El Remolón y Brawlio resignifican la copla en su ep «Coplas para amar y morir»

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El Remolón y Brawlio nos presentan su nuevo proyecto musical: Coplas para amar o morir. El dúo musical rescata las coplas anónimas del altiplano, muchas dellas olvidadas o poco difundidas dentro del cancionero popular argentino. Con una mirada electrónica El remolón y Brawlio se animan a darle una nueva forma de pensar la coplas.

Coplas para amar o morir es una reinvención de las copla, aportando una nueva mirada desde la perspectiva no binaria y lejos de las estructuras machistas de muchas de ellas. Este EP, es una nueva oportunidad para volver a entrar al mundo de la copla o re-descubrir y valorar nuestra música autóctona desde otro lugar. Las cuatro canciones que componen el disco abordan temas como el amor, la muerte y los paisajes.

Otra Canción: Me gustaría que me cuenten un poco como surge este acercamiento entre ustedes. Tengo entendido que es la primera vez que sacan un disco juntos.

El Remolón: Nos conocimos hace 3 años en marzo del 2020. Brawlio recién llegando desde La Costa a la Ciudad de Buenos Aires vino a una fiesta producida por Fertil, el sello que dirijo hace ya casi 10 años. Y ahí fue la primera vez que nos vimos. Vi a un pibite cantando coplas encima de unas bases que estaba tirando la dj Mica Towers y me llamó la atención, a partir de ahi intercambiamos teléfonos.

Brawlio: Si bien yo venía escuchando el trabajo de Andrés y Fértil Discos desde hace muchos años, fue ahí donde tuve un primer acercamiento más concreto. Nos reunimos a la semana y surgió una primer reversión de lo que llamamos “Los pájaros”, que fue el single que adelantaba el nuevo disco de El Remolón.
Nos fuimos encontrando cada vez mas seguido y de a poco fue surgiendo un repertorio: 12 temas, de los cuales seleccionamos cuatro para este primer lanzamiento juntxs.

O.C: De dónde surge el nombre coplas para amar o morir?

ER: Fue un título espontáneo que se me ocurrió a mi, completamente intuitivo procesando un poco el mood y la letra de las canciones. Había temas más románicos como “Muchas Estrellas” y otros mas tristes y dramáticos como “Telesita” o “Campo”. A su vez dio un puntapie como para jugar con lo binario y lo no binario. La idea de ser 2 personas, Braw desde la disidencia, yo más hétero cis, pero trabajando juntxs en pos de releer las tradiciones y de armar una amistad y una relación musical hermosa.

B: También surge de analizar y repensar lo que estábamos diciendo con las coplas, pensando la copla como un poema breve que en 4 versos encierra una idea o temática, un sentimiento. En ésa relectura descubrimos que nos convocaba hablar desde la ternura y el amor, pero que también estaba la muerte presente, principalmente en Telesita, una chacarera que habla sobre una chica huérfana que estaba siempre bailando en las fiestas y según mitos, se quedó dormida al lado de una fogata y murió. Desde entonces se le rinde homenaje por su pasión por la danza y la música, pero nosotrxs decidimos hacer una lectura más cruda: a la Telesita la mataron, me dije… Es un femicidio que la historia y el folklore ha querido romantizar. “Coplas para amar o morir”, desafía esos relatos y responde un poco la pregunta de por qué o para qué cantamos.

O.C: ¿Cómo nace su vínculo con el folclore?

B: En mi caso surge por abrazar la musicalidad de mi familia. Mi bisabuelo tocaba el acordeón, siendo el primer contacto con el chamamé y el folklore argentino. Mi abuelo y mi padre eran jinetes muy conocidos en el ambiente de la doma y ahí se escuchaba mucha zamba y chacarera principalmente pero La copla me llegó mucho después, en la adultez, reencontrándome con ésas raíces pero profundizando más hacia atrás, supongo en una búsqueda ancestral y espiritual de mi propia voz. Comencé a investigar y estudiar las coplas recopiladas por Leda Valladares e Isabel Aretz ya después de oírlas a través de Internet y en versiones electrónicas. 

ER: en mi caso es un acercamiento de los últimos 10 años, realmente juego un poco de visitante. Es decir… yo no soy un folklorista y a la vez soy curioso. Me gusta  aprender en la medida que me voy metiendo, de ahí me surge más curiosidad y más ganas de entender y desafiar los lenguajes. Podría decir que mi base más solida es desde la electrónica y al mismo tiempo siempre abierto a
desacralizarla y desacartonarla. Las mezclas con los folklores del mundo es una excusa perfecta para hacerlo

O.C: ¿Creen que, aggiornando las coplas a un sonido más actual -como puede ser la electrónica- colabora a mantener viva la tradición y a que se acerquen nuevas generaciones al folclore y a la copla?

B: Yo creo que colabora con que nuevas generaciones conozcamos repertorios que siempre han sido marginados o relevados a ser “cantos de borrachos en carnavales” como decía Leda. En la escuela nunca me hablaron de la Baguala, la Vidala o la Tonada, llegué a ellas gracias a la electrónica. 

Quizá nuestro aporte electrónico nos permita nuevos imaginarios a la hora de cantar, nuevas posibilidades de escucha y de baile, o pueda despertar curiosidad y motivar la investigación de cada unx, pero desde lo tradicional la copla se mantiene viva por si misma como un arte oral, se mantiene muy viva en su territorio, donde no hay un escenario, sino que son cantos eventuales donde la gente se encuentra y canta en ronda.
Lo que hacemos nosotrxs desde la urbanidad es tomar la sensibilidad de estos cantos y melodías, acercarlos y exponerlos desde nuestras vivencias, cuidando y manteniendo ésa esencia y misterio que nos atrae del género.

ER: Totalmente, nosotrxs mismos hemos tenido acercamiento al folklore desde sus fusiones. Chancha Via Circuito o Tremor han sido un grandes divulgadores del canto con caja y folklores de argentina respectivamente, por ejemplo, y han permitido acercar estos sonidos a otros públicos, no solo mas jóvenes sino también a todo el mundo. Por eso, más que ser puristas del género, valoramos esa capacidad de imprimirle una nueva imagen y un nuevo sentido a la tradición. No es tan importante si la nota de la melodía es la que se recopiló sino poder transmitir algo de la esencia de ese canto, de esa melodía o ese ritmo.

O.C: ¿En qué consistió el proceso de búsqueda y selección de estas 4 coplas?

ER: Surgió de los encuentros que fuimos teniendo a lo largo de los últimos 2 años. Fuimos probandolas en vivo y fuimos apropiándonos de ella, fueron cambiando paulatinamente algunas de ellas en cuanto a los arreglos. Otras surgieron casi de un escupitajo en escapadas que hicimos juntxs al Tigre y luego las fui produciendo y retrabajando. Generalmente Braw trae coplas y yo las voy rearmonizando y produciendo. A veces me he enganchado más con una y otras no me tocaron tanto y quedaron en el camino.

O.C: En tu caso Brawlio al momento de reinterpretar las coplas desde tu lugar y perspectiva no binara despegado de ciertas estructuras patriarcales, ¿no crees que resignificas lo semántico de la copla?

B: Sii, para mi es importante hacer ese trabajo de revisión poética y de curaduria, porque hay cosas que no quiero decir, que no me interesa replicar. Muchas de las coplas están ligadas a tiempos machistas, letras que hablan de posesión romántica o de amores tóxicos. Me divierte buscarles nuevos giros y nuevas formas de sentirlas, que otrxs se animen porque, decía Leda –  La copla siempre es la misma pero cada cantorx le da su impronta – y creo que éso es algo que le da mucha mas fuerza hoy en día y desde otros territorios: no sólo sonar bonito, sino utilizar ésta expresión como una herramienta poética y política.

O.C: Alguna vez me dijo un coplero: Para cantar coplas no se necesita un canto perfecto, sino que se trata más de un canto sensorial. Además que muchas veces la copla dice lo que de otra manera no nos animaríamos a decir. ¿Ustedes sintonizan con esto?

B: Si, creo que muchas disidencias estamos metidas en los repertorios agrestes y ancestrales por ésa razón. Es la emoción como guía del canto, donde no importa tanto qué se dice sino cómo estamos sonando, como ejecutamos esos quejidos o alaridos y desde donde. 

Atahualpa Yupanki dijo una vez que el sabía que cantaba “fiero” pero que lo que hacía bello su canto era el paisaje. Admiro y valor mucho esos dichos porque los vivencié viajando. Realmente es un canto conectado con el sentir, la emoción. No encuentro otra forma de hacerlo si no es haciéndole caso al cuerpo. Por eso, si no lo siento, no lo canto.

ER: Estoy todo el tiempo advertido de eso y de repente está esa “tentación” a que Braw cante cualquier cosa, ahí creo que es una decisión que él tiene que tomar en relación a eso. Si permanece en el lugar del coplero o si se abre a un universo “pop” o más “urbano”. Creo que eso es parte del proceso de maduración artística y ella ira viendo a dónde se siente más cómodx. No creo para nada que uno este bien y otro esté mal, si entiendo que son 2 modos de cantar distintos.

O.C: Estaba pensando en grandes exponentes de la copla y no hay tantos, por lo menos que se lo reconozcan a un nivel masivo y participen en conciertos.  De hecho, creo que de las tradicionales, la más conocida debe ser Leda Valladares. ¿Están pensando en abordar otros trabajos de investigación de este tipo?

B: Leda ha sido quien recopiló y sistemartizó las coplas como canciones. Su labor ha sido desde la recopilación, como previamente lo hiceron Isabel Aretz en sus viajes, Carlos Vega o Andres Chazarreta. Es un canto colectivo y comunitario, ligado al trabajo y a la naturaleza, por eso no hay exponentes desde esa perspectiva.
Si hay artistas que fuera de esos territorios difundimos las obras de recopiladas y cada unx desde su experiencia pero como decía antes, han sido cantos marginados, no se cuánto le interesa a la industria musical unx cantora de los pueblos originarios. No se qué lugares se les dan por fuera de sus territorios mas que gestionamos nosotrxs mismxs. 

Lorena Carpanchay, es la primer coplera trans de los Valles Calchaquíes, cada tanto nos visita en Buenos Aires desde Cafayate y la podemos disfrutar en vivo, lo mismo Susy Shock, Lola Bhajan o Ferni Gyldenfeldt, amigas travestis y artivistas que investigan la copla y la habitan desde la ciudad. 

Quizá realizar un trabajo como el de Leda hoy en día, lo veo como algo muy lejano para mi y hasta incómodo quizá porque creo mas necesario dar lugar, dar visibilidad a esos cantores, no sólo ir al territorio, siendo una persona blanca que viene a tomar algo para estudiarlo o replicarlo.  Me convoca mas crear a la par, escucharles, invitarles y aprender de ellxs.

ER: desde Fertil estamos en un proceso de investigación de la dupla Leda Valladadares / María Elena Walsh. Vamos a intentar darle forma en este 2024. Pero sí está bueno saber que hay otrxs coplerxs que siguen expandiendo la ola del canto con caja. Hay artistas del campo de la canción contemporánea que trabajan muy bien con la copla desde hace años como Soema Montenegro, Mariana Baraj, Barbara Silva o Dat García. Desde el mundo más tradicional me gusta mucho Balvina Ramos y también hay muchísimas mujeres de la Red de Músicas de Jujuy  que la rompen y que no han tenido hasta ahora tanto lugar en la escena más urbana o medios de comunicación.

O.C: ¿Tienen pensado llevar este proyecto a festivales o por lo menos recorrer diferentes provincias?
ER y B: Sería un sueño poder viajar con Coplas para amar o morir y su show en vivo, por el cariño que le tenemos a los temas y por todo lo que nos está enseñando a nivel escénico-vocal. Ni hablar de la conexión y confianza que tenemos. La gente nos dice cosas muy lindas sobre el viaje musical que les proponemos así y eso nos motiva mucho a querer expandirlo mas y mas!