La utopía somos nosotros: Hugo & los gemelos y el poder del enigma

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Este sábado 12 de julio a las 20 hs en Cultural Thames (Thames 1426, Palermo), la banda santafesina invocará una vez más su universo mestizo, ese híbrido poético donde la música se funde con la actuación, la sinestesia con la catarsis.

Nacidos como un show antes que como una banda, Hugo & Los Gemelos arrastran 13 años de trayectorias múltiples, en los que la improvisación, lo surreal y lo colectivo dieron cuerpo a una identidad sonora sin etiquetas, capaz de fluir entre el folk y la psicodelia, el bolero y el punk, el rock y el silencio ritual. No hay dos presentaciones iguales: cada concierto es un acto performático de arrojo emocional, donde la música es apenas la puerta de entrada a un relato donde conviven voces, personajes y paisajes que interpelan lo invisible.

¿Quién es Hugo? ¿Quiénes son los Gemelos? ¿Quiénes somos frente a ese espejo escénico que proponen? Tal vez esas respuestas no estén en las palabras, sino en el cuerpo que vibra cuando la canción llama. Para eso hay que estar ahí. Esta entrevista intenta acercarse a ese misterio.

Otra Canción: Me gustaría empezar por saber quiénes son Hugo y los Gemelos y cómo nace la banda.

¿Quién es Hugo? ¿Quiénes son los gemelos? ¿Quiénes son Hugo & Los Gemelos? Ese enigma es parte esencial del misterio que se revela en cada show de H&LG, es por eso que para obtener esa respuesta tenés que presenciar un show de H&LG. Y decimos el show porque, respondiendo a tu segunda pregunta, H&LG nace no como una banda, sino como un show. Inicialmente como una especie de cafe concert improvisado donde una serie de personajes encarnaron para dar pie a una serie de canciones y en esa magia de lo no planificado es que un show de improvisación y canciones de una feria americana nace como un trío este proyecto que en menos de 7 meses ya era una banda de 10 integrantes.

O.c: ¿En qué momento se encuentra hoy el proyecto, y qué diferencia a este disco de su antecesor “Esos que están en esa” o del EP Amazónicamente editado en el 2021?

El proyecto se encuentra hoy principalmente bajo la órbita de nuestro último disco Se viene el agua, con giras presentándolo en distintas ciudades. También estamos produciendo algunos materiales audiovisuales para ir acompañando al disco con una serie de clips que mezclen un poco del show en vivo con pequeñas ficciones gemelas.

En cuanto a la diferencia con las grabaciones anteriores, bueno… es bastante contrastante. El primer disco, Esos que están en esa, lo grabamos muy prematuramente. Alquilamos un estudio durante una semana full time para trabajarlo, grabamos muchos temas por separado y algunos en sesión conjunta. La banda estaba en un momento muy precoz, o al menos con poca experiencia como para sacarle todo el provecho a una instancia de grabación en estudio. Pero aún así, el resultado logró plasmar lo que era entonces el show de Hugo y los Gemelos, en esa convergencia entre la música y los personajes.

Luego, Amazónicamente fue un disco que surgió en el contexto de una gira por Brasil. Fuimos a tocar a un festival y aprovechamos que nos quedábamos unos días, porque un amigo ingeniero de grabación -que había grabado a Mac DeMarco cuando estuvo en San Pablo- nos ofreció su estudio y nos propuso ser nuestro ingeniero de grabación. Ese EP se produjo -tanto en las canciones como en la preproducción- en un período de tres meses, y se grabó en sesión conjunta, todos en un mismo room. Por eso tiene un sonido bastante cavernoso, y tuvimos que adaptar un poco la estética del sonido al tipo de registro que nos propuso esa forma de grabación.

Y a este último disco, Se viene el agua, por primera vez lo trabajamos con un productor musical: Leo Costa. Hicimos una preproducción y una curaduría de 10 canciones sobre una base de 30 que había disponibles. Si bien nació como un EP, terminó siendo un Long Play. Además de eso, trabajamos la etapa de mastering con Mario Breuer. El contacto y las charlas con él nos hicieron dar un salto dimensional en cuanto a expansión y conciencia sobre la obra.

O.c: ¿Cómo surge el nombre de su último disco Se viene el agua? Uno podría darle distintas connotaciones: ¿amenaza, limpieza, ciclo, caos, renacimiento?

El nombre del disco surge de una canción que forma parte del álbum y que, curiosamente, es la única que fue una composición colectiva. Nació en una zapada, durante el intervalo de un ensayo. Justo en ese momento se estaba grabando el ensayo y quedó registrada esa improvisación, que nació como un freestyle folclórico y profético. Podemos decir que la canción “bajó” así como llegó, y prácticamente quedó tal cual. Solo le quitamos una estrofa porque era larguísima, y de las nueve estrofas que tiene, apenas se corrigieron algunas palabras que estaban algo balbuceadas y que fue necesario completar. Fue una decisión dejar la lírica y la estructura en estado puro.

En cuanto al nombre, en principio el disco iba a ser un EP titulado Errante Déjà Vu. Pero cuando decidimos que fuera un LP, sentimos que ese nombre era demasiado oscuro y denso, evocador de fantasmas. Fue entonces cuando surgió llamarlo Se viene el agua; ese título tiene una potencia muy fuerte por sí mismo, abierto a múltiples connotaciones -tal como mencionás- y además evoca esa canción nacida en la convergencia del inconsciente colectivo de la banda en estado puro.

Respecto a las connotaciones, comparto el listado. Quizá en lugar de “amenaza”, me gusta más “advertencia”; y en lugar de “limpieza”, “purificación”. Y sí, también hay algo de ciclo, de caos y de renacimiento, como un ordenamiento de ese caos para una nueva gesta.

O.c: En Enanos Mágicos cantan “Oh Dios, no me dejes ser un complaciente”, lo que suena a una lucha contra la adaptación fácil o la renuncia a la verdad interior. ¿Es la complacencia una forma de muerte simbólica? ¿Qué costo tiene ser fiel a uno mismo en un mundo que premia la comodidad?

Me encanta esa lectura, y no lo digo por ser complaciente (risas). No lo había pensado exactamente así,  la complacencia como una muerte simbólica, pero sí coincido en que implica una muerte de la personalidad o el yo verdadero.

En cuanto al costo de ser fiel a uno mismo en un mundo que premia la comodidad, siguiendo esta idea de Se viene el agua, y los guiños en el arte de tapa al imaginario bíblico del diluvio universal, de Moisés y sus tablas, que me traen a la mente la frase: “separar la paja del trigo”… Creo que se trata de eso: de quién es verdadero y se mantiene fiel a sí mismo, más allá de lo que hagan los demás, porque a fin de cuentas a este mundo ni entramos ni nos vamos en rebaño, y quizás el infierno o purgatorio sea el instante atemporal de tu último suspiro de vida hasta que puedas irte en paz con vos mismo.

O.c: “Oh mi voz, no me dejes nunca, sos mi luz” convierte la voz en faro, en sostén. ¿La voz es identidad, canal o refugio? ¿Qué pasa cuando un músico o artista siente que pierde esa voz interior en un momento tan complicado como el que atravesamos?

De las tres, elijo canal. Elijo la voz como canal. En lo personal, la identidad es sólo un vehículo, y más bien encuentro refugio en el silencio.

Sentir la pérdida de la voz interior, como mencionás, me parece que es parte del clima de época. Siento que tiene que ver con la era de la sobreinformación y la hiperestimulación. ¿Cómo escucharse en medio de tanto ruido, no? Hay algo taoista en esto que voy a decir, pero retomando la idea de refugio: llamarse al silencio mental, tomar distancia de la autoexigencia del deber tener voz propia, puede dar ese lugar a la escucha, como en la paciencia de la pesca, para reencontrar esa voz interior.


O.c: En El Brujo cantan “Sé que la vida es un juego, sé que el mundo es un tablero”, lo que plantea una visión lúdica de la existencia. Si las reglas “no pueden estar acá”, ¿de quién son las reglas hoy entonces?

Si me preguntás de quién son las reglas, creo que las reglas son de quienes las necesitan o de quienes estén dispuestos a jugar. Eso responde a de quién son, pero lo importante es de dónde salen esas reglas. Y ahí vuelvo a la imagen del arte de tapa del disco, y me pregunto: ¿qué pasa si estas leyes escritas en piedra son justamente las que nos están hundiendo? En esa imagen hay también un guiño al tema que abre nuestro primer disco, y conecta con esto que mencionabas antes sobre la idea de ciclo, que está muy presente en el título del álbum.

Entonces, volviendo a la canción, en la siguiente frase a la que citás, se sugiere dónde pueden estar esas reglas, si es que no pueden estar acá.

O.c: También aparece la frase “El tiempo es un invento que ha creado el sentimiento de lamento”, que sugiere que el dolor por el pasado es una ficción cultural. ¿Podemos habitar el presente sin esa nostalgia estructural? ¿Puede la música ayudar en ese tránsito?

Creo en una percepción del tiempo donde el presente siempre está reescribiendo el futuro, pero también el pasado. La óptica del presente no sólo modifica el porvenir, sino también reinterpreta lo que ya fue. Debo decir que hablar del tiempo es mi fascinación máxima; me parece uno de los misterios más elementales. Y la tragedia que se esconde detrás de esa nostalgia estructural, creo que tiene que ver con el olvido. Porque el olvido trae consigo la evocación de la tragedia de la finitud. Una memoria sin olvido sería infinita, absoluta. Entonces, si el tiempo es un invento que ha creado el sentimiento de lamento por no poder olvidar, podríamos decir que el tiempo es el arte de los dioses como respuesta a su tragedia de infinitud o de inmortalidad.

Y sí, creo totalmente que la música puede ayudar, porque la música es el puente entre lo humano y lo divino, es donde estas tragedias de los hombres y los dioses se neutralizan, la música como gesta heroica de lo humano que le permite a los dioses darse al silencio, y por ende y como antes mencionamos, darse refugio.

O.c:  En Arlto de Todo se escucha “La utopía somos nosotros, fanáticos de una pequeña ilusión”, que propone lo imposible como motor afectivo. ¿Puede una utopía mantenerse viva en la conciencia colectiva aún sabiendo que es inalcanzable? ¿Existe una utopía en la música como espacio simbólico compartido?

Esa voz que se escucha es de Fernando Birri, el padre del cine latinoamericano. Él dice: “La utopía somos nosotros, la utopía sos vos, la utopía soy yo. Nosotros somos unos fantasmas, una pequeña ilusión”. Su voz y sus palabras son fantásticas, como lo es también su biografía, hablando de la conquista de las utopías.

En cuanto a la utopía, y remitiéndome a los orígenes del término -que hablaba de una isla, si no me equivoco-, me gusta creer en la idea de que no porque no hayamos encontrado esa isla quiere decir que esa isla no exista.

Y en lo que mencionás sobre si existe una utopía en la música como espacio simbólico compartido, y sobre la utopía como lo inalcanzable, yo creo en el poder del misterio de la música. Para mí, la música es un misterio. Todos los años tengo una percepción distinta de qué es la música. Siempre está cambiando, como el misterio mismo. Y mientras uno más ahonda en esa utopía, en ese misterio, más se expande… y más se escabulle. Pero creo que justamente es esa persecución, ese deseo de alcanzarla, lo que hace que la utopía se mantenga viva. Es inalcanzable porque es siempre expandible. Entonces, la utopía no tiene un fin: es un medio para la expansión y conquista de la dicha, tanto propia como colectiva.

O.c: “Aguas fuertes lanzan llamas, siete locos en conspiración” mezcla lo líquido y lo incendiario, la lucidez y la locura. ¿El cambio es hoy un gesto colectivo o una combustión íntima?

Me encanta ese lugar en donde las paradojas se reconcilian. Creo que el cambio solo puede ocurrir como gesto colectivo, como consecuencia de una masa crítica que logró una combustión íntima. Sólo esta condición puede garantizar un cambio verdadero y duradero. Entonces, son las dos cosas, pero el orden primero está en lo individual para que pueda manifestarse en lo colectivo.

Esto habla muy claramente de estos tiempos, donde el plan está funcionando a la perfección. Donde, para que se despierte la conciencia colectiva -como decía José Argüelles-, primero hay una etapa de privatización de la conciencia. Donde, como podemos ver hoy, cada uno está hiperatomizado en su burbuja algorítmica, para poder lograr esa combustión íntima que vos mencionás, que permite activar una masa crítica de combustiones íntimas para despertarse en un gesto colectivo.                     Porque al fin de cuentas, cuando uno se reconoce como ladrillo, inmediatamente va a querer ser pared.

O.c:“Y vas volviéndote, y voy volviéndome” abre un juego con el yo que muta, que se refleja. ¿Qué significa volverse “algo”? ¿Nos transformamos por voluntad, por entorno o por deseo compartido? ¿Podemos elegir qué rol jugar en esa “escuba dolina” que suena a ritual, a inmersión, a renacimiento?

Otra vez acá se abre un hipervínculo a Espejo Humeante, la primera canción que abre nuestro primer disco, en esto del yo que muta y que se refleja. Y otra vez la obra va encontrando esa ciclicidad en la obra completa.

Volverse algo, tal cual decís, es transformarse. Y creo que otra vez hay un concilio entre que nos transformamos por una voluntad magnetizada por el deseo compartido. Y que es la gesta misma de ese entorno del que somos unidad y totalidad.

Si Dolina es Cuba Libre, Arlt es el ron… sugiere la canción, tengo que mejorar la dicción, pero amé el término escuba! Y me encanta esa metamorfosis ritual de libre interpretación donde cada quien elige qué trago ser o beber.

O.c:  En La fruta aparece “Hombrecitos voladores, juegan, juegan”, que parece decir que la imaginación puede emanciparnos. ¿La música puede ser ese juego, esa estrategia para reinventar el mundo? ¿Qué rol juega lo absurdo en la construcción de un pensamiento alternativo?

Creo que la última batalla va a ser por nuestra imaginación. Ahora, ¿qué rol juega el absurdo en la construcción de un pensamiento alternativo? Creo que el sistema en el que vivimos está basado en absurdos. Es absurdo. Volviendo al tema del tiempo: usamos un instrumento de medición, que es el calendario, que tiene unidades irregulares. Es un instrumento de medición totalmente irregular e ilógico. Cada mes tiene distinta cantidad de días, no se basa en ciclos naturales, decimos septiembre que significa siete para nombrar al noveno mes, y podría seguir enumerando absurdos dentro de la convención más trascendental en el desarrollo humano que el calendario. Nadie se puso a pensar en eso. Pero es como medir espacio con reglas que tengan unidades desiguales. Es un absurdo total.
Sin embargo, el absurdo está normalizado. Lo mismo el absurdo en nuestra forma de consumo, los agrotóxicos y las farmacéuticas como estándar de alimentación y salud, etc. Entonces, ¿qué rol juega el absurdo? El de evidenciar el absurdo en el que se supone que debemos vivir y aceptar como normal.

O.c: “Lo que está pasando pero no lo estás mirando” sugiere una desconexión entre el vivir y el ver. ¿La sobrecarga del presente nos impide percibir lo real? ¿Cómo se escapa uno del centrifugado simbólico que ofrece el día a día?

Más bien, creo que el presente es la clave. El presente como contemplación de lo cotidiano, como algo milagroso. Eso entiendo como presente y como ámbito para percibir lo real. Y creo que uno escapa de ese centrifugado simbólico conectándose con la voluntad humana. Y conectar con esa voluntad humana es preguntarse por el propósito. Todo el universo está saturado de propósito. Sin embargo, el ser humano se desconectó de su propósito.

Entonces, volviendo a lo que hablábamos antes, hay una combustión interna que implica encontrar un propósito propio, para que así, colectivamente, la humanidad encuentre su propósito como humanidad. Que, por analogía, es obvio que tiene que existir un propósito para lo humano. Porque todo en la naturaleza cumple un propósito en una perfección de una belleza inusitada. Y esa belleza inusitada de la naturaleza nos está invitando a retornar, a reencontrar nuestro propósito, y creo que la clave para eso está en identificar al servicio del que estamos operando, porque el servicio es la respuesta en el mundo externo de nuestro propósito, que pertenece al mundo interno.

O.c: Se viene la presentación del disco en Buenos Aires, ¿tienen pensado después presentarlo o girar por otras ciudades?

Sí, este año tenemos planificado tocar en Rosario en septiembre, en Córdoba en octubre o noviembre, posiblemente también en Paraná, y estamos tejiendo puentes con La Plata.

En Santa Fe vamos a estar presentándonos el 20 de julio en el Festival Invernal, y tenemos un fechón para el 20 de septiembre junto a Los Espíritus y Camionero, que les recomiendo a quienes quieran experimentar un show gemelo jugando de local. Esa va a ser una fecha épica en un lugar muy emblemático de la ciudad, que es Tribus.
Eso es lo que hoy está en agenda y esperamos que se sigan abriendo oportunidades.