El inoxidable concierto del El amor después del amor

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Luego de la seguidilla de 8 Movistar Arenas Fito Páez festejó los 30 años del El Amor después del amor ente una plaza de la música totalmente llena. Como era de esperar al igual que hace 10 años (cuando festejo los 20 años del disco) Fito volvió a Córdoba para tocar el disco más vendido del rock nacional, El Amor después del amor. También hubo tiempo para clásicos como 11 y 6, Ciudad de Pobres Corazones, Dar es dar y Mariposa Tecknicolor

Promediando las 21:30 el rosarino salió a escena para presentar su mejor disco ante una multitud que escuchaban por primera vez el disco entero en vivo, mientras que otros seguramente volvían para recordar como sonaba en el histórico disco. Hay que destacar que Fito volvió a tocar el disco completo al mismo lugar que cuando lo presento por primera vez en la docta hace 30 años. Por aquellos años el recinto que hoy lleva el nombre de La Plaza de la Música, se llamaba La Vieja Usina.

Fito siempre se renueva

A diferencia de la última vez que piso nuestra ciudad para los festejo de los 20 años en el Orfeo, el rosarino volvió abordar el El amor después del amor en el mismo orden que el disco. Pero con una banda renovada con arreglos nuevos que le dieron al show y a uno de los discos más vendidos del rock argentino una frescura nueva y necesaria. Aunque debo admitir que se extrañó la presencia (aunque sea en pantallas como en los 20 años) de Fabiana Cantilo, Celeste Carballo y Charly García.  Como era de esperar antes de abordar Pétalos de Sal el rosarino recordó al flaco quien estuvo presente con su voz, pero sin la imagen como en los festejos de los 20 años.

Si de frescura y renovación hablamos es imposible no destacar la nueva versión de La Verónica, canción abordada está vez desde el Soul.  Además como lo viene haciendo cada vez que se sube a un escenario, Fito volvió a reconocer su amor por la música popular latinoamericana, y como lo hace cada vez que está por tocar el Detrás del Muro de los Lamentos, recordó a Chabuca Granda. La versión no difiere mucho de la original aunque pareciera que está vez la hermandad entre la marinera y la chacarera se deja apreciar más.

Cabe destacar que para esta nueva etapa Fito renovó la banda entre los que se destacan la incorporación de una fila de vientos que le brindan la frescura necesaria junto a Emme en coro y un encendido guitarrista como es Juan Agüero.

Fito una vez más volvió a demostrar porque sigue vigente y que cuando se lo propone está a la altura de reversionarse a si mismo con la misma genialidad y rigurosidad que en 1992. Ojalá tengamos Paéz para rato.