El viernes, la banda brinda su último concierto antes de meterse de lleno a trabajar en su segundo disco.
Ole Blando editó su disco debut a mediados del año 2011. Ese trabajo terminó por llevar al registro discográfico un conglomerado ecléctico de canciones con las que la banda se había dado a conocer desde su nacimiento en el 2008 y con las cuales habían podido ir haciéndose de su primer grupo de seguidores a fuerza de trabajo y espectáculos en vivo. «La tapa del primer CD de Ole Blando es un mensaje en una botella arrojada al mar. Un clásico, una imagen típica, un lugar común, es para que nos entendamos. Hay allí un mensaje arrojado al mar, al mar de una ciudad sin mar y con pocos mensajes.» Es tiempo de balance y Agustín Druetta se hace cargo: «Ole Blando, tanto para sus músicos como para su público, no es mas que una experiencia en la vida. Pero cuando el tiempo haya pasado, cuando lo perecedero perezca, son las canciones las que van a quedar. Como buen mensaje arrojado al mar, no hay que pagar por él, el desafío es encontrarlo, está flotando en la red.»
Han pasado los años, las canciones maduraron (o viajaron por ese mar imaginario, resonando en cada orilla) y Ole Blando siente que necesita volver a abrir aquella botella. «A la hora de grabar el primer disco tuvimos que elegir entre una larga lista de canciones. Hemos dejado afuera algunos textos bellos, algunas melodías que nos gustaban. Hay una parte de la historia de Ole Blando que sigue siendo oral, presencial, que no está registrada ni materializada. La idea no es grabar el segundo disco, sino terminar el primero. Poder materializar lo que quedó afuera del primero, poder cerrar esa etapa en la historia de la banda y quienes la hacen. Ha subido y bajado gente en la nave de Ole Blando. Hay ganas de materializar las nuevas voces, de registrar el aporte de los integrantes nuevos. Desde la propuesta, quizás no sea un segundo disco, sino un lado B del primero.»
Esa es la excusa con la que Julián Fanzini, Agustín Druetta, José Gomez, Ignacio Ramia, Sofia Bonessi y Mathias Molina se meteran al estudio. Pero antes de eso, los caminos que han caracterizado a la banda desde su primeros pasos volverán a encontrarlos con sus pares en la última noche de ese primer capítulo discográfico. «El viernes se va a dar un encuentro que tiene mas de afectivo que de recital. Es costumbre rockera juntar dos bandas para ganar en convocatoria, o para ahorrar costos, y está bien que así sea. Sin embargo, en el caso del viernes se produce un encuentro afectivo arriba y debajo de las tablas» dice Druetta, anticipando lo que será el encuentro con El Mano, banda con la que comparte mucho más que un bajista. «Con «El Mano» compartimos un contexto social y cultural llamado Córdoba, un fuerza creativa que es la música independiente, y un proyecto común: generar las condiciones externas e internas necesarias para poder vivir de nuestros proyectos artísticos, de nuestras industrias culturales. Como si todo eso fuera poco, también compartimos asados, Bernet y al Nacho Ramia que bajista en las dos bandas. ¡Se vai a hartá de tocá el gil!»
La Cita: «Ole Blando! + El Mano + Dj UnOsoPasadiscos = Fiestononon del Rock Cordobés». Vienres 23.30 hs en Club R.