Es posible que, en algún tiempo, Él Mató a un Policía Motorizado sea la referencia obligada a la hora de sentarnos a hablar de cualquier aspecto que refiera a la independencia musical en nuestra Argentina, hoy contemporánea. Capaz que más allá de las fronteras también nos pregunten por ellos. Es por eso que los platenses aparecen como principal atractivo del encuentro que, el sábado, los volverá a reunir con otras grandes bandas de todo el país en el escenario del Quality Espacio. “Siempre que vamos a Córdoba la pasamos muy bien. Hemos hecho muchos amigos durante todo este tiempo” dice Santiago Motorizado cuando atiende el teléfono. En el tono, se lo nota entusiasmado. “Es muy bueno el clima de festival. Noche Dorada Espacial es algo que armamos hace ya varios años y que tuvo una continuidad linda durante un tiempo en Buenos Aires y La Plata. Pero ahora hacíamos mucho que no lo hacíamos así que esta bueno poder encarar este tipo de encuentros una vez más.”
Hablar con Santiago siempre es grato. Fundamentalmente porque le suele esquivar al prototipo de músico «que habla a través de sus canciones». Él habla, explica sus puntos de vista, busca las alternativas de la conversación y las expresa sin los filtros que suelen usarse para aminorar o exacerbar efectos. Bueno, acá, la charla que tuvimos con él en la radio cuando, promediando la conversación, nos dimos cuenta de que no teníamos ganas de que se perdiera en la fugacidad del eter.
Otra Canción: Hay todo un universo de la música independiente que se ha ido agrandando mucho en el último tiempo. Este tipo de encuentros es como que lo confirman.
Santiago Motorizado: La verdad es que cambió mucho lo que es la edición, la música y la producción. Hay cada vez más bandas que eligen el camino de la independencia, algo que antes no pasaba. Hay un montón de nuevas herramientas como para que ese camino sea más fácil de llevar también. Los consumos culturales cambiaron, sobre todo a partir del auge de Internet y me parece que todas esas cosas te igualan. Ahora es más accesible poder distribuir la música y eso te pone casi a la misma altura que otros artistas, más allá que después existan canales que destacan más a uno o a otro. Todo se está generando en un plano de mayor igualación sobre todo en el universo de lo digital. Obvio que después uno sigue reclamando más espacio y eso no se hace desde una postura caprichosa sino que las bandas están llevando cada vez más gente y cada vez hay un público que está más atento a los fenómenos culturales más allá de lo musical. Algo que merece atención.
O.C: ¿Cómo te sentís con los reconocimientos vienen desde afuera? Pienso en el mainstream poniendo el ojo en Él Mató, poniéndolos en la tapa de la Rolling Stone por ejemplo. ¿Te sorprende?
S.M: Un poco sorprende. La verdad que los medios más masivos como puede ser Rolling Stone o los medios que se centran más en capital, como los grandes canales de radio y televisión, siempre tienen espacios escuetos para lo que es la escena independiente. Entonces cuando suceden este tipo de acontecimientos como lo es salir en la portada de la RS, a mí me sorprende. No lo espero, pero a la vez creo que todo este crecimiento merece su espacio. No porque sí, sino que está generando cosas que tienen fuerza y llevan mucha gente. Digo esto porque estos medios están atentos a eso, a la gente que llevas. Más allá que lo artístico vaya por donde vaya. Yo entiendo esa dinámica y no es algo que sea algo que sucede sólo en la Argentina, pero me parece que por lo menos las secciones que estén dedicadas a la cultura deberían estar más allá de eso. Está bueno que se abra el juego. Que se mezclen las cosas y no que esté el mainstream por un lado y nosotros por el otro. Nosotros tuvimos la suerte de andar por México, por Estado Unidos y por Europa y la verdad es que ahí hay grandes radios en las cosas conviven perfectamente, incluso hay radios que le dedican toda la programación a la música independiente. Eso nos sorprendió mucho. Entiendo que no está bueno compararnos con Europa por ejemplo, pero esto pasa en Brasil o en México y la verdad que nos gustaría que acá eso pase un poco más.
O.C: Hace unos años un periodista chileno escribió una columna en la que se decía, básicamente, que el Rock Argentino se había muerto. Recuerdo haberte escuchado decir cosas muy interesantes en trno a ese diagnóstico ¿Cómo ves hoy la foto, la escena general?
S.M: Lo que yo leí en aquel momento era una impresión que estaba referida al mainstream del rock argentino y en un punto un poco estaba de acuerdo. Yo creo que lo que suena mucho en las radios es algo muy chato. A mí no me genera nada, parece todo hecho por el mismo productor, no tiene novedad, no tiene originalidad, o al menos a mí no me llega. Por fuera de eso, yo estoy muy atento a lo que sucede por fuera de ese universo y me encuentro con un montón de canciones que me enamoran. Entonces empiezo a pensar totalmente lo contrario, porque por ese lado veo una vitalidad muy potente. Pero entiendo que esto también responde a esa división de la que venimos hablando. Lo que yo creo es que antes los sellos que forman parte del mainstream eran más atentos de lo que pasaba en el under. Entonces, hubo una época en la que empezaron a sonar en la radio bandas como Soda Stereo, Los Fabulosos Cadillacs, Virus o Los Abuelos de la nada. Todos ellos, en algún momento tocaron para diez personas. Después se hicieron masivos y mainstream, pero fueron under y desde allí surgieron. Pasa que los sellos, ahora, se cerraron. Hay una crisis en general en lo que tiene que ver con el mundo de las discográficas y entonces están yendo a lo seguro. A eso que les sirve para cubrir una cuota. No tienen lugar como para arriesgarse a cosas nuevas. Lo cual es una lástima para la cultura en general, porque nos afecta a todos.
O.C: ¿Cómo repercute en vos como músico, como productor, como escucha, como público todo lo que pasó en torno al show de Olavarría y el Indio Solari?
S.M: La verdad que mal. Es toda una cadena cosas que se hacen mal y en donde por lo general pierden los que menos recursos tienen para combatirlo. Es difícil la situación, hay una mezcla de varias cosas. Cuando apenas me enteré de la noticia es como que me dio bronca. Era algo que como todo el tiempo se estaba esperando. Se veía que era una situación extraordinaria, sin precedentes, y que por eso genera una responsabilidad muy grande hacer algo que se hace por primera vez. Pero también son cosas que pueden pasar. En un lugar para 300 mil personas o en un centro cultural para 20. Hay un punto en la situación que, a veces, se escapa. Son temas muy complicados de analizar.
O.C: Te pregunto porque hay todo un desafío. Ustedes son hacedores de todas esas cosas que se necesitan para llevar adelante la independencia, la autogestión…
S.M: Hay que estar muy atentos. Cuando hablamos de producción e independencia también hablamos de llevar adelante nuestros propios conciertos. Más allá de que uno comparta con una productora para que organice o te de una mano, hay que estar atento a estos detalles. A que la seguridad sea la máxima posible y que no hay ningún espacio para el riesgo. Estas cosas son como un llamado de atención. Estas cosas dan bronca y afectan mucho. Sobre todo cuando uno va a una fiesta y espera que todo empiece y termine ahí. No que haya un muerto. Da bronca porque parece que hay mucha gente que está esperando esto, que hay mala leche dando vueltas. Están esperando para culpar sobre cosas que son directamente irracionales y entran todo en una lógica pasional en la que se la agarran con una música puntual, con una cultura, con gente de cierta clase social. Sale como lo peor en ciertos sectores y sale un montón de mierda que ya venía acumulada de antes. Entonces da bronca. Y por eso tiene que estar todas las partes atentas. Los que organizan, los que están encargados de la seguridad, el Estado como regulador de normas que se deben cumplir, todos. Cada uno tiene que hacer su trabajo y después el riesgo puede pasar por otro lado. Pero no podes dejar que el riesgo pase por la mala organización.
O.C: Tengo entendido que están grabando ¿Hay disco nuevo?
S.M: Estuvimos grabando en Estados Unidos unas 15 canciones nuevas para el nuevo disco. Creo que van a quedar 10, estamos ahí eligiendo. Remasterizando, dándole la forma final a los temas, armando todo lo que es el arte de tapa y lo necesario para terminar un disco. En eso estamos pensando en lo que va a ser la edición. También estamos ensayando mucho. Ensayando las canciones nuevas porque anda en una nueva búsqueda la banda en general y el sonido tiene otra complejidad. Eso después hay que llevarlo en vivo o adaptarlo al show que estamos haciendo. También, capaz, hace falta llamar a otro músico que nos ayude porque hay más capaz de sonidos, con más percusiones, con otros arreglos. Entonces estamos viendo cómo llevamos todo eso al vivo.
* La foto de portada fue extraída de la página Colirio pa que vean
** La entrevista fue realizada originariamente por Gonzalo Puig y César Pucheta en el programa «Quién paga la cuenta» de Radio Nacional Córdoba.