Más de diez años pasaron del plantazo que nos hicieron los Metallica y más allá que algunos mantienen la herida, los muchachos ya se han redimido con el público local después de dos visitas. La banda cerro su gira sudamericana en el Estadio Ciudad de La Plata con dos fechas en lo que se presentaba como una serie de recitales «a pedido». La metodología era simple, una vez que comprabas la entrada podías entrar a una página web y elegir entre todo el repertorio cuales eran las canciones que querías escuchar. Hasta ahí bárbaro, pero al parecer la banda que supo ir en contra de las prácticas que las nuevas tecnologías habilitaban ahora encontró una forma de hacer dinero con ellas.
Cuando entrabas al estadio las pantallas anunciaban una última votación, el público presente tenía que elegir entre tres canciones la que iba a dar el cierre al show. Tal como los reality’s de la televisión el espectador tenía que mandar un mensaje de texto con la palabra indicada a un número provisto para la ocasión. Esto era arengado reiteradamente por los miembros de la banda en un video diciendo «queremos tocar tu canción» y se iban mostrando los resultados parciales. La votación se iba a cerrar durante el recital ya que había tiempo hasta que tocaran el tema elegido. Entre los tres temas paso lo que a veces pasa y se anhela en el terreno de la realpolitik, la votación se polarizo entre dos opciones quedando una rápidamente descartada. Ya en pleno recital James Hetfield se tomo en dos oportunidades el tiempo para mostrar como iba la contienda y seguir arengando al envío de mensajes masivo. El resultado fue muy ajustado, casi un empate técnico que por diez votos dio ganadora a Wherever I may roam y dejo casi 4500 mensajes de texto enviados en 5hs. Rapidamente Kirk Hammett arremetió con la intro y todos corearon al guitarrista.
Metallica brindó un show casi sin fisuras (presentaron un tema nuevo que por lo que duraba tranquilamente podrían haber tocado las dos canciones que quedaron afuera) con un gran sonido y potencia arriba del escenario. En eso no hay con que darles, 30 años de trayectoria se traducen en un excelente recital. Nos hubiese si gustado ver la puesta que se ve en el reciente DVD «Through the never», el estadio lo posibilita (ahí los U2 metieron su domo en el medio de la cancha) pero no pudo ser está vez.
La última sorpresa la dio una de las presentaciones previas a cargo de la Orquesta de Reciclados de Cateura (Paraguay). Es una experiencia muy interesante para conocer, donde su mentor Favio Chávez comenzó a llevar adelante un programa de reciclado y construcción de instrumentos con desechos. Interpretaron temas del repertorio clásico y para la ocasión salieron a deleitar al público metalero con versiones de Apocalyptica y Metallica.