Noviembre 2018 en cinco discos

Share on whatsapp
Share on facebook
Share on twitter
Share on telegram
Share on pinterest
Share on email

Se acaba de terminar el anteúltimo mes de un año cargado de novedades discográficas. Te rescatamos cinco. Vos fijate. 

Cargar la suerte – Andrés Calamaro
Cuarenta años después de debutar discográficamente como parte de la banda Raíces, Calamaro pasa cuentas personales con la historia y con su propia existencia con un disco que lo vuelve a poner en las primeras planas de la música hispanoparlante. En «Cargar la suerte» hay un volver al ruedo que pone sobre la mesa las virtudes más grande del compositor que hasta se anima a auto-homenajearse sin dejar a un costado algunos de sus bajos más significativos. Se golpea el pecho y, de tanto en tanto, se da un sopapo. Es un disco que podría nombrar «Calamaro definitivo». Elegante desde la melodía, efectivo desde la lírica y muy fino desde los arreglos. El dato destacado aparece en las potencias de las guitarras, algo que lleva al escucha más añejado, directamente a un viaje que desemboca en la etapa post-rodriguez. Al igual que lo había hecho con sus trabajos consagratorios, el músico se apoyó en un seleccionado de músicos que fueron comandados por German Wiedemer y Gustavo Bornery . Estuvieron Aaron Sterling – Bateria y Percusión; Erik Kertes – Bajo; Rich Hinman – Pedal Steel y Guitarras; Mark Goldenberg- Guitarras; Lee Thornbug – Trompeta; Brandon Field – Saxo Tenor; Joel Peskin -Saxo Baritono; Mark Robertson -violin; Ellen Jung -violin; David Low -cello; Teag Reaves -Corno Frances; y Katie Faraudo – Corno Frances.

En espiral – Los Pibito
El tercer disco de Los Pibito despliega una serie de conceptos en los que la identidad se abraza con las vueltas por nuevos colores en donde siempre predomina el negro enraizado con una naturalidad increíble en cada uno de los sonidos de la banda nacida en Villa Crespo. Para eso suman algunas de las voces más representativas del presenta nacional y terminan por hacer girar un repertorio que mira el tiempo en 360 grados. Así, Juan Ingaramo, Emme, De la Riera y Julián Kartún (en su rol de Caro Pardiáco) conviven con Ruben Rada y «La Rubia Tarada» sin solución de continuidad ni necesidad de andar explicando demasiado. «Una inyección de flow universal» nacida en la Argentina de la segunda década del siglo XXI, el lugar y el tiempo en el que la música urbana para sumar la cuota estética más importante a la cultura de nuestro memorial sonoro. 

Luz Pereyra – Vernos cambiar
Luz es una cantautora y compositora santafesina que lanza su primer disco como solista luego de haber sido protagonista de Alguien Mató Algo y Bajo Presión, dos proyectos nacidos al calor de la ciudad ubicada al este del Paraná. Con una evidente indagación sobre las posibilidades de la canción en la que no faltan los diálogos con la música de raíz folclórica y un evidente trabajo lírico conceptual arraigado a los desafíos generacionales que le tocan en suerte, Luz se despacha con siete canciones que se abren camino entre las guitarras que acompañan las necesidades del decir.  El disco debut de la santafesina sale editado por el sello Goza Records y cuenta con la co-producción de Larro y Gustavo Heisser. El disco cuenta, además, con la participación de Brenda Martin – Eruca Sativa – y Diego Sanchez – La Bomba de Tiempo -.

Julio y Agosto – Capítulo 3: Dejá lo malo atrás
Punto final – y consecuente puesta en valor –  para «La ceremonia», la obra conceptual que la banda integrada por Santiago Adano, Miguel Canevari,  Luciana Cúneo, Marcelo Canevari,  Leandro Aspis, Manuel Katz y Juan Lopez Peña craneó y ejecutó a lo largo de todo el 2018. En mayo largaron «Los accidentes», en julio «Movimiento» y en noviembre «Dejá lo malo atrás». A comparación de sus sucesores, el sonido de la tercera parte de «La ceremonia» cuenta con la presencia de elementos eléctricos que empoderan el sonido para el desenlace de una historia en la que deciden «seguir o seguir«. «El viaje es así» pregonan en medio de tiempos en los que la desazón o el desentendimiento parecen ser signos de época. También están presentes los clásicos arreglos orquestales característicos de la banda que visten un repertorio que decide dejar atrás fantasmas y mirar el vaso medio lleno, con humor, amor y elegancia. 

El barco de ANOC – El barco de ANOC
Crédito cordobés en las referencias de noviembre para el disco debut de la banda integrada por Octavio Carranza – voz, guitarra y sintetizador – , Johan Bazan– batería -, Ana Carranza – violín y voces -, Fer Figueroa – guitarra eléctricay voces – y Pablo Aguilera – bajo y voces -. Son interesantes los matices dramáticos que la banda logra gracias al violín y el cruce sónico con sintetizadores, guitarras, bajo y batería que consiguen trasladar al escuche a un universo ubicado en el cosmos experimental y progresivo de la música contemporánea. El barco de ANOC lo hace con un sonido porpio que se fue macerando a lo largo de los años y que encuentra su forma definitiva en las doce canciones que protagonizan su primer larga duración tras casi cuatro años en la escena musical mediterránea. 

https://www.youtube.com/watch?v=-rTy-h8JAiw