Demantra es una de las bandas que forman parte del nuevo movimiento del rock emergente del país. El 2 de abril llegan con su música al Refugio Guernica.
No es novedad, el mundo del under o lo emergente, sigue siendo el espacio de resistencia y aguante de una forma de ver el mundo de la música, que el mainstream ha ido dejando de lado. Demantra es una de las bandas que conforman esa escena. Desde Buenos Aires han recorrido diversos escenarios desde el 2007. El próximo 2 de abril llegan a Córdoba a presentar Volverte Salvaje, su tercer trabajo discográfico. Antes de su llegada hablamos con Marián Fernández Cabrera, cantante de la banda que habla sobre esta primera visita a Córdoba.
Otra Canción: ¿Cómo nació la banda?
Marián Fernández Cabrera: Originalmente la banda surge por el 2007, como un proyecto de amigos post-secundaria, Fabián Bianco (guitarrista) y Pablo Vega (baterista) iban al Fader en Flores y deciden armar Demantra junto a Nacho Danza (bajista) que era del Pellegrini. Con los años, el estilo fue mutando, al igual que la formación… por ejemplo, yo entré en el 2011, y Alex Kupersmid en 2015. Lo significativo para nosotros es que en el proceso, el proyecto fue cobrando vida propia, evolucionando y profesionalizándose. Es algo que buscamos construir constantemente.
O.C.: ¿Qué significa Demantra?
M.F.C.: El origen del nombre se vincula a los cantos mantras, tiene un fuerte componente espiritua. Desde el principio esa búsqueda estuvo presente, ya que la música es nuestra forma de exorcizar y canalizar las cosas que nos pasan. Con el tiempo, nos volvimos más carnales y a tierra, por lo que el significado se volcó a nosotros más como grupo humano, de amigos. Hoy creo que Demantra somos nosotros, cómo elegimos vivir, nuestro estilo de vida.
O.C.: ¿Cómo fue el proceso de grabación de «Volverte Salvaje»?
M.F.C.: ¡Intenso! Fue increíble llegar a grabar nuestro primer disco en un estudio como Romaphonic, con un equipo de técnicos de muy alto vuelo (Ziva Leopardi como productor, Martín Herrero en mezcla, Fava Lavelli como drum dr. y Mariano Bilinkis masterizando), y teníamos una idea muy clara de cómo queríamos que suenen los temas. Aunque claramente, escucharlos después fue una sorpresa porque el audio que se logró superó nuestras expectativas y nos dejó muchísimo aprendizaje.
O.C.: He leído que «Hijos» el primer track de Volverte Salvaje intenta reflejar «conciencia generacional», ¿Qué características creen que tiene y hacen particulares a esta generación?
M.F.C.: Hijos es un tema particular, es el primer tema que abre el disco, y ya desde el vamos describe esta cosa del pecado original, la trampa de la fruta del placer, que en la vida cotidiana se traduce en dogmas y recetas obsoletas de cómo vivir la vida, de cómo resolver la ecuación que nos imponen desde afuera, la sociedad, algunos trabajos, los medios de comunicación, incluso los padres. De alguna forma, la letra intenta rechazar el estado de infancia en la que nos ponen muchas veces las elecciones que tomamos, porque esta bueno animarse a enfrentarlas, salir de los esquemas que no funcionan y hacer el propio camino, cualquiera sea. Creo que nuestra generación se hace cargo de muchas más cosas, porque no busca la respuesta correcta, sino la que nos hace feliz, y por ahí va nuestra búsqueda. Eso es para nosotros la humanidad en construcción.
O.C.: Hay algo en común entre el mensaje que disparan algunas de las letras y el segundo disco de Bigger, esto de la búsqueda de conectarse con lo humano, ¿Cómo se revierte esa deshumanización? ¿Es la música una posible herramienta para el cambio?
M.F.C.: Un disco, un libro, cualquier tipo de arte, y la cultura son herramientas que permiten abrir la cabeza. Apostamos a esto porque a nosotros nos educa la música, y queremos ser parte de eso. Volverse salvaje, es conectarse con uno mismo y con los demás desde otro lugar, es parte del mensaje. Esta bárbaro que de a poco este cobrando fuerza, que más gente esté receptiva y lo difunda.
O.C.: Uno ve un gran protagonismo de las mujeres en la actualidad rockera. Pienso en Cirse, Eruca Sativa, Utopians y en Marilina Bertoldi, por ejemplo… ¿Están ganando por fin el lugar que merecen las mujeres en el Rock?
M.F.C.: Creo que de a poco se caen las barreras, se abren los espacios, y hay un interés genuino por superar las etiquetas de género en el rock, que estuvo mucho tiempo centrado en figuras masculinas. Es completamente necesario, las chicas tenemos muchas cosas para decir, y esta más que demostrado.
O.C.: ¿Cómo se subsiste en una escena under tan cargada de propuestas?
M.F.C.: La única resistencia es ser vos. Suena medio cliché, pero es así. Que haya muchas propuestas es sano, habla bien de la escena cultural, el tema es cómo buscas tu camino e ir abriéndolo de a poco, sin desesperar, siempre apostando a crecer. Ya hacer lo que a uno le gusta y lo representa es un éxito, aunque lleves poca gente.
O.C.: Desde afuera, parece haber buena onda en la escena, con ustedes trabajó Ziva de Cirse y grabaron en Romaphonic que es como una casa en común de muchas de las bandas de la época y dónde deben cruzarse mucho… ¿Es así?
M.F.C.: Hay muy buena onda entre las bandas de la escena emergente, es verdad. Hay apoyo, nos vamos a ver, y surgen colaboraciones divertidas. Esas cosas hacen crecer a la escena, y está bueno que se dé.
O.C.: ¿Es su primera visita a Córdoba?, ¿qué esperan del show y del público?
M.F.C.: ¡Es nuestra primera visita como banda! Pero a todos nos encanta Córdoba, y estamos muy contentos de poder llevar lo que hacemos allá. Obviamente, esperamos que la vengan a pasar bien, que se copen quienes no nos conocen, y bueno…algunos ya nos escribieron para que fuéramos a tocar, así que va a estar lindo conocer en persona a la gente que nos banca.