Un disco que se toma o un vino que se escucha: eso es lo que la banda Súrfer Comadreja ha decidido sea el soporte de su nuevo trabajo discográfico.
La banda cordobesa, conformada por Gabriel Campana (en bajo), Mariano Rupil (voz y guitarra), Guillermo Prez (batería) y Jordán Toro (pads y sintetizadores) lanzó «Música liquida volumen 1», y dentro de unos meses veremos la segunda parte de este peculiar lanzamiento cuyo soporte es un vino que nos regala el código de descarga de las canciones de la banda.
«Gabi (bajista de la banda- es enólogo y nosotros siempre nos juntamos a degustar vino, relajar y componer. Un día surgió la idea de ir al laboratorio de la bodega Campana, que es de la familia de Gabi -es una bodega abandonada, ahora-, y es un lugar lleno de probetas, vinos, damajuanas y ahí se mezcló filosofía, vino y música. Ahí surgió esto y por eso el concepto de art-rock define bien nuestro proyecto», explica Mariano Rupil, voz y guitarra de la banda.
De la mezcla de enología, filosofía y música surge Súrfer Comadreja, un proyecto que pude definirse de Art-Rock.
El eclecticismo de sonidos de Súrfer Comadreja, los vaivenes que nos llevan a diferentes paisajes, sonoridades y caminos, hacen buen maridaje con la propuesta de un vino como compañero de ruta en el viaje de su escucha. Una idea musical desprejuiciada en la que se pueden encontrar pizcas de diversos géneros ensamblados por una búsqueda artística y sonora, que le dan impronta propia a la banda.
Pero por otro lado es una interesante forma de rescatar y darle una vuelta de rosca al concepto de disco, que tanto terreno ha perdido por la irrupción de las plataformas de streaming. Fetiche o no, hay una apuesta integral de arte en lo que regala Súrfer Comadreja con su «Música Liquida».