Agarrate Catalina regresa a Córdoba. La invitación es el viernes 19 de Noviembre a las 20:00hs en Espacio Quality.
Una de las murgas más elogiadas de Uruguay regresa con el espectáculo ganador del último carnaval, amor y odio. La nueva propuesta del colectivo murguero invita a reflexionar sobre diferente temas entre los que se destacan la actualidad política del Uruguay y la región. como así también temas universales como los hater, la lógica de la grieta y lo binario. También se animan a autocarituzarse como pocos lo han hecho.
Hablamos con Yamandú Cardozo letrista y fundador de la murga:
O.C: Vienen con el último espectáculo de los Carnavales amor y odio…
Y.C: Es el último espectáculo que construimos en los carnavales 2020 porque el del 2021 no se realizó.
Amor y odio es el espectáculo que ganó el carnaval y que nos gusta muchísimo. Había quedado estancado en la valija porque terminado el carnaval, íbamos a empezar la gira y la tuvimos que suspender. Obviamente el espectáculo tiene una gran base de lo que fue el carnaval y algunos accesorios nuevos desde lo textual. Siempre que hacemos una gira la reacondicionamos, contextualizamos hechos y personajes que pueden resultar muy del Uruguay.
Además como tenemos la suerte de girar con nuestro director Tabaré vamos a poder disfrutar de algunas de sus canciones.
O.C: Muchos celebran a Amor y odio como el regreso de la catalina de antes, diferenciándose del espectáculo 2019 que los habían tildado de tibios o vendidos.
Y.C: Eso es responsabilidad de quien lo escribe. Yo te puedo asegurar que la Catalina es cada vez más Catalina. Es una murga que se ha animado a meterse con cosas que mucha gente no se anima. Eso nos valió mucho fuego amigo en el año 2019 cuando nos metimos con la sociedad de la grieta y analizábamos muy crudamente el funcionamiento de un colectivo político. Incluso del bando del que siempre nos hemos sentido identificados y nos sentimos parte.
Estoy en desacuerdo con la gente que sostiene que la versión 2019 de la Catalina es tibia. Siento que es de las más valiente y quizás de las más comprometidas por animarse a ejercer la crítica, la mirada aguda y la autocrítica. Mucha gente no estuvo de acuerdo con asumir eso.
O.C: Afecta de algún modo las valoraciones hacia la Catalina?
Y.C: En lo personal respeto y discrepo con amor, nunca intento convencer a nadie sobre las virtudes del espectáculo que hago o escribo. Creo que respetar las diferentes interpretaciones y las valoraciones.
Con respectó a lo de la Catalina de antes, siento que está ligado al lugar afectivo con el que el público vincula tu obra. Es algo que tiene que ver más con la persona que lo recepciona y no con el artista. Tiene que ver más con las estructuras de quien recibe, que los méritos de quien escribe.
La valoración y el lugar en el que el público te pone no deberían modificar la necesidad que yo tenga de escribir sobre tal o cual cosa.
El mundo ideal para mí sería recordarle a la gente que se vincula con lo que yo hago, que lo más valioso que voy a darles es la honestidad artística.
Después que te gusté o no, no me hace menos yo, ni me hace cambiar la valoración que tengo de mí mismo. Eso no quiere decir que yo esté absolutamente de acuerdo con todo lo que he cantado en mi camino recorrido.
O.C: En algún punto puede condicionar también..
Y.C: Lo que no puede pasarme es que el lugar en el que me pone el público condicione mis movimientos. Si eso sucede sería siempre el mismo artista y estaría condenado a una jaula de oro. A no salirme de lo que vos entendés que debería ser mi obra.
Es un hermoso desafío analizarlo y debatirlo, sobre todo cuando entiendo la motivación afectiva que hay cuando me dicen ahora sos la catalina de antes.
Es como cuando la gente con toda la buena voluntad te dice no cambies nunca. Yo siento que eso es un peso excesivo porque quiere decir ojalá conserves tu esencia a pesar de todos tus cambios…Siento que lo peor que se le puede desear a una persona. Es condenarla a la no movilidad, a la no discusión o reflexión sobre sí misma. Entiendo el espíritu y también agradezco el reconocimiento a un vínculo tan profundo que uno le ofrece a un artista.
O.C: Es un poco la idea de los carnavales y la murga agiornarse a las nuevas situaciones y contextos. Creo que la esencia de los carnavales radica en reflexionar, ir al hueso…
En su momento les dijeron que eran del frente amplio, después que ustedes hicieron que el frente pierda las elecciones. Ahora que critican duramente al nuevo gobierno...
Y.C: Siento que el carnaval es un gran festival de teatro a cielo abierto donde un pueblo y las personas que componemos las murgas no tenemos que exhibir ningún diploma, ni cumplir ningún requerimiento… Lo único que necesitamos es tener ganas de cantar, actuar, proponer editoriales y visiones sobre el mundo.
A la hora de analizar las críticas positivas o negativas no te olvides que el carnaval también es un concurso. La gente en las redes se manifiesta en perjuicio de tal conjunto porque en realidad se está manifestando en beneficio de la murga de la cual es hincha.
Por suerte en la catalina tenemos un montón de hinchas que saben de nuestra vinculación histórica filosófica con las izquierdas, con el concepto de solidaridad y cooperativismo. Conozco un montón de gente que sigue a la catalina con la misma honestidad que una persona izquierdista.
En definitiva el arte es lo que te remueve y te provoca. Yo siempre brindo por ese arte que a veces incomoda y genera cosas.
O.C. Contanos para quienes no saben de qué se trata el nuevo espectáculo…
Y.C: es un espectáculo modificado porque le hemos agregado un bloquesito para contextualizar hechos y personajes que tienen que ver con la coyuntura uruguaya. Nos permite reflexionar bajo la consigna amor y odio sobre una cantidad de mecánicas humanas. Una puede ser la mecánica heater viniendo de la destrucción de la propuesta ajena. También nos autocariturizamos y nos burlamos de la imagen que tiene este colectivo en el imaginario popular…
Hablamos sobre los procesos políticos en nuestros pueblos y como repetimos ciclos históricos. También tocamos el vuelco que sentimos que está pegando de nuevo Latinoamérica hacia la derecha a partir del éxito de la extrema derecha militarista, sobre la lógica de la grieta y lo binario.
O.C Hablan también sobre el odio a los pobres…
Y.C: Es un neologismo que acuñó la filósofa española Nora Cortiña. Ella distingue los crímenes de odio entre xenofobia y aprofobia. Sostiene que no siempre el crimen a un inmigrante es por xenofobia o por miedo al diferente. A veces está el odio a la pobreza detrás sino como se explica la tolerancia a personas de culturas distintas, de idiomas distintos y colores distintos que vienen lleno de inversiones, prestigio y poder. Finalmente despreciamos al inmigrante o la inmigrante cuando es pobre o creemos que vienen a robarnos el trabajo o cosas que creemos que nos merecemos por derecho divino. Reflexionamos sobre esta temática también…
O.C: A muchos les llamó la atención la fuerte crítica a Lacalle Pou y Guido Manini. ¿Cómo adaptan esa parte local cuando van a otro país?. Muchos no deben saber quién es Lacalle o Manini.
Y.C: Desde el año 2006 los espectáculos que están diseñado para carnaval y que tienen mucho de coyuntura social del Uruguay, le hacemos edición en algunas estrofas y las reconstruimos con algunas más universales o generales. Otras veces hacemos un bloque que inventamos en el 2006 que lo llamamos la ficcionaria. Hacemos un bloque humorístico en el que explicamos previo a la función quienes son Guido Manini, Lacalle Pou que se piensan sobre ellos, bajo que circunstancia está gobernando Uruguay.
Eso nos sirve para armar un bloque humorístico y contarnos como sociedad. Creo que el contarnos como somos nos sirve para conocernos como hermanos y hermanas. Siento que más fácil que los pueblos se conozcan por sus expresiones artísticas. La cuestión de contar quienes somos aún con nuestras miserias y dolores hace querernos un pueblo con otro.
O.C. Recién hablábamos del giro a la derecha ¿Cómo vez a Latinoamérica?. Personalmente creo que si bien hemos girado a la derecha estamos tratando de reencausarnos en otro camino. Bolsonaro parece estar perdiendo poder. Mientras que en Bolivia volvió a ganar Evo, en Argentina está Alberto Fernández y en Perú Pedro Castillo.
Y.C: Como ser humano y participante de la vida política sin militar partidariamente, me siento siempre cerca de la izquierda uruguaya.
Entiendo que hoy el Frente Amplio es el bloque que más se acerca al concepto que yo tengo para organizar un intento de pueblos más gustos, más equitativos e igualitarios. Es algo que siento de corazón y eso no me hace enemigo a muerte del que tiene entiende que la solución es un gobierno de otro pelo y raza.
Siento que estos gobiernos de extrema derecha con discursos fanáticos, xenófobos y homofobos retrasan el camino a una construcción de igualdad.
Los gobiernos de derechas que conocí en mi país se preocupan muy poco o nada por el quiebre de los privilegios de estilos de castas. Siento es que es un doctrina que no se preocupa por todo lo que debería preocuparse e igualar la carrera para que no haya gente que arranque su vida perdiendo siete a cero .
Lo que puedo hacer es plantear mi cosmovisión horizontalmente y jugar hacer humor con eso. Sin querer adoctrinar a nadie o hacer una pseudopedagogia que no me saldría.
O.C. Que papel juega el arte en cuestiones sociales – políticas? Hay gente que dice que el artista, es solo artista y se tiene que dedicar hacer eso…
Y.C: Yo valoro al o la artista que elije comprometerse. Muchas veces me emociona más la obra de un artista comprometido porque me interpela más que la de un artista que elije ignorar cualquier tipo de postura. Respeto ambas opciones….
Te puedo decir que no estoy de acuerdo con la gente que opina que el o la cantante tiene que cantar solamente. No lo veo así y me da un poco de pena de quien piensa así porque se pierde la oportunidad de escuchar la opinión de alguien más.
Cada colectivo que agarre su guitarra y su lápiz encontrará la manera de contar su mundo, las desigualdades y las estructuras de su pueblo. En nuestro caso siempre está la preocupación porque es la esencia de la murga. No soy quien para exigir que todos se animen a empuñar una guitarra y hacer conexión con lo social. Es muy válido también crear belleza en clave artística por más que no vea en su obra un profundo compromiso social con las injusticias del mundo.
O.C: Le dedican el cuplé “los odiadores” a la gente que los odia. Creo que es la primera vez que se encargan de responderles a esa gente...
Y.C: Es la primera vez que de alguna manera contestamos porque en realidad manifestamos nuestra postura. Es un cuplé que muestra a través de la caricatura el corazón y lo que pensamos de esta mecánica. Va mucho más allá de la gente a la que no le gusta la catalina o es militante anticatalina.
Se trata de hace humor con la dinámica odiadora. Se trata de ver cómo podemos desarticular nuestros sistemas operativos y reírnos de ella. Todas las cosas que decimos en el cuplé son cosas que nos escribieron en instagram, Facebook o dijeron en la radio. No hay un solo insulto o acusación que no haya sido real. La idea es de la balas hacer el barro para amasar una caricatura que se ría de todo eso.
Nosotros mostramos cual es nuestra postura y lo que intentamos hacer es arte de la manera que nos hace felices. Que lastima que nuestro intento por ser felices cantando a vos te joda tanto que te hayamos obligado a gastar tantos datos móviles y horas de tu vida en estar pendientes de está murga que lo único que quiere es cantar y disfrutar.
O.C: Me gustaría saber un poco más como surge la idea…
Y.C: La primera idea era hablar de una banda de rock que la empezaron a odiar por volverse masiva. Empezamos a escribir y vimos con Tabaré y vimos que eran un montón de heridas viejas. Cosas que nunca habíamos contestado y nos pareció interesante contestar.
Lo planteamos no solo de la parte que ha sido atacada, también de haber pertenecido a los odiadores. Todos hemos repetido alguna vez ejercido la dinámica odiadora aunque sea en nuestras cabezas.
Fue muy gracioso porque mientras estábamos en carnaval los haters vomitaban sus devoluciones. Todos esos dardos sirvieron para actualizar el cuplé tablado a tablado. Todos los días íbamos cambiando cosas en el texto con material que nos regalaba la gente que intentaba destruirnos.
O.C. Algunos opinaron con ese cuple que tenían demasiado ego… Algo que no lo veo mal cuando te ayuda a construirte. Parafraseando a un músico hay dos clases de ego uno bueno y uno malo. Hay que tener el bueno..
Y.C: No es fácil ser odiador de la catalina porque está viva desde hace 20 años y sigue en un nivel competitivo que la hace odiada. Es algo que va más allá de las personas que integramos la catalina. Si esta murga se llamara de otra manera y fueran otras personas que estuvieran en nuestro lugar, probablemente tendrían las mismas personas odiándolas.
También se mezclan cosas personales como la política, el pensamiento binario y de pensamiento razo. Ese que es conformista hacía abajo que sostiene que porque algo es exitoso o masivo vendieron su alma al diablo y son millonarios.
Yo te puedo decir que la murga está en un momento muy orgulloso de lo que ha conseguido en estos 20 años. Además que cada vez que canta lo hace convencido porque no hay nada que se cante con el rechazo interno de algún miembro de la murga.
O.C: En estos 20 años les ha ido bien. Sus obras son televisadas, traducidas a diferentes idiomas, viajaron por el mundo y recibieron elogios de figuras muy importantes de la cultura…
Y.C: Nos ha ido tremendamente bien. Nosotros ganamos la mitad de los años que hemos participado en los carnavales. Hay muy pocas murgas que tengan ese promedio. Araca la cana que tiene 85 años la ganó solamente dos veces. La falta y resto que es una de las fundamentales con 30 años la ganó solo dos veces. La catalina participó 11 veces y ganó 5. Es lógico que suceda que la gente confunda orgullo y amor por lo que se hace con ego y agrandamiento. Eso no quiere decir que alguna vez no hayamos pecado de eso…
O.C: El cuplé me hizo pensar que en algún momento dejé de seguir ciertos grupos cuando se volvieron famosos. Aunque no sé si tanto por la masividad. Creo que me cansé de escucharlos en todos lados, de verlos tocar en quinientos lugares. Por ahí me gustaba verlos cuando tocaban en lugares chicos y éramos 30 personas porque era más cómodo. Es algo que a veces se hace inconscientemente y es difícil que no nos suceda….
Y.C: A mí también me paso. Incluso cuando somos grandes repetimos características de cuando somos adolescentes y es porque valoramos demasiado nuestra propia participación en un evento artístico. Vos mismo decís yo los veía cuando éramos 5 y tocaban en un sótano, yo los vi cuando no los conocía nadie y le mostraba el disco a mis amigos.
Si entramos a subrayar con un marcador fluor el yo nos vamos a dar cuenta que hablamos de nuestra propia persona. Cuando yo soy parte de un colectivo chico que va a ver una banda lo más probable es que el cantante salga y se tome una birra conmigo. Eso hace que yo tenga una relativa importancia. Ahora en la masa pierdo protagonismo y vuelvo al anonimato. Soy una persona sin cara y nombre para él o la cantante.
Siento que a veces pasa que nos sentimos con más valía cuando el evento al que vamos lo conoce poca gente. Nos Sentimos poseedores de una joya selecta, de una rara avis que conocen solamente coleccionistas y la gente que sabe mucho.
Es una mecánica que se apoya en la valoración que tenemos de nosotros mismos en ciertos momentos de la vida y la necesidad de ser importantes.
Es un poco natural que eso pase y a veces nos reconciliamos con las obras porque estamos en otro momento de la vida. Entiendo también que cuando suena tanto algo termina aburriendo. Hay gente que dice que la mejor forma de invisibilizar algo es ponerlo por todos lados.
A veces tenemos miedo de sentir que si nos emociona algo masi estemos traicionando la esencia del arte. Creo que en realidad se trata de una conexión con la obra, que a veces si le damos otra oportunidad destiñendo la mirada que teníamos de esa obra podemos conectar.
O.C: Para terminar dijiste un par de veces que querías que la catalina empiece a tocar gratis por lo menos en Uruguay…
Y.C: Sería buenísimo tener la posibilidad de hacer la gran Robin Hood y tener mecenas que bancaran shows y poder tocar gratis. En Yamandulandia tocaría por las playas y los barrios todo el día con la murga. Ya hemos girado de manera gratuita por un montón de lugares en nuestro país. Lo hicimos 3 años cantando gratis en una especie de clínicas y pseudo talleres para niños de las escuelas públicas del interior de nuestro país.
En mi mundo ideal me encantaría un carnaval donde pueda estrenar un espectáculo sin concursar pero por ahora no se puede. Entonces lo que vamos hacer es volver a salir en carnaval y estar presente en la fiesta más popular que tenemos con entradas accesibles. Por ahora vamos al carnaval 2022 con la idea de llegar y estar con la gente de los barrios más castigados.