La cantante, compositora y guitarrista porteña presenta en Córdoba su nuevo trabajo discográfico «El color del Silencio».
La joven instrumentista oriunda de Gran Buenos Aires regresa a Córdoba para presentar su ultimo disco «El color del silencio». Se trata de un trabajo con fuertes raíces folclóricas tanto de Argentina como de Latinoamérica, donde todos los instrumentos que intervienen a lo largo de las 14 canciones fueron grabados en un material despojado y transparente que, según las intenciones expresadas, invita a reencontrarse con uno mismo.
Aprovechando el concierto que tendrá lugar el sábado 1 de Julio en Espacio 75 y conversamos con Cecilia Zabala.
Otra Canción- A partir de la guitarra tuviste la oportunidad de conocer grandes músicos como Gismonti Pascoal , Quique Sinesi, Philippe Baden Powel, entre otros. ¿Qué fue lo que te llevo a elegir la guitarra y como llegaste a conocer a los músicos recién mencionados?
Cecilia Zabala: Mi primer contacto con la guitarra fue cuando tenía 5 o 6 años y comencé a tomar clases particulares con Antonio Minisalle, un profesor de Ramos Mejía, el barrio donde crecí. Luego de varios años de estudio y de haber ya dedicarme a la música tuve la experiencia de asistir, con 19 años de edad, a un curso de música popular brasileña que se realizó en la ciudad de Curitiba (Brasil). Allí pude escuchar en vivo (sin conocer previamente su música) a artistas como Egberto Gismonti, Hermeto Pascoal o Baden Powell. Allí fue también que conocí a Philippe (Baden Powell), pianista e hijo del gran guitarrista. Con Philippe iniciamos una amistad que ahora tiene más de 20 años y es con quien grabé “Fronteras”, mi disco anterior (editado en 2015).
Aquel curso fue definitivamente muy importante para mí ya que luego decidí investigar y aprender sobre la música popular (ritmos, estilos, armonía, improvisación) y desarrollar más seriamente la composición. Por eso es que luego estuve tomando clases durante dos años con Quique Sinesi.
OC- Tiempo después decidiste entrar en el canto. ¿Cómo llegaste a él?
CZ: El juego y la experimentación con el canto vienen también desde muy pequeña. En las clases de guitarra de la infancia había un espacio para cantar y acompañarse, y allí me inicié con zambas y canciones de nuestro folklore. Luego a los 8 años empecé a asistir al “Coro de niños y jóvenes de Santa Juana de Arco” de Ciudadela y allí hacíamos ensayos y presentaciones donde yo participaba cantando y acompañando con la guitarra. Más adelante en la adolescencia cantaba canciones de rock nacional e internacional que sacaba de oído y por revistas. Después hubo un período más dedicado a la guitarra donde casi no canté, pero cuando comencé a componer enseguida regresó la voz, primero como recurso y luego como “decidora de textos”. Es verdad que la formación sobre el canto se inició después, a partir del 2005. Allí tuve la oportunidad de estudiar dos años con Silvia Iriondo y luego trabajar con Elisa Viladesau, que es con quien continúo estudiando en la actualidad.
OC- Recién nombraste a Philippe Baden Powel, que finalmente vuelve este año para seguir presentnado «Fronteras». ¿Tienen gira programa?
CZ: Estuvimos presentando “Fronteras” el año pasado en Argentina y este año en Europa (Francia, Alemania, Bélgica, España). Philippe regresa a Argentina en el mes de Agosto y tenemos algunas fechas ya confirmadas. Ojalá que podamos presentarlo en Córdoba! Luego se vendrá, seguramente, la presentación en Brasil y tenemos unos conciertos confirmados en Estados Unidos para enero de 2017.
OC- Entrando un poco al nuevo disco, “El color del silencio”. Es un disco esencialmente instrumental, donde la guitarra es la creadora del clima y las texturas del disco. ¿De dónde viene esa influencia?
CZ: Luego de trabajar varios años con propuestas que involucraban a otros músicos y artistas necesité regresar a la intimidad del “diálogo entre mi voz y mi guitarra” que es la esencia de mi trabajo. Mis discos anteriores («Presente Infinito» -2011-, «Violeta» -2013- y «Fronteras» -2015-) fueron proyectos grupales: el primero junto a un grupo, el segundo junto al gran actor y poeta Fernando Noy y el último junto al pianista y compositor Philippe Baden Powell. Aunque mi trabajo con la guitarra y la voz estuvo presente en ellos necesité retornar (artística y profesionalmente) a este diálogo donde los roles no son siempre los tradicionales sino donde ambos instrumentos entretejen texturas, de tal modo que por momentos no se sabe si la guitarra está cantando y la voz sonando, o al revés
OC- ¿De dónde surge el nombre y que significa el silencio para Cecilia Zabala?
CZ: El nombre se refiere a un estado que transité al terminar de cerrar las músicas para entrar a grabar este disco. Un estado de soledad y de intimidad en un refugio donde el tiempo parecía correr de manera diferente, frente a la velocidad y a las asperezas del mundo exterior. El silencio es muy importante en la música, tanto como el sonido.
OC-Al escuchar por primera vez el disco me dio la sensación de ser un disco crudo, introspectivo. Podría decirse un disco más intimista que ayuda a encontrarse con uno mismo. ¿En qué momento surgen estas canciones?
CZ: Las músicas y canciones del disco surgieron en el último período mientras estaba trabajando en otros proyectos, pero tomaron su forma definitiva hacia fines del año pasado. Son músicas muy nuevas.
OC- Te cuento algo: Días atrás, un músico contó que venía componiendo y se preguntaba si la inspiración no venía de los momentos sociales vividos tanto en el país como en el mundo. Porque últimamente había decidido encontrarse más con el mismo, en su mundo. Un mundo donde el tiempo no existe y donde solo existe la música. ¿Qué momento está viviendo Cecilia Zabala hoy?
CZ: El disco y las presentaciones del mismo son una invitación a que todos puedan construir ese espacio, esa trinchera donde la búsqueda de la belleza es la mejor arma frente a las injusticias e incoherencias del mundo exterior, a la pregunta siempre vigente de por qué “el hombre contra el hombre”. Es el desarrollo de un mundo interno pero para nada desconectado del externo.
OC-El disco contiene una canción, «Comin home», que está compuesta junto con el pianista Joe Deleault , supongo que lo conociste en tus pasos por International Guitar Night. ¿Cómo surgió la idea de componer juntos?
CZ: Conocí a Joe Deleault en el año 2009 cuando estaba girando con ese proyecto (IGN). Joe se manifestó muy interesado por mi música y me propuso colaborar juntos. Fue así que me envió ese tema en piano solo y yo escribí la letra.
OC-La versión grabada en este disco es distinta a la original hecha por Joe Deleault que tiene gran influencia del jazz, mientras que esta versión nueva del disco es una baguala. ¿Cómo surge volver a grabarla? ¿Joe Deleault la escucho?
CZ: En realidad la primer versión grabada de este tema está en mi disco “Presente Infinito” (2011) y tiene un aire de “balada folk americano”. Ya en esa época había surgido la versión de baguala, porque me gusta explorar y encontrar diferentes caminos para decir una canción. Hace un tiempo volví a cantar la “versión bagualera” en vivo y me dieron muchas ganas de grabarla, porque tiene relación con el estado de ánimo de este nuevo disco.
OC- ¿Podrías explicar a los que no conocen de que se trata el encuentro International Guitar Night que reúne a los grandes guitarristas del mundo?
CZ: Es un proyecto que lidera un guitarrista californiano hace varios años, donde invita a tres guitarristas compositores de distintos lugares del mundo a realizar una gira donde en cada concierto presentan un set solista y luego colaboraciones (dúos, tríos, cuartetos). Con ese proyecto tuve la suerte de girar en Reino Unido (2008), Canadá (2008) y Estados Unidos (2009)
OC-Si bien el disco tiene como instrumento principal la guitarra española y la guitarra acústica. También acompañan el requinto y la caja chayera. ¿Todos los instrumentos fueron grabados por vos?
CZ: Si, todos los instrumentos fueron grabados por mí, guitarra, voces y caja chayera.
OC- Que nos podes adelantar de lo que será el show en Espacio 75.
CZ: El concierto será en dos partes. La primera comprende la “presentación formal del disco”, donde tenemos una puesta de vídeos especialmente diseñada para este show, escenografía, vestuario… todos aspectos que hacen del concierto un espectáculo más “integral”, una sucesión de momentos musicales y visuales que invitan al público ase cómplice de ese universo. Luego la segunda parte es mucho más informal, y en ella repaso canciones de mis discos anteriores y comparto algunas músicas con artistas invitados. En este caso tendré el placer de recibir al gran Juan Iñaki.