Entrevista a Pollo Raffo. El barrio de Flores tiene quien le escriba

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Pollo Raffo financia colectivamente el cuarto volumen de Música de Flores.

Pollo Raffo por Anita Kalikies.
Pollo Raffo por Anita Kalikies.

Muy pocas veces los críticos y especialistas musicales coinciden. A veces los planetas se alinean y ahí si, surge una unanimidad acerca de algo o alguien. «Brillantez» es el adjetivo que ha aunado en el último tiempo a varios periodistas al hablar de la obra de Juan Pollo Raffo.

El Pollo tiene años de rodaje en esto de la música. Algunos lo comparan con Hermeto Pascoal, por ejemplo, pero sin dudas, este músico egresado de Berklee, ha logrado solidificar una carrera con nombre propio. Raffo es compositor, arreglador, director, tecladista y educador musical. Desde 2003 lidera “Raffo”, grupo de música instrumental dedicado a la interpretación de sus propias composiciones. El Pollo fue líder de destacados grupos de música instrumental como “El Güevo” y “Monos con Navajas”. Paralelamente, ha sido arreglador, tecladista y/o director musical junto a Juan Carlos Baglietto, León Gieco, Divididos, Soda Stereo, Los Piojos, Manuel Wirzt, Ratones Paranoicos y Vox Dei, entre otros.A

Actualmente, Raffo, busca financiamiento para Brindis, el 4to volumen de su laureado: Música de Flores y es por eso que hablamos con él.

Otra Canción: ¿Cómo nació el concepto de Música de Flores y que se encontrará la gente en Brindis, el 4to volumen?
Pollo Rafo: La idea de música de Flores surge de buscar un nombre para una música que no es tanto una música de género sino una música de autor. En el cine, por ejemplo, esto es más fácil de ejemplificar: uno puede ir a ver una película de género (drama, comedia, etc.) independientemente de quien la dirija o, puede seguir la carrera de determinado director o directora independientemente de que género o géneros esté abordando. En este caso si esta música es música de autor y el autor (o sea yo) vive en el barrio de Flores, entonces la música también es música de Flores.

» El barrio como figura y como metáfora es el lugar de la pertenencia y la identidad, de la infancia y juventud y de los vínculos que duran toda la vida.»

O.C.: ¿Qué cosas de Flores, del barrio, inspiran?
P.R.: Ciertos contrastes que ocurren no sólo en Flores sino también en otros barrios de Buenos Aires y de muchas otras ciudades. Podés tener casas bajas, árboles, empedrado y poca gente circulando y a un par de cuadras una avenida plagada de tráfico y multitud. esa tensión entre lo urbano y lo suburbano me resulta particularmente atrayente.

O.C.: ¿Cómo ves la figura del «barrio» -no hablando solamente de Flores-?, ¿Sentís que es lo mismo la vida de barrio que cuando eras pibe?
P.R: El barrio como figura y como metáfora es el lugar de la pertenencia y la identidad, de la infancia y juventud y de los vínculos que duran toda la vida. Tambien el lugar de lo colectivo y lo solidario por sobre lo individual y lo autosuficiente. Esta imagen ha sido ejemplificada extensamente en géneros musicales urbanos como el tango, el rock y el hip-hop, entre otros.
La vida obviamente no es la misma, pero porque nosotros no somos los mismos. Nadie se baña dos veces en el mismo río.

O.C.:¿Cómo fue la decisión de financiar el disco de forma colectiva?
P.R.: Lo del financiamiento colectivo es algo que conocía (de hecho el grupo MIA editó uno de sus discos de esa forma en los 70′) y que en los últimos años se volvió una manera muy efectiva de concreción de proyectos, particularmente para artistas que no están insertados en lo que se conoce como «mainstream» o cultura de masas. Más allá de eso, me parece una muy buena manera de generar un vínculo franco, sin intermediaciones y hasta individualizado te diría, con aquellas personas a las que les interesa lo que uno hace o que pueden interesarse una vez que te escuchan. Una de las características que ayudan a eso es el hecho de que la campaña se realiza directamente a través de mi sitio web www.polloraffo.com.

O.C.: ¿Quiénes te acompañan en el disco y cómo fue la selección de invitados al
disco?
P.R.: El mismo cuarteto del disco anterior y de los últimos años: Martín Rur en saxos y clarinetes, Tomás Pagano en bajo y Rodrigo Genni en batería. Yo estoy en piano y como invitados están Nora Sarmoria en acordeón y voz, Marcela Galván Alberti y Fernando Lerman en flautas y Beto Merino en percusión. Todos increíbles artistas, y grandes personas. Beto fue integrante estable del grupo y participó en todos los discos. Con Nora tocamos en dúo cada tanto y me ha invitado también a sus proyectos. La llamé para un tema en el que terminé de escribir la melodía específicamente pensando en el timbre de su voz combinado con su acordeón. Marcela es miembro «volante» del grupo y ha tocado varias veces en vivo. Con Fernando estamos en la obra «Ocho Cartas para Julio», con Juan Palomino, donde el compuso la música y además es el editor de todos los discos de la serie Música de Flores.

«No extraño particularmente al vinilo. Tengo más recuerdos de como se iba degradando con el tiempo que de la calidad del sonido.»

O.C.: Sos de la generación que creció escuchando vinilos, ¿Cómo ves esta retromanía que vivimos en dónde vuelven a estar de moda y se vuelve a editar todo en vinilo?
P.R.: No extraño particularmente al vinilo. Tengo más recuerdos de como se iba degradando con el tiempo que de la calidad del sonido. Sí me parece que colabora para que los discos se escuchen como una totalidad y no como una suma de simples.

O.C.: Participaste de muchas producciones de grupos de rock, ¿cómo ves, musicalmente, al rock cuando está cumpliendo 50 años?
P.R.: Saludable. Con toda el agua que ha corrido, sigue siendo un espacio de independencia estética. Y como siempre, hay que escuchar más allá de la superficie.