*Texto originalmente publicado en Enredacción por Dai García Cueto.
Gilda había llegado puntual. Le habían asignado el camarín VIP del estudio mayor de Audiovisión, la productora que ponía al aire Telemanías. Ella no lo había solicitado, ni tampoco había exigido una lista de excentricidades. Esa fue la única vez que la abanderada de la movida tropical cantó en Córdoba. Fue una tarde de sábado de 1996.
Mientras sonaba “No te quedes afuera” corrió por todo el estudio para que no dejar una mano de las tribunas sin tocar, incluso algunas se llevaron un baile de segundos. “Lo único que preguntó fue sobre el público. Era lo único que le importaba”, cuenta Jorge Zapata, dueño de la productora que pone al aire el programa. Con las corridas, entró en calor, así que luego de un intercambio de palabras con Cristián Bazán y Sandra Smith, los conductores, entregó la campera roja de cuero para cantar de principio a fin “Fuiste”.
“Agradezco los espacios que dan lugar para mostrar nuestra música popular”, dijo durante el programa y su compañía discográfica (Leader Music) le entregó un reconocimiento al ciclo. “En esa época se produce la incorporación de tres ciclos de la productora en Buenos Aires, con 20 horas semanales de pantalla en Buenos Aires. Eso generó una movida muy fuerte en los sectores de la cumbia, que casi que se vieron obligados de movilizarse hacía Córdoba”, contextualizó Zapata. Por eso, la presentación de la cantante fue iniciativa de la discográfica: “No la convocamos, Gilda pidió venir a Telemanías y para nosotros fue un sí inmediato”, explicó el productor. En la tierra del cuarteto, su cumbia sonaba fuerte, porque no había una persona del público que no cantara lo temas. “Me llevé una sorpresa porque conocían las canciones tanto como a ella”, contó Zapata.
“Fue un día intenso, había una chispa”, asegura Bazán. “Era súper sencilla. No vendía ningún personaje de chica buena, era lo que mostraba. Una chica muy agradable, cero divismo, ninguna pretensión rara”, se explaya el conductor, quien recuerda que antes de salir al aire tuvieron una pequeña charla informal donde ella comentó que el programa se veía en Buenos Aires, y él le preguntó si podían hablar durante la entrevista de su oficio de maestra. Por su parte, Zapata recuerda: “Como habíamos tratados con muchas cantantes internacionales, exitosas, había podido observar que en general las mujeres tienen un perfil de sencillez, casi todas. De Gilda me llamó la atención que era más sencilla que todas”.
La abanderada de la bailanta
Miriam Alejandra Bianchi era maestra jardinera. Estaba casada y tenía dos hijos, Fabricio y Mariel, con quienes vivía en Villa Devoto. Un día, en secreto, se presentó en una audición para vocalista de un grupo musical. Toti Giménez, el tecladista y productor, quedó fascinado. Ella no cumplía con ninguno de los estereotipos de las mujeres de la bailanta de los ´90, sin embargo él no dudo que esa voz sería inolvidable.
En la movida tropical es Gilda y “la flaquita” empezará un recorrido musical por un ambiente complicado, que le traerá momentos buenos y otros difíciles, en lo personal y lo profesional. Ella continúa cantando convencida de que es su sueño, y quiere con sus canciones llegar a la gente.
Murió el 7 de septiembre de 1996 en un accidente de tránsito, en la Ruta Nacional 12, camino a Chajarí, Entre Ríos, cuando regresaban de un show. Con ella se fueron su hija Mariel, su mamá Isabel “Tita” Scioli, tres músicos de la banda y el chofer del colectivo. Ya en vida su público había comenzado a atribuirle un poder especial, luego de su muerte, a su nombre se le atribuyen milagros.