El próximo Viernes 7 de Junio el músico Rosarino presenta De Barcos y Derivas en el Centro Cultural Graciela Carena a las 21:30hs
Julián Venegas es dueño de la estatuilla más importante de la música rosarina Rosario Edita gracias a su quinto y último trabajo discográfico De Barco y Derivas editado en el 2018. A lo largo de las 11 canciones que componen el nuevo trabajo se puede apreciar canciones de diferentes compositores rosarinos contemporáneos como Juan Iriarte, Flor Croci, Ramón Merlo, Fernando Silva, Martín Neri y el mismo Julián Venegas. El disco también cuenta con la presencia de Jorge Fandermole como músico invitado, con quien ya grabó en el disco Fander.
A lo largo de Barcos y derivas se pueden observar paisajes que tienen como centro el río Parána, sus costas y las pasiones de la ciudad como el fútbol. Un ejemplo es la primera canción que da nombre al disco (De barcos y derivas) en el que se oye la sirena de un barco que llega al puerto. Una postal habitual en las ciudades portuarias. Mientras que «El Clásico» aborda una de las pasiones rosarinas como el fútbol
A pocos días de presentarse en Córdoba hablamos con el rosarino:
Otra Canción: ¿Por qué barcos y derivas?
Julián Venegas: Barco y derivas es una canción que lleva el mismo nombre del disco y que me dio el entusiasmo para encarar este concepto. A veces cuando uno tiene un verso o un pedazo de melodía tiene la certeza interna de que se viene una canción. También sucede que cuando una canción te dice mucho, puede formar parte de un concepto más grande como en el caso de un disco. Además el nombre barcos y derivas es el más representativo por su aire portuario y litoraleño. Es la idea más representativa de hacer sonar mi paisaje sonoro rosarino.
O.C: El disco tiene canciones propias pero también decidiste embarcarte en la búsqueda de canciones de otros compositores. Algo a destacar de esa búsqueda es que son todos compositores de la nueva generación… ¿Cómo surge esa idea?
J.V: Decidí Retomar la idea de cancionistas rosarinos y rosarinas de la década de los 80, de cantar y grabar las canciones de otro que está próximo, que es de tu lugar.
La intención colectiva de participar de proyectos de otros, de invitarse mutuamente sigue estando en grabaciones, en shows en vivo, eso nunca se va a perder. Es una manera de hacer música colectiva que va a estar siempre en Rosario.
Lo que me costó fue encontrar discos que concretaran esas participaciones, discos donde se aunaran temas de cancionistas maso menos contemporáneos. La posibilidad de ser cantante intérprete me permite participar en discos y presentaciones de otras personas. Me di cuenta que había un montón de material para grabar y aunar en un solo concepto que sería mi voz y la apropiación que puedo hacer de ellas en el buen sentido.
O.C: Me imagino que hubo una escucha interesante…
J.V: Escuché un montón de discos y conciertos. Me puse a ver vídeos, hice listas de cancionistas rosarinos y rosarinas para ir conociendo con un poco más de profundidad el repertorio que ofrece la ciudad.
Un criterio que me pareció interesante fue elegir gente que sea maso menos contemporáneos a mí. No es la intención escribir una época, ni hacer un estudio musicológico sino elegir por entusiasmo natural aquellas canciones que yo sentía que me podía apropiar sin forzarlas. Elegí las que yo sentía que podían ser canciones mías o que me hubieran gustado que sean.
O.C ¿Podríamos tomar el trabajo como una forma de reivindicación de la nueva generación de cantautores? A veces creo que muchos de los que estamos afuera de Rosario nos centramos en los compositores clásicos pero no tanto en los nuevos…
J.V: Lamentablemente a veces se escucha a nivel nacional lo que la principal vidriera mediática como es capital federal propone. Aquella trova de los 80 además de ser una reunión de músicos, compositores e intérpretes extraordinarios tuvo esa vidriera…
Pareciera que después de eso no sucedió nada con características similares, y Rosario siguió produciendo mucha música. Hoy hay un montón de compositores, cancionistas, intérpretes y músicos muy buenos que no necesitan ninguna reivindicación de nadie. Yo lo único que hice por entusiasmo es tratar de hacerme de una especie de cancionero personal del momento. Sin ninguna intención reivindicatoria porque no soy quien para revindicar nada.
Ojalá sea un granito de arena para renovar un poco el repertorio, que se empiece a escuchar otra música rosarina que no sea la que todos ya conocemos. Es una tradición que es parte nuestra, que nos hace bien escucharla pero siempre está bueno ver que está sucediendo hoy. Ver como componen hoy aquellos trovadores de la década de los 80 y las nuevas generaciones.
O.C: Volviendo un poco a la idea de interpreté…. Más allá de las canciones de Barcos y Derivas. ¿Qué tiene que tener una canción para que te la apropies? Se me viene a la cabeza alguna cancion de Fito Páez que grabaste en un disco anterior.
J.V. Para sentir que me puedo apropiar de lagunas canciones tiene que haber algunas coincidencias estéticas, poéticas, rítmicas. Podría decirte también políticas si nos ponemos aislar más fino, que no tiene que ver con una cuestión partidaria si no con una idea de conjuntos, de colectivo, de denuncia y de festejo. Todas esas son aristas de la vida que pueden decirse y cantarse de varias maneras. Yo siento que eso resuena casi de una manera natural sin ponerme hacer todos esos filtros porque serían demasiadas racionalizaciones…
Cuando escuchó una canción casi inmediatamente me dan ganas de cantarla o una especie de envidia de que esa canción no me haya salido a mí. También siento una limitación cuando sucede esto último, de decir que tan lejos estoy yo de generar una canción como esa. Apropiarme de esa canción desde otro lugar es una forma de apaliar ese sentimiento….
La idea es sumarle algo a la canción no porque le haga falta a la canción sino porque yo siento que me hace falta esa canción. Capaz que mi manera de interpretarla le puede resonar una persona y termine conociendo una canción que capaz de otra manera no le llegaba.
O.C: Ganaste hace poco el premio a mejor discos en los Rosario Edita. ¿Qué significado tiene para Julian y que tan necesario son los premios para fortalecer la música local en este caso la rosarina?
J.V: Rosarios edita llevan dos años de vida. Más allá de las nominaciones y los premios todos coincidimos que es un espacio muy importante para la autoestima musical rosarina. Para que por una noche dejemos de esperar reconocimientos de afuera y nos encontremos todos y todas en un mismo lugar. Veamos que está sonando y como están produciendo en Rosario.
Creo que es muy importante ese espacio para la construcción y la afirmación de una identidad.
Por mi parte me sentí muy alagado por la premiación es un empujón a seguir produciendo y haciendo música.
O.C: ¿Qué nos podes adelantar de lo que veremos el viernes?
J.V: El viernes presentamos de barcos y derivas de pie a cabeza. También vamos a incluir otras músicas por ejemplo una canción de Sandra Corizzo que nos quedó afuera del disco y que decidimos incluirla en el repertorio en vivo. También vamos tocar otras canciones que no tienen que ver con rosarinos y rosarinas pero que tienen que ver con el concepto portuario, litoraleño que tiene el disco.
Vamos a presentarlo en formato quinteto, bajo, batería piano eléctrico guitarra y voz. Vamos a ter un invitado que es Lucas Heredia.
O.C: Para terminar me gustaría terminar la nota con una definición de que es la trova o el movimiento cancionista rosarino. Muchos hablamos de la trova rosarina pero es difícil definirlo abarca muchos estilos rock, tango, folclore…. ¿Qué es lo que lo identifica?
J.V: Pienso que habría que preguntarnos qué expresiones cancionistas o cancioneras quedaron afuera de esa idea canción rosarina que se visibilizó y nacionalizó desde Buenos Aires. Los mismo integrantes de la trova nunca se propusieron describir una época o un cancionero y se los pone un poco en ese lugar…. Capaz nos debemos un trabajo de investigación de ver que expresiones quedaron afuera de lo que se consideró canción rosarina, de quien decidió que la canción rosarina tenga o se defina de una manera. Habría que preguntarse si fueron los mismos rosarinos o la prensa.
Yo creo que nos debemos un análisis profundo de cuáles son los elementos que pueden llegar a caracterizar la canción rosarina.
Creo que hay una relación entre la historia de una ciudad que no tiene fecha de fundación, ni fundador y la realidad . No es una ciudad que este en el centro del país, tampoco en la costa sino en el medio. Es una ciudad portuaria pero también tiene un vínculo importante con La Pampa.
Haciendo hincapié en lo musical es mediadora de estilos. Se considera a Rosario como la cuna del rock nacional. También hay una tradición folclórica litoraleña que antecede al rock. Un ejemplo son Chacho Miuller o Jorge Fandermole que tienen una relación más estrecha con la naturaleza y lo que propone la vida del rio y los pescadores.
También tiene tradición tanguera, hay un resurgimiento del tango canción. Se escucha cumbia pero tampoco es la capital provincial de la cumbia. Hay desde hace muchos años una escuela de jazz instalada con muchos exponentes.
Existe una especie de igualdad de géneros. No se siente que haya un género que predomine sobre otro. Puede haberlo desde un lugar mediático porque siempre hay intereses de mercado en juego. Los músicos consumimos muchos estilos y en las propuestas musicales se perciben elementos que provienen de otros barrios musicales.
O.C: Pienso en el cancionero rosarino también de una forma poética…
J.V: Percibo un compromiso poético y musical, hay un intento de relacionar estrechamente los dos lenguajes. Por un lado una poesía cotidiana que es permeable a la realidad social política económica de una ciudad y el país.
Por el lado musical me paree que hay una de construcción melódica que es fácilmente aprendible o que impacta con facilidad porque logra equilibrar simpleza musical con profundidad.
Yo tengo la posibilidad de cantar estos diferentes estilos que propone la ciudad, puedo descubrir elementos comunes entre todas esas cosas que hacen que se disperse un poco la identidad de Rosario pero que se pueden juntar y potenciar mutuamente.