*Por Romina Grosso para Agencia Télam
La cantante y compositora Rosario Ortega, quien viene construyendo un camino propio en la música y desde 2011 forma parte de la banda de Charly García, lanzó su segundo disco solista El otro lado, integrado por once canciones atravesadas por diferentes colores y ritmos que, dueñas de un sonido común, tienen a la voz como hilo conductor.
«Para mí es muy liberador poder sacar el disco finalmente; si bien ya había adelantado algunos singles, me doy cuenta que el disco en sí tiene un peso y un valor importante, se genera un viaje musical y me alegra haber podido cerrar un año tan adverso y con tantas limitaciones soltando ‘El otro lado’«, dijo en charla con Télam Rosario Ortega.
Nacida en el seno de una familia de artistas, es la hija menor de Evangelina Salazar y Palito Ortega, junto a quien recientemente grabó una versión de Algo tonto (Somethin’ Stupid), de C.Carson Parks (registrada en 1966 y popularizada un año después por Frank Sinatra y su hija Nancy), que integrará el nuevo álbum que prepara su padre.
Si bien el arte es algo que convoca a toda su familia Ortega, Rosario encaró un camino propio que reafirma en su flamante trabajo, en el que reúne canciones que nacieron a partir de viajes y encuentros con músicos y productores como los mexicanos Marian Ruzzi y Ernesto «El Netito» García, y los argentinos Matías Cella, Salvador Colombo, Nahuel Barbero, Mariano Di Césare y Lautaro Cura.
Sonoridades de la música urbana, la electrónica, el pop y el R&B conviven y fluyen naturalmente en este puñado de temas. La voz de Kevin Johansen en Foto mental , las personales guitarras de Marc Ribot en Tardes de verano y Con vos, el canto del mexicano Caloncho junto a Rosario en el homónimo El otro lado, aportan colores diversos a estas canciones .
Muchas de ellas fueron creadas antes de la pandemia y otras en estos últimos meses, como es el caso de Tardes de verano, un tema que transmite cierta calma y empatía en tiempos difíciles y que está acompañado por un video dirigido por el fogueado Facundo Plaga.
-Tardes de verano» es la última canción del disco que compusiste. Un poco la letra habla de ir a nuestro tiempo, sin apuro, yendo hacia el centro de las cosas.
– Exactamente. El encierro de alguna manera hizo que tengamos que afrontar muchos aspectos de nosotrxs mismxs que antes podíamos tapar o postergar. Pero cuando todo freno, ya no teníamos a donde escapar, y tuvimos que mirarnos a la cara y aceptar muchas cosas. La letra de Tardes de verano habla un poco de ese proceso, de escucharnos, entendernos un poco más y en lo posible aceptarnos y querernos. Ir a nuestro ritmo, e intentar tomar las cosas con la mayor liviandad posible. Fue la última canción que salió, hecha en tiempo récord en comparación a las demás. Y fue un lindo desafío.
-Si bien las canciones fueron compuestas en diferentes momentos y situaciones de tu vida, ¿se puede decir que «Otro lado» es un disco homogéneo conceptualmente, que de algún propone acompañar desde tu voz suave y una música envolvente que combina diferentes géneros y texturas?
Si. Creo que hay un sonido en común, con la voz como hilo conductor. Cada canción tiene su propia impronta y carácter pero de alguna manera se van entrelazando. Algunas canciones tienen más presente el factor de la tierra, como las que tienen guitarras y percusión o programaciones.
-¿Sentís que en este trabajo confluyen de algún modo todas las músicas que te influenciaron a lo largo de tu vida?
-Decir eso es mucha presión (risas) porque escucho música muy variada desde siempre. Creo que tiene tintes de la música que escucho y me gusta en cuanto a la elección de arreglos, producción y de alguna manera en la elección de las melodías también. Pero también siento que me queda mucho por explorar y componer de acá a un futuro.
-¿Cómo fue la experiencia de trabajar junto a figuras como Marc Rinot, Kevin Johansen o Caloncho en la canción que da nombre al disco?
-Siempre me gustó mucho trabajar con otros artistas. En el caso de Kevin me imaginé su voz grave en «Foto mental», cantando a dúo, y luego vino al estudio a grabarla. Nahuel Barbero («Hipnótica») no solo puso su voz sino que produjo y compuso, es decir que el involucramiento fue mucho mayor. Con Caloncho fue igual, le mandé la canción y él escribió la letra de su parte, la grabó y me la mandó. Por suerte la tecnología sirve para derribar algunas barreras y poder colaborar a distancia.
-A la hora de hablar de influencias, aparece inevitablemente la figura de Charly García y su sonido. ¿Qué te dio la experiencia de cantar en su banda y de compartir música con él?
-Además de la emoción de cantar sus canciones, que a esta altura ya son himnos, hizo que tenga que adaptarme a cantar canciones que no están exactamente en mi registro. Me hizo salir bastante de mi zona de confort y me empujó a salir más para adelante. También obviamente viví experiencias muy divertidas y pude viajar por todos lados.
*Foto de portada: Télam