El viernes pasado los amantes del stoner rock estuvieron de para bienes. Es que Club Belle Epoque programó una fecha de alto contenido rockero que encontró a lso créditos locales: Lautremont y Fabricantes, con Soldati, la banda que encabeza Sergio Chotsourián, ex guitarrista y cantante de la banda Los Natas, referencia histórica e ineludible en el género.
La noche del viernes, con un calor inusual para el invierno, comenzó con Lautremont en escena. Al entrar a Belle Epoque nos cruzamos con ViejaSound en el baño del club.
-¿Cómo viene todo Vieja?
-Bien, bien, tengo las manos mojadas. Creo que subimos a tocar tipo 1:30 o 2.
Sus cálculos fueron incorrectos y mientras distraídos fumabamos un cigarro comenzaron a sonar los primeros redobles de la batería de Guille Camusso. Los Lautre la rompieron y se podía sentir la buena vibra y complicidad que ya han generado los dos músicos. Las miradas y las sonrisas se cruzaban arriba del escenario. El Vieja estaba exultante. La juntada dio lugar para jugar un poco más en un vivo que lo permitía por las bandas que acompañaban la cartelera. Un tipo pelado de remera negra, agitaba sus manos, aplaudia y deambulaba perdidamente entre el público. El agitador estaba más que puesto y la gente lo esquibaba. La cosa estaba más que interesante cuando invitaron a Germán Arrascaeta (The Tristes) quien acompañó con su voz en I Can´t Read, una de las versiones de Bowie que la banda grabó en Volvé Vol 1. Luego de eso regalaron una sorpresiva versión de Oso del sueño de Invisible, una canción que fue editada en 1974 como lado B del EP Viejos ratones del tiempo. Puro rock, con tintes oníricos, toques de psicodelia alla Flaming Lips, Bowie y Spinetta. Los Lautremont la rompieron.
Los amantes del stoner más puro comenzaron a acercarse al escenario con la presencia de Fabricantes. Al promediar el show de la banda dos pibes se llevaron al calvo agitador antes mencionado, totalmente fisurado. Los Fabricantes brindaban un solido recital sin concesiones, como el que habían realizado una semana antes cuando les toco compartir escena con Pez, Poseidotica e Hijo de La Tormenta. El ambiente se iba calentando para recibir el plato fuerte.
A esta altura los oídos empezaban a zumbar de lo lindo. La gente aplaudia. Arriba del escenario estaba Soldati, lo que quería decir que estaba Sergio Chotsourián, aprestado a comenzar a desbordar su furia guitarrera, acompañado de sus nuevos -y no tanto- compañeros de aventura Lucas Casinelli y Rantz. La banda mostró sus canciones y rememoró algunos himnos de Natas, aquella banda que ya es leyenda y referencia absoluta del stoner rock latinoamericano. Con esta banda, Sergio Ch, retoma el camino que había dejado cuando Los Natas se terminaron. Stoner puro, sin nada nuevo, pero del bueno y bien tocado.
Para los amantes del genero y los nostálgicos era celebración garantizada en un género en el cual es poco el margen para innovar. Los curiosos quizás hayan quedado saciados con Lautremont y su búsqueda y riesgo por otros mares.