Sig Ragga vuelve a Córdoba para presentar Relatos de la Luna Parte 1 y repasar parte de su discografía. La cita es el Domingo 8 de Septiembre a las 20:oohs en Studio Teather.
Córdoba será la segunda parada de está gira que empezó el viernes en Santa Fe para presentar la primera parte de lo que será Relatos de la Luna, el nuevo disco de la banda. Trabajo que se publicará hasta fin de año en tres partes de manera digital y luego en formato disco físico.
Relatos de la Luna esta marcado por la constante necesidad de cambio y retratar aquellas cosas que interpela a sus integrantes sin pensar en los prejuicios y con un mensaje directo sobre la realidad.
Estamos ante el disco más directo de Sig Ragga hasta ahora y en el que se animan a sacarse las pinturas características de sus caras, vestirse de negro y hablar de la relación Iglesia – Estado.
A pocos días de su llegada a córdoba hablamos con Gustavo Cortés, cantante y compositor de la banda
O.C: Hace semanas sacaron Relatos de la Luna parte 1. ¿Como surge el nombre?
Gustavo Cortés: En primer lugar relatos porque las canciones son como cuentos muy distintos entre sí. Es un formato que también se repite en los discos anteriores.
La luna es porque estaba dando vueltas en muchas canciones, por ejemplo en una de las canciones que va a salir en la próxima entrega hay una historia que se llama la Luna y el Castor. Se trata de una conversación entre ellos con ciertas metáforas. No quiero adelantar mucho…
También tiene como un lado fantástico, está la luna en un lugar subjetivo, son relatos de ella como una persona.
La luna da cuenta de muchas cosas. Yo miro la luna y pienso en lo delirante que es todo, en los planetas, la vida en general…. Uno está enrollado en sus problemas, su cotidianidad y de pronto levantas la cabeza y ves un circulo flotando en el espacio. Eso es un anclaje poderoso, no hay que olvidarnos que somos seres flotando en el espacio. No digo que hay que quedarse perdido en eso porque no hay que perder los pies en la tierra, pero también creo que es necesario esas preguntas que surgen a partir de ciertas incertidumbres de lo existencial.
Otra Canción: Saldrá en 3 partes… ¿Por qué esa decisión?
G.C: En primer lugar tuvo que ver con una propuesta que hizo el sello S-Music. Tiene que ver con cierto viraje que están teniendo la circulación de los discos. En los últimos tiempos está desapareciendo el formato del disco lo cual a nosotros nos hizo un poco de ruido. Somos de la generación del disco completo y de pensar el disco como una obra integral.
Por otro lado nos resultó interesante el hecho de tener un tiempo más largo para presentar el nuevo material. Que no salga el disco donde se escucha las primeras canciones y a las otras no se les da pelota. El hecho de presentarlo por parte les da cierto protagonismo a cada canción.
O.C: Creo que una de las virtudes de Sig Ragga es que las letras pueden tener diferentes interpretaciones. Me sorprendió algunos pasajes del disco, tiran mensajes directos y por momentos dejan de lado la abstracción y se meten con la separación Estado -Iglesia…
G.C: El que escribe las canciones soy yo, se debe a una necesidad mía. Siempre que escribo lo hago a partir de una necesidad expresiva que tenga. Va más allá de lo que piense para el grupo. Nosotros cuando componemos lo hacemos libremente y no pensando en el grupo. Después lo compartimos y si nos gusta entra.
En este momento de la vida me agarró con necesidad de hablar de las cosas que me están interpelando y tengo ganas de dar cuenta.
Sin duda ya no tiene una poética tan abstracta. Es algo que se da a lo largo del disco donde se tocan ciertos tópicos sociales, políticos y religiosos.
O.C: En Santa María por lo que entendí es la historia de un cura Pedófilo. Sin duda el tema de la religión o la iglesia te interpela fuerte para meterte de lleno en eso.
G.C: La cuestión de la religión es central para pensar la cultura occidental. Si uno quiere estudiar la historia del poder hay que empezar por la biblia. Ahí empieza la historia del poder, de la cultura de la jerarquía y el papel que ha tenido la iglesia en la historia. Por ejemplo en la historia de los pueblos latinoamericanos con la conquista y en la moral que nos atraviesa a todos porque yo no me pienso por fuera de eso..
Es un fenómeno cultural que se está empezando a debatir sobre ciertas cosas de las cuales no se querían hablar. Cosas que están naturalizadas y no se está dispuesta a ponerlas en duda o repensarlas.
El papel de la iglesia no es inocente y no hablo solamente de las cuestiones recientes como el aborto sino en un montón de cosas.
Como decís no es casual que hable sobre la iglesia. En la facultad empecé a poner en crisis ciertos valores que traía, incluso sin ser una persona religiosa. En el periodo de la facultad empecé a observar cosas que atravesaban todas nuestras prácticas sociales.
En este caso Santa María estoy dando cuenta a partir de un cura pedófilo que es este rector del que hablo y aprovecho para decir otras cosas sobre la familia y la función del padre y la madre…
O.C ¿Surgió de algún caso particular cercano tuyo?
G.C: No tuvo que ver con algo que se me haya acercado a mí en lo personal. Es a partir de lo que todo el mundo sabe. Es algo que empezó a brotar y que no saben cómo taparlo porque es algo evidente el problema de la pedofilia. Incluso los mismos que se paran en contra de los homosexuales.
O.C: Habría que reveer la idea de que el cura no se pueda casar y aceptar que la homosexualidad es parte del mundo que vivimos. En ese sentido por suerte creo vamos avanzando aunque falte mucho todavía. En algún punto hay que modernizar la iglesia.
G.C: De lo que yo te hablo son valores humanitarios más allá de la modernidad.
La modernidad trajo muchas cosas malas también. Uno puede ser crítico a la modernidad, de su mano vino la industrialización y trajo otros correlatos como la explotación y la alienación…
Creo que no hay que perder ese espíritu crítico o de reflexión que es necesaria para pensar la transformación.
O.C: Hablando de espíritu crítico, mientras escuchaba las canciones leía los comentarios que si bien en su mayoría fueron buenos. Hubieron algunos que mostraban su disconformidad. ¿Al momento de armar las canciones y meterte con temas delicados pensas en el público?
G.C Uno no puede andar por la vida sin afectar al otro. No se puede quedar bien con Dios y el diablo. No me interesa esa gente, mis amigos no son así y yo no soy de esa manera.
Yo tengo claro que hay ciertas cosas con las que voy para adelante y otras que de ninguna manera. Cuando yo tomo una posición no quiero convencer a nadie. El que se siente identificado bienvenido y el que no tiene un montón de material para mirar para otro lado y seguir. No quiero quedar bien con todos.
No se puede andar de una manera tibia, lo apolítico es político. El que tiene esa cuestión de indiferencia está tomando una posición. Mirá la situación que estamos viviendo hoy en el país, a la situación que nos llevó la apolítica. Me refiero a esta idea del que es el mercado el que regula y no hay que meterse. Eso es un bolazo…
O.C: El hombre es un ser político, desde el vamos todo lo que hacemos, decimos y sentimos está marcado por un pensamiento…
G.C: Creo que ahí mismo la estás respondiendo la pregunta que es interesante para dar cuenta y pensar el rol que deben tener o no los artistas… Cuando piensan que el artista ensucia su obra artística por hablar de ciertas cosas no es inocente. No quieren que hablemos de ciertas cosas porque nos les conviene para que siga todo como está. Quieren que lo que están en situaciones privilegiadas sigan estándolo sin poner en duda ciertas cosas.
O.C Creo que el arte en general debe incomodar al sistema político…
G.C: Yo no sé si me interesa tanto incomodar al sistema político o al poder. Me parece más importante justamente el lado donde estamos nosotros, porque la cosa está entre nosotros. El enemigo somos nosotros mismo muchas veces…
O.C: Pero ese mensaje
que nos damos entre nosotros termina repercutiendo en el sistema político y
social. Empiezan los movimientos sociales…
G.C: Por supuesto porque es importante que empecemos a empoderarnos a
ocupar el poder que es nuestro y delegamos. Yo no pienso en el arte separado de
eso, al contrario el arte es un motor…. Todas las revoluciones y los cambios
sociales fueron atravesados por momentos
de mucha potencia y movimiento a nivel cultural.
Para mí la cultura y la educación son las herramientas de la transformación por
excelencia.
O.C: Pensando en la canción Tocando el cielo hablan de una relación entre el mago y la niña. También creo que por momentos de un amor que puede ser entre dos personas del mismo sexo es como muy abarcativo… Esa parte diría que es muy Sig Ragga por la abstracción y libre pensamiento.
G.C: En tocando el cielo es tal cual lo decís empieza entre dos personas que no se sabe si son una pareja… En lo personal fue algo que sucedió con mi pareja eso del amor, el caos y el azar. De cómo nos conocimos y terminamos juntos.
Después pongo el foco más grande y cuento de una manera poética las relaciones de amor en general en la que uno puede identificarse. Después me voy a la relación de una niña y un mago que no se sabe si es la relación entre ellos dos. Esa ambigüedad está hecha apropósito porque quizás de lo que estoy hablando es del amor en general.
No estoy contando una historia lineal de los dos personajes que salen al principio…. Fíjate que en el estribillo se va a una historia entre uno niño, un mago y la flor. Relata esa relación de perdonar al mundo que te da el amor y le da sentido a la vida. A pesar de que el mundo es un lugar bastante hostil, el amor me lleva a perdonar.
O.C: Para terminar Las canciones que faltan por conocer van en la sintonía de los ya escuchamos con ciertas letras directas o va un poco más a lo abstracto con los discos anteriores?
G.C: Hay varias canciones en las que hablo de cosas actuales y que me interpelan. Cuando digo me interpelan es porque soy el catalizador pero son las cosas hablamos y compartimos en grupo. Hay canciones más directas y también más abstractas.