Buenos Vampiros: Entre Sombras y su mensaje motivacional

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Buenos Vampiros regresa a Córdoba con un show renovado el próximo Viernes 1 de agosto, y como anticipa Luana bajista de la banda, esta vez el protagonismo será de Entre Sombras, el disco que marcó un punto de inflexión para la banda. “Ahora vamos a tocar temas del nuevo disco, que creo que no había salido la última vez que fuimos. Habían salido uno o dos singles, así que ahora vamos a tocar bastante de este nuevo disco”.

El disco cumplió su primer aniversario el pasado 18 de julio, y aunque haya pasado más de un año desde su lanzamiento, para la banda sigue siendo una etapa de exploración activa: “Lo seguimos presentando, aunque ya haya pasado más de un año, sigue siendo una presentación”. Luana resalta que el grupo viene tocándolo mucho, sobre todo en la gira europea, y que los temas están “bastante afilados”.

Comparado con los trabajos anteriores, Entre Sombras se percibe como más maduro. “El primero que grabamos teníamos 19, 18 años. El segundo fue después de la pandemia, así que tampoco tuvimos mucho tiempo para cranearlo. Este fue el que más tiempo tuvimos, el que hicimos más tranquilos”. Esa calma les permitió apostar por una construcción sonora distinta, más oscura y emocional: “Yo creo que sí, es el disco que más nos identifica”.

Aunque la raíz post punk sigue presente, Buenos Vampiros decidió ampliar el espectro estilístico. “Hay temas post punk, pero también hay temas más góticos, más pesados o más lentos. Como que sí, tenemos que ir por otro lado y no seguir haciendo temas básicos. Dijimos lo que creemos”. Ese riesgo fue asumido con cierta incertidumbre: “Tampoco sabíamos si a la gente le iba a gustar, porque eran más lentos, más pesados. Pero estuvo bien”.

La banda suele conectar lo sonoro con lo emocional, y este disco se gestó en un momento particularmente sensible: “Hay temas muy tristes, bien melancólicos. Siempre igual tenemos esa cosa medio nostálgica, medio melancólica. Pudimos explicar bien lo que sentíamos en ese momento, y todavía, en el vivo, lo seguimos reflejando”.

Uno de los temas que sintetiza la oscuridad y densidad emocional del disco es La calma del cementerio. Luana señala que fue elegido para abrir el álbum porque “redondeaba toda la idea de lo que iba a ser el disco”, como una entrada simbólica que define el resto del recorrido. “La letra también… súper oscura. Es algo que habla de todo el disco. Es como una entrada, una puerta para escuchar lo que viene. Por eso lo pusimos primero”.

Frente a esa densidad, Caminamos representa un contrapunto luminoso. “Tiene un mensaje súper motivacional, de acompañarse. Creo que habla básicamente de eso: de no soltar la mano y seguir acompañándose el uno al otro”. Para Luana, es probablemente “la letra más fuerte de crecimiento o de himno”, en medio de un álbum con predominancia de la tristeza.

Otro momento destacado del disco fue la colaboración con Ana Curra, referente viva del post-punk español. El vínculo nació en una fecha compartida hace dos años en Argentina. “La pudimos conocer, hicimos mucha onda con ella. Es una genia, nos dijo muchas cosas bonitas”. Luego se reencontraron en Madrid y, tras una fecha en Buenos Aires, le ofrecieron participar en una canción que ya estaba grabada. “Le pasamos las pistas y ella grabó los pianos y las voces”.

Buenos Vampiros se ha convertido, en pocos años, en una de las bandas más mencionadas dentro del movimiento post-punk. “Yo creo que sí, porque no hay tantas bandas o tantos proyectos. Siento que hicimos que resuene nuestro nombre”. La constancia ha sido clave: “Nunca paramos de tocar, siempre que podíamos viajar, lo hacíamos. Tampoco dejamos de hacer canciones y de crear: ya estamos haciendo temas para el cuarto disco”.

Desde Mar del Plata, el grupo sortea las dificultades de hacer música lejos del epicentro porteño. “Siempre se nos hizo complicado por ser de Mar del Plata. Costaba tener oportunidades para tocar”. El sello Marta Néstor, creado por el hermano de Luana, fue fundamental: “Sin ese sello no sé cómo hubiésemos grabado los discos. Nos ayudó muchísimo”. Además, describe una escena marplatense vibrante, especialmente desde 2019 y después de la pandemia: “Como que resurgió todo”.

El proceso creativo para el nuevo disco ya comenzó: “Lo de siempre: las cosas cotidianas, lo que va pasando”. También hay lugar para rescatar canciones viejas que habían quedado afuera. Y aunque Entre Sombras sigue siendo reciente, nunca dejaron de componer: “Siempre estamos creando y haciendo canciones nuevas. Está bueno eso”. Sin embargo, aún no hay fecha: “Por ahora no hay fecha. Queremos sacar alguna canción como adelanto… pero todavía no lo pensamos. Seguramente para 2026”.

No trabajan con managers ni ajustan sus tiempos al mercado digital. “Lo que queremos es que nos escuche más gente, pero siempre hacemos lo que nos gusta a nosotros. Después esperamos que le guste al público”. Esa decisión los mantiene lejos del mainstream: “No somos muy partidarios. Todo es bastante autogestivo”.

Sobre ese modelo, Luana reflexiona: “Está buenísimo también hacer todo autogestivamente. Lleva más tiempo y paciencia, pero es un camino lindo”. Reconoce que una discográfica puede facilitar el recorrido, pero reivindica construir desde abajo.

Después del show en Córdoba, la gira continúa hacia el norte del país y en septiembre se presentarán en el Festival Emergente. Para 2025 planean una fecha grande en Buenos Aires. La logística no es sencilla, pero la banda logró sostenerse con ayuda de productores locales y, sobre todo, gracias al merchandising. “Las remeras, los discos, los vinilos… siempre hay gente que nos banca mucho y nos compra. Si no tuviésemos eso, no sé cómo haríamos”.

Incluso en Europa, el merch fue clave. “Había fechas que no ganábamos nada en puerta, pero la gente que iba nos terminaba comprando un vinilo, una remera. Saben que están ayudando de verdad a la banda”. Para Luana, esa es la forma de sostenerse hoy: con comunidad, objetos y convicción.

Entre sombras, Buenos Vampiros sigue encendiendo la escena desde la autogestión y el pulso emocional. En un mundo donde todo corre, ellos caminan juntos, afinando canciones como quien abraza lo que duele y también lo que impulsa. Aún sin fecha, ya sueñan su cuarto disco, mientras giran por el norte y proyectan una fecha grande en Buenos Aires. Porque como dice Luana, “hacemos lo que nos gusta, después esperamos que le guste a la gente”. Esa paciencia, esa convicción, también es parte del ritmo que eligieron. Y quizás ahí, en esa calma del cementerio y en cada merch vendido, esté su forma de resistir y seguir contando.