
Lo que Capote no escribió, Guerriero lo persigue
No hay historia, dice Leila Guerriero. O al menos no una que se deje contar fácilmente. Lo que hay es una casa. Una pausa. Y una ausencia ruidosa: la de Truman Capote en la Costa Brava, donde en los años 60 escribió —o intentó escribir— A sangre fría. La cronista llega allí décadas más tarde,