El último disco de Martín Martines, cantante de Ojos Locos, se llama Tango & Roll. El proyecto apareció a partir de encuentros y juntadas con otros músicos donde «siempre se cantaba algún tango«. Fruto de esas juntadas y algunos shows en vivo surgió la idea de plasmarlo en un disco que lleva el mismo nombre del proyecto. El álbum contiene nueve canciones entre las que se destacan algunos clásicos del rock como Fantasía o Realidad (Callejeros) o Un Pacman en el Savoy (Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota). También hay lugar para clásicos del tango como Melodía de arrabal (Gardel – Le Pera) y Nieblas del Riachuelo, un clásico de Cobián y Cadícamo inmortalizado por diferentes músicos como Edmundo Rivero, Tita Merello, Goyeneche entre otros.
Otra Canción: ¿Como se prepara la presentación de un disco de tangos para un público que, en todo el país, te conoce a partir de otro tipo de expereincias?
Martín Martínez: Los shows que preparamos tanto para capital como para el interior del país son los mismos. Tienen el mismo criterio y exigencia. No escatimamos en esfuerzo por decirlo de algún modo. Tengo una gran expectativa porque si bien fui muchas veces a Córdoba a tocar con Ojos Locos. Es la primera vez que voy con este proyecto y eso me da la ansiedad de mostrar un nuevo proyecto.
O.C: Hay muchos músicos de rock que se han metido en el tango, Baglietto, Javier y Andrés Calamaro, Miguel Cantilo… Después hay grupos como Callejeros o Gardelitos que siempre han dialogado con el tango. Hay como un lazo constante entre los dos géneros. ¿Qué es lo que hace que el rock quiera meterse en el tango?
M.M: Ejemplos de rock haciendo tangos hay un montón podemos nombrar Los Piojos, Moris, hay una lista larguísima. Creo que el rock argentino tiene una mucha poesía y una tradición en el formato canción que es una continuación natural de la esencia del tango. Todos los que estuvieron en la época inicial del rock nacional han reconocido influencias del tango. Por ejemplo, Manal en el momento en que dijeron «tenemos que empezar a escribir en español«. Ellos retoman un poco la esencia y el eje del tango que tiene que ver con las letras. Creo que el tango es la música fundacional de la Ciudad de Buenos Aires, es como el blues norteamericano. Todos los músicos que estuvieron en los 60 creando el rock en castellano estaban influenciados por el tango, pero tenían otras herramientas como la batería y la guitarra eléctrica. Hay muchos recursos del tango que se han usado infinidades de veces en canciones el rock.
O.C Es decir siempre existió un puente entre ellos…
M.M: Yo no lo veo como dos géneros que caminan por carriles opuestos. Me parece que siempre tuvieron un puente entre medio. Más que todo del rock al tango y no tanto al revés. Más que todo por una cuestión generacional. La guardia vieja del tango por una cuestión social y cultural fueron mucho más reacios y fundamentalistas sobre su estilo de música e idiosincrasia. Pero el rock argentino se nutre muchísimo del tango. Nosotros estamos tomando un poco eso, no desde el lado de querer recrear una orquesta de tango de los 40 o los 60 para que la gente baile. Agarramos la esencia de las canciones con liricas sociales profundas y las interpretamos a nuestra manera, con el bagaje de más de 20 años de hacer rock and roll.
O.C: Creo que los dos tienen la particularidad de nacer en los barrios y de alguna manera de la marginalidad…
M.M: Completamente. Nosotros venimos de una generación llamada rock barrial de finales de los 90, principio del 2000, donde gran parte de las bandas se caracterizaron por pintar la aldea. Hacer una descripción social del suburbio y la marginalidad de donde nace. Creo que es un paralelismo perfecto con el nacimiento y toda la evolución del tango. Recordemos que el tango nace en las afueras, en los arrabales que eran medio pandellirezco por decirlo de alguna manera. La marginalidad en algunos casos estaba generada por una pobreza y exclusión que hoy aún sigue pasando.
O.C: Un ejemplo podría ser Fantasía o Realidad escrita por Patricio Fontanet. Ahora reversionada por vos.
M.M. Como vos decís, Callejeros hace un tango en el 2004 que podría haber sido escrita en el 40, fácilmente, sólo cambiándole algunas palabras por las que se usaban en esos años. Inclusive algunos temas de los redondos que tienen una musicalidad muy particular. El puente entre el rock y el tango está construido desde los comienzos del rock nacional pero nosotros buscamos desde el rock barrial que es donde venimos. Buscamos una nueva simbiosis con el tango.
O.C: ¿Cómo fue la elección de los temas? Hay temas que no son de los más conocidos. Por lo menos por las generaciones más jóvenes…
M.M: Tenemos la oportunidad de elegir sobre un repertorio que es tremendo compositivamente hablando. Todo lo que elijas de esos artistas tiene la vara muy alta. Lo elegimos un poco por la temática de sus letras. A otros por la parte musical y otros como los tangos que están por una cuestión sentimental. Son los tangos que mi mamá escuchaba cuando yo era chico. De alguna manera tienen alguna resonancia en mi interior que me da una emotividad al escucharlo y mucho más al interpretarlo.
O.C: Entre las canciones inéditas tuyas están Tanta Trampa y Piedra Papel o Tijera.
M.M: Son canciones que bien podrían entrar en un disco de Ojos Locos. Tanta trampa por ejemplo la pasamos a tango pero tenía otra métrica. Piedra Papel o Tijera también es una canción que escribí hace mucho y quise interpretarla en esté formato. Me gustaba el hecho de que una canción que la tenía pensada para la toque una banda en formato eléctrico pase a este formato tanguero. Básicamente es una nueva reinterpretación de las canciones que uno tiene en la cabeza. Los temas de Ojos Locos que interpretamos tratamos de seguir exprimiendo la sensibilidad que tienen.
O.C: Recién me decías que hay más simbiosis del rock al tango que al revés. Pero en los últimos tiempos creo que hay muchos cantantes de tango que llevaron el rock al tango haciendo reversiones como Cucuza Castiello, La Chicana o Adriana Varela. También hay artistas como Julieta Laso que le encuentro una impronta media rockera a la hora de la interpretación y en la fuerza con la que canta.
M.M: Pienso una especie de crossover del tango al rock, como en el caso de Cucuza o Adriana Varela. Ellos son de la generación más actual del tango. Son dos artistas que tienen una carrera espectacular dentro del tango. Creo que lograron darle un vuelo muy lindo al laburo de reinterpretar el rock con las herramientas del tango. El disco de Varela tiene versiones terribles con instrumentaciones muy variadas. Lo mismo pasa con lo que hace Cucuza. La Juli viene de pasar por la Fernández Fierro, es decir de un proceso y una búsqueda. Igual Acho Estol que es uno de los pioneros de esa forma de interpretar con La Chicana en los 90. Los discos de La Chicana no es solo tango, tienen un mixturaje con distintos sonidos que es espectacular. Tiene un vuelo compositivo terrible. Nosotros en Tango & Roll trabajamos a ese nivel de mezcla pero basándonos en el rock and roll barrial que es de dónde venimos. Todas las propuestas que nombramos las une la interpretación. Que no es solo el cómo canta, sino de cómo te nutrís y de la visión del mundo que tenes. La idea de suena tanguero pero canta rock o suena a rock pero canta tango tiene que ver con una visión de vida y compromiso con las obras. Algo que se refleja en los artistas que estamos nombrando.
O.C: Hay que aclarar que Julieta Laso participa del disco.
M.M: Juli es una amiga que conozco hace mucho tiempo y quiero un montón. Nos conocemos desde que ella arrancó con su carrera de cantante. Obviamente que lo primero que le dije quiero que vengas a grabar la canción Esta ciudad. Igual si te fijas la búsqueda de ella pasa por las coplas norteñas, el folklore. Pero la manera de interpretar y de ver el mundo creo que es lo que le da la fuerza y peso a la obra artística.
O.C: paso un tiempo desde el inicio del Proyecto en el 2019 hasta la salida del disco en el 2021.
M.M: El disco lo habíamos grabado en finales del 2019 y yo lo mezcle en el verano del 2020. Pero con la pandemia decidimos tomarnos el invierno del 2020 para volver a mezclar. Tuvimos la suerte de trabajar con Álvaro Villagra buscando el sonido. No queríamos que no suene a una banda de tango tradicional, ni una banda de rock tratando de hacer tango. Laburamos mucho la mezcla y la calidez sonora de los instrumentos. Después pudimos el volver a tocar. Tuvimos la suerte el año pasado de estar por San Luis, Mendoza y capital. Pero no pasamos los 20 shows. Es un proyecto que se nutre del vivo por cómo se van ensamblando los músicos por eso creo que todavía estamos en un proceso de formación.
O.C: ¿Cómo sigue el año para Tango & Roll? Más allá del show en Córdoba también te vas a estar presentando en el Club Atlético Fernández Fierro en Buenos Aires. Una parada importante para los tangueros de ahora…
M.M: Nosotros tocamos en el Caff a principios de marzo y nos fue muy bien. El lugar nos quedó cómodo y como decís es un lugar mítico. Luego hay planes de hacer otro disco de 8 canciones y sacarlo antes de fin de años.
O.C: Hablaste de un nuevo disco. Me gustaría cerrar con algún adelanto de cómo va ser ese disco…
M.M: Vamos a tratar de poner más de temas propios. Vamos a poner un tema del Apu, el pianista. Más algunas canciones mías y otras que hacemos en vivo que queremos grabarlas porque están buenísimas. Ya casi tenemos cocinado lo que iría en el próximo disco.
* Martín Martines se presenta con Tango & Roll, el domingo desde las 21 en Pétalos de Sol (Cañada y San Juan- Córdoba)