El 19 de marzo Viaje a un Minúsculo Planeta abre su 2015 en Cocina de Culturas. Hablamos con ellos para ver como viene este año para el trío.
O.C.: Vuelven al ruedo después de un 2014 intenso, con disco nuevo, ¿Cómo viene el 2015 para VMP?
V.M.P.: La idea de este año es mover la propuesta musical y audiovisual de VMP a la mayor cantidad de lugares y de hacer alguna gira. Tenemos un disco nuevo abajo del brazo, “Cartografías”, y el hermoso desafío de tener que defenderlo en vivo. Además hay varios proyectos más, como encarar la producción y el rodaje de un videoclip bajo la dirección de Lucas Asmar Moreno, quien labura con nosotros la puesta escénica y audiovisual de la banda y también analizamos la posibilidad de grabar algún single a mediados de año.
O.C.: El año pasado hicieron un gran show con Bosques de Groenlandia, ¿tienen pensado algo así, mezclándose, con ellos o alguna otra banda?, ¿con qué bandas les gustaría encarar algo así?
V.M.P.: En este show en particular vamos a tocar solos ya que es el primer recital luego de la presentación de Cartografías que fue en Noviembre del Año pasado. Después, la idea de compartir escenario con bandas está siempre latente, además de las bandas con las cuales ya hemos compartido escenario y siempre nos gustaría volver a tocar, como los bosques de Groenlandia, nos gustaría compartir fecha con bandas que no hemos tocado nunca, por nombrarte algunas: Fly Fly Caroline, Apolo Beat, O- Bri, Nuna Malta, Candelaria Zamar, Cci Kiu, presenta trío, lautremont, etc., etc.
O.C.: En un lapso de tiempo muy corto han editado 2 discos y han laburado para televisión. El mundo de la música instrumental a priori parece un lugar difícil, sin embargo se mantienen activos, ¿es realmente más difícil girar y tener escenarios desde ese tipo de música o es solo un prejuicio?
V.M.P.: En algún sentido es lugar difícil, porque es menos comerciable que mucha de la música cantada.
Uno prende la radio y es difícil escuchar propuestas de música instrumental en el dial, pongo el ejemplo de la radio porque es uno de los medios que con mayor virtud puede generar esta división entre lo que es comercial y lo que no es comercial; (“ lo que vende y lo que no se vende”) y en efecto lo mediático también suele marcar cierta tendencia sobre las bandas que participan de la agenda de Festivales, sumado a esta realidad somos una banda de gestión independiente y todo lo que hacemos es con mucho esfuerzo. Todo esto son síntomas de que el laburo a priori no es para nada fácil pero también son prejuicios que necesariamente hay que sortear si se toma la decisión de hacer una propuesta de calidad y tratar de tener algún alcance.
De todas maneras, tampoco es tan simple, creo que en ninguno de los casos la lógica termina ahí. El “éxito”, el alcance, el movimiento, la comercialidad de la banda, ya sea en música instrumental o vocal, va a terminar dependiendo de la calidad de la propuesta y en gran medida de su capacidad de gestión (esto si la banda es independiente) o en otros términos, de que venga un productor ejecutivo, ponga guita para producir, genere grandes contratos de difusión para una banda y te haga entrar en la agenda de festivales, cosa que es más complicado. Hoy por hoy, Córdoba es una usina de música pop y rock, pero estos últimos actores –los productores o managers ejecutivos y comerciales que invierte dinero en bandas- brillan por su ausencia.
O.C.: El último disco tiene un aire más pop y en algunos momentos más fácil de escuchar, sin perder la estética de la banda, ¿Cómo laburaron eso?
V.M.P.: Que sea más fácil de escuchar era un poco el desafío que nos planteábamos con este segundo disco y creo que eso tiene que ver con el grado de madurez que la banda va a adquiriendo con el tiempo, para nosotros era fundamental mostrar claridad en el mensaje, y más teniendo en cuenta que todo el disco se compuso con un concepto que guiaba las canciones. Creo que la mayor diferencia cartografías y el anterior es el trabajo textural, que agregado a nuevos tratamientos dan como resultado una novedad en el sonido de VMP. El costado pop quizás venga del uso de sintetizadores y el montaje de algunas escenas musicales con pistas en el aspecto sonoro por un lado y del mayor uso de melodías en el aspecto discursivo por el otro. También creo que en otros parámetros es un disco más complejo, que tiene texturas y pasajes contrapuntísticos en donde los tres instrumentos dialogan permanentemente en el discurso, pero por encima de toda esa aparente complejidad, llena de terminología músical, se puede escuchar la simpleza de tres personas queriendo hacer música que sensibilice a su público.
O.C.: Parecen ser una banda que pasan mucho tiempo juntos, componiendo y arreglando, ¿como trabajan las canciones?
V.M.P.: Somos muy amigos y compañeros de la facultad de artes. En Viaje a un minúsculo planeta todos somos compositores y todos arregladores, por supuesto que cada uno tiene cierta impunidad para tomar decisiones sobre el instrumento que interpreta, pero los tres componemos sobre los tres instrumentos permanentemente. Las canciones se trabajan en dos procesos, generalmente uno tiene una idea, que la escribe, la moquetea o la secuencia para después mostrársela a los otros y a partir de esa idea se trabaja en conjunto. Cuando se pone en común generalmente cambian mucho, y se direccionan a otro lugar, al minúsculo planeta quizás.