Con más de 20 años de trayectoria, Mujercitas Terror se ha consolidado como una de las bandas más destacadas de la escena postpunk en Argentina. Este año, publicaron su quinto álbum de estudio, titulado «Nubes de alcohol«. Este nuevo trabajo está marcado por las experiencias vividas durante la pandemia, con tintes góticos y, podríamos decir, oscuros. Sin embargo, es importante mencionar que entre las siete canciones que componen el disco hay espacio para baladas y guitarras acústicas, que funcionan como elementos de distorsión dentro del mundo del punk, elevando en ciertos momentos ese espíritu oscuro y terrorífico característico de Mujercitas.
La banda está compuesta por Marcelo Moreyra y Daniela Zahra en voces y guitarra, Javier Aldana en batería.
A pocos días de su última fecha del año, el 28 de diciembre en La Fábrica (Lanús), y de su primera presentación del próximo año, el 31 de enero en el festival Refresco, que se llevará a cabo en Niceto, hablamos con Marcelo Moreyra:
Otra Canción: ¿Por qué eligieron ponerle «Nubes de Alcohol» al disco?
Marcelo Moreyra: Desde que nos salió esa canción tomo el poder, fue una de las primeras del disco y ahí se quedó, fue la primer reacción luego del silencio de un disco a otro. El nombre representaba mucho lo que nos pasaba en ese momento y se convirtió en el título
O.c: En «Nubes de Alcohol» cantan «voy a ser un desecho de la sociedad para siempre», una frase que me resonó mucho. ¿Creen que vivimos en una sociedad donde cambiar de estatus es difícil? Me parece una frase un tanto negativista o, en su contexto, un poco oscura…
M.M: A veces algo que se ve como negativo puede tener resultado un contrario: Yo siempre me nutrí de alguna clase de negatividad y eso me llenó de entusiasmo hacia lo mejor, el instante en que se produce es mágico porque se cruzan personalidades a través del arte o la música y hay un reconocimiento de algo familiar, eso siempre es positivo.
O.c: ¿Cómo ven la escena punk-postpunk hoy, con bandas como Buenos Vampiros, Dum Chica, Winona Riders, entre otras? Parece que este sonido está resurgiendo después de la pandemia.
M.M: Es un estilo distinto a lo que era el postpunk para nosotros cuando empezamos, todo sonaba más garagero y sucio, en la escena se veía más la crudeza de los 90 o el punk. Para nosotros describir lo que hacemos siempre fue algo difícil, decíamos postpunk como algo que tampoco se entendía mucho. Ahora se le dió más importancia a este estilo y todo evolucionó hacia algo más popular. Lo bueno es que se reconoce más por todos, de alguna manera eso es lo que se logró
O.c: ¿Cómo caracterizarían el sonido de este nuevo disco? En lo personal, lo siento medio oscuro, gótico, si se quiere, por momentos, donde la cosa mortuoria está presente. Es una búsqueda que creo que se venía teniendo, pero en este disco se acentúa más.
M.M: Como banda no hay muchas modificaciones instrumentales yo creo que puede ser el trabajo de las voces , en este disco se puede escuchar más clara la voz de Daniela y eso genera unos climas más espectrales, algunas cosas rítmicas de percusión fueron grabadas encima que, además de guitarras, generaron ambientes y lo más importante, creo, fueron los momentos de las tomas o grabaciones tanto grupales como personales que fueron increíbles y muy poderosas. Eso a veces genera algo que simplifica y define todo. El ambiente toma la forma que quiere, es algo que pasa o no y depende mucho de como te sentís al tocar y ahí es cuando pensás en que todo se tiene que dar de forma natural o no sirve, y se dió.
O.c: Si uno se pone a ver las letras de Mujercitas Terror y los nombres a lo largo de su discografía, como «Pájaros Descuartizados», «Mamá Mata Niñas», «Mi Amigo se Suicidó», «Nubes de Alcohol», por nombrar solo algunas, ¿qué es lo que les llama la atención del terror?
M.M: Lo que nos gusta ,creo de este tipo de letras, es que siempre tienen algo nuevo, no es una situación del todo concebida, o un tema cerrado; es una gestación hacia un sentimiento que no está determinado por los límites de la realidad, se va moviendo, esto en una canción ayuda porque nunca sabemos exactamente como es ya que se va modificando al visitar la historia otra vez.
Es como leer un cuento dos veces o muchas y siempre se puede ver de otra manera. A veces nos damos cuenta mucho más tarde de lo que queríamos decir en realidad y se transforma en una respuesta.
O.c: Pienso que cantar sobre el terror y las cosas feas que nos pasan no nos da cuenta de la realidad en un momento donde pareciera que Instagram nos muestra que todo es felicidad. En cierto sentido, siento que Mujercitas Terror es el escape necesario para un mundo donde la apariencia está exacerbada o a veces exagerada.
M.M: Muchas veces las cosas que nacen en lugares extraños o de misterio terminan en la vidriera de lo accesible, podemos navegar también un poco más profundo y llegar a un lugar que antes ni imaginábamos, creo que depende mas de como se usa la información.
Cantar para mí es todo, pero cualquier forma de expresión es buena para no quedar absorbido en la apariencia.
Una realidad diferente que nos haga alejar y nos lleve hacia cualquier otro lado, terror, fantasía, locura.
O.c: Muchos consideran a Mujercitas Terror como una banda de culto, aunque a decir verdad creo que siempre se mantuvieron ajenos a la moda y hasta diría que por fuera del radar especializado del underground. ¿Ustedes se ven como una banda de culto?
M.M: Si una banda de culto es algo que tiene una larga historia, nunca fue del todo popular y es revisitada como algo distinto para explorar podría ser, hay muchas cosas en la banda además de música. Aunque me gusta más pensarla como algo del momento sin tanta carga, no mirar solo hacia atrás, y ese pensamiento no sé si es muy de culto. Tiendo a olvidarme de lo que hice porque siento que aún falta mucho.
O.c: Mujercitas Terror lleva 20 años de carrera dentro de la escena under, lejos de las grandes discográficas y, me animaría a decir, también de los excesivos elogios que a veces noto. ¿Se imaginaron sobrevivir lejos de todo eso que hoy parece tan importante?
M.M: Siempre recibí grandes elogios que ni siquiera me había imaginado de gente que fue afectada en el buen sentido por la banda y nuestra música, nunca sufrimos esa carencia de la que hablas. Lo que si tal vez me gustaría es tocar un poco más, ya que tocar en vivo es lo que más nos gusta y representa (aunque lo hacemos siempre de todas maneras) y podría ser más intenso.
O.c: ¿Qué aportó Shaman Herrera como productor?
M.M: El aporte de Shaman fue superior desde el primer momento y al pensar en hacer el disco con él tomo forma en nuestra cabeza.
Las mezclas me dejaban siempre asombrado: sabe cómo ubicar las cosas, sabe cuándo no hay onda, le gusta experimentar en el momento. Los planos y climas creados con las tomas que grabamos hicieron una diferencia a los discos anteriores, y también un reconocimiento de nuestro estilo que está en constante cambio aunque no nos damos cuenta, todo fue captado por su genio desde el momento en que le empezamos a pasar demos y cosas que teníamos y eso se ve en el disco. Shaman tiene algo muy misterioso a la vez se que se conecta con ese mundo oscuro pero desde otro lugar como un pulso constante que elimina la carga a todo el procedimiento.
O.c: Si tuvieran que describirme el mundo en el que vive Mujercitas de Terror, ¿cómo sería?
M.M: Las canciones nuevas , los dibujos de Daniela junto con nuestros ensayos representan nuestro mundo. Siempre estamos ocupados y la banda sigue siendo lo más importante
O.c: Son una banda que nació en el horror del 2001, vino la pandemia y ahora estamos en otro momento complicado. ¿Qué momento social y cultural viven como banda?
M.M: En el 2001 estábamos en una especie de sueño porque recién nacía la banda, después fuimos viviendo todas las crisis como en un círculo donde de repite todo una y otra vez.
Yo creo que al crear a través del tiempo vamos viviendo esa realidad de una forma diferente, veo bastante lo que pensamos de todo con nuestros mensajes e imágenes cuando no te quedas callado estás respondiendo y hay un cambio aunque sea abstracto y después se hace real
Igual disfruto de vivir acá y pienso que es el mejor lugar
12. En «Horizonte Celeste», la letra parece evocar una sensación de aislamiento y una lucha interna por la identidad con frases como «no nos están buscando». ¿En momentos como los que vivimos, ven ese horizonte celeste muerto? ¿Qué tan importante es hoy la idea de buscar en la música nuestra identidad cultural en un mundo donde parece que a veces se está perdiendo?
Es una canción en la que se habla un poco de la infancia, los despreciados por su propio entorno, que de alguna manera saben que tendrán todo cuando ya no lo quieran. Es un poco individualista el mensaje pero llevado al plano que decís podría ser algo bueno, buscar en ese caos las imágenes borrosas del pasado o de un legado cultural en escondites celosamente sellados y convertirlos en mundanos, en basura. Está profanación necesaria haria que nunca nada este muerto
O.c: «El velorio de los vicios” es otra de las canciones que me llamó la atención; hablan de los vicios y, en un punto, también sentí que marcaban la casa como una cárcel de algún modo. ¿En qué momento nació la canción?
M.M: La idea de la canción nace antes de la pandemia en realidad y tiene que ver un poco con la condena social hacia el que se sale del control por sus vicios y perversiones, pero en la pandemia fue cuando tomó más sentido porque ya todas esas cosas quedaron olvidadas cuando todo llevó a la sociedad a pensar en la supervivencia y a vivir en el terror, perdió sentido la condena ya todo era una prolija cárcel y el futuro gris.
O.c: Para terminar, me gustaría saber: ¿cómo se relaciona la figura del ‘cantante de chocolate’ con su propia experiencia como banda, donde todo parece tan efímero y rápido?
M.M: No siento que todo sea rápido, tampoco podría hacer nada si pensara que es efímero, aunque a veces lo sea de todas maneras. En los discos hay siempre una canción que narra una historia en forma de cuento pero tiene que ser muy especial y esta nació en los días de encierro. La grabamos en algunos videos que después subimos y fue muy importante en ese momento para nosotros. A veces a mí, es la que más me lleva a como eran esos días: la frase guardada, esperarla al despertar y verla como algo distinto, como un ritual de la noche anterior, era parte de las nubes de alcohol en las que estábamos, eso lo pudimos saber rápidamente.