Empezó la Feria del Libro en Córdoba y desde Otra canción queremos recomendarte algunos libros de esos que nos gustan leer a nosotros. Para eso hemos decidido charlar con sus autores. La primera entrega fue «Cemento y el Indie desde la visión de Nicolás Igarzábal. Hoy te presentamos «Charly en el país de las Alegorías » (2014) y «Luis Alberto Spinetta Mito y mitología» (2017) de Mara Favoretto.
La autora se corre del registro bibliográfico para presentar, en su primer trabajo, un interesante análisis del Charly García compositor, un ejercicio siempre atravesado por su vida privada. Favoretto, a lo largo de 192 paginas, nos invita a desmenuzar canciones como «Eiti Leda», «Cinema Verite», «Los Dinosaurios», «Juan Represión», «Alicia en el País» y entenderlas desde las alegorías que componen estás canciones.
El segundo libro es «Luis Alberto Spinetta: Mito y Mitologia», en donde Favoretto se mete en la lírica spinettiana y analiza sus canciones para encontrar ese secreto que nos invita a plantear una imagen de Spinetta como mito, es decir alguien de algún modo intocable. A lo largo de las 136 paginas que componen el libro Mara propone propone analizar ese mito encantando, atractivo que nos invita a un mundo surrealista de las asociaciones libres que se encuentran detrás de las canciones del Luis Alberto Spinetta planteándose tal vez como pregunta principal ¿Qué es lo que genera devoción de alguien que no quería lograr ese efecto y al que podemos agregar muchas veces no lo entendemos? Está y otras preguntas son las que nos contestó Mara Favoretto desde Australia.
Otra Canción: Antes de indagar sobre Charly y el Flaco…¿Qué significan para vos?
Mara Favoretto: Creo que son los dos «dioses» del rock argentino, si bien hay muchas diferencias entre ellos, ambos que comparten el podio. A nivel personal, son los dos artistas que más me han interesado y conmovido.
O.C: Cuando se habla de Charly muchas veces se lo destaca como el creador de metáforas. Pero vos hablas de alegorías… ¿Cuál es la diferencia hay entre alegoría y metáfora?
M.F: La metáfora es una figura más simple, realiza una relación entre dos cosas por asociación, es una imagen o idea que representa a otra, que la sustituye. La alegoría es generalmente una narrativa formada por metáforas que, combinadas, hacen referencia a algo mayor. Un ejemplo muy claro es la «Canción de Alicia» en el país.
O.C: Empecemos por Charly en el país de la alegorías. ¿Cómo surge la idea de estudiar las alegorías en la discografía de Charly?
M.F: No fue una idea al comienzo del proyecto. Lo que sí me propuse fue tratar de descubrir cuáles eran las estrategias retóricas de sus letras, qué yacía debajo de una poesía fascinante. La alegoría se presentó sola, es lo que encontré. Mi objetivo era indagar qué había en ese corpus letrístico tan interesante.
O.C. Cada capítulo del libro asocia una canción con un tipo de alegoría pero al escuchar las canciones me atrevo a decir que hay canciones que tienen más de un tipo de alegoría. ¿Cómo hiciste para dividir o ubicar cada canción en una categoría definida?
M.F: Lo más interesante de a alegoría es que invita a una multiplicidad de significados, y ellos no se contradicen entre ellos, como las líneas paralelas que nunca se tocan. Las interpretaciones que sugiero en mi libro no son prescriptivas, sino algunas de las muchas formas en que se pueden interpretar. Hace falta tomar un rol activo como audiencia, por eso algo que para algunos puede tener un sentido, para otros no lo tiene y significa otra cosa. Entonces esa clasificación que hice fue una decisión pragmática, es verdad que hay canciones que pueden ir en más de una categoría.
O.C: «Casandra» es un personaje de la mitología griega, es una mujer a la que la creían loca por su capacidad para predecir el futuro. ¿Crees que de algún modo Charly reivindica esa locura y el poder de vaticinar lo que venía?
M.F: Sin duda, su línea «la locura es poder ver más allá» es una frase que desde esa canción en adelante se usa a menudo. Pero no habla solo del futuro, el «más allá», para mi, significa ver más allá de lo evidente, escarbar la superficie de las cosas, de los hechos, de los dichos, tener un espítitu crítico y no creerse ciegamente todo lo que se dice por ahí.
O.C: ¿Podemos decir que fue el maestro de la alegoría gracias (por decirlo de algún modo) a la dictadura? Me da la sensación que después de la dictadura el mensaje fue más directo…
M.F: Sin duda. Es que la censura lo que hace es activar la creatividad y desafiar el ingenio para que el que quiera disentir lo tenga que hacer de un modo cifrado, sofisticado. Pero lo que me resulta en particular interesante es que el discurso de los militares estaba plagado de metáforas, recordemos aquello de ‘somos los cirujanos que venimos a operar sin anestesia el cáncer instalado en el cuerpo de la sociedad’… eso también es una alegoría. El discurso de la iglesia también estaba plagado de metáforas, parábolas y alegorías. Digamos que, una sociedad como la de la época, mayormente católica, era una audiencia propicia para el desarrollo de las alegorías porque, en cierto modo, estaba ‘entrenada’ para interpretarlas. La astucia estuvo, a mi modo de ver, en tomar las mismas estrategias retóricas utilizadas por el poder y, como efecto boomerang, ponerlas a trabajar en su contra.
O.C: ¿Podríamos plantear que Charly es el héroe alegórico que él mismo construyó? El libro, si no recuerdo mal en una parte plantea que Charly inventa un poco el Say No More como una especie de movimiento donde el es el ser adorado y el líder. Creo que también una muestra de eso es el brazalete de «los aliados» como el llamó alguna vez a su público.
M.F: Exacto, él construyó un personaje que con el tiempo se conformó en héroe. Como todo héroe tradicional, tiene su logo, su misión, su enemigo y su serie de máximas que guían a sus aliados. Charly comprendió muy temprano cómo funciona el sistema que atrapa a las estrellas de rock y las convierte en un producto comerciable. El tomó las riendas de su propia fama. Si se iba a ver atrapado en ella, tuvo la astucia de manejarla y de ser él mismo quien dirija los hilos de su popularidad.
O.C: Creo que hay algunas canciones como «Alicia en el país», «Desarma y sangra» y otras comparten la temática pero a veces llegamos a ver mensajes distintos. ¿Se puede llegar al mensaje original en la alegoría?
M.F: Roland Barthes habló de la muerte del autor y Ricardo PIglia dijo que cada uno es libre de leer lo que quiera en un texto. En realidad no importa qué tenía in mente el autor, Importa lo que el receptor interpreta, la estimulación que el efecto de la alegoría provoca en él, la libertad que ejerce.
O.C: Si me pongo a pensar hubo ciertas canciones como «Juan represión» que fueron censuradas y que contenían un cierto grado de alegoría. Mientras que otras como «Los Dinosaurios», «Alicia en el país» o «Eiti Leda» pasaron esa barrera, me gustaría preguntarte qué pensás de esa distinta suerte.
M.F: La imposibilidad de probar, de tener evidencia de que hay un mensaje subversivo. Mientras más codificado esté ese mensaje, menos se puede demostrar que hay referencia a algo de lo que esta prohibido hablar. El mismo Videla dijo que ‘un desaparecido no existe, no está’. No hay cuerpo, no hay delito. Esa misma impunidad, salvando las enormes diferencias, es la que permitió a los artistas burlar a los censores.
O.C: ¿Escuchaste “Random”? ¿Encontraste alguna alegoría que te haya interesado?
M.F: Claro, me gustó mucho «Random». «La máquina de ser feliz». Es un objeto que no existe, y que podes darle la forma que te guste, la letra es lo bastante ambigua como para imaginártela de forma de persona, sustancia, objeto, música, etc.
O.C: Después de haber escrito el libro y haber estudiado todas las letras ¿Crees que hay algún mensaje que englobe toda su obra o por lo menos de las letras que estudiaste?
M.F: Si. El mensaje es la libertad absoluta. El mismo que el de Spinetta. Ambos artistas, cada uno a su modo, nos despiertan y nos enseñan a conectarnos con otras cosas, a volar, a salir de lo que nos ata a la mediocridad.
O.C: Creo que tanto Charly como Spinetta tienen algo en común como es el mundo literario o del cine. ¿Cuál crees que fue la función principal de la literatura en el mundo compositivo de los dos?
M.F: El arte en todas sus formas nos alimenta a todos, de ahí la importancia de leer, de ver buen cine, de escuchar buena música, de ir a ver exhibiciones. Ambos jóvenes interesados en el arte se alimentaron de todo eso y luego naturalmente sale reflejado en sus creaciones. También me parece que al hacer referencia a la literatura en sus composiciones es una manera de educar, de intentar que la audiencia se interese por esos textos
O.C: Hablemos de «Mito y Leyenda el libro» sobre Spinetta. ¿Cómo surge la idea de escribir un libro y plantearlo desde las ideas de «mito» y «leyenda»?
M.F: Cuando salió el libro sobre Charly, la mayoría de los periodistas con los que conversaba me preguntaban sobre Spinetta. Eso me despertó una gran curiosidad, me parecía que había una construcción de la figura de Spinetta en ‘mito popular’ y me embarqué en el estudio de ese aspecto, para encontrar, con gran sorpresa, que también el Flaco había utilizado las funciones típicas de la mitología en la composición de su obra. Fue hermoso descubrir eso para mí. Me emocionó mucho y logré entenderlo, logré ver al Flaco de una manera más profunda, más cercana.
O.C: El libro plantea que es la audiencia lo que lo vuelve un mito. ¿En base a que sostenes la idea?
M.F: Bueno, el día de la música se fijó en el natalicio de él; se le entregaron premios, se reparten libritos en las escuelas con sus canciones… nadie se atreve a hablar mal de él, ni siquiera a cuestionarlo. El flaco es intocable. Hay como un halo alrededor de él. Creo que porque es alguien a quien idealizamos, que representa valores inclaudicables y no está atado a ningún dogma, a ninguna ideología. Cubre esa necesidad, representa lo que precisamos como seres humanos y como sociedad, sin ataduras, sin compromisos, solo amor.
O.C: Pensaba en las similitudes que yo encuentro entre Charly y Spinetta. Creo que tienen el mismo mensaje. Uno desde una forma más conciliadora y el otro diría más transgresora o contestaria. Creo que en Charly tiene algunos mensajes más claros mientras que Spinetta me da sensación que deja que el público juegue un poco más con la asociación libre. ¿Vos como lo ves?
M.F: Creo que ambos juegan con la asociación libre. Estoy de acuerdo con que Charly es más y transgresor y el Flaco más conciliador, pero ambos son provocadores, con distintos estilos. De ahí que tengan públicos diferentes (y que también compartan un sector de la audiencia).
O.C: A Spinetta muchas veces se lo criticó desde algunos sectores que dicen que no entienden lo que escribe y aún así es de los músicos más queridos y selectos del rock. ¿Qué fue lo que hizo que tengamos tanta devoción por él aún cuando no entendamos sus letras?
M.F: Precisamente la función mitológica de sus canciones. Aunque no entendamos exactamente de qué se trata, nos conecta con lo mítico, con el cosmos, nos transporta a otro lado. Muchas veces no necesitamos racionalizar todo, sino que basta con sentir y dejarnos llevar por esa sensación.
O.C: El libro sostiene un poco que Spinetta crea una mitología con sus discos. ¿Podrías explicar un poco está afirmación?
M.F: La obra poética de Luis Alberto Spinetta, en apariencia, se presenta como un caos indescifrable. Sin embargo, obedece a una estructura coherente, conforme a las cuatro funciones básicas de la mitología descriptas por Campbell. Su poesía trata cuestiones existencialese intenta reconciliar polos opuestos para poner fin a la angustia generada por la separación del hombre del cosmos. El mito básicamente cumple cuatro funciones. La primera es la función mística, que implica maravillarse frente al universo y la existencia, experimentando fascinación ante este misterio. El mito abre la puerta a una nueva dimensión, al reconocimiento del misterio que yace bajo todas las formas. Esta es la función principal y sobre la cual depende todo el mito, ya que si el misterio se manifesta a través de todas las cosas, el universo se convierte en un todo y a través de nuestra relación con el mundo, estamos conectándonos con ese misterio trascendente. La segunda función es la dimensión cosmológica, es decir, el aspecto que le concierne a la ciencia, mostrando cómo es el universo en forma pero de tal manera que el misterio permanezca presente). La tercera función es la sociológica, que sostiene y revalida cierto orden social. Es en este aspecto donde los mitos varían enormemente de una cultura a otra, es decir, puede haber una mitología para la monogamia y otra para la poligamia, por ejemplo, y ambas funcionar perfectamente. Existe una cuarta función del mito y es la que más nos interesa en este caso: su función pedagógica sobre cómo vivir como humanos bajo cualquier circunstancia. Los mitos pueden enseñarnos cómo vivir una vida humana bajo cualquier circunstancia.
O.C: Por último. ¿Hay algún otro músico que veas que haya estado o seguido el mismo camino que Charly o Spinetta? Personalmente creo que hay algo interesante en Moura o Miguel Abuelo, claro está que con sus diferencias
M.F: Cada uno hace su propio camino. Estoy de acuerdo con que hay mucho para estudiar en Moura y en Miguel Abuelo, en el Indio Solari, de hecho hay mucha bibliografía nueva sobre varios otros músicos. Me parece muy bueno que se estén publicando tantos libros sobre rock en Argentina.