Clara Trucco ha decidido dar un giro a su carrera musical, poniendo en pausa sus dos proyectos, Fémina y Wested, para dar rienda suelta a su trabajo solista, presentándose como Wen. Su nuevo disco, «Fruto», ha estado en proceso durante años y es una mezcla de fantasía y realidad, donde las canciones se sienten como cuentos que nos transportan a un mundo mágico. Wen comparte que este proyecto nació de una necesidad personal de expresarse de manera más íntima, afirmando que «mi voz y lo que tenía para decir era diferente». El nombre de este nuevo proyecto refleja su identidad y el carácter de ficción del disco. También habla sobre la importancia de cortar con vínculos que ya no le sirven y cómo la música le ayuda a navegar por la vida
¿Como surge la necesidad de sacar fruto y presentarte como wen?. Un disco que, si bien es muy distinto a fémina, creo que guarda cierta estética parecida.
Carla trucco: Sí, sí, sí, totalmente. Siento que hay una huella, pero es verdad que se diferencian bastante.
O.c: ¿cómo surge el disco? ¿cuál fue la necesidad que te llevó a sacar un disco solista?
Carla Trucco: El disco ha estado gestándose durante mucho tiempo. Sin embargo, por diversas razones de la vida y algunos contratiempos, sumado a que estaba involucrado con Fémina y Wested, mis otros dos proyectos, no podía dedicarme plenamente a la idea de un disco solista. En un momento, decidí poner en pausa todo, porque sentí que era necesario. Experimentaba una urgencia personal de querer expresarme de manera íntima y particular, algo que nunca había hecho antes, ya que siempre había trabajado con otras personas. Aunque eso es hermoso, siento que en la intimidad y en lo individual, mi voz y lo que tenía para decir era diferente
O.c: Decidiste presentarte como Wen en lugar de Clara Trucco. ¿Por qué optar por un apodo? A menudo, hay cantantes que sienten que esconderse detrás de un nombre artístico o de una banda les ayuda a que el enfoque esté en el grupo en lugar de en ellos mismos. En tu caso, entiendo que se trata de tu disco solista, así que me gustaría saber por qué elegiste ese nombre y qué motivó esa decisión.
C.T: Este fue un tema muy debatido, tanto por mí como por las personas que me rodean, ya que estuve un tiempo indecisa sobre cómo nombrarme. La verdad es que hay mucha gente que me conoce como Wen; de hecho, hay quienes ni siquiera saben que mi nombre es Clara. Es curioso, pero hasta mi mamá me llama Wen. No es un apodo que surgió de la nada, sino que forma parte de mi identidad.
Estaba entre elegir Wen o Clara, pero sentí que este disco tiene un carácter de ficción y fantasía. Me parecía que evocaba un ambiente más serio, relacionado con el bosque y las hadas. Por eso, decidí optar por un nombre más fantasioso que mi nombre real. Ahora, este disco está bajo ese nombre, pero eso no significa que en el futuro no pueda hacer un disco bajo el nombre de Clara Truco. Estoy abierta a que mis diferentes facetas se expresen en el momento que tengan que salir.
O.c: recién mencionabas el tema de la fantasía, y creo que el disco está lleno de eso. Lo veo casi como un libro, una historia que se desarrolla a través de las canciones que lo componen. De alguna manera, retrata un mundo. ¿Cómo describirías ese mundo? ¿Crees que hay un hilo conductor o una narrativa que une las canciones?
C.T: Para mí, el disco evoca un mundo que mezcla lo clásico con la fábula, un cuento fantástico y elementos paganos, así como mitología. Hay muchos simbolismos presentes en él, y siento que las canciones funcionan como diferentes proverbios. La atmósfera que se crea es de encantamiento, de bosque y de naturaleza. Creo que eso es lo que engloba todo lo que sentí, y en cierto modo, quise que ese ambiente habite en el disco.
O.C: Hay un elemento que invita a explorar la fantasía de un mundo diferente. Creo que, en ciertos momentos, permite abstraerte de la realidad, que a menudo puede ser cruel. Hay una necesidad de escapar de esta realidad y de plantear otro mundo.
C.T: De hecho, fue muy curioso porque recientemente recibí una reseña en la que el autor mencionaba que había estado muy estresado y que se puso el disco en loop, lo que le ayudó a reducir su estrés y ansiedad en la ciudad. Creo que vive en el D.F., ya que es mexicano. Varias personas me han comentado que les permite abstraerse un poco. Una amiga me dice que lo escucha por la mañana y siente que le hace bien. Para mí, eso es sumamente valioso y poderoso, y me encanta que funcione de esa manera.
A mí me gusta mucho pintar y dibujar; siento que mi primer acercamiento al arte fue a través del dibujo y la imagen. Hay algo en la imaginación que se me presenta por ese lado, y siempre ha sido una forma de abstraerme de lo exterior. Creo que hay una plusvalía en la fantasía, que nos permite ver las cosas de otra manera, con diferentes connotaciones y simbolismos, buscando una nueva perspectiva sobre lo que conocemos como realidad. La vida, en cierto sentido, es una especie de fantasía y ficción. Estamos empezando a darnos cuenta de esto, ya que estamos viviendo un cambio significativo en todos los niveles, con cosas que antes considerábamos inimaginables. Siento que las novelas de ciencia ficción están comenzando a hacerse realidad de repente
O.c: El disco abre con Fruto y en una de las partes dice mi alma hoy es una pluma desatando la ternura, desatando tu armadura en esta guerra justa. ¿cuál es la guerra, metafórica o no, que te llevó a componer la canción?
C.T: Creo que el mundo se encuentra en una guerra constante, en una tensión dual entre el caos y el orden, el bien y el mal. Siempre estamos oscilando entre esos extremos. Me he preguntado qué puedo hacer desde mi lugar como artista y como ser humano, aunque mis gestos sean pequeños. Desde lo que he aprendido y lo que me nace, que es hacer música y arte, creo que puedo contribuir.
La canción habla de una pluma, que puede interpretarse como lo que puedo escribir, decir o transmitir. Mi mejor arma puede ser desatar una ternura, desarmar con ternura, y hacia eso es donde apunto
O.c: En la canción ‘Tijeras’, la letra menciona que hay personas que se cuelgan de la pollera, pero que tenes la tijera para cortarla. En un contexto donde la cultura y los músicos a menudo son ninguneados y perseguidos, y donde parece que un sector de la sociedad quiere aprovecharse de la fama de los músicos, ¿qué tan importante es cortar la pollera y no dejarse afectar por estas situaciones?
C.T: Fue el primer tema que compuse con el autoharp, un instrumento que adquirí hace tres años. Su historia es un poco larga, pero resumiéndola, es un arpa del country estadounidense, una especie de arpa con botones, de color negro y de los años 50. La noche que la compré, tuve pesadillas con el arpa; sentía que estaba cargada. Cuando compuse ‘Tijeras’, que fue el primer tema que hice con el arpa, comprendí que este instrumento era pesado, pero que me ayudaría a cortar con algo oscuro.
La canción habla de algo muy personal. Sentía que tenía vínculos que se me colgaban de la falda, como si no me dejaran avanzar, como si hubiera cosas no resueltas o pesadas. En esencia, trata sobre cortar esos vínculos parasitarios que a veces surgen. A veces, hay combinaciones que no llevan a ningún lado, y la canción refleja eso: sacar la tijera y cortar la pollera. Podría decirte que, metafóricamente, es como andar más ligera, quizás en minifalda. La imagen que apareció fue esa: todo bien, pero ando con una pollera kilométrica, sosteniendo un montón de cosas que ya no quiero más. Es una metáfora que podemos aplicar a muchas situaciones.
O.C: Hubo un poco de eso en la necesidad de hacerme solista: cortar con la pesada idea de que todo tiene que ser consensuado y de tener gente a mi cargo. En el camino como solista, uno puede sentirse más ligero, puede expresar lo que piensa y hacer lo que realmente quiere…,
C.T: Sí, un poco sí, no ese tema en particular, porque amo a la gente que labura conmigo en las bandas, entonces no va para ellos personalmente.
O.c: No digo que no las quieras, pero supongo que cuando tenes una banda, las decisiones son diferentes a cuando sos solista. En ese caso, podes hacer lo que quieras.
C.T: Sí, y de hecho fue curioso porque cuando compré el arpa, me sentía un poco contrariada. Era un instrumento que requería mantenimiento, se desafinaba con frecuencia, y tenía una presencia muy poderosa. Recuerdo que hablé con una amiga y le dije que estaba teniendo una especie de conexión con el arpa, como si sintiera que estaba recargada. Ella me respondió: ‘Amiga, siento que el arpa te está independizando, como si con ella pudieras salir al frente’. Fue un momento significativo, ya que venía con ganas de lanzarme sola, pero a pesar de los contratiempos, no terminaba de confiar en mí misma ni de animarme a dar ese paso. Siento que ahí hubo un antes y un después. Es un poco simbólico que el primer tema haya sido este, como una declaración de que corto con todo y me lanzo yo sola.
O.c: Si hay que hablar de canciones intimas, castillo es una de esas…
C.T: Qué lindo. La verdad es que es una de las canciones más honestas; no porque las demás no lo sean, sino porque esta fue escrita con el corazón abierto. En realidad, se la escribí a mi amigo Jean, con quien colaboro en la canción, y habla un poco sobre nuestro vínculo de amistad. La letra dice: ‘Perdona mi amor, perdona, mi corazón se ha cerrado, tengo un castillo grande, lleno de puertas con candado. Siempre encontrás igual los pasadizos para entrar, aunque me resista, vos sabes, te lo agradezco’. Hablo mucho de mí misma, y a veces me cuesta estar con el corazón abierto constantemente.
Soy una persona muy virginiana, así que estoy en una lucha constante por abrir mi corazón. La música me ayuda un montón, y esta canción trata sobre eso: hay personas que, por suerte, no necesitan ni siquiera las llaves para entrar en nuestro corazón. Hay quienes te atraviesan y entran por donde quieren, y a veces uno reniega de eso porque puede ser muy fuerte y sensible. Pero al final, siempre se agradece que entren, aunque uno tenga el corazón cerrado.
O.c: Tiene al principio un juego lírico, medio medieval interesante y después se vuelve electrónico.
C.T: Sí, jodemos diciendo que es como un folk pop medieval. Es curioso porque no lo buscamos conscientemente; simplemente se va dando. El tema lo compusimos con Jean y lo produjimos con el Negri, quien fue el productor de todo el disco. Entre los tres fuimos explorando, y hay algo muy lírico en ambos. En general, en el disco hay un enfoque lírico en el tratamiento de la voz, algo que he estado incorporando desde hace un tiempo.
Además, hay un aspecto que nos encanta: queríamos que la canción comenzara de manera más solemne y majestuosa, evocando un paisaje medio medieval. Luego, se desarrolla una narrativa en la que, en un momento, ella está en la torre cantando y él de repente patea la puerta y entra al castillo. Ahí es cuando aparece el beat y el pop, aportando una energía más alegre. Se abre la puerta y todo se vuelve mucho más vibrante y pop.
O.c: También hay un elemento literario y cinematográfico que se percibe en todo el disco. ¿Hubo algún autor o película que haya influido en la creación del disco?
C.T: Hubo varias influencias, se menciona la figura de la diosa de la fortuna, conocida como Tique en la mitología griega, que representa el azar y la buena suerte. Esta diosa fue muy reconocida en toda la zona del Mediterráneo, y por eso quise que la canción tuviera un matiz un poco más desértico.
Siempre me gusta investigar y leer distintas versiones sobre los temas que trato. Luego está ‘Dulce o Truco’, que surgió porque mi apellido es Truco. Comencé a preguntarme qué significaba, de dónde venía y qué implicaba cargar con una palabra que tiene tanto significado y múltiples interpretaciones. Así que también investigué en esa dirección.
En cuanto a relatos fantásticos, el único ejemplo que se me ocurre es la saga del ‘Mago de Terramar’ de Ursula K. Le Guin, que siento que ha sido una gran inspiración para mí.
O.c: Recién me nombraste Dulce o Truco, una canción que plantea un poco la discusión o un juego entre que es verdad y que es mentira. Está presente la idea de manipulación.
C.T: En ‘Dulce o Truco’, exploro mis raíces familiares y el vínculo que tengo con mi familia, especialmente con mi padre. Reflexiono sobre lo que siento que heredo de esa parte de mi historia. Además, el concepto de ‘truco’ es significativo para mí, ya que lleva en mi nombre una palabra que conlleva connotaciones de engaño, estafa, trampa o habilidad. De hecho, el otro día estaba escuchando la canción con mi sobrina, y una de ellas me preguntó qué significa ‘truco’. Una respondió que es engaño, mientras que la otra dijo que es magia, como en un truco de magia. Esa dualidad en la interpretación es fascinante
O.C: Un truco de magia no deja de ser un engaño de alguna manera…
C.T: No, pero a veces el engaño depende de cómo está manipulado, puede ser usado para el bien o para el mal.
O.c: Claro, en un truco de magia hay un engaño bien utilizado, es una ilusión que no jode a nadie.
C.T: Es cierto, todo es una ilusión. Además, mi apellido, que lleva doble C y es de origen italiano, significa ‘máscara’, lo que también sugiere algo enmascarado o maquillado, otra forma de ilusión.
La canción habla de las dos caras de una moneda, y siento que el disco es re-dual en ese sentido, de hecho, la tapa hace una alegoría al fruto, a Eva, a la génesis, que también puede ser interpretado de múltiples maneras, y como cuando comen el fruto son echados al paraíso, pero también aparece la dualidad de que es el bien y el mal, el caos y el orden. Es algo que es inherente al ser humano, es un poco lo que hablábamos antes, esa tensión que nos mantiene un poco en este plano.
O.c: Recuerdo que la canción dice: ‘Recordarás esta tarde de verano luego del solsticio’. Esa línea me hizo reflexionar sobre la importancia de recordar de dónde venimos y quiénes somos. En este nuevo disco, ¿qué tan relevante es para ti explorar tus raíces y el conocimiento de tu origen?
C.T: Para mí, es fundamental. Al ser mi primer disco, siento que representa el nacimiento de algo nuevo. Nací en la montaña, en San Martín de los Andes, y crecí allí, lo que influye profundamente en mi música. Este disco refleja esa necesidad de recordar de dónde vengo y de dónde venimos, así como la importancia de reconocer que existe un planeta lleno de montañas, bosques y lagos. También hay una constante en mi trabajo: la idea de preservar ese lugar originario, sin importar a dónde vaya.
O.c: ‘Caireles’ tiene una cosa romántica, ya que transmite la alegría de pensar que algunas personas siguen vivas en nuestros sueños. Esa conexión con lo etéreo y lo emocional resuena en la canción…
C.T: Esa canción la escribí para mi abuela, poco tiempo después de su fallecimiento. Tenía una relación muy cercana con ella; de hecho, viví varios años a su lado. Era una persona muy inspiradora, con un carácter fuerte y una gran creatividad. Le apasionaba el arte, y pasábamos horas hablando de todo. Un día, tuve un sueño muy vívido, de esos que te dejan confundido al despertar. Soñé que la encontraba en un cuarto lleno de lámparas que colgaban, como una habitación de cristal. Al entrar, ella me abrazaba, y yo le decía: ‘Estás viva, ¿cómo puede ser?’ Aunque no me respondía, su abrazo era tan fuerte que sentí que me transmitía un mensaje de que estaba bien. Desperté muy emocionada, llorando, pero con una sensación de alivio y fe. Encontrarme con ella en esa habitación de cristal me llenó de alegría, y su abrazo me reconfortó profundamente.
Al otro día a la mañana compuse esa canción, y para mí fue muy emocionante. Así que sí, habla un poco de eso, de mantener vivo a alguien, aunque sea en un sueño.
O.c: Me comentabas que ya comenzaste a componer y grabar nuevas canciones. ¿Siguen la misma línea temática de lo fantástico? ¿Qué te inspira a componer en este momento?
C.T: Tengo muchas canciones, de hecho, hay varias que no salieron en el disco. Muchas de ellas ya están re-desarrolladas e incluso grabadas, solo les falta la post-producción. Estas canciones que quedaron fuera tienen una conexión profunda con una época específica y siento que están muy relacionadas con el disco que se construyó.
Actualmente, estoy explorando nuevas direcciones. Hay una rama de temas que son más folclóricos y sensibles, mientras que otros son un poco más divertidos y electrónicos. También estoy interesada en incursionar en una faceta más dance. A veces, mi ansiedad me lleva a querer cambiar de rumbo rápidamente, así que estoy tratando de encontrar un equilibrio para que esas dos corrientes convivan en mi música.
O.c: para ir cerrando y reflexionando sobre la Fuente de los Deseos, que dice que si la suerte está de tu lado, ¿cuál es el destino del resto del año? ¿Comó ves el futuro?
C.T: Se acerca la presentación, que será el 19 de junio aquí en Buenos Aires, en un teatro muy bonito llamado Torcuato Tazo. Estoy emocionada porque será un evento bastante especial e íntimo. Después de eso, quiero seguir tocando. Aunque este disco es muy personal, siento que hay muchas personas que han contribuido a este universo, y me gustaría que los personajes detrás de la música empiecen a aparecer. A veces lo imagino como un pequeño reino o un jardín, donde surgen un sapo y otros personajes.
Tengo ganas de que haya varios invitados en la presentación. Y si la suerte está de mi lado, espero seguir tocando, que la música se expanda y cumpla su propósito. Me gustaría seguir grabando y viviendo esta experiencia, aunque reconozco que hoy en día es muy difícil y todo cuesta mucho. Pero estoy intentando no dejarme vencer por la frustración y seguir confiando en el proceso.