Por estas horas, el trío integrado por Tito Fargo, Gustavo Jamardo y Jorge Araujo está cumpliendo 14 años de existencia y se prepara para celebrarlo a su manera: saliendo a tocar. “Nos encanta salir a tocar. De hecho, hacemos unos pocos shows en Capital por año y después salimos a girar por el país, siempre que se pueda” decía el guitarrista a Otra Canción en su último paso por Córdoba, en el que anticipaba el cierre del ciclo de presentaciones de su disco “4” con un concierto en La Usina del Arte, el próximo 8 de Julio. Después, lo de siempre, andar el país. “Es más fácil que se muevan tres tipos por todo el país a que la gente se mueva para Capital. Además, hay mucha gente haciendo cosas muy buena por todo el país y está muy bueno tener contactos porque siempre se renuevan las posibilidades para reforzar y reiniciar el circuito de conciertos para vincularnos con nuevos músicos y eso es realmente algo fundamental.”
Desde aquel 2004; cuando el sacudón al interior del micromundo roquero autóctono anunciaba la unión entre un aún (en aquel entonces) Divdidos, un ex Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota y Sumo y un ex Porco; Gran Martell siempre supo animar su obra a partir de una premisa tan básica como fundamental: la libertad. El primer disco, de hecho, se grabó en una sola toma. El último, en tres días. “4” fue algo muy concreto”, cuenta Tito, “fue una grabación en vivo en el estudio durante tres días en los que improvisamos un poco y armamos canciones sobre eso. Así trabajamos siempre. Ahí grabamos un tema de Lennon (“Cold Turkey”) pero después todo está basado en nuestro estilo de trabajo que consiste en empezar a tocar e ir fluyendo hasta que las cosas se empiezan a retener y, de repente, cuando ya empezamos a tomar conciencia de que hay algo que se afianza…sale la canción” dice mientras limpia la viola con la que acaba de probar sonido para telonear a Claudio Gabis un rato más tarde. “Por lo general no hay una vuelta de acordes ni nadie que venga a presentar un tema en una guitarra como sería una canción convencional. Trabajamos en trío y con el concepto de improvisación como principio”.
Escucha»»4″, Gran Martell» en Spreaker.
Hace apenas unas semanas, el trío publicó una nueva canción en la que comparten interpretación junto al “Chino” Laborde, que aporta todo su arrollador arrabal a un tema con letra de Fargo y Araujo llamado “Cantor de llantos”. “Hay una libertad absoluta. Es lo que nos gusta hacer, es el vértigo del momento en cuánto a las posibilidades que tenemos para hacer las cosas. Eso pasa con los conciertos en vivo también porque hemos tocado en lugares en los que hay mucho rebote y en otros en donde el ambiente está más seco en los que podemos arremeter con todo. Entonces nos vamos adaptando, fluyendo nosotros tres con los elementos que tenemos para hacerlo” cuenta el hombre que desanda escenarios y canciones desde finales de la década del 70 y mantiene una pulsión libertaria realmente envidiable.
“No sé qué pasará en este cuerpo cuando el agua nos tape la luz” repite Laborde en la nueva creación de Jamardo, Fargo y Araujo. Ese perfil trazado en el personaje que dice en “Cantor de llantos” es, precisamente, el que Tito entiendo como uno de los baluartes de la existencia del rock independiente como modo expresivo. “El rock está muy acorde a las cosas que nos pasan como país, cuando las cosas se ponen muy jodidas la parte creativa arranca con mucha fuerza. Hay muchas bandas nuevas muy buenas y hay gente haciendo cosas todo el tiempo. Eso no siempre te garantiza vivir pero te genera un ámbito de creatividad muy importante. Ahora, la situación de estar mucho más vinculados por la realidad de las redes y todas esas herramientas hace que se generen cosas muy buenas. Incluso en la distancia, ya ni siquiera hace falta estar al lado de otro músico para componer. Yo veo que el rock independiente, que es el ámbito en el que nosotros nos movemos, está muy fresco. Del mainstream que genera estadios y ese tipo de emprendimientos no te puedo hablar porque es algo que desconozco, no es algo que nosotros abordemos. Capaz que ahpi se necesitan sostener ciertas estructuras y se necesita de una entrada de plata, combustible y tantas cosas que hoy se hace muy difícil sostener, por eso es como que da la impresión que decae. Pero no es algo que nos pase a nosotros, tocamos para cinco, diez o veinte personas y ponemos la misma carne a la parrilla.”
*Picado de «4» extraído del portal Rock.com.ar