Está de moda, últimamente, la palabra clan. En la tele, en los cines, en las colas de los bancos y en los noticieros.. El clan esto, el clan aquello. Si vamos al mundo de la música, nos encontraremos con una larga lista de familias que han dejado su huella y que han traspasado su estilo, su arte, de generación en generación. En Argentina pienso rápidamente en la familia Carabajal, por ejemplo, y en Uruguay, se me vienen más ejemplos a la cabeza, los Drexler, los Fattorusso y sin dudas los Rada.
Julieta Rada nació en Buenos Aires, un 25 de mayo de 1990, pero es uruguaya, aunque vivió parte de su vida en México. Este menjunje se comprende si tomamos dimensión de que su padre, Ruben Rada, es una de las figuras más determinantes de la música latinoamericana contemporánea.
«Yo soy la hija de Rada y voy a serlo siempre, estoy orgullosa de eso. Capaz trato de diferenciarme musicalmente. Obviamente es mi mayor influencia y siempre estoy ligada a él», le comentaba Julieta a Alejandra Pintos, periodista del diario El País, de Uruguay. La hija más chica de Ruben, hermana de Matias y Lucila, acaba de editar su segundo disco Corazón Diamante, sucesor de Afrozen del 2012.
En Corazón Diamante, Julieta, la descose como cantante y pone al descubierto que las horas de escuchar a Stevie Wonder, Jaime Roos, Martín Buscaglia, entre otras cosas, conforman una linda salsa. Un disco que fue construído junto a Nicolás Ibarburu -¡hablando de clanes!-, quien fue el productor del disco, y de hecho 9 canciones están firmadas por la dupla. Además, el disco cuenta con temas llevan música de ambos y letra de otros autores: a Jaime Roos le pertenece la de “Claroscuro de San Juan”, a Martín Buscaglia la de “Ciencia y fantasía” y a Pinocho Routin la de “Ala delta”. Y como no podía ser de ota forma hay dos canciones versionadas de Rubén Rada: “Malísimo” y “Heloísa” y “Densa”, compuesta por Gustavo Montemurro.
Julieta Rada toca junto a Nico Ibarburu el jueves 29 de octubre a las 22 hs.