Arnaldo Antunes y Vitor Araújo unen emociones en Lágrimas no Mar

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Dos exponentes de la música brasileña se unen en Lagrimas No Mar. Por un lado, Arnaldo Antunes, uno de los artistas más prestigiosos de Brasil, con un recorrido que comenzó en 1981 como cantante y compositor de Titás para luego convertirse en uno de los hombres más prestigiosos de la música brasileña con una trayectoria muy ligada al rock pero que supo abrir su propio camino cuando en 1992 decide emprender su carrera en solitario y proyectos como Tribalistas (junto a Marisa Monte y Carlinhos Brown) y distintas colaboraciones. Por el otro Vitor Araújo, uno de los pianistas más elogiados del país vecino. Con solo 32 años supo como romper las fronteras entre la música llamada erudita y la popular.

El año pasado unieron lazos para publicar Lágrimas no Mar, un disco de emociones concentradas e interiorizadas por la pandemia. El álbum presenta cuatro temas nuevos de un total de nueve temas, todos con arreglos de piano creados por Araújo.

Entre las canciones más destacadas se encuentra Lágrimas no mar, la balada que da nombre al disco, grabada con el toque adicional de la guitarra (nylon) y la guitarra de Pedro Baby, coautor del tema. En Quanto Passa Outro Verão (Mientras pasa otro verano) Arnaldo habla poéticamente del inmovilismo que provoca el amor y la automatización de las emociones humanas. También hay lugar para reversiones de clásicos de la discografía de Arnaldo y una reversión de Como 2 e 2, uno de los clásicos de Caetano Veloso con una versión acordé al momento y a la atmosfera creada a lo largo del disco.

Otra Canción: Leí en varios lados que definían al disco como “un disco que tiene unas lágrimas ahogadas de llorar». ¿De dónde surge esa definición?
Arnando Antunes:
Fue una frase que dije espontáneamente durante una entrevista, que terminó reverberando. Otras historias la citaban y empezaban a preguntarnos al respecto en entrevistas, como haces vos ahora. Creo que es una buena definición del revuelo que suscita el disco y nuestro estado emocional al grabarlo. Estábamos simultáneamente en medio de una pandemia (con todas las restricciones que trajo, con los sucesivos aplazamientos de espectáculos, que siempre ha sido una actividad vital para mí) y viendo, perplejos, en nuestro país, un proceso de destrucción de las cosas que más amamos (educación, cultura, ciencia, medio ambiente, derechos humanos, diversidad, salud, menos desigualdad social, democracia, libertades civiles, etc.) por un gobierno que poco a poco va erosionando nuestra democracia. Todo esto nos conmovió profundamente, por lo que es inevitable que el disco se haya impregnado de esa atmósfera, desde el título hasta el repertorio, los arreglos para piano de Vitor, las interpretaciones. A veces incluso, literalmente, estallamos en lágrimas durante la grabación. Pero no veo el disco como melancólico, creo que tiene un lado alegre, porque el mismo hecho de que estemos consiguiendo dar una poderosa expresión a lo que vivimos ya nos renueva y anima.

Vitor Araújo: Creo que esta es una hermosa definición para resumir un álbum donde buscamos precisamente establecer una atmósfera que pudiera impregnar el conjunto de pistas en su conjunto; una atmósfera muy ligada a la emoción que estas canciones, cantadas en un momento inesperado de aislamiento total entre las personas, y de catástrofe generalizada en nuestro país, podían despertar en nosotros, tanto como intérpretes como oyentes de lo que hacíamos en el estudio. El registro busca sostener el umbral entre la concentración y el desbordamiento de esa conmoción, lo que hace que la imagen de las “ganas de llorar ahogadas” sea inmensamente apropiada para definirla.

O.C: Supongo que cuando uno hace duetos busca apoyarse en el otro. Que de algún modo el otro pueda aportarle algo y viceversa…
A.A: Sí, sin duda, nuestro encuentro artístico trajo consigo un lenguaje muy propio, compartido, que se desarrolló de manera natural con cada ensayo, vivo, conversación; hasta llegar a una combinación muy orgánica. Descubrimos afinidades en este proceso: el gusto por la síntesis, el deseo de experimentación, el uso de los silencios, incluso la actuación en el escenario. Esto hizo que nuestro diálogo fuera más fácil y fluido, como si ya no tuviéramos que ponernos de acuerdo mucho para que aparecieran las soluciones. Fue especialmente placentero para mí cantar, de una manera muy libre, como si pudiera flotar en el tiempo y saborear bien cada sílaba.

V.A: Los encuentros en la música tienen una importancia central en la construcción de las características, los sonidos, la estética y sobre todo las singularidades de un disco. En un dúo, esto es aún más decisivo. Trabajar un lenguaje pianístico que encuentra matrimonio con la voz de Arnaldo, por ejemplo, que tiene un registro muy grave y al mismo tiempo una posibilidad de grito desgarrado de punk, es un trabajo ameno y que moldea en mí nuevas formas de abordar mi forma de tocar.
El encuentro entre dos artistas también cataliza ciertos aspectos artísticos que se comparten: en nuestro caso, creo que la pasión por el alma de cada una de las canciones y el gusto por servirlas y también el gusto por experimentar, por investigar sonoro, por romper lo convencional.

O.C: El disco tiene algo de melancolía y desolación, aún sin la necesidad de ser un disco triste. ¿Podríamos decir que marca un poco el momento vivido durante este último tiempo?
A.A
: Como decía, la atmósfera sonora de Lágrimas no Mar trae un poco del momento que estamos viviendo, con sus dolores pero también con las luces que podemos encender en estos tiempos oscuros. En particular, creo que dos canciones fueron recordadas y elegidas por sus temas que parecen comentar más directamente lo que estamos viviendo. El primero es Longe, una canción de 2009, que tenía grabada en el disco Iê Iê Iê (2009), que me parece muy adecuada para nuestro aislamiento en la cuarentena del covid. Y el otro es Como 2 e 2, que parece reflejar este momento, en el que percibimos una cierta normalización de la barbarie, la violencia, la inversión de valores, las fake news, la degradación de los usos del lenguaje, la indiferencia ante el valor de la vida humana misma.

V.A: El registro ciertamente está completamente permeado por el momento vivido en 2020 y 2021, de diferentes maneras, desde diferentes ángulos y a través de diferentes cruces. Incluso las letras de canciones que fueron compuestas muchos años antes (ya sea por Arnaldo, o por Caetano Veloso o por Itamar Assumpção) son inevitablemente resignificadas cuando las escuchamos ahora – y la ropa que buscamos darle a estas canciones, lógicamente busca acentuar todo esto. Creo que el disco toca en ciertos momentos sutilmente a la melancolía, pero es solo uno de los colores que componen una miríada más compleja en mi opinión.

O.C: En la canción Lágrimas no Mar hay una parte que dice “Fora desse precipicio /Tem um mundo ao seu redor/Todo fim é um início/Nunca pense no pior”. Me hizo pensar que estamos cerca o por lo menos así parece de terminar con algunas restricciones, volvieron los conciertos, la industria cultural volvió a funcionar. ¿es el comienzo de algo nuevo?.
A.A: Cuando compuse esta canción con Pedro Baby, João Moreira y Marcia Xavier, aún persistían las restricciones de la pandemia, sin tener una perspectiva de cuánto durarían. Vivíamos en cuarentena, casi sin interacción social, cuando recibí la melodía de Pedro y João por correo electrónico. Encantado con este regalo, detuve todo para concentrarme (junto con Marcia) en esta carta que, después de una semana, estaba lista. Este pasaje que cita tiene más que ver con la relación que aborda la canción, ambigua entre sentimientos de separación y continuidad del amor.

O.C: Pedro Baby y Marcia Xavier están invitados en el disco. ¿Cómo fue la selección?
A.A: Pedro Baby
es un compañero muy querido. Ya me había acompañado tocando en algunos shows, el mío y el de Tribalistas. Cuando me envió esta melodía de Lágrimas no Mar, hecha con João Moreira (que acabó convirtiéndose en un gran impulsor del disco), intuí que su guitarra o guitarra (acababa grabando ambas) iría muy bien con el arreglo de piano. que Vitor concibió. ; que terminó sucediendo maravillosamente. Marcia lleva años componiendo algunas canciones conmigo y ya ha participado cantando en otros discos y shows míos. Estuvo presente durante todo el proceso, filmando la realización de la grabación, creando la escenografía y las proyecciones del espectáculo, el diseño gráfico y los clips. Y eso te dije, ella trayéndome el recuerdo de Como 2 e 2, que me encendio una luz. Terminé invitándola a cantar conmigo también en Umbigo (otra colaboración con Cézar Mendes).

O.C: ¿Cómo eligieron el repertorio? Hay de todo, dos reinterpretaciones de canciones de Arnaldo, cuatro inéditas, dos composiciones con otros y reinterpretaciones de artistas como Caetano Veloso…
A.A: Lágrimas no Mar es un disco que poco a poco fue tomando forma. Empezamos a ensayar juntos el show de O Real Resiste, que había sacado a principios de 2020 (un disco más centrado en las canciones, grabado solo con instrumentos de cuerda y piano, sin ese sonido de banda). Pensé en probar un formato inédito en el programa, solo con mi voz y piano. Vitor aceptó mi invitación para realizar este proyecto juntos y empezamos a ensayar. Estábamos muy emocionados de debutar en marzo, cuando comenzó la pandemia y tuvimos que cancelar las fechas ya programadas. Pero era algo muy diferente a los shows presenciales y, después de un tiempo, pensamos que no tenía mucho sentido seguir repitiendo estas vidas. Con la incertidumbre respecto a un regreso a los escenarios, pensamos en, al menos, grabar en el estudio algo de este trabajo que nos llenó de entusiasmo y ansiedad. Entonces, en lugar de grabar algo ya mostrado en estos conciertos, pensamos en grabar una versión de una canción de mi repertorio que aún no habíamos abordado. Y empezamos a trabajar en algunas opciones (Finalmente entró Longe e Fora de Si, además de Manhãs de Love, una colaboración con Erasmo Carlos, que él había grabado, pero yo siempre quise interpretar también).
Cuando empezamos a ensayar, vimos que no íbamos a poder sacar un solo single y cambiamos el plan a un EP de cuatro pistas. Al mismo tiempo, había estado componiendo algunas cosas emocionantes, como la canción Lágrimas no Mar, que fue una especie de apertura para la idea del álbum, o Mientras pasa otro verano (en sociedad con Cézar Mendes), entre otros.

O.C: El álbum también tiene una canción Inédita de los años 90.
A.A:
El proyecto fue creciendo hasta convertirse en este álbum de 9 pistas. Serían 8, pero ya en el estudio, en los últimos días de grabación, recordé esta canción A Não Ser (una sociedad con Alice Ruiz y João Bandeira, compuesta en los años 90, pero aún inédita), que pensé que tenía un sensación similar a la que estábamos grabando. Vitor, muy inspirado, creó de inmediato este arreglo un tanto minimalista que le dio a la música una característica nueva y sorprendente.


O.C: Vitor, me gustaría saber tu sensación sobre el disco.
V.A:
Primero pensamos en grabar un sencillo, alguna canción que nos gustaría tocar pero que no estaba en el repertorio del espectáculo O Real ao Vivo (un espectáculo que terminó nunca con la presencia de público, sino solo en presentaciones en línea debido a la pandemia). La primera canción que surgió como posibilidad fue Fim de Festa, de Itamar Assumpção, una canción que ensayamos pero que al final quedó fuera del repertorio del espectáculo. Es una canción que tanto Arnaldo como yo amamos, y es especial porque también fue lanzada en un disco de dúo entre un autor/cantante y un instrumentista, y con dos artistas brasileños históricos: Itamar Assumpção y Naná Vasconcelos.
También hubo una idea mía para un arreglo para Fora de Si, un clásico de Arnaldo, una idea que me gustó mucho pero que no era posible realizar en vivo. Además, Arnaldo estaba enamorado de una reciente composición suya, Lágrimas no Mar, que acabó dando nombre al disco. De estas 3 canciones, poco a poco fueron surgiendo otras para orbitarlas, poco a poco fuimos construyendo una narrativa interna entre ellas, construyendo relaciones, hasta llegar a las 9 pistas finales que componen el disco.

O.C: Me gustó mucho Fora de si, creo que la nueva versión le da una frescura nueva e interesante. Por otro lado, la manera de tocar el piano me hizo acordar algunas cosas de Joao Gilberto. ¿Cómo fue su tratamiento? Pareciera que por el momento vivido más el nuevo sonido su letra toma un nuevo significado.
A.A:
Bueno, hubo esta idea de Vitor, de superponer diferentes sonidos de piano, en varias líneas grabadas en sobregrabaciones, que fue increíble. Fue hermoso ver cómo traducía el rock pesado a este lenguaje exuberante, solo con el piano. Como si toda una orquesta pudiera caber en un solo instrumento, explorando sus diversas posibilidades timbrísticas. En esta versión, decidí cantar dos octavas que se alternan irregularmente, lo que acaba reforzando los significados (y las subversiones gramaticales) de la letra.

V.A: Fora de si fue una construcción desafiante, ya que fue un trabajo de orquestación donde solo podía usar el mismo instrumento. Tuve que usar muchas técnicas de piano preparado para diferenciar las capas, grabar muchos pliegues percusivos usando el cuerpo del piano, buscar la diversificación de timbres en las diversas áreas del instrumento… si fuera orquestación, un poco como un edificio de bloques inspirado en Kraftwerk.

O.C: Eligieron Como 2 e 2 de Caetano. La reinterpretación que le dieron creo la trae a los tiempos vividos donde la salud y la política son temas claves. En una época donde se está tornando normal
cosas que no deberían serlo. ¿Ustedes lo ven así?
A.A:
Sí, esta canción de Caetano fue muy importante en mi adolescencia. Nunca había pensado en grabarlo pero, durante la pandemia, Marcia (mi esposa) un día hizo una grabación de ella cantando esta canción de Caetano solo con su voz, a capella. Cuando me lo mostró, pensé que era el retrato más fiel de lo que estamos viviendo en estos tiempos. Luego le pedí a Vitor que extrajera del piano algunos ruidos de disparos, explosiones, helicópteros, ametralladoras, y terminó creando este increíble arreglo. Y yo invité a Marcia a grabarla cantando conmigo

V.A: La idea de la reinterpretación surgió de Arnaldo, quien imaginó la música cantada por él y Márcia Xavier de manera plácida y mesurada, y que esta canción sería confrontada con una serie de violentos cortes de ruido provenientes del piano, como una fuerza de realidad que traspasa ese velo ilusorio de una normalidad que no existe. Como es un poeta que va más allá de la poesía y dialoga con la imaginería y las artes plásticas, me parece hermosa la forma en que Arnaldo logró vislumbrar una manera de cambiar la percepción del texto de Caetano solo manipulando el sonido que lo rodea. Es una grabación que se acerca a la performance poética, me encanta.

O.C: ¿Han pensado en presentarlo fuera de Brasil, más precisamente en países de América Latina, incluida Argentina?
A.A:
Queremos presentar este espectáculo también fuera de Brasil. Ahora tenemos tres shows en Portugal en junio y en octubre-noviembre una pequeña gira en los Estados Unidos y México. Espero que pronto podamos llevarlo también a otros países latinoamericanos.

V.A: Sería maravilloso pasar por países latinoamericanos, espero que esto suceda lo antes posible.