Un millón de amigos y una voz: Zoe Gotusso reimagina a Roberto Carlos

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El flamante tercer álbum de Zoe Gotusso no contiene canciones propias, pero una de las mayores virtudes de la cantante cordobesa es esa capacidad de apropiarse de repertorios ajenos y transformarlos en propios.

La historia de Detalles comienza de manera casual: durante unas vacaciones, Zoe se encontró con una colección de CD y, entre ellos, con la voz de Roberto Carlos entonando “La distancia”. La emoción fue inmediata y el descubrimiento se convirtió en obsesión. A partir de allí, investigó, escuchó y se sumergió en el universo del cantautor brasileño hasta decidir que su tercer disco sería una clínica de esa fascinación.

El resultado son ocho versiones: “La distancia”, “Camionera”, “Amada amante”, “Detalles”, “No te apartes de mí”, “Qué será de ti”, “La paz de tu sonrisa” y “Un millón de amigos”. Todas ellas pasaron por el filtro de Zoe y de la productora María Wolff, su compañera, con quien viajó a Los Ángeles para grabar junto a músicos sesionistas locales. Allí el repertorio se llenó de groove, bajos más marcados y un aire folk-country que se percibe especialmente en “Camionera”, donde Zoe adapta la letra al femenino y se pone al volante con ternura y decisión.

El disco también suma colaboraciones femeninas que expanden el universo sonoro: Rigoberta Bandini aporta sintetizadores y frescura en “No te apartes de mí”, mientras Juliana Gattas intensifica el dramatismo en “Qué será de ti”.

Más allá de la producción cuidada y de los arreglos, lo que vuelve imprescindible este álbum es la manera en que Zoe logra que canciones icónicas de Roberto Carlos suenen como si las hubiese escrito ella. La obsesión se convierte en apropiación, y la apropiación en un gesto artístico que confirma su madurez como intérprete.

Detalles es, en definitiva, un ejercicio de entrega y de identidad: Zoe no busca imitar ni homenajear, sino dialogar con un repertorio clásico desde su sensibilidad contemporánea. El resultado es un disco que suena íntimo y expansivo a la vez, capaz de emocionar tanto a quienes crecieron con Roberto Carlos como a quienes descubren esas canciones por primera vez a través de su voz.