El músico cordobés acaba de lanzar su segundo disco llamado «64.Antes del fin».
A lo largo de la historia de la humanidad han existido (y existen) formas y planteos de comprender ciertos movimientos del instinto que, lejos de acompasar esta historia al sentido común, intentan derrumbar las concepciones naturales del hombre para profundizar sobre el significados del mundo y sus variables. Milton Arias acaba de grabar un disco cruzado por la muerte y la idea se expresa desde su propia denominación. «64.Antes del Fin» es, concretamente, el último hexagrama del I-Ching, el libro de las mutaciones. «La elección de este título no es casual, sino que la noche antes de empezar a grabar, consultado el asunto con las 3 monedas, la respuesta fue justamente este hexagrama, que nos habla de la muerte, pero no como culminación de algo, si no como transformación, cierre de un ciclo e inicio de otro. Por eso el último es «antes del fin», y el anterior, número 63, es «después del fin», sugiriendo que nada se termina, todo se transforma. Esta idea de la muerte como transformación, esta excelentemente sintetizada en el Haikú de Arturo González Cosía: «Horizonte de hielo,disfraz que oculta la primavera» dice Milton a Otra Canción cuando se le consulta la razón de esa elección que, como dijimos, sirve como guía para entender el disco, desde el concepto profundo desde el cual su autor lo interpreta.
El disco, que fue grabado en vivo durante dos largas sesiones en Cocina de Culturas, fue producido por Pablo Granja y contó con la participación de Lucas Ramírez y Martín Barroso como acompañantes estables, a los que se sumaron Lucas Acuña y Martín Dellavedova en algunas de las ocho piezas que lo componen. Arias sostiene que «es un honor compartir estas canciones con los músicos enormes que me acompañan. Cada uno de ellos tiene larga trayectoria, talento, estudio, y están en permanente crecimiento como artistas, como profesionales y educadores«. Ahí, aparece el impulso de vida, que acompaña esa idea de la muerte como transformación y retoma el rumbo vital de las cosas. «Este disco significa un paso más, una etapa nueva, y el cierre de una etapa anterior, es una elegante forma-bisagra de cambiar etapas. La música siempre es vieja, porque no la podemos retener en el momento en que sucede. La improvisación, y el jazz como el espacio donde mejor se desarrolla para mí son una forma de acercarse a ese instante en el que la música sucede, pero cuando hay canciones de por medio, siempre hay algo que viene desde mucho antes, que se arrastra desde vivencias muy pasadas: improvisamos, sí, pero sobre una canción compuesta en otro momento. Un disco, es una vago (pero caro) intento de capturar uno de esos momentos donde confluyen las cosas viejas (las canciones compuestas) y la espontaneidad del momento en que la música surge«.
A lo largo de su carrera, Milton Arias ha participado de diferentes grupos relacionados con el jazz, el rock, el folklore y la música latinoamericana, entre los que se destacan su trabajo junto Diego Marioni, Emiliano Zerbini y Juan Medrano Cotito o como parte de Tórax (el último proyecto de Titi Rivarola) y a la banda de música afroperuana A La Mucurú. Desde hace años se dedica a la docencia y es el bajista estable del grupo de Lucas Heredia.
«Nunca aprendí a llorar bien, pero puedo enlazar algunas melodías este disco que esta atravesado por la cuestión de la muerte» refelxiona Milton Arias al repasar la forma que fue adoptando «64.Antes del fin». De hecho, en el repaso rápido de las composiciones, uno encuentra esas referencias que Milton y relata melódicamente. Allí están la muerte de su abuelo (Don Quirquincho Gómez), la de Titi Rivarola, la de Luis Alberto Spinetta y la de el «Gordo José», «ese pibe que dormía en la plaza, que cuidaba autos, abría puertas de taxis, mangueaba puchos en Cañada y Bv San Juan y acompañaba cada lucha popular (como si no tuviese, además, una infinita lucha propia). Su muerte me hizo muy mal. Sentí el fracaso de la sociedad, que no pudo sacar un niño de la calle. 15 años lo vimos dormir en la calle a Jose y su mamá… y no hicimos nada… y se murió por una infección, como si estuviésemos en el siglo XV«.
Además de su versión en el disco, «64. Antes del fin» fue filmado en vivo y cada uno de los temas pueden ser vistos en la web oficial del artista www.miltonarias.com.ar. Allí, además, puede encontrarse otro de los temas que se registraron pero que quedaron fuera del disco y se relaciona también, con la muerte. Se trata de una versión de «Vuelos», el tema de Pepe Céspedes que inmortalizó Bersuit Vergarabat. Canción que en los últimos años quedó ligada a las breves palabras de Gustavo Cordera, en su versión en vivo en el disco «De La Cabeza»: «Este es un homenaje a las Madres de Plaza de Mayo, a las Abuelas de Plaza de Mayo y a la agrupación H.I.J.O.S., que mantienen vigente una historia que no se va a olvidar»