Entrevistamos al gran Palo Pandolfo, a días de su arribo a Córdoba para participar del ciclo Música Anfitrión.
Palo Pandolfo parece un tótem. Una de las figuras que con el tiempo se va transformando en figura imprescindible, y cuya obra toma dimensión con el transcurrir de los años. Palo está ahí y es la referencia para una generación de cancionistas que abrevan en su río de creatividad, en su búsqueda primigenia. Los llamados «cancionistas del Río de La Plata», tienen en Palo, un faro que ilumina el horizonte en el mar de la canción.
Hace poco lo vimos por la tele con Ignacio Guido Montoya Carlotto, en la fiesta popular de Plaza de Mayo, dándole voz a «Te recuerdo Amanda» de Víctor Jara, y quienes vean Encuentro, lo habrán visto en el programa «Quinas porqué». El jueves, junto a Enrico Barbizi, Palo se presentará en el ciclo Músico Anfitrión, y esta era una buena oportunidad para hacerle unas preguntas.
– Hace unos años, toda una corriente de cancionistas rioplatenses empezó a desarrollar un formato de laburo que conjugó una gran parte de lo mejor de la tradición musical de nuestro país. Muchos de esos hombres y mujeres se convirtieron en personas muy cercanas a vos. Muchos te nombran como un referente ¿Cómo te sienta ese título? ¿Cómo es la relación con ellos?
– Es cierto, me hice muchos amigos en lo que yo llamo «la nueva vanguardia» de nuestro país. Hay un desarrollo impresionante de la fusión en todas las provincias argentinas. Me da mucho orgullo que discos como Espiritango estén en sus disparadores, siento que la canción popular es transmisión oral y yo mismo he sido influenciado por Spinetta, García, Napolitano, Prodan, etc.
– Vamos a tu pasado. Don Cornelio, visto a la distancia, parece un emergente del momento en que la ilusión y la alegría empezaban a metamorfosearse con la oscuridad y desazón ¿Qué recordás de aquella expresión artística y estética?
– Don Cornelio se forma e 1984: primavera democrática. Fuimos de entrada rupturistas con nuestra propia cultura de la época y de la dictadura; rock progresivo y jazz rock, militancia de izquierda, hipismo… de ahí pasamos a la new wave, al año psicodelia romántica enseguida post punk y ahí estallamos… Fue experimentar demasiado rápido cosas que estaban bajo el manto de la represión en la calle, hogar y escuelas.
– ¿Cómo lo ves con la perspectiva de los años?
– La veo hermosa, creativa y de mucho crecimiento. También conocimiento por abismo, prueba y error.
– Hay una mirada de los 80s como una década de «reviente», de los 90s como una década banal, ¿qué visión tenés vos de esos momentos desde lo artístico-cultural?
– Para mí el reviente se da en los 90. El «aguante» por ejemplo. La hiperinflación (o golpe financiero) del final de afonsinismo abrió las puertas del neoliberalismo, las privatizaciones, cierres de fábricas, medianas y pequeñas empresas quebradas y el ingreso masivo al país de la cocaína para consumo interno y narco-gate. De nuestra parte ahí resurge, sin querer, desde el hardcore y la experimentación, un camino con música de ancestros, aires de tango, vals criollo, 6/8, candombe, etc. Enseguida la llamé «resistencia cultural’… ¡y ahí fuimos!
– Creo que junto a Frenkel en los 90s abrieron un lindo panorama al mezclar el rock argentino con sonidos folkies y latinoamericanos. Quizás en ese momento fue recibido tibiamente, ahora parece más natural. ¿Lo crees así? ¿Qué condiciones te parece que se dieron para revertir aquella tibieza?
– Los Visitantes fue mi banda masiva; festivales, miles de personas, nos contrata una multinacional discográfica… En lo personal creo que me volqué a un personaje algo desagradable, egomaníaco y falto de creatividad. Me duro cerca de 2 años. Pude armar un camino solista, empezar de abajo, de cero. Tener me primera hija y reencontrar un lugar de desafío que dura hasta hoy.
– ¿Cómo es el Palo Pandolfo de hoy? ¿Por dónde anda? ¿Cuáles son sus inquietudes?
– Hoy grabando la demo del 2do disco de mi banda La Hermandad, con quien en 2013 editamos Esto es Un Abrazo. Consolidando el proyecto colectivo: somos un grupo. Compusimos algunos temas en grupo, otros solo. Escribí las letras con esfuerzo y sacrificio. Estamos trabajando con Charlie Desidney como productor artístico, con el también hicimos Esto es Un Abrazo. Nuestra compañía es S-Music de Alejandro Varela. El disco anterior lo hice yo y se lo licencie a ellos pero este nuevo proyecto esta bancado por la compañía. Pertenecemos a S-Music, lo cual es maravilloso, ya que confían en nosotros e invierten en nuestra banda. El objetivo es editar el disco este año, en Noviembre.
En agosto, el 16, venimos con La Hermandad a club Belle Epoque. Paralelamente hago producciones artísticas de discos que me llaman, ahora estoy produciendo disco de Horacio Bouchoux pianista cantante y compositor. Con DJ Matisa Parisi remixando (editamos Madre Computadora remixes x3 en youtube) y armando pistas electronicas – loops , para el vivo y el disco. El año pasado edite un libro de poesía: La Estrella Primera (editorial Conejos- distribuye Galerna), y tengo un proyecto en marcha con un amigo de la vida Daniel Gorostegui (teclas corneliovisitantes) se trata de un dúo techno para grabar más hacia fin de año, sin apuro y con mucho placer.
– ¿Hay nuevas canciones? ¿Por dónde van?
– El nuevo disco es muy rockero, modernoso, algo electrónico. Guitarras eléctricas, sintes y bases fuertes. Las letras, te decía, vienen luego de la melodia, en este proyecto; entonces me volque a escribir sobre temas pensados, sentidos de antemano. Cosas personales, mis afectos (por ej.: La Vida, El Viaje, Niña de Metal, Un Trago de Cognac), o de la vida (El Juego por el mundial), la fisura (la Ciudad o La Fuga), mis hermanos en el rock nacional (Sonido Plateado), la colonización española (El Conquistador), y así.
– Fue muy impresionante el dúo con Pacho Montoya Carlotto el 25 de mayo, ¿cómo nació esa sociedad?
– La sociedad con Ignacio Montoya Carlotto surge de una propuesta de Lito Vitale para actuar en la Fiesta de la Dermocracia de diciembre pasado. Me llama para tocar Estaré y al final de la llamada me dice: «¿te animas a cantar Los Dinosaurios con Ignacio? «; y yo: “ehhhhh, ¡si!”. Tuvimos un gran ensayo en Vitale’s house y ese dia del show un tornado arraso a mi ciudad, se suspendió el recital pero nos pidieron a él y a mí que actuáramos en la casa rosada, etc., etc. Fue tremendamente emocionante cantar esa canción con Ignacio, estando Estela y demás. Luego, él me invita a ir a su patria adoptiva, Olavarria, el 24 marzo 2015, voy y ahí sellamos nuestra amistad. Terminamos comiendo empanadas en la casa de la memoria de Olavarria con gente secuestrada y mas tarde en su casa brindamos con amigos y un litro de whisky, ¡y ya no podemos parar!
– En el último tiempo te leímos y escuchamos mucho halando del horóscopo chino, ¿estás en una etapa más espiritual?
– Siempre estoy en lo espiritual, siempre hablo de eso en las canciones. Es más, hago música para exaltar el espiritu, lo invisible, la intuición y el sexto sentido. 10 años de yoga, meditación y mediumindad.
– Te conocimos en la faceta de conductor de TV rescatando partes de la historia del Rock Argentino, que cumple 50 años el año próximo. Te sabemos un conocedor del asunto ¿Que balance haces de ese movimiento cultural? ¿Cómo la ves hoy?
– Cuantitativamente es el mejor momento de la música rock argie. Miles de proyectos, atomización, indie, grabaciones caseras, sellos independientes, muchas bandas masivas. Estamos presenciando el nacimiento de los futuros spinettas, nebbias, etc.
– ¿Qué visión tenés de ese monstruo llamado industria de la música?
– Soy un productor musical, artístico y también el manager de la hermandad, o sea pertenezco a la industria de la música. Soy un agradecido de poder, junto con mi compañera y sus pinceles, llevar adelante un hogar con hijos con la guitarra y la voz.