Juan Miguel Carotenuto nació en Mar del Plata, Argentina, el 27 de Diciembre de 1985. A los 11 años de edad empezó a tomar clases de batería con Javier Puyol, reconocido baterista de la escena jazzística marplatense y nacional. En el año 2006 se radicó en Capital Federal y cursó en la Escuela de Música Popular de Avellaneda (E.M.P.A). Tuvo como profesor de instrumento a Rubén Lobo, reconocido músico de folclore y música latinoamericana. Tomó clases con Daniel «Pipi» Piazzolla nieto y reconocido músicos de jazz. En el año 2010 se radicó en la ciudad de La Plata para inscribirse en al carrera de Licenciatura y Profesorado de en música con orientación en Música popular en la facultad de Bellas Artes (UNLP).
Desde que empezó en la música formó parte de diversos proyectos musicales donde se destacó como baterista, cantante, guitarrista y compositor en diversos proyectos de jazz, folclore argentino, música latinoamericana, reggae, rock, pop y tango. En 2015 editó su primer disco solista, Destellos mientras que actualmente se encuentra presentando su segundo disco Diversos mundos (2019).
Otra Canción: Sos oriundo de Mar del Plata, pero estás radicado desde hace un tiempo ya en La Plata, lugar que muchos consideran como una incubadora musical. ¿Cuánto hay de cierto en esto según tu punto de vista?
Miguel Carotenuto: La verdad que La Plata es una ciudad muy intensa e importante en cuanto a la actividad artística y cultural. Y más aún si hablamos de formación, ya que las facultades públicas libres y gratuitas hacen que la ciudad sea única en ese aspecto. En mi caso, me tocó ver y sentir de cerca la experiencia en la Facultad de Artes, antes llamada “Bellas Artes”, y por suerte rebautizada hace poco. La cantidad de músiques y artistas que habitan esta ciudad es increíble. Y tal vez lo bueno que tiene, es que aparte de ser muches les que crean, también son muches les que consumen. Es decir, la cantidad de espectadores en las distintas manifestaciones artísticas es más generosa que en otras partes del país. En mi ciudad natal, Mar del Plata, a la que amo profundamente y a la que siempre estoy volviendo, como diría Pichuco, esa ecuación está un tanto desequilibrada. Hay muchxs artistas y muy buenxs, pero siempre cuesta más “mover” a la gente.
O.C: Sabemos que estudiaste con Rubén Lobo y Pipi Piazzolla, además de recibirte en la UNLP. Por un lado, Rubén involucrado en la música folclórica; el Pipi en el jazz y la Universidad con orientación en música popular. ¿En qué creés que se ven reflejadas esas formaciones en el disco?
M.C: Las distintas formaciones que tuve en mi vida, tanto institucionales, como particulares, y ni hablar las de la “lleca” que son muy importantes por cierto, quedan reflejadas en la diversidad que caracteriza al disco. Habiendo tantos ritmos, texturas, melodías, armonías, colores, y posibilidades en el mundo, me es difícil encasillarme en una sola manera de ver y sentir la música, el arte y la vida misma.
O.C: Soy de los que piensan que las canciones, de alguna forma, son como una foto: reflejan el pensamiento o lo vivido del momento en que fueron compuestas. ¿En qué momento particular fueron escritas las tuyas?
M.C: En general, lo que nos pasa a les músiques independientes, es que nos cuesta mucho materializar un disco. Más que nada por aspectos económicos, y por el esfuerzo que conlleva cada uno de los pasos que hay que ir dando hasta llegar a la meta. Casi siempre en soledad, y haciendo malabares con el resto de las responsabilidades que tenemos en nuestras vidas. Es por esto, que las canciones nos van quedando “viejas” al momento de sacar el preciado álbum. Hay algunas canciones de Diverso Mundo que toqué en la presentación de mi primer disco, Destellos, y eso fue en el 2016, tres años antes de meterme en el estudio de grabación. Así que es difícil encontrar un momento particular que contemple a las 11 canciones.
O.C: En Sigo el camino de los sueños decís: “….Despertar del mandato eterno / Cruces de modernidad/ Por andar desoyendo al viento/ Hoy nos toca lamentar. / Ríos turbios se avecinan / Contaminan la ciudad / Ideales se han disuelto /Tiempos de mediocridad…” Podría decir que marca la necesidad de salir de un momento apocalíptico. ¿Cómo surgió la letra de este tema?
M.C: En esta canción me pasó algo muy particular con la letra. Tenía escrita y musicalizada la parte del estribillo que dice “Sigo el camino de los sueños / Sueños que brotan del Amor / Ríos fluyendo en el desierto / Aves en vuelo hacia el fulgor”, que habla de algo tal vez más poético y metafórico, y en el momento de continuarla, allá por 2015, ganó en Argentina el neoliberalismo. Una vez más y en menos de 20 años, pero ahora más salvaje y despiadado, ya que venía de la mano de los empresarios más nefastos de la escena local, manejados como títeres por los intereses del poder mundial, claro está. No lo podía creer, y esa profunda tristeza y decepción, se transformaron en esas dos estrofas citadas en la pregunta, y el puente que dice “Se enriquecen poderosos y empobrecen los demás / Terminar con el dominio externo, sólo nos liberará”. Por eso también armé la introducción con el audio del último discurso de Salvador Allende, y lo invité a “Pepo” San Martín para que toque y cante, que a parte de ser un musicazo que quiero y admiro muchísimo, también fue muy crítico de todo lo que vivimos estos años de oscuridad.
O.C Hay otra canción que se llama Solo en la habitación. Creo que la habitación, en la vida de muchas personas, no es cualquier lugar: es el sitio que muchas veces elegimos para pensar, escribir, llorar. Así como también es donde suceden momentos íntimos de una pareja. ¿Qué significado tiene para vos la habitación?
M.C: La habitación para mí tiene significados similares a los que exponés en tu pregunta. Tal vez lo curioso de esta canción es que el nombre originalmente era Sólo en la habitación, con acento, evocando al significado de que sólo en ese espacio sucedieron determinadas cuestiones. Pero al momento de invitarla a Noe Recalde, ella cantó Sola en la habitación, entendiendo que hablaba de la persona y no del espacio, y le había cambiado el género, cosa que le festejé ya que me parece muy bueno a la hora de interpretar una canción ajena. Es así que la multiplicidad de sentidos que permite la metáfora y el arte en sí, terminaron rebautizando una canción que como compositor había pensado de otra manera. Cuestión que celebro y a la que doy lugar, claramente.
O.C: ¿Cómo surgió la idea de invitar a Noe?
M.C: A Noe la conocí hace muchísimos años cuando vivía en Buenos Aires. Teníamos un trío con un amigo marplatense que se llama Nacho Santos y toca el bajo, y un baterista pero en su faceta de cantautor (similar a mi situación actual), que se llama Manu Vidal y es entrerriano. En esa cofradía de musiques entrerrianes estaba la Noe, que en uno de los toques nos vino a ver y ahí la vi por primera vez. Luego escuché Valbé y me encantó. Muchos años después la volví a ver cuando fui a tocar al ciclo de cantautores “Martes Rueda”, en el que era organizadora. También nos cruzamos en un recital en CABA en el que toqué la batería en el proyecto solista de Lucas Finocchi, y ella se subió a cantar de invitada de la banda Ciruelo, con la que compartimos la fecha. Siempre estaré agradecido del amor y compromiso que puso cuando la invité a compartir la canción. Me parece una artista increíble que admiro y valoro muchísimo, así que es un gran honor contar con su energía y musicalidad en el disco.
O.C: En Inventar escribís “….Inventar la libertad / De sentirnos tan plenos en el cielo /Una vez más…”. En un mundo donde, de algún modo u otro, están constantemente marcándonos el camino, aunque muchas veces creamos que no. ¿Es posible la Libertad?
M.C: Sí, yo creo que es posible. Por más que el sistema opresor nos nuble la visión y nos ponga palos en la rueda constantemente, el amor, el arte y la naturaleza son para mí, el camino a esa libertad añorada que parece no existir, pero que hay que perseguir hasta el final de nuestros días. En palabras de Raúl Carnota, uno de los músicos argentinos que más quiero y admiro: “Hay un camino que busco desde niño, sin cesar. Es una senda escondida que cruza hacia la verdad.”
O.C: Para terminar, y basándonos en el nombre de la canción que cierra el disco. ¿Dónde habita lo esencial en la vida y en la música de Juan Miguel Carotenuto?
M.C: Lo esencial en mi vida habita en ese concepto de Libertad que te decía, que está compuesto de amor, arte y naturaleza. Seguramente por mi origen, lo esencial a nivel hábitat, en mi caso esté más cerca del mar que de cualquier otra geografía.