“Lúdico” está compuesto por once canciones que giran en torno a la idea del juego, tanto en las letras como en las decisiones estéticas. El juego es la musa inspiradora de toda la obra. Así las cataloga el artista.
Tréboles: las reglas del juego.
En muchas culturas, el trébol es un símbolo de la suerte, es por eso que en el arte de tapa va dibujado con cuatro hojas. En la categoría de los tréboles van las canciones que abordan en su lírica el tema del juego. Ellas son: “Timbero” y “Canción de patio”.
Diamantes: Valores.
En esta categoría están las canciones que nos hablan del valor. “El Beto y el fierro” bucea sobre un tema polémico: la diferencia de clases y el macabro juego de la sociedad de consumo, que determina quienes son los jugadores y quienes los que quedan fuera. Aquí también se incluye a “Viral”, una canción que habla de las relaciones de pareja desde la pérdida de la libertad y otros valores más bien individualistas.
Picas: civilización y barbarie.
La Pica representa la punta de lanza. La baraja española la ha reemplazado con la espada. En esta categoría he incluido a “Factoría” y a “La gran interrogación”. “Factoría” es una metáfora del juego macabro de los mercados, la destrucción de los recursos naturales por el hombre y la importancia de una toma de conciencia. “La gran interrogación” bucea en los inicios de la humanidad, buscando nuestro origen y, quizás, la reconstrucción de una identidad humana.
Corazones: amor y desamor.
En esta categoría quedaron: “Carmen” y “Taza de café”, que son canciones que hablan del amor y las relaciones de pareja. También incluye a “Gracias”, que es la canción que cierra el disco y donde se agradece al oyente por la atención, el tiempo invertido y la predisposición a jugar.
“Comodín”, obviamente, es la canción que quedó fuera de toda categorización, ya que juega con la ventaja de la adaptabilidad