«Un amor ninja» es el primer larga duración del alterego del marplatense Emiliano Montani, Emont. Hablamos con él.
Desde hace un par de meses, las siete canciones del disco de Emont pueden escucharse a través de las principales plataformas digitales de la argentina. Elevando la bandera de la canción como concepto determinante de su obra, artífice de una musicalidad que el mismo define como «pop simplista» y dueño de una estética que decide despojarse de la minusiosidad y el detallismo extremo, Emont hace andar su obra por los caminos que conjugan la autogestión, la corrección compositiva y el low fi como idealización virtuosa.
Otra Cancion: Cuando uno encuentra “Un Amor Ninja» en bandcamp se encuentra con un texto que arranca diciendo «Que la canción se valga por sí misma». Una máxima que me obliga a preguntarte cuánto crees que importa la forma en que uno decida vestir a las canciones.
Emont: Creo que es importante la vestimenta de la canción o de un disco. Descubrir detalles en un disco me encanta! Suelo pararme en esos detalles cuando escucho discos, sobre todo de amigos con quienes puedo comentar estas perlas y que me cuenten como lo grabaron. En mi caso, quizás por tener pocos recursos económicos o la necesidad de hacerlo de otro modo, decidí que la canción se valiera por si misma, que no tuviera suficiente técnica que la mantuviera sana si no lo merecía. Que fuera simple y me dijera lo que tenía para decir. Por eso grabe sin ensayarlas mucho y tratando de no perder su frescura. Pero a la vez algunos temas tienen tres baterías superpuestas por momentos. En esos momentos juego y me divierto pero sin buscar algo, sino por diversión o la simple experimentación.
O.C: El disco lo grabaste vos, en tu casa, con un modo casi artesanal. ¿Qué hay de oportunidad (de posibilidades de grabar) y qué de convicción para que el disco suene de un modo determinado?
E: Creo que hoy día, existen múltiples oportunidades para grabar. Desde un estudio costoso hasta el método que empleo yo y varios músicos más. Muchas bandas grandes graban en sus estudios hogareños y luego la mezcla o el master lo hacen en grandes estudios donde se pierde un poco esa cosa hogareña. La decisión siempre es estética y de búsqueda. Yo quería que el disco me trajera de nuevo a ciertas bandas que grababan en porta estudios y con mezclas un tanto polémicas, para que después yo lo escuchará en un cassette re grabado, haciendo un combo sonoro más que interesante y particular. Por otro lado, soy muy nostálgico y estas formas de grabar entre amigos, con los recursos que se tienen y de manera experimental, hace que tengamos miles de anécdotas. Grabar entre mantas tirados en el piso, con una media por no tener anti pop, voces en un baño por las reverbs, romper un parlante para tener un loop roto y muchas más que hacen a este disco distinto de todos los demás. Si lo hacía en un estudio a todo trapo, venía difícil conseguir estas dos cosas que te nombro antes. Además, no soy un buen músico en cuanto a la técnica y demás vericuetos. Así que grabar en un super estudio creo que me puede jugar en contra a la hora de ver mi material terminado.
O.C: Si uno une las siete canciones del disco encuentra que hay amores y desamores manifestados desde diferentes formas de concebirlo. Sin embargo hay un par de marcas. Por ejemplo, hay tres nombres propios. En «Carlin A» arrancas diciendo «Yo soy fan de mis amigos, vos también. ¿Dale que no? Aún así dales un rato. Deja de flashear, dale baja» ¿Qué valor tienen para vos esas cosas en el universo de la música? Sobre todo la independiente desde donde cada tanto se desprende un amigo con miles de fans.
E: Bueno, en principio “Roxio” es bastante personal, te diría que es la primer vez que hago una referencia tan clara en un tema propio. “Chun Li” es un claro homenaje al Arcade y al amor que siento por la estética oriental. En “Carlin A” y en “Chun Li”. Pienso en una persona que vive una historia o una situación amorosa muy ligado a la contemporaneidad marplatense. “Playa Serena”, “La Guagua”, “Salam Aleikum”, “39 grados” son guiños marcados a la ciudad y me gusta la idea de incorporar amigos también a la lírica de las canciones. Por otro lado, pensé más allá de los títulos y tratándose de canciones de amor, que todas fueran sin genero, excepto en «Roxio» para que cualquiera pueda pensar en quien quiera al escucharlas. El amor es eso, no tiene genero. Por ultimo, te cuento que «Carlin A» es un chiste que se me ocurrió justamente con la primer frase, “Yo soy fan de mis amigos” pensé en los noventa, pensé en amigos y se me vino a la mente Carlin (Carlos Calvo) y su mítico “Amigos son los amigos”. Me pareció divertido usar su apodo Carlin y modificarle el genero a CarlinA. Jugando nuevamente con esto del no genero y el guiño a los noventa, pero no tan obvio. Me gusta que a las bandas les vaya bien y se llenen de fans, espero que le suceda a muchas más de las que ahora les sucede. Luego los egos hacen lo suyo, pero eso es tema aparte. Me gustaría que a mi también me aparezcan muchos fans más, así salgo a tocar, viajar y llevar a mis amigos también de gira. Tengo a algunos prometidos que si pasa, salen de viaje conmigo (risas).
O.C: ¿Por qué decís que tus canciones son noventosas? ¿No pensas que, de todos modos, hay una resignificación de esos años en un puñado de movidas estéticas que se ponen de manifiesto de modo más evidente en los últimos años?
E: Si, hago referencia a situaciones, personajes y acciones transcurridas a fines de los Ochenta y noventa. Es verdad que no es novedoso, creo que me aferro a esa tendencia. En mayor o menor medida me sumo a esa oleada de bandas que se refieren a lo que vivieron. Me sumo a una moda y decidiendo grabar Low-Fi también me sumo a algo que es modismo ahora. Son dos modas que me vienen bien y no me son ajenas.
O.C: Te digo lo anterior porque me parece que estamos asisitiendo a la primera generación de músicos que no tienen contacto sensitivo con los noventa pero si una relación emocional a partir de una historia que aprendieron, por ejemplo, por lo que les contaron sus padres. ¿Qué valor crees que tiene ese alejamiento de las épocas en que el mercado todavía tenía el poder de digitarlo todo (cuando no existía internet, grabar era dificilisimo) en torno a las posibilidades creativas?
E: Creo que antes era imposible, no se como era para poder llegar a una discografica, pero creo que ahora internet logró darle la misma posibilidad a todos. Y que un producto independiente llegue a todos, esta ahí, solo hay que googlearlo. Eso es genial. También cambio la forma de escucha, se escucha más variado y por menos tiempo, es tanta la oferta que creo que el oyente no puede pararse en un solo músico. Antes me da la impresión que las discograficas trabajaban con varios artistas, y el que picaba era el que quedaba con toda la atención. Eso ahora se revierte, pero esa visibilidad para todos por igual, también recae en no forjar una figura muy fuerte o devocional. Quizás suceda y así lo espero con bandas jóvenes y lo veamos con el paso del tiempo. Creo que es mucho mejor ahora. El arte no tiene que tener ídolos, sino artistas.
O.C: Quiero preguntarte por Alfonsina y por las canciones que grabaron a comienzos de este 2017. «Charlie» y «Patricia Rey». Dos nombres sugestivos que explotan aún más ese juego desde las letras. Me gustaría que me cuentes algo de ese proyecto y de esas canciones.
E: Con Alfonsina, por el momento estamos en un descanso. Alfonsina nació también como proyecto solista. Luego se sumaron amigos y terminó siendo una banda. Sacamos un primer EP con canciones cercanas al folk con pasajes countries y momentos indies. Una mezcla, que decantó en “La Osadía”. Un disco con un tema de cada cosa, totalmente ecléctico. Aún no se si fue efectivo, pero aprendimos muchísimo en ese proceso. En “La Osadía”, el primer LP de Alfonsina, incluimos “Roberto Galán”, tomando un poco la formula de Babasonicos de nombrar temas con íconos, en mayor o menor medida, de su época. Eso me atrajo y comencé a pensar como abrir el juego. El simple “Con la actuación estelar de…” fue quizás lo mejor que hice musicalmente. Fue pensado, maquetado, elegimos el productor (Leandro Lacerna), grabamos en Estudio Una Nube, que es un estudio hermoso en medio del campo, Masterizamos online en Abbey Road sacándonos un gran capricho de pasar nuestros temas por esos aparatos con tanta historia. Hicimos un videojuego referido a los noventa y nos dimos todos los gustos juntos. Aún así siento que no alcanzo del todo. No logramos llegar al público. Pusimos una expectativa que no tuvo feedback, y luego de eso decidí frenar, y reformular la forma de hacer música y que me significara otra demanda, otros tiempos y otra tranquilidad que la que conlleva una banda. Lo que si puedo decirte es que creo que esos dos temas, dieron pie a “Un Amor Ninja”. Ya teníamos maquetado un disco, donde todos eran nombres propios con referencia a los noventa o cosas que vivimos de chicos y letras con guiños a la ciudad, a la época y a vivencias del barrio. Creo que “Un Amor Ninja” vino a confirmar eso, y a darle continuidad. De hecho muchas de esas maquetas van a volver a ser grabadas y serán parte de Emont seguramente.
O.C: Contame algo de Desde el Mar Discos.
E: En este momento, estoy alejado del sello. Estando Alfonsina en receso no me sentía tan parte del trabajo y preferí tomar un descanso. Obviamente el sello es amor incondicional y tengo un gran afecto con todos los proyectos que lo integran. Se que este año, se propuso trabajar más para adentro, en presentar los discos que las bandas iban sacando y no mucho más. Fortalecer la difusión y la imagen. Me tocó retocar el logo este año y fue uno de los proyectos más complejo por ser miembro fundador y verlo desde adentro, y a la vez uno de los más gratos que tuve como diseñador. A su vez, estos años también sacudieron de manera negativa a la cultura en la ciudad cerrando espacios, complicando las formas de trabajo. Entiendo un poco la inercia del sello en este momento. Creo que el equipo esta, la forma de trabajar también y cuando el panorama este mejor enfocado van a salir más cosas geniales como las que se dieron o se vienen dando. Lo que si, cuando hicimos el primer festival, o antes aún, cuando lo charlamos con Diego Montoya (Luzparís) volviendo de madrugada en un micro larga distancia a Mar del Plata no pensamos nunca que iba a ser un monstruo tan grande que nos dejó un festival de cinco días, tantas bandas amigas y la visibilidad de tantos proyectos.
O.C: ¿Cómo vas a mostrar tus canciones? ¿Tenes giras en la cabeza? ¿Cómo vienen los días por llegar?
E: La primer fecha fue en Quito, luego de sacar el disco. Toque solo, algunos temas acústicos y luego con las pistas de base. Ya había tocado con pistas en formato duo junto a Mariana Päraway cuando vino a tocar hace unos meses a Mar del Plata. Estaba bastante preocupado que se escuchara muy karaoke la puesta en escena con las pistas, pero finalmente el show fue bien. Ella también tocó como duo y uso pistas, eso me sirvió para escucharla y ver que si se trabaja bien se integra. Esa fecha me dio seguridad. También a la par grabe dos sesiones acústicas que salen en breve, donde en una toque dos temas con un pequeño secuenciador digital y en otra donde me anime, bastante desalineado, a tocar el piano por primera vez en vivo. Me interesa que cada show mute lo más posible. Desde tocar solo con la guitarra sobre pistas a tocar con cuatro músicos más como banda super power, con batería electrónica o duo de guitarras acústicas. Que el formato no me aburra. Me encantaría hacer giras. Por un lado estoy ansioso de salir a tocar los temas, poder viajar mostrando mi música, pero por otro lado, como no tengo representante y hago todo yo autogestionado, estoy tomándomelo con calma y esperando que lleguen propuestas. No soy un músico complejo, pero creo que si las cosas tienen que suceder van a suceder y por eso estoy tratando de calmar mi ansiedad y ver que me propone. En este momento estoy viendo de cerrar algunos shows en ciudades cercanas a Mar del Plata. Sin fecha estipulada para presentación oficial y hablando con amigos un par de fechas en verano acá en Mar del Plata. Tengo ganas de ir a tocar a Chile también es algo que hace mucho vengo digitado. También ya tengo en mente sacar varios temas en forma de simples para el año que viene y seguir alimentando esta pulsión musical que no me deja tranquilo.