El músico Francisco Malbrán presenta su primer trabajo discográfico «Naufrago» este viernes 9 de Novimebre a las 21:30 en el Centro Cultural Graciela Carena.
El músico cordobés nos invita a viajar a través de once canciones por distintos ritmos como la Bossa Nova, el Jazz con una fuerte raíz folclórica. A lo largo de las canciones que componen el disco se destacan «Náufrago» e «Incoherencia», compuesta por el músico. También deja un lugar para mostrarnos cuales son algunas de las canciones que las que crío como «Muchacha Ojos de Papel» (Luis Alberto Spinetta) y «Blackbird» (Lennon y Mc Cartney). Ambas canciones con una impronta propia del músico.
Otra Canción: ¿Cómo definirías la propuesta de este disco?
Fran Malbrán: «Náufrago» es un manojo de canciones. Es ciertamente una propuesta que atraviesa múltiples mundos musicales, fusionando muchas veces y saliéndose de las estructuras tradicionales siempre (sobre todo en la parte folclórica argentina), pero el hilo conductor para mi es la canción. Es un disco “lúdicamente existencialista” podría decir, que se vale de los distintos géneros para expresarse según el tenor de la poesía. Hay folclore argentino, pero también uruguayo y brasilero. También hay un tema en inglés medio indie a voz y guitarras, y algunos temas que ni “la gente” ni yo supimos clasificar, como el que da nombre al disco. Siempre me es difícil responder a la pregunta “¿Qué tipo de música hacés?”, pero es una dificultad que noto hace rato en los cancionistas en general. Cada uno está como un alquimista buscando qué combinación sonora le ayuda a transmitir mejor lo que quiere decir. Ponen una gota de esto y otra de aquello y ven si explota o desaparece o cambia de color o qué. Es la búsqueda artística que creo que nos atraviesa a muchos y para mi es medio una necesidad que me mantiene despierto como músico, con la capacidad de asombro al borde de una fusión podría decir. Para concluir, recuerdo que Kevin Johansen decía hace ya varios años atrás que él estaba haciendo “música desgenerada”. Me encanta esa categoría.
O.C: El disco si bien lo presentas el 9 de Noviembre en el Graciela Carena, el disco ya lleva casi un año en formato digital. ¿Cómo fue el recorrido de este disco?
F.M: Un año y unos pocos días cuando lo presentemos. Tuvo un muy lindo recibimiento. Lo estrenamos en la radio, con la Gabi Estofán en su «Abrazazo» de los sábados (el programa se emite en la FM 102.3 de Córdoba). Pero después no lo movimos mucho porque estábamos ansiosos de este momento, de la presentación con disco con los y las músicas, con todo y pensamos que iba a suceder bien pronto. Pero, como se está diciendo por ahí, “pasaron cosas”. La gente nos apoyó muchísimo apenas salió el digital cuando hicimos una campaña de financiamiento colectivo para hacerlo físico. Después el INAMU complementó con un subsidio regional que estábamos esperando porque no llegábamos con la plata. Y ahí justo nos agarró toda la movida cambiaria y nos dejó offside. Así que fue todo un esfuerzo compartido haber logrado esta concreción, entre los oyentes, el INAMU y nosotros (con Victor Rosales, coproductor del disco) reinvirtiendo para materializar este sueño que si no era ahora, las perspectivas decían que iba a ser cada vez más difícil. ¡Podríamos decir que su recorrido fue un bastante naufragado! Creo que ahora va a empezar su etapa más linda, de compartirse y pasarse de mano en mano, sonar y reverberar, con un poco de suerte, en las personas.
O.C: Por qué elegiste ponerle «Naufrago» ¿Te definirías como un naufrago?
F.M: La poesía de la canción “Náufrago” es quizá, la más lúdica. Juega a describir características profundamente humanas con frases que al leerlas dan una sospecha de decir (o haber querido decir) otra cosa más mundanamente marítima:
“Rompen las horas
contra las costillas
todo miento en copa
pecados en las redes”
Este juego sonoro se complementó tan bien con la imagen de tapa, que cuando vi pasar la foto de Manuel Perez Bañez por “el mar de la internet” me convencí de que el círculo estaba completo. La imagen de tapa es una una foto sacada por este amigo español, que intervino físicamente una ojota con una estrella de mar, algunas líneas de fibra, pintura, arena y vaya uno a saber qué más, para conformar un rostro. Un rostro hecho de distintos elementos que parecen una cosa y terminan siendo otra. Como la poesía. Como el ser humano, que al fin termina siendo a partir de tantos mil estímulos, aprendizajes, encuentros, experiencias. Por eso sí, me considero un náufrago. Uno más, como fuera cualquiera de nosotros.
O.C: Cuando hablaba de que en el disco está presente el rock es porque haces dos covers. Uno es «Blackbird» con un ritmo bossa nova. Diría que es un cambio jugado de alguna forma. ¿Cómo surgió hacerla en ese ritmo?
F.M: Surgió de ser parte de una banda de música brasilera, con la que me adentré en el MPB y aprendí y toqué muchísimo. Eramos muchos y la música de brasil es tanta y tan variada. Pero su bossa nova fue para mi como luego sería la chacarera (en la descripción del Cuchi, que decía que era como un demonio que se te metía en la sangre). En un momento si agarraba la guitarra, lo primero que me salía era hacer el ritmo de bossa. De ahí y los gustos previos, del flaco querido y de los Beatles, salen las versiones que forman parte de este disco.
O.C: Hay gente que cree que el disco físico paso a ser parte de un romanticismo. ¿Por qué apostar por la edición física?
F.M: Yo pensaba lo mismo. Y de hecho el romanticismo en este caso me lleva de la mano: la conclusión de un proceso creativo tan intenso tiene un sabor diferente cuando termina en objeto tangible. Pero además se complementa con el arte de tapa, del libro interno, del CD. Esto me parece un detalle no menor y creo que es parte de la razón por la que se siguen comprando discos. Por otro lado, hasta donde pude averiguar, hay una serie de derechos relacionados con la obra final que todavía no se terminan de legislar en el mundo digital. Por ejemplo, aquél de los intérpretes y de los llamados productores fonográficos. Esto fue una motivación adicional para terminar el proceso y que el disco sea “oficial”. Finalmente, lo valoro como carta de presentación. Y de hecho, fue un aprendizaje tan grande atravesar este proceso, que me siento un músico mucho más completo por haberlo hecho de manera independiente.
O.C: Creo que tanto la canción como el disco como obra es un poco el reflejo del momento vivido. De alguna forma podría decir que es como una pintura sonora que queda plasmada para la posteridad. ¿En qué momento personal y como cantautor fue creado el disco?
F.M: El disco fue ideado y creado en el momento en que culminó una banda de jazz fusión en la que participaba y me vi ante el horizonte de plantarme como cantautor/solista por primera vez (antes siempre estuve en bandas). Y ahí me di cuenta de que necesitaba un conjunto de canciones que me identifique. No fue tan difícil de encontrar este conjunto porque compuse desde siempre y en todas las bandas que estuve siempre sonaron temas míos (además de otros). Pero la elección más vino de lo que sentía como esencial del compartir con mis seres queridos, mis amigos, la gente que me conocía. Que cuando te encontrabas en un asado te decían “tocate la zamba tuya”, o “hacé tu versión de Muchacha”. Entonces, eso que era para mi un reconocimiento tan lindo de la gente que me quiere, lo puse todo junto.
O.C: «The Right Words», es la otra canción en ingles que compone el disco y es de tu autoria. ¿Qué es lo que te llevo a escribir en Inglés? ¿Qué nos podés contar de esa canción?
F.M: Victor Rosales (el guitarrista y coproductor del disco) es una fuente infinita de conocimientos y anécdotas. Entre tantas que me ha compartido, en los ensayos siempre compartimos muchas cuestiones de índole musical, claro. No recuerdo exactamente el cómo, pero yo estaba queriendo hacer algo raro con la guitarra y el me explicó que tenía que bajar la sexta cuerda a Re y que eso se usaba mucho en el metal. De ahí estuve jugando con esa afinación y la letra creo que salió en inglés por el estilo sonoro que se dio en ese juego (que bien lejos estuvo del metal). Después de investigarla un rato se convirtió en una canción que hablaba sobre la pérdida de la inocencia y cómo ciertas palabras dichas por ciertas personas en un momento justo nos pueden cambiar rotundamente de estado de ánimo, de forma de pensar, etc.
O.C: En el disco Sandra Corizzo, Soledad Ceballos, Mauro Ciavattini entre otros. ¿Cómo fue la elección de los músicos?
F.M: Viene directo de mi trayectoria como músico y de gente cuya musicalidad y actividad cultural admiro. Con Mauro tocábamos mucho en un momento, en changas sobre todo jeje. Eventos de toda índole para ganar el mango. A Sandra la conocí por una presentación que hizo en el CPC de Argüello donde Pablito Aguiar me invitó a ser telonero. Y Sandra es una persona divina y muy abierta, así que ahí nomás hicimos un tema juntos en ese show. A la Sole la conocía de su infinita dedicación a toda actividad cultural, militancia infinita por la cultura y por la ayuda al otro, cosa que siempre admiré de ella.
O.C: Una de las invitadas también es Mery Múrua que canta «Incoherencia». Una de las canciones más lindas del disco. ¿Cómo surge?
F.M: La Mery no sólo canta increiblemente hermoso, sino que es una persona muy generosa. Unos años atrás, sin conocerla personalmente, la habíamos invitado a participar de una presentación con la banda “Algo más en el equipaje”, absolutamente incipiente en ese entonces. Ella nos dijo todo que sí, participó sin peros ni complicaciones. Todo para adelante. Y la verdad es que fue un placer compartir tanto el escenario como los ensayos y los descansos. Así que no fue difícil pensar en ella cuando buscaba un invitado para cantar este aire de zamba.
O.C: Para terminar.. ¿algo que nos puedas adelantar de la presentación del disco el 9 de noviembre en el Graciela Carena?
F.M: Va a haber muchos músicos: 15 en total. No van a ser todos los mismos que el disco! Va a haber invitados e invitadas muy especiales. Múltiples sonoridades, percusiones, bajo, contrabajo, acordeón, guitarras, flautas, piano, voces. Y el espectáculo está muy pensado así que creo que va a ser muy disfrutable. Y el final… también está muy pensado. Es la conclusión de un trabajo largo, y va a ser a todo dar. Con la emoción a flor de piel, y creo que eso se va a sentir desde el momento cero.
Participan del espectáculo: Cristina Pon – Voz; Dani Dalmasso – Flauta traversa
Emanuel Núñez – Guitarra; Facu Álvarez – Batería y bombo; Florencia Scocco – Acordeón; Lucas Lacolla – Batería; Luciano Luque – Saxo soprano; Luciano Maro – Contrabajo; Soledad Ceballos – Flauta traversa; Tristán Malbrán – Bombo.
Se sumarán al escenario Maru Chamella, Mora Malbrán, Pamela Merchán en voz y bajo y Victor Rosales – Guitarra y Voz.