«El cisne negro» se presenta en Unquillo.Sergio Pángaro es un artista todoterreno. Un polifacético que cada quien recordará según el momento de la vida en que cruzarle le ha tocado en suerte. Esta vez, Pángaro llega a Unquillo personificado en un cantante popular que, así como en el mito de Sigfrido y Odette, se debate en la bipolaridad. El bien y el mal, el ridículo y la gloria, Tchaikovsky y Natalie Portman. Desde esa mirada, se transitan musical y conceptualmente los tiempos del del jazz, pasa por la nueva ola de los ‘70 y el tecnopop de los ‘90 y llega a nuestros días a través de un repertorio variopinto de “éxitos”, propios y clásicos.
«El cisne negro» no viene sólo. En esta ocasión lo acompañan Federico Fernández Batmalle en bajo, Mariano Sáenz Tejeira en batería y Mariano Gianni al piano, que encarna a un director incondicional, que debe sortear con elegancia los desplantes y cambios de humor del personaje principal de la escena.
Como antesala al show que se presentará el sábado en Lindo Bar (San Martín 1261, Unquillo) cruzamos palabras con Sergio Pángaro, el alma de «El cisne negro», el personaje del que el artista se despega mucho menos de lo que muchos pueden imaginarse.
Otra Canción: ¿Cómo surge la idea de armar un personaje con las características de el cisne negro?
Sergio Pángaro: Mariano Gianni fue pianista de Baccarat durante varios años, así que cuando detuvimos el proyecto me escribió contándome una idea. La idea era tensar la cuerda de mi personaje en Baccarat, que no es otro que yo mismo, y llevarlo al extremo. Políticamente incorrecto, y megalómano.
O.C: Imagino que hay una decisión, también, de encarar el trabajo a partir de algunos criterios que tienen que te ponen al frente de la ejecución de un repertorio ¿Qué te llevó a pararte en ese lugar, en ese momento, frente a ese repertorio?
S.P: Mi experiencia con el jazz va de la mano con mi gusto por el idioma castellano. Siempre estuvimos revisando la lírica del repertorio internacional. Reversionar estos standards de jazz era una consecuencia lógica de ese proceso.
O.C: Hay también una posibilidad de explayarte en las dos facetas que más te conocemos, la de actor y la de músico ¿Hay una necesidad detrás de la integración o simplemente pasa por un momento en que surgió la posibilidad de encarar un show con esas características?
S.P: A mi criterio, en el espectáculo la suma de lenguajes multiplica las posibilidades expresivas. Así que en ese sentido, actuar de El cisne negro ayuda al espectador a entender su particular mundo.
O.C: Por lo que conocemos, por lo que hemos podido espiar o nos han contado, el cisne negro es un personaje que juega al límite con varias cosas que tienen que ver con un determinado momento de la cultura y de la música ¿Cuánto hay de lo que piensa Pángaro en ese personaje?
S.P: Hay ciertos elementos en los que me siento identificado con el cisne negro, claro que hasta la idea más brillante si se la exagera, pierde su sentido. Eso es lo que pasa con el cisne negro, en un punto puede que sus planteos sean sensatos, pero al volverse tan radical en defensa de sus postulados, resulta ridículo.
O.C: Sabemos que quienes estén en la sala van a encontrarse con un show dinámico ¿Hay algo que creas que se destaca a lo largo de todo lo que sucede en el escenario?
S.P: Hay una característica que es particular de este show en especial, y es lo imprevisto que siempre resulta. Y esto es porque el cisne negro siempre está de un humor imprevisible.
O.C: ¿Qué piensa Pángaro, hoy, del presente musical argentino y particularmente del rock vernáculo presto a cumplir («oficialmente») 50 años de existencia?
S.P: No parece haber una necesidad del mercado respecto a la cultura argentina. Me refiero que a principios del siglo XX el tango era un sello distintivo en el mundo. En los 80’s el rock explotó la imposibilidad de consumir música anglo. En los 90’s el regreso de la música en inglés, sumado a la inclusión del mercado mexicano, relegó la escena argentina a la categoría de indie para todo aquel que no se volviera mexicano o “latino”. Por lo tanto no hay mucho interés en facilitar las condiciones de producción local, discos y escenarios.
O.C: ¿Hay planes futuros con o sin el cisne negro?
S.P: Estoy haciendo la música de una película, y una colección de discos, incluido el del Cisne Negro, que esperamos esté muy pronto en las disquerías.
* Las fotos son de Catalina Bartolomé