Raquel Tavares: cantar fado es, en esencia, cantar la vida, abarcando todas sus experiencias y sentimientos.

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Vuelve a Buenos Aires una nueva edición del renombrado Festival de Fado, que traerá a nuestra ciudad a los más destacados exponentes de la hermosa y reconocida música tradicional portuguesa. Este evento se llevará a cabo el 16 y 17 de noviembre en el Palacio Libertad, con entrada libre y gratuita.

El festival tiene como objetivo promover el Fado y la cultura portuguesa a nivel mundial, y este año estará centrado en el tema «Fado y Libertad». Será una oportunidad única para disfrutar en vivo de talentosos cantantes fadistas como António Zambujo y Raquel Tavares. Además de los conciertos, el festival incluirá la proyección de la película «El Cónsul de Burdeos», dirigida por Francisco Manso y João Correa, así como una conferencia titulada «Fado y Libertad», presentada por Rodrigo Costa Félix.

Como previa a su desembarco en e festival, charlamos con Raquel Tavares, nacida en Lisboa en 1985, creció rodeada del fado, ganando a los 12 años la Grande Noite do Fado. Con solo 14 años, lanzó su primer álbum, «Porque canto o Fado», y su segundo trabajo, producido por Jorge Fernando, la consagró como artista revelación en los premios Amália Rodrigues.

En 2008, publicó «Bairro», aclamado por la crítica como uno de los mejores álbumes de fado. Su disco «Raquel» (2016) le otorgó un premio de oro. Su amor por Roberto Carlos la llevó a grabar un álbum homenaje, que resultó en un gran éxito de ventas y un premio de platino.

Tras un descanso, en 2020 se aventuró en la actuación en televisión. Ahora, regresa al Festival Internacional de Fado, donde ofrecerá un concierto que explorará las raíces del fado, interpretando tanto clásicos como sus éxitos, y celebrando el 50 aniversario de la Revolución de los Claveles.

Otra canción: Para quienes por ahí todavía no conocen el Fado, ¿qué es el fado?

Raquel Tavares: Bueno, es una pregunta muy compleja y no tiene una respuesta sencilla. La manera más simple de describir el fado es considerarlo música popular. La gente creó el fado como una forma de expresión, y cantar fado es, en esencia, cantar la vida, abarcando todas sus experiencias y sentimientos. No se trata solo de música triste; también hay fado alegre que celebra la vida y las fiestas. La gente lo canta en las calles y en los barrios. Por ejemplo, en el barrio donde vivo, Alfama, hay mucha fiesta y alegría, y yo, como cantante, disfruto enormemente de interpretar todo eso. Por supuesto, me encanta cantar sobre la tristeza, ya que soy fadista, pero el fado es, ante todo, una canción popular que da voz a los que menos tienen.

O.c: La historia dice que el fado nació de la tragedia y la tristeza, pero actualmente muchos cantantes han demostrado que el fado puede ser dinámico y hasta divertido. ¿Crees que esto ayuda a que generaciones más jóvenes se acerquen al fado?

R.T: Por supuesto, la poesía también ha evolucionado hacia formas más contemporáneas. Creo que los jóvenes de hoy se sienten más identificados con el fado porque aborda las rutinas y los problemas sociales actuales. Por eso, considero que los jóvenes están más conectados con el fado. Es una música que les atrae tanto en su forma tradicional como en su expresión contemporánea. A pesar de que se identifican más con lo moderno, también tienen el deseo de abrazar la tradición y sus raíces, lo cual, para mí, es muy significativo.

O.c: Entiendo que estuviste un tiempo fuera de la música, de hecho, trabajaste en televisión. ¿Qué fue lo que te llevó a volver a la música y al fado?

R.T: Bueno, en realidad, nunca me he alejado de la música; solo estuve un poco distante de la industria musical. Soy cantante, soy fadista. A pesar de no estar cantando, siempre he llevado el fado en mi ser. La experiencia en la televisión ha sido increíble; me ha encantado y divertido muchísimo. Sin embargo, no podemos renegar de nuestras raíces y de lo que somos. En un momento, sentí la necesidad de volver a conectar con las personas, porque eso me hace muy feliz. Me gusta provocar emociones en la gente a través de mi canto y mi música, y por eso decidí regresar. Estoy muy contenta por ello.

O.c: Siempre estuvo la música atravesada en tu vida, de hecho, he leído entrevistas donde si bien hablas como actriz, siempre está la música presente… ¿qué es la música para Raquel?

.R.T: La música, para mí, es mi forma de estar en la vida. No puedo imaginar mi existencia sin ella. Me despierto y necesito poner música; si estoy contenta, tengo que escuchar música. Si estoy triste, busco una música aún más triste para poder llorar más. Creo que está en mi ADN, en mi esencia. No puedo hablar de mí sin mencionar la música, que realmente está en mi sangre. Por eso, muchas veces digo que alguien, no sé si ha sido Dios o el universo, me ha dado este don, y siento que debo usarlo.

O.c: Has abordado el fado más tradicional pero también el contemporáneo. ¿Hay alguno que te guste más? ¿Cómo te llevas con los que le tienen miedo a lo moderno porque creen que desvirtúan lo tradicional?

R.T: Soy una cantante tradicional y siempre lo he sido. Sin embargo, hay momentos en la vida en los que, al empezar a viajar, especialmente cuando viví mucho tiempo en Brasil, comprendí que había otros estilos musicales que me encantaban. Por ejemplo, la samba tradicional. Cuando empecé a cantar samba en Río, pensé: «Ay Dios mío, ¿ya no soy más una cantante de fado?». Pero, por supuesto que no; siempre podemos cantar otras cosas, explorar nuevas poesías y musicalidades con nuevos instrumentos, incluso dentro del fado.

Hoy creo que sí, podemos ser tradicionales y defender la tradición, y yo lo hago mucho. Pero no hay ningún problema en intentar hacerlo de una forma más contemporánea, sin olvidar nunca a los cantantes antiguos, a los que han forjado la tradición y la raíz, para que no se pierda. El fado es una tradición oral que debe ser transmitida cantando y hablando de ella. Por eso, para mí, son bienvenidos aquellos que quieren hacer un fado más contemporáneo, para que la tradición no se olvide.

O.c: Hay que destacar que, más allá de que cantes fado, grabaste un disco homenaje a Roberto Carlos. ¿Volverías a incursionar en otro estilo? ¿Qué estilo te gustaría cantar?

R.T:
He cantado una gran variedad de estilos en diferentes partes del mundo, y tengo mucha suerte por ello. He grabado con Roberto Carlos y, sin duda, volvería a cantar y a grabar con otros artistas que me encantan de diversas partes del mundo. Me fascina la samba y, aunque no soy una cantante de flamenco, me encantaría rendir homenaje a algunos de los cantantes que más admiro en España, por ejemplo. Estoy dispuesta a hacerlo siempre que tenga sentido y forme parte de mi camino. Siempre estaré abierta a nuevas experiencias y colaboraciones.

O.c: Hace casi 12 años, el fado fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. ¿Tú por qué crees que el fado es tan universal? ¿Crees que la música es el lenguaje universal y honesto que puede tener un pueblo?

R.T:
Sí, claramente. Creo que la música es una de las expresiones más poderosas de la identidad de un pueblo, al igual que la comida. La música refleja la esencia de la comunidad y es una de las mayores identidades culturales. Me encanta pensar que géneros musicales, tanto urbanos como tradicionales, han surgido del pueblo para expresar su vida, sus dolores, tristezas y alegrías. Es casi como una oración; no sé si se entiende, pero para mí, la música representa la identidad más profunda de un pueblo.

O.c: ¿Sobre qué cosas o temas le interesa hoy cantar a Raquel?

R.T:
Hoy, al acercarme a los 40 años, me interesa cantar sobre mi vida, sin pudor ni miedo. Cuando somos más jóvenes, a menudo tememos compartir nuestras intimidades y sentimientos más profundos, pero ahora no tengo nada que esconder. Quiero cantar sobre mí y sobre todo lo que aún tengo por vivir, que espero que sea muchísimo. Estoy lista para expresar mi historia y mis experiencias sin reservas.

O.c: Su último disco es de 2017. ¿Está trabajando en un disco nuevo?

R.T:
Sí, estamos programando conciertos para el año que viene y me encantaría grabar un nuevo disco. Estoy pensando en ello, aunque aún no tengo claro qué dirección tomar. Confieso que tengo muchas ganas de cantar fado tradicional, pero no sé aún cómo lo haré. Vamos a ir haciendo todo con calma, despacio, porque ahora tengo muchas ganas de estar en el escenario y de tener a la gente ahí para poder cantar.

O.c: ¿Algo que nos puedas adelantar de lo que veremos en el festival de Fado de Buenos Aires?

R.T: Tengo recuerdos muy lindos de Buenos Aires; he estado allí una o dos veces y tengo memorias de noches llenas de emoción. La gente de Buenos Aires me recibió con tanto cariño y calidez que estoy segura de que serán noches de buena tradición. La gente de Buenos Aires escucha mucho fado, al igual que tango, y tenemos muchas similitudes en la música, por lo que estoy convencida de que serán noches muy emotivas. Tengo muchas ganas de regresar a Buenos Aires, donde presentaré un concierto tradicional con instrumentos como la guitarra portuguesa, la guitarra clásica y el contrabajo. Espero que todos estén con el corazón abierto para escuchar esta música, así como la de António Zambujo.