«Acá estoy, lord, recontra cagado de calor, caminando por Palermo, jugando a que soy rico un ratito», dice Catriel Guerreiro (A.K.A. Ca7riel) un día en el cual el termómetro marca casi 34° en Capital Federal.
Con el mismo desparpajo con el que habla, Ca7riel conquisto al público cordobés en el Festival La Nueva Generación del año pasado. Básicamente un combo de rap y hip-hop, súper potente, con un groove funky que remite a las primeras épocas de Red Hot Chili Peppers, o a la obra más trash de Pharrell Williams en N.E.R.D. Y en el escenario, el pibe oriundo de La paternal, explota y entrega un show potentísimo e hipnotizador.
El viernes 22 de febrero Ca7riel compartirá el escenario de Club Belle Epoque junto a Valdes. «Los Valdés son una de las bandas que más me gustan de acá» dice Ca7riel sobre el dúo cordobés y agrega: «Me parece que son unos capos, no puedo creer como baila el otro (N. de R.: Por Pancho Valdes, cantante del dúo) y sus canciones me parecen temazos. ¡No sabés como los quiero a esos dos! La fecha va a explotar, va a estar buenísima».
Otra Canción: ¿Cómo nació la necesidad de salir sólo, porque vos venis de experiencias de bandas?
Ca7riel: Yo tenía una banda de rock con Paquito, que es mi broqui rapero. Él tocaba la bateria y yo el bajo y la guitarra en la banda que se llamaba Astor. Ellos no querían hablar cosas en serio, no querían hacer letras de cosas en serio. Yo necesitaba bajar linea, escupir mis oscuridades. Era como una necesidad. Así que bueno, me tuve que hacer rapero. Ahí grabé el disco y salí a tocarlo con banda, porque por suerte todos mis amigos son músicos. Ahí empezó el paquete y después fue creciendo de a poquitito. Ahora se esta yendo todo a la mierda.
O.C.: ¿Por qué elegiste el rap o el hip hop como forma de escupir estas cosas? Pregunto porque venías de una banda de rock…
C.: Porque tenía muchas cosas que decir en muy poco tiempo. El rap te permite eso. Además como me produzco yo sólo es lo más efectivo porque hacer música es samplear. Hacer sampleos para mi es muy noble. Podes grabar un pajarito en la calle y lo sampleas y le metés atrás un beat, un «bum bap» y ya está, tenes una base que puede ser la más emotiva del mundo. Eso me pareció muy noble y el hip hop siempre me gustó, yo tiraba freestyle bastante mal pero me gustaba escribir un montón así que el rap era el arte que más me cebaba en ese momento.
O.C.: Hay cosas de la banda en vivo que me remiten a Rage Agdainst The Machine o N.E.R.D, ¿esas son algunas de las referencias?
C.: N.E.R.D no tanto. Lo quiero mucho a Pharrell, me parece un iluminati hermoso. Si he escuchado mucho Rage Against The Machine y a mi me gusta mucho Pantera, mi sueño es eso, pero bueno hay que acomodarse a lo que uno puede llegar a hacer. Yo tengo mis amigos que son todos jazzeros y la mezcla de que yo empujo para que seamos Pantera y ellos empujan para un lado jazzero, a otro le gusta el house y la música cheta, al tecladista le gusta Hermeto Pascoal y eso se mezcla todo adentro de una olla y se arma tremendo guiso.
O.C.: Tenés mucha data y en tus canciones, en tus samples, hay mucha data, además de la que demostraste en el programa de radio que hacías en la radio BitBox…
C.: Me gustaría tener más, leer más, no te voy a mentir, ya vendrá el tiempo, no falta nada y son solamente excusas las que se ponen para no tener data. Me gusta estar al tanto. Yo creo que hay que aprovechar el momento y la vida para comunicarse. Yo me autoasigné el rol de ser un comunicador para decirle a la gente que no esté triste.
O.C.: Te escucho decir esto y antes de hablabas de la necesidad de bajar línea, ¿Cómo te llevas con lo político?
C.: Todo es política. A mi me gusta aunque no estoy muy interiorizado ahora, pero yo fui a una secundaria pública, a donde no teníamos ni gas y teníamos que tomar el colegio para que nos escuchen. Para tomar el colegio había que hacer una movida para ponerse de acuerdo y para lograr eses objetivo había que opinar, debatir, es decir, hacer política. Ahí empezó mi vaina política, digamos. Yo creo que es muy importante. Hay que pensar y tener una idea clara pero no me gusta llevarlo arriba del escenario, por ahí largo un «Macri malo», pero esa lo dejo para las discusiones en mi casa y bajo linea en las redes sociales. El que no quiera escucharme que apriete la pantallita y me pase a otra persona. Arriba del escenario no me gusta la bajada de linea, incluso de los artistas y bandas que piensas igual que yo y que paran el show para decir algo. Eso no me gusta porque no me parece estético y se corta la música. Yo lo hago desde las redes sociales.
O.C.: Me decís que no sos bueno con el Freestyle, he visto que has compartido cosas con Wos, que es el mejor en esa materia, ¿Cómo es tu relación con él?
C.: Loco, yo no lo puedo creer a él. Para mi es un brujo en potencia. Tiene muchos poderes dentro suyo y los saca para afuera cuando hace freestyle. Es muy bueno. Yo lo respeto demasiado. El tipo me adoptó para que toque con él, para que produzcamos unos temas. Me siento bendecido porque yo lo veía en Youtube y de repente es mi amigo y ese es un paso re loco porque uno no se lo espera.
O.C.: Contame como fue que te cruzaste con Sting…
C.: Estaba tocando por dos mangos en el Hotel Faena. Yo laburaba como músico sesionista, tocaba la guitarra con una bomba cantante que se llama Josefina Silveyra, la más hermosa del planeta. Era una noche de Halloween, estaban todos disfrazados y entra un chabón que yo vi muy parecido a Sting, con barba. En ese tiempo el tipo tenia barba y para mi, al verlo, era como un tipo muy alto y tenía la presencia del Papa. Ahí me lo crucé y me hice pis encima. Cruzamos tres palabras. Me dijo algo que creo que era bueno, porque yo estaba re flasheado. Pensá que se tomo un whiskey y miró como tocábamos, un flash. Entro súper interesado por la voz de la chica que es muy buena, muy impresionante y yo estaba ahí de yapa. Fue un flash. Recibí un mimo de Sting de rebote.