música latinoamericana, descubrir cosas nuevas. A veces me da la sensación de que algunos desprecian o no les interesa la música Latinoaméricana…
M.I: Acá estamos muy invadidos  por la música extranjera, en la radio  en todos lados se escucha en ingles. La ganan por ese lado, es una forma también bastante embromada de ponerle la bota. Son las reglas del juego y tenemos que jugar con eso. Un tipo como Raúl Carnota no tiene la difusión que se merece como compositor. Sin embargo sé que se escucha en la radio porque hay gente gusta  de nuestra música, como tu caso y muchos otros…
Yo  hago bossa nova, me gusta la música centroamericana, viví en México y para sobrevivir además de tocar tango y música folclórica hacía música centroamericana.  Hacía lo que se llama son cubano o los boleros y era riquísimo. Pero en México también se escucha toda la música que llega de Estados Unidos igual que acá.

O.C: ¿Cuánto tiene que ver las políticas culturales actualmente en eso?
M.I: Todo tiene que ver. En principio existe una desidia, un descreimiento, un no ser argentino importante. Porque el ser argentino no tiene que ver con que vos hagas una baladas y yo haga otra cosa. Es una cuestión nacional, como tienen los brasileros, ellos son nacionalistas. Este es un país muy abierto, afuera no es tan así.

O.C: Identificas una falta de políticas culturales, de difusión de la música local…
M.I: Eso no es de ahora, es de añares atrás. Siempre falto eso. Hay que seguir peleando para ver si se puede modificar de algún modo. Desde que yo tengo uso de razón, eso no cambia. No lo modificaron después de la democracia, ni Alfonsín, ni Menem, ni Kirchner, nadie. No conviene o no es conveniente, no sé cómo es la cosa…. No se defiende la música. Yo llamó  a la cancillería y se quienes son los que tienen la puerta abierta para viajar, y yo con la orquesta no puedo porque no me dan pasajes a mí.

O.C: Desde este lado, que no soy músico, me da sensación que a veces muchos músicos opinan, hablan, dicen que intentan cambiar pero que a veces no se puede. Pero me cuesta creer que no se pueda hacer nada. A veces me da la sensación que falta  más unión para luchar, que no están todos suficientemente involucrados…
M.I: Yo no creo que estemos unidos para cambiar la cosa. Si puedo decirte que trabajando, tocando, mostrando lo que hacemos con el esfuerzo que significa tratamos de modificar las cosas. Ahora que nos juntemos para eso me parece que no, está lejos eso todavía. En principio, esta es una profesión muy egoísta, hay mucho individualismo. Mucho uso y abuso de los músicos normalmente  de los solistas que hacen uso y abuso de los grupos. Coincido con vos, no nos podemos juntar para ver las cosas desde otro plano. Cada uno va poniendo su granito por separado. Llegará un momento en el que nos vamos a dar cuenta que tiene que ser de otro modo. Para eso hay que  seguir mostrando la camiseta, laburar y que la gente se dé cuenta que existe otra cosa. Yo creo que está en ebullición, está en movimiento, hay que esperar un poco más y ver qué sucede. Yo sé que  en el Sindicato de músicos se están juntando, sin creer en los sindicatos porque creo que todos los sindicatos son de terror. Pero para eso existen también y vamos a ver la forma de ahondar esfuerzo y trabajar en común.

O.C: ¿Como sigue tu año musical?
M.I: El proyecto con Jaime es grabar un disco, seguir con Cuartoelmento que va a cumplir 14 años de vida. A la Orquesta la quiero llevar a Europa. Tenemos algunas invitaciones pero no acá no se abre la puerta, pero soy insistidor….

O.C: ¿Por qué no se te abren las puertas?
M.I : No sé, yo lo propongo de un lugar artístico, a veces los procesos llevan un poco más de tiempo. La orquesta es relativamente joven,  tiene 5 años caminando. Llevará un poco más de tiempo, tendrá que escucharla más gente como para que alguien paré la oreja, o alguien del gobierno diga me gusta y lo voy a proponer.
Por ejemplo se abrió la puerta para Cosquín que hace 3 años no se abría. Es un festival importante, quieras o no es una de las puertitas que hay que golpear para el mundo de la música de acá.

O.C: Nombraste Cosquín. ¿Como vez la actualidad del festival? Muchos la elogian celebrando una especie de cambio de rumbo.
M.I:
Creo que sí, algo cambió. Siguen estando y cortando el bacalao los popes, pero sí, cambió el rumbo. Hay un poco más de orden, la entrada al festival está un poco mejor. Pero falta, siempre falta, a todos nos falta mejorar. A  voz, en tu profesión a mí también. En esto es bastante parecido. Yo espero que el año próximo la organización este mucho mejor que esté. El ante año pasado lo invitaron a Jaime Torres abrir el festival y yo fui invitado por Jaime. Me pareció muy buena propuesta porque  Jaime hacía añares que no se presentaba. Hay que darle tiempo no se puede todo en un año o dos. A veces uno espera resultado más prontamente…

O.C: También creo que no se puede convencer a todo el mundo. Estamos discutiendo cosas viejas, como que vivimos en un mundo donde también hay un negocio atrás de los festivales. Como también el músico hace negocio tocando y cobrando para vivir. La discusión debería ser como se hace el negocio, y no si es o no es un negocio. Me parece que eso está claro.
M.I: Totalmente, yo te hablaba de la argentinidad pensando más en nosotros, en una educación, en la cuestión cultural que hay que mover. Tendría que ser un poco más justo. Digo no puede cobrar uno $300.000 y otro $15.000. Hay que repartir un poco más la torta, porque no es para tanto. Por ahí es un poco más socialista mi idea, pero bueno está  armado de ese modo y se sigue sosteniendo un poco esa cosa. Yo no lo veo muy bien eso.

O.C: Para finalizar ¿Que veremos cuando subas al escenario con los chicos de la Jam?
M.I: Van a ver una juntada linda, interesante. Vamos a jugar sobre algunos temas folclóricos, vamos a tomarnos algunas licencias de improvisar sobre ritmos y melodías folclóricas, criollas. Por ahí va haber alguna cosa que hacemos media lantinoamericana. Un poco esa es la idea, agarrar algunos temas y darlos vuelta. Seguro habrá algún huahuanco, algún son cubano, algún tango y porque no un candombe. Un poco la idea es eso un divertimiento, jugar con la música.