Amorela y el mundo de las fábulas en la canción

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La compositora y actriz Cintia Amorela Bertolino presenta Fábula Blanca, su primer trabajo como solista. La invitación es el Sábado 18 de Noviembre a las 20:30hs en Cirse, fabrica de arte (C.A.B.A)

El nuevo trabajo discográfico reúne once canciones que funcionan como parte de una fábula. Cada canción a atesora vivencias, aprendizajes, observaciones y reflexiones en relación al mundo que nos rodea o a los sueños que se nos presentan como revelaciones.

La instrumentación y los arreglos musicales elegidos fueron diseñados con una paleta sonora que también son parte del imaginario de esta fábula. A una formación cuarteto, de piano, bajo, guitarra y batería, se le suman luego instrumentos de cuerdas y vientos, para completar la narrativa tímbrica de cada capítulo. Mientras que las sonoridades provenientes del jazz, música de cámara, rock, el folklore pasando por lo electrónico.

Su titulo proviene de una de las canciones del repertorio inspirada en las lecturas de Liliana Bodoc y nos invita a recordar nuestro origen: la Madre Tierra, para honrarla, cuidarla y respetarla. Fábula Blanca nos propone mirar a través del tiempo para mantener viva la memoria.

Otra Canción: Contame un poco como nace la idea de integrar cada una de las canciones con la narrativa de una fábula.
AMORELA:
Fábula Blanca es una síntesis de experiencias artísticas que me han nutrido en esta tarea de hacer canciones. Cada canción de este disco representa de alguna manera un capítulo diferente de cada etapa creativa transitada hasta este momento. Me gusta decir que las canciones son una gran posibilidad: de encuentro, de reunión, de recogimiento, de perspectivas, y encontré en ellas una puerta para convidar la escritura-actividad que siempre me acompañó-, una puerta para el juego y sobre todo para la comunicación. Encontré en esta hermosa palabra la idea de reunir las canciones en un relato, como un devenir, en una fábula imaginada, escrita o por ser dicha.

O.C: La producción estuvo a cargo de Juanito Cantor ¿en crees que se ve la mano de juanito en el disco?
Amorela: La producción musical integral del disco (pre-producción y mezcla) estuvo a cargo de Franco Bongioanni, quien realizó también los arreglos de las canciones. Juanito el Cantor participó específicamente en la producción de grabación de disco en la cual grabamos 11 canciones en 3 días a principios de enero de 2023 en Estudio Sonorámica, ubicado en Traslasierra, Córdoba. Colaboró también en la etapa de revisión de mezcla. Fue masterizado por Daniel Osorio “El Angel Mastering”. El acompañamiento de Juanito fue clave para la organización y optimización de las jornadas de grabación y para tomar ciertas decisiones respecto a los últimos detalles del audio. Es muy valioso y de un placer enorme trabajar en confianza encontrándonos en los mismos criterios y, más aún, cuando se comparten años de música y amistad.

O.C: Siempre digo que las artes en algún punto se unen, aunque parezcan muy diferentes. En tu caso que también sos actriz. ¿crees que hay algún punto en común entre tu música y la actuación?
Amorela: Desde muy pequeña frecuenté espacios de formación y entrenamiento relacionados al teatro, la música y la danza, artes escénicas que están interconectadas entre sí y que considero muy necesarias para el desempeño de la escena como intérprete. Para mí estas disciplinas son indivisibles, las siento orgánicamente integradas, por lo tanto, es posible que pueda escurrirse la actuación en la creación e interpretación de mis canciones, quizá en algunas se hace más evidente que brotaron desde propuestas más lúdicas.

O.C: Cuales son tus influencias musicales? En lo personal me pareció que hay una presencia interesante del movimiento brasilero, pero con algunos tintes del jazz hasta te diría del rock o el folclore y que se unen con lo lírico.
Amorela: Mis primeras influencias musicales vienen de la música que se escuchaba en mi entorno familiar. Reuniones rodeadas de cantos a viva voz, o canturreos entre los quehaceres de la casa… tangos, boleros, zambas, chacareras y chamamés de fondo en las casas de mis abuelas y abuelos cantores, rock nacional e internacional, música de Brasil y Serrat en mi hogar materno; todo esto ligado a relatos de un tío músico que en los años 70’ hacía sonar su poesía en castellano en bandas de nuestra ciudad, que cantaba su efervescente escritura en sus canciones.

  El rock, el jazz y bossa fueron las primeras músicas que canté en las primeras agrupaciones de la adolescencia y muy pronto comencé a cantar folclore de nuestro país y de otros países de Latinoamérica, como así también de autores/as de otras músicas del mundo que me gustaba interpretar. Paralelamente a estas músicas que me atrajeron con mucho interés, participaba en coros en donde se trabajaban repertorios de música académica y contemporánea y se enfatizaba el trabajo de técnica.  De esas experiencias me quedó el gran interés de investigar en el trabajo vocal, afortunadamente hay muchos caminos y variantes. Me resulta muy necesario sostenerlo y me acompaña al día de hoy. Creo que todas esas “influencias” que me habitan me guiaron, me fortalecieron y despertaron la gran curiosidad de hacer mis propias canciones para encontrar mi propio decir.

O.C: ¿Crees que tanto la literatura fantástica como puede ser una fábula tiene el poder de explicarnos esa realidad muchas veces hostil de una forma amable o dulce? ¿Desde los ojos ingenuos de un niño?
Amorela: Sabemos que las artes tienen un gran poder transformador en cualquiera de sus expresiones. La música, la escritura, el teatro, la danza, las artes visuales, todas son grandes catalizadores, grandes canales por los cuales podemos expresarnos y comprender el mundo o al menos hacer el intento. Por su compromiso con la materia y con el entorno, no podríamos pensar siquiera en la ausencia de alguna de ellas. Seguramente la literatura fantástica como el ejemplo de la fábula pueda llegar a acompañarnos para entender el mundo que hemos construido desde una manera más amable, particularmente siempre me ha conmovido esta posibilidad, como tantas otras expresiones artísticas.

 O.C: En la canción «Hoy» hablas de los sueños y de un calendario que muchas veces nos asfixia. ¿qué tan importante son los sueños en nuestra vida, en esa vida que nos asfixia?
Amorela: La canción “Hoy” brotó como un berrinche entredormido ante la invención unilateral y obligada a percibir el tiempo, al calendario gregoriano, a todos los corsés que nos ideamos como humanos para ser más y más productivos. El berrinche nació con humor, afirmando que dicha invención es efectiva, que, por supuesto da “buenos resultados”, pero a veces simplemente no llegamos y es allí donde se presenta la fisura, la rendija por la que aparecen miles de posibilidades para percibir el tiempo, tantas como personas y culturas existen y existieron en nuestro planeta, en nuestro territorio originario, en nuestro haber de seres vivientes. Volviendo a la pregunta de qué tan importantes son los sueños en nuestra vida, en esa vida “a las corridas”, puedo decir que no soy especialista en sueños, me encantaría serlo, pero me gusta mucho dormir y prestarles atención. Puede que encontremos lindos mensajes en ellos, pueden ser una buena oportunidad para reflexionar cómo queremos vivir, qué queremos construir…y también se puede encontrar una linda idea para hacer alguna canción.

O.C: Por el espiral habla de habla de la importancia del niño quien nos regresa el asombro, y otra forma de entender el tiempo. ¿en momentos como los que vivimos que tan importante crees que es hacer un párate y meterse en el mundo de ese niño que llevamos adentro y dejarnos sorprender? ¿crees que nos ayudaría a cambiar las cosas que están mal?
Amorela: Me gusta pensar que como nuestro “ser niñx” es el primero que somos, con el cual vemos la vida en un “estado de juego”, esa misma memoria de juego, ese estado de percepción maravillada puede ser recuperado. Afortunadamente la música y las artes en general son un generoso puente para ello, un potencial camino para encontrar un diálogo entre diversas generaciones y nuestro entorno.  Siento que la música nos habilita a recordar, sanar, alivianar, acompañar, lanzarnos a jugar sin importar la edad, a encontrar eso que creemos perdido por el paso de los años y que es un gran abrazo que nos recibe para atemperar nuestros pasos en cada etapa de la vida, en nuestro pasaje por este mundo.

O.C: Fabula blanca nos invita a cuidar la naturaleza, pero también a mantener viva la memoria. ¿hoy que tan importante crees que es mantener esa memoria despierta? ¿crees que la música puede mantener viva esa memoria que muchas veces creemos haber perdido?
Amorela: Creo que hoy más que nunca necesitamos mantener viva la memoria. La música, la canción en sí misma puede ser una gran posibilidad para ello. Siento que la música nos habilita a recordar, sanar, alivianar, acompañar, lanzarnos a jugar sin importar la edad, a encontrar eso que creemos perdido por el paso de los años y que es un gran abrazo que nos recibe para atemperar nuestros pasos en cada etapa de la vida, en nuestro pasaje por este mundo.

O.C: Me gustó la idea en plegaria del humedal de que el fuego es como el abuelo de nuestra humanidad que en uso de la tiranía puede tener un fin mezquino. Me hizo pensar si no tiene mala prensa de alguna forma el fuego. Uno muchas veces lo vincula con lo malo, con los incendios pero que también sirve para acobijarnos, unirnos en una fogata. ¿Por qué crees que a veces le damos mala prensa a algunas palabras como el fuego, la muerte, a la oscuridad o el color negro?
Amorela: Muy interesante la pregunta, abre hacia una hermosa reflexión. Lo primero que encuentro es responder algo que ya tenemos comprobado: atribuciones de poder de la cultura patriarcal en la que vivimos que a través de diversas instituciones imperantes- como las religiosas- han inculcado miedo y negación a los ciclos naturales de nuestras vidas, de la vida en comunidad, de la propia naturaleza, miedo que ha alimentado sus poderíos. Pero sabemos que el Fuego no es el “malo”, es el elemento que nos ha permitido crecer como humanidad, es el que en otros ecosistemas templa las semillas para que prospere la vida, es considerado El Abuelo en tantas comunidades, en donde se le tiene respeto y se honra. No hay nada de “malo” con la palabra “poder” tan habilitante y abundante, no hay nada “malo” con el color negro que habita en la naturaleza, con la oscuridad que enuncia también la luz, con la muerte que es parte del regalo de la vida. El problema es la avaricia, la soberbia, el odio, el miedo a la vida de ciertos humanos, que son también hermanos pero que están perdidos de su origen, alejados de la empatía, enemistados con la vida ocupando espacios desacertados de dominio ejerciendo sufrimiento a otros hermanos por no haber recibido un abrazo a tiempo, por no haber transitado la resiliencia, la gran maestra del afecto. Por ello considero tan importante trabajar para nuestras infancias, acompañarlas, escucharlas desde el Amor que todo lo puede. Lxs niñxs son nuestro gran tesoro, nuestros pequeños grandes maestros que nos dan fuerza para seguir creando un mundo más amoroso y compartido.