“Somos conscientes de que una nominación al Gardel es un reconocimiento meramente de la industria, y que nos ayuda a visibilizar nuestra música. Es un honor y una alegría cada vez que algo así sucede. Pero nuestra felicidad no depende de eso, es absurdo pensar que se puede hacer de la música una competencia. Con esa premisa nuestra atracción está relacionada con un montón de otras cosas, del día a día y que dependen de nosotros y son las que importan”. Esa es la frase con la que los Todo Aparenta Normal resumen los sentimientos que los albergaron cuando su disco El último abrazo analógico fue nominado para ser galardonado con el premio Mejor Álbum Grupo de Rock, en el pandémico 2021.
Después de aquellos sucedieron muchas cosas, entre ellas la grabación y edición de Covers en Fase 1 que los unió a Fer Ruiz Diaz (Catupecu Machu), y le permitió a la banda despacharse con dos versiones que picaron en punta como las más nobles de aquel extraño tiempo en el que el aislamiento iba y venía en la vida de los argentinos y argentinas.
Ahora, Todo Aparenta Normal vuelve a Niceto (Av. Cnel. Niceto Vega 5510, CABA) y promete una noche de “rock cuerpo a cuerpo”, una celebración musical. La cita será el viernes 22 de julio a las 20 y allí sonarán todas las canciones de sus últimos dos discos y repasarán algunas otras canciones de su ya extensa discografía.
– Su último disco se llama El último abrazo analógico y se grabó en la previa a la pandemia. No voy a volver sobre lo premonitorio del álbum, pero sí me gustaría saber cómo se resignificó para ustedes, que tuvieron que presentar un trabajo que se nombra en un contexto analógico en una realidad totalmente virtualizada.
-Fue raro cantarle a la libertad y al abrazo mientras la gente tenía que estar sentada, con barbijo, a distancia y sin tocarse. Pero fue una forma de acompañarnos en ese momento y de alguna forma no cambió en absoluto el mensaje de lo que veníamos cantando. Lo potenció muchisimo. Fueron shows muy emotivos. En cierto modo es un cambio que sentíamos que era inminente al estar constantemente observando cómo las tecnologías van mutando y cambiando nuestros hábitos de todos los días. Las canciones no hablan en contra de lo virtual. Hablan de poner en duda ciertas cosas y más que nada es una reivindicación de las relaciones reales, humanas, sin tanta interferencia en el medio. Pero los cambios a nuestro alrededor suceden rápido y de pronto estábamos sumergidos en una nueva forma de vivir y relacionarnos. Así como la nueva era tiene sus bondades, tiene sus contras, y te das cuenta cuando se vuelve tan intensa la necesidad del contacto entre las personas. En nuestro caso somos un grupo que siempre hizo música tocada, en una misma habitación con instrumentos dialogando y eso nos ayudó a darle vida a los temas a nuestro modo.
–Voy a darle otro giro de premonitorio al trabajo y tiene que ver con cierta vuelta a los sonidos orgánicos que parecen empezar a copar incluso algunos géneros que estaban más relacionados con otro tipo de sonoridad. Pienso en las guitarras en las nuevas composiciones de Paulo Londra, como un ejemplo primero que me viene a la cabeza. ¿Ustedes también notan que hay una tendencia en esa dirección?
-Hay un vuelco hacia la música tocada por seres humanos en los géneros que antes no lo tenían, es cierto. Quizá antes alcanzaba con una pista y una persona cantando, en el mejor de lo casos. La posibilidad de ir a ver un show en vivo y que la música esté siendo tocada en vivo realza la experiencia. Eso es innegable. Está buenísimo que suceda y que las nuevas generaciones también lo sientan. Quizá es momento de amigarnos con las imperfecciones de los shows en vivo. Algo así como intentar dejar de lado los filtros de instagram. Es una tendencia sana.
-¿Cómo fue la decisión de Todo Aparenta Normal para encarar ese camino?
-Esa búsqueda de hacer un disco que suene orgánico está desde el comienzo y en verdad, también es un lugar donde queremos ir muy seguido. Si bien antes de grabar pasamos etapas de composición donde vamos tocando entre todos y el tema lo vemos como un organismo vivo que se va desarrollando, mientras se lo toca. Es un concepto que se aplica también a como intervienen los sonidos electrónicos, es algo que tiene que ver con cómo se interrelacionan los sonidos entre sí y qué lugar ocupan. Al momento de grabarlo, fue un proceso distinto porque estuvimos los cuatro grabándonos entre nosotros y fue como estar en la sala, y jugar, y experimentar en el estudio hasta encontrar el punto. Es algo que hacemos siempre y llevarlo al estudio tal cuál fue la idea.
-Entiendo que el disco esconde también una crítica a algunas cuestiones que van más allá del sonido y se relacionan con la forma en que se nos organiza nuestra vida cotidiana. Pensando en lo analógico en el que hacer musical puntualmente hay una forma de escucha muy distinta a la del tiempo en que posiblemente hayan crecido ustedes, que es el tiempo en que crecí yo. ¿Es así? ¿Cómo se llevan con el tiempo del algoritmo?
-Inevitablemente estamos acá, somos parte, estamos bajo el consejo del algoritmo y vamos a sobrevivir igual. Lo que hacemos es contar un poco lo que observamos y bueno intentar que ese impacto de ansiedad no nos repercuta a la hora de ver la profundidad de las cosas, y realmente valorar lo que existe más allá de la mirada que mide, compara y compite constantemente. Lo mismo aplica a la hora de escuchar música, tenemos una accesibilidad tremenda a música de todo el mundo y de todo tipo, que realmente no nos daría la vida para escuchar todo eso, por eso lo que se va refinando es la elección de ese tiempo que vamos a pasar, y si el tema no te gusta, a los 20 segundos lo pasas y empezas otra. Todo en una fracción de segundo, un click. Ahí también es donde se va negociando con la ansiedad a la hora de explorar nuevas músicas.
-También me gustaría consultarles por el concepto disco, en tiempos en que hay artistas que reinan a partir de los singles. ¿Con de los que piensan las canciones insertas en concepto más grande?
-Sólo sabemos que no tenemos ninguna verdad sobre esto, y si hay algo que repetimos es que nunca repetimos los procesos creativos y siempre van mutando, pero pensar la música dentro de un disco o concepto nos ayuda a darle un rumbo para conducir mejor las ideas y generar un balance entre la energía de las canciones. El single, en cambio, quizás te da esa libertad de que podes ir de un lado a otro, empezar de nuevo, cambiar y tener una continuidad mayor a la hora de los lanzamientos.
-Volviendo a una de las preguntas anteriores, también hay como una revalorización del vinilo como objeto. ¿Creen que ahí hay una reivindicación de lo que significa una obra integral o lo ven como parte de un revival más relacionado con la industria y el marketing?
-El vinilo está siendo revalorizado por nostálgicos o audiófilos y cada vez son más. No deja de ser algo de difícil acceso para la mayoría de la gente. Es lindo que haya gente que aún se ocupe de querer escuchar un disco tal como sus autores quisieran que fuese escuchado. Es una forma de volver al álbum, verlo y tocarlo. Es cierto que la profundidad de sonido de esos aparatos, es tremenda. Por suerte ahora hay plataformas de streaming en con alta calidad de audio para llegar a esas sutilezas en la escucha.
-Con todos estos matices de los que venimos hablando y, en su caso, habiendo recorrido escenarios y festivales alrededor del mundo. ¿Cómo ven el presente de la música argentina y puntualmente del género?
-La música argentina está llena de vanguardia, disrupción y muchísima gente creativa. Eso sucedió siempre. Quizá el algoritmo nos muestre siempre las mismas cosas. Pero quien busca encuentra. Nos encanta lo que está pasando en la escena. Independientemente de los géneros está lleno de música nueva y todos los días podes descubrir grupos nuevos que están haciendo cosas interesantes y claramente el rock está en un gran momento.
-En la pandemia lanzaron un EP con dos covers. Los temas elegidos parecen ser lógicos si uno espeja el sonido de esas etapas de Soda Stereo y Catupecu Machu con el presente de Todo Aparenta Normal. ¿Fue complicada la elección? ¿Quedaron alternativas afuera o fueron de una a ese lugar?
-Fue un momento donde todos estábamos viendo cómo seguir haciendo y adaptándonos a hacer las cosas a distancia. Fue entonces que empezamos a grabar cosas y compartir los tracks a distancia. Así hicimos Hombre al agua que formó parte de un homenaje a Canción animal, un especial que organizaba (el programa) La Viola y distintos artistas hacían temas de ese disco. Y era un tema que siempre daba vueltas en las guitarreadas. Y Perfectos cromosomas es un temazo que siempre nos gustó, y cuando se lo propusimos a Fer, le gustó la idea al toque. Le mandamos el track con todo listo para grabar la voz, y la grabó en una toma, clavada! Ahí imprimimos esas juntadas de hacer cosas virtuales ese ese pequeño EP.
–¿Cómo preparan el concierto para Niceto y qué sigue después?
-Para Niceto venimos preparando el show que nos debíamos hace rato. Vamos a tocar El último abrazo analógico como no pudimos hacerlo durante toda la pandemia, con gente de pié y a todo trapo. Tenemos invitadxs sorpresa que por más que quiera no vamos a revelar porque dejarían de ser sorpresa. Y ya con todo listo ultimando detalles. Lo que sí sabemos es que después vamos a seguir trabajando en música nueva, tenemos varias canciones dando vueltas y la idea es englobarlas en un nuevo disco.